La horda
2009 

5.1
4,958
Terror. Thriller. Acción
La Horde nos cuenta una gran batalla que podría acabar con el mundo entre policías, gansters y zombis. Al norte de Paris, un grupo de policías corruptos intenta vengar la muerte de uno de los suyos en un edificio que sirve de escondite para el ganster culpable. En medio del enfrentamiento entre ambos, algo inimaginable sucede, una horda de criaturas sanguinarias y caníbales invaden el edificio atacando salvajemente a todos. Inesperadas ... [+]
4 de junio de 2012
4 de junio de 2012
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera vez en mi vida que veo a los franceses poniéndose macarras, y hubiese preferido no verlo, porque resulta de lo más ridículo. Ridicule, mejor dicho. A esta gente, que llaman a la suegra “bella madre” y al puré de puerros vichyssoise, no les pega nada decir cosas como “esta puta azotea de mierda”, si es que decir una chorrada como esa le puede pegar a alguien. Es como si fuese una peli de zombies hecha por Robert Rodríguez; es decir, imitando a Tarantino, pero mal.
Lo de los zombies es lo de menos. Se trata de hacer una peli de acción cutre en la que "los buenos" sean infinitamente más descerebrados y brutos y que caigan peor que "los malos". Los diálogos son de una idiotez malota y sonrojante. Esta gente demuestra lo tontos y lo bestias que son durante todo el metraje, ya que, aun sabiendo lo eficaz del tiro de gracia en la cabeza, prefieren pasarse un buen rato danto de hostias a los no muertos, aunque no sirva para nada, puñetazo va, puñetazo viene, haciéndoles la grulla, la patada giratoria y el piquete de ojos. Es como una peli de Van Damme que hubiese escrito Van Damme, sólo que aquí nadie enseña el culo. Hay más peleítas que en una de chinos.
Los pobrecicos monstruos están tan subyugados por lo borrico del trato recibido, que no son capaces ni de morder ni de agarrar. Ponte tú a darle patadas a un zombie de peli americana, que ya verás lo poquito que tarda en arrancarte un trozo de algo.
Pese a todo lo que se sacuden y la de tiros que pegan, cuando se trata de ver algo realmente violento, la cámara gira para otro lado. Mira tú que remilgo más tonto.
Tanto el género de zombies como el de acción están trillados, pero al menos las pelis suelen ser entretenidas, que no es que te pongas a ver estas cosas esperando mucho más. Pues esta ni eso. Casi que prefiero a los gabachos cuando se ponen cursis y pedantes, que está más en su idiosincrasia.
Lo de los zombies es lo de menos. Se trata de hacer una peli de acción cutre en la que "los buenos" sean infinitamente más descerebrados y brutos y que caigan peor que "los malos". Los diálogos son de una idiotez malota y sonrojante. Esta gente demuestra lo tontos y lo bestias que son durante todo el metraje, ya que, aun sabiendo lo eficaz del tiro de gracia en la cabeza, prefieren pasarse un buen rato danto de hostias a los no muertos, aunque no sirva para nada, puñetazo va, puñetazo viene, haciéndoles la grulla, la patada giratoria y el piquete de ojos. Es como una peli de Van Damme que hubiese escrito Van Damme, sólo que aquí nadie enseña el culo. Hay más peleítas que en una de chinos.
Los pobrecicos monstruos están tan subyugados por lo borrico del trato recibido, que no son capaces ni de morder ni de agarrar. Ponte tú a darle patadas a un zombie de peli americana, que ya verás lo poquito que tarda en arrancarte un trozo de algo.
Pese a todo lo que se sacuden y la de tiros que pegan, cuando se trata de ver algo realmente violento, la cámara gira para otro lado. Mira tú que remilgo más tonto.
Tanto el género de zombies como el de acción están trillados, pero al menos las pelis suelen ser entretenidas, que no es que te pongas a ver estas cosas esperando mucho más. Pues esta ni eso. Casi que prefiero a los gabachos cuando se ponen cursis y pedantes, que está más en su idiosincrasia.
25 de julio de 2010
25 de julio de 2010
27 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y en concreto, 7 cabellos que me gustaría recuperar. A saber:
(-1) PROYECCIÓN: Los personajes de esta supuesta cinta de terror no transmiten ningún tipo de sensaciones, especialmente ese engendro humano intento de Carrie-Anne Moss francés, que debería motivar cierta identificación con el espectador y no lo consigue.
(-2) VEROSIMILITUD: señores, señoras, aunque no lo parezca, una película de zombies también debe atenerse mínimamente a una lógica interna que sea coherente. Cuando toda una serie de personajes han resultado ser fácilmente asesinables debido a la extrema fuerza de estos zombies, no puede aparecer el personaje principal masculino e insertarse en una marabunta de podridos para despedazarlos con un machete sin resultar herido durante largo tiempo.
(-3) MUNICIÓN: está francamente bien que en un par de ocasiones, los humanos carguen sus pistolas para demostrar que la película en la que actuan tiene ciertas pretensiones. Pero ese par de cargas, seamos serios, no dan para cientos de disparos. Una beretta 92 de 9mm tiene un cargador de 15 balas.
(-4) TONO: el producto se toma a sí mismo seriamente. Y esto va relacionado con los anteriores pelos faltantes. Si hay que ser verosímiles cargando la pistola, hay que mantener dicho orden hasta las últimas consecuencias (e incluso sacar partido de ello). La película pretende dar miedo, entro muchas otras pretensiones no conseguidas. Justamente todo lo contrario a la mucho más interesante Dead Snow, también vista recientemente; la película noruega da en el clavo a la hora de ser AUTOCONSCIENTE. La consciencia de raza y clase social es importante (perdón).
(-5) VIDEOCLIP: El estilo videoclipero del nuevo terror francés queda impregnado en toda la cinta, cuando el cine de zombies es uno de los subgéneros más conservadores que se precie. Si se innova en nuestro preciado subgénero, que no sea mediante la cámara en mano temblorosa, el corte impaciente y la estética re-que-te-to-que-te-a-da con Avid. Además, está rodada en digital y se nota para mal...
(-6) ORIGINALIDAD: la premisa inicial, pese a ser sumamente interesante, no se desarrolla debidamente. Se hace hincapié en perder por el camino a personajes que sobre el papel iban a tener relevancia, aunque pronto se desvela este como un nuevo recurso fácil, que acrecienta la falta de proyección con los personajes del 1er pelo tomado.
(-7) SANGRE: Y el colmo de los colmos; uno de los elementos inaceptables para el actual amante del cine de zombies: la SANGRE, señores, señoras, no se genera por ordenador, por muy económico y cómodo que sea este proceso; esto NO es Zatoichi de Kitano. La hemoglobina se genera mezclando una parte de kero (jarabe de glucosa) y colorante rojo para repostería, con unas gotitas de azul o café instantáneo para darle el color adecuado. Una vez tenemos 10 barriles llenos de profondo rosso, tenemos que intentar, por todos los medios, agotarlos durante el rodaje.
(-1) PROYECCIÓN: Los personajes de esta supuesta cinta de terror no transmiten ningún tipo de sensaciones, especialmente ese engendro humano intento de Carrie-Anne Moss francés, que debería motivar cierta identificación con el espectador y no lo consigue.
(-2) VEROSIMILITUD: señores, señoras, aunque no lo parezca, una película de zombies también debe atenerse mínimamente a una lógica interna que sea coherente. Cuando toda una serie de personajes han resultado ser fácilmente asesinables debido a la extrema fuerza de estos zombies, no puede aparecer el personaje principal masculino e insertarse en una marabunta de podridos para despedazarlos con un machete sin resultar herido durante largo tiempo.
(-3) MUNICIÓN: está francamente bien que en un par de ocasiones, los humanos carguen sus pistolas para demostrar que la película en la que actuan tiene ciertas pretensiones. Pero ese par de cargas, seamos serios, no dan para cientos de disparos. Una beretta 92 de 9mm tiene un cargador de 15 balas.
(-4) TONO: el producto se toma a sí mismo seriamente. Y esto va relacionado con los anteriores pelos faltantes. Si hay que ser verosímiles cargando la pistola, hay que mantener dicho orden hasta las últimas consecuencias (e incluso sacar partido de ello). La película pretende dar miedo, entro muchas otras pretensiones no conseguidas. Justamente todo lo contrario a la mucho más interesante Dead Snow, también vista recientemente; la película noruega da en el clavo a la hora de ser AUTOCONSCIENTE. La consciencia de raza y clase social es importante (perdón).
(-5) VIDEOCLIP: El estilo videoclipero del nuevo terror francés queda impregnado en toda la cinta, cuando el cine de zombies es uno de los subgéneros más conservadores que se precie. Si se innova en nuestro preciado subgénero, que no sea mediante la cámara en mano temblorosa, el corte impaciente y la estética re-que-te-to-que-te-a-da con Avid. Además, está rodada en digital y se nota para mal...
(-6) ORIGINALIDAD: la premisa inicial, pese a ser sumamente interesante, no se desarrolla debidamente. Se hace hincapié en perder por el camino a personajes que sobre el papel iban a tener relevancia, aunque pronto se desvela este como un nuevo recurso fácil, que acrecienta la falta de proyección con los personajes del 1er pelo tomado.
(-7) SANGRE: Y el colmo de los colmos; uno de los elementos inaceptables para el actual amante del cine de zombies: la SANGRE, señores, señoras, no se genera por ordenador, por muy económico y cómodo que sea este proceso; esto NO es Zatoichi de Kitano. La hemoglobina se genera mezclando una parte de kero (jarabe de glucosa) y colorante rojo para repostería, con unas gotitas de azul o café instantáneo para darle el color adecuado. Una vez tenemos 10 barriles llenos de profondo rosso, tenemos que intentar, por todos los medios, agotarlos durante el rodaje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y creo que este último pelo que me tomaron, el séptimo, se trató de una cana. Mal asunto, porque no quiero ni pensar en la cantidad de canas que me van a salir ahora (o en la cantidad de películas que van a continuar tomándonos el pelo mediante un falso espíritu freak).
**/*****
**/*****
11 de octubre de 2009
11 de octubre de 2009
23 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película de terror dentro del género zombi. La película cumple a la perfección su propósito que no es otro que el de entretener y pasar algún que otro susto. Desde el punto de vista cinematográfico la película es la típica de zombis, es decir un argumento vacío con un guion malo donde abundan los diálogos cachondos y poco más. No hace falta decir que una película de estas tanto el argumento como el guion y actuación de los personajes es lo de menos, pues en este film se viene a disfrutar y desde luego se disfruta y de lo lindo. Empieza con acción y durante todo el metraje no para. Su desarrollo es bueno e intenso y no se escatima en grandes dosis de violencia y sangre, mucha sangre. En fin que si lo que deseáis es pasar un buen rato de acción y ver muchos zombis y sangre no os podéis perder esta película.
2 de septiembre de 2010
2 de septiembre de 2010
18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madre del amor hermoso...
Hubo un tiempo en que ingenuo de mí creía que el cine francés era todo de estampa cómica sin gracia, protagoinizado por tipos de color rosado y guarrillas que no se depilaban el sobaco.
Gracias a Dios ese tiempo pasó rápido y rápido y me dejé convencer por grandísimos directores como Ozón, Truffaut, Chabrol, Resnais, Godard...
Luego llegó a mi vida Noé con su Irreversible y pronto descubrí que los franceses hacen el cine de terror mejor que nadie. Alexandre Bustillo y Julien Maury, Pascal Laugier, Alexandre Aja... dirigieron algunas de mis pelis preferidas de género, Inside, Martyrs y Alta Tensión. Potentes, aterradoras, serias, diferentes... Con lo difícil que es hacer algo distinto y serio a día de hoy en terror...
Y ahora descubro La horde.
Retoma ese giro argumental que tantísimo gustó en Inside y lo desarrolla con una brutalidad, una transparencia y un cuidado que haría enrojecer de furia al mismísimo Romero. Al de hoy, no al de ayer, desde luego.
Con una premisa a mi juicio estupenda y que nos deja cinco minutos de "tranquilidad"- policías vengadores que acuden a cargarse a malotes nigerianos a un bloque de pisos abandonado- y un rapidísimo y siniestro cambio de registro que ya no deja resuello alguno al espectador durante hora y media, La horde se convierte en la sorpresa del subgénero que todo admirador esperaba desde Amanecer de los muertos.
Ah, y los protas no son de color rosado. Son cañones de aúpa, en especial Jean Pierre Martins, un osazo devorable por completo.
Lo mejor: La seriedad con la que está hecho todo. El gore, cuqui, cuqui. La fotografía, un diez.
Lo peor: Algún toque de moralina. La prota, híbrido entre Ripley y choni de barrio.
Recomendable, no, lo siguiente...
Hubo un tiempo en que ingenuo de mí creía que el cine francés era todo de estampa cómica sin gracia, protagoinizado por tipos de color rosado y guarrillas que no se depilaban el sobaco.
Gracias a Dios ese tiempo pasó rápido y rápido y me dejé convencer por grandísimos directores como Ozón, Truffaut, Chabrol, Resnais, Godard...
Luego llegó a mi vida Noé con su Irreversible y pronto descubrí que los franceses hacen el cine de terror mejor que nadie. Alexandre Bustillo y Julien Maury, Pascal Laugier, Alexandre Aja... dirigieron algunas de mis pelis preferidas de género, Inside, Martyrs y Alta Tensión. Potentes, aterradoras, serias, diferentes... Con lo difícil que es hacer algo distinto y serio a día de hoy en terror...
Y ahora descubro La horde.
Retoma ese giro argumental que tantísimo gustó en Inside y lo desarrolla con una brutalidad, una transparencia y un cuidado que haría enrojecer de furia al mismísimo Romero. Al de hoy, no al de ayer, desde luego.
Con una premisa a mi juicio estupenda y que nos deja cinco minutos de "tranquilidad"- policías vengadores que acuden a cargarse a malotes nigerianos a un bloque de pisos abandonado- y un rapidísimo y siniestro cambio de registro que ya no deja resuello alguno al espectador durante hora y media, La horde se convierte en la sorpresa del subgénero que todo admirador esperaba desde Amanecer de los muertos.
Ah, y los protas no son de color rosado. Son cañones de aúpa, en especial Jean Pierre Martins, un osazo devorable por completo.
Lo mejor: La seriedad con la que está hecho todo. El gore, cuqui, cuqui. La fotografía, un diez.
Lo peor: Algún toque de moralina. La prota, híbrido entre Ripley y choni de barrio.
Recomendable, no, lo siguiente...
24 de julio de 2010
24 de julio de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los aficionados al cine de terror y al género de los muertos vivientes en particular, parece que nos dediquemos a buscar una aguja en un pajar; normalmente nos tragamos 200 productos infectos hasta dar con esas 1 o 2 películas que realmente valen la pena ver. “La horde” es una de ellas.
Trepidante odisea zombie- chovinística dirigida con buen pulso por Benjamin Rocher y Yannick Hadan, que sin ser el culmen de la originalidad, es uno de los productos más dignos del actual y prolífico panorama del cine de zombies. Siguiendo la estela de producciones más o menos recientes como la saga “28 días después”, “Amanecer de los muertos “o “Dead set”, se trata de un survival-horror en el que un grupúsculo de supervivientes pugnan por subsistir en un ruinoso edificio de la periferia parisina a una horda de zombies antropófagos que corren tras los vivos como galgos en celo.
Parte de la gracia estriba en la total desfachatez del producto, cuyas pretensiones no van más allá de concatenar sin respiro secuencias de acción-terror, bien filmadas, cada vez más intensas, estrambóticas y desesperantes. También cabe sumarle la tensión añadida de que el equipo de los vivos consta de una banda de criminales asesinos y de una unidad de policías que pretendían ajusticiar a los primeros en venganza por el asesinato de uno de sus compañeros, creando una alianza un tanto tensa, en la que la mutua desconfianza y la locura disparan la trama cada 5 minutos. Ésta bascula entre el gore y el cine de acción más desquiciado (ver la escena del protagonista encima del coche repartiendo ostias como panes entre los muertos), aderezado todo ello con grandes dosis de incorrección política: los rufianes se meten sus rayas de coca antes de ponerse a la labor de defenestrar zombies (genial la imagen del viejo enfarlopado, hacha en mano).
En fin, una entretenida cinta para los fans de los muertos vivientes, que hará las delicias de aquellos que busquen títulos dignos en su género y no sean demasiado escrupulosos con la veracidad de su absurdo e hilarante guión.
Trepidante odisea zombie- chovinística dirigida con buen pulso por Benjamin Rocher y Yannick Hadan, que sin ser el culmen de la originalidad, es uno de los productos más dignos del actual y prolífico panorama del cine de zombies. Siguiendo la estela de producciones más o menos recientes como la saga “28 días después”, “Amanecer de los muertos “o “Dead set”, se trata de un survival-horror en el que un grupúsculo de supervivientes pugnan por subsistir en un ruinoso edificio de la periferia parisina a una horda de zombies antropófagos que corren tras los vivos como galgos en celo.
Parte de la gracia estriba en la total desfachatez del producto, cuyas pretensiones no van más allá de concatenar sin respiro secuencias de acción-terror, bien filmadas, cada vez más intensas, estrambóticas y desesperantes. También cabe sumarle la tensión añadida de que el equipo de los vivos consta de una banda de criminales asesinos y de una unidad de policías que pretendían ajusticiar a los primeros en venganza por el asesinato de uno de sus compañeros, creando una alianza un tanto tensa, en la que la mutua desconfianza y la locura disparan la trama cada 5 minutos. Ésta bascula entre el gore y el cine de acción más desquiciado (ver la escena del protagonista encima del coche repartiendo ostias como panes entre los muertos), aderezado todo ello con grandes dosis de incorrección política: los rufianes se meten sus rayas de coca antes de ponerse a la labor de defenestrar zombies (genial la imagen del viejo enfarlopado, hacha en mano).
En fin, una entretenida cinta para los fans de los muertos vivientes, que hará las delicias de aquellos que busquen títulos dignos en su género y no sean demasiado escrupulosos con la veracidad de su absurdo e hilarante guión.
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