Cypher
6.4
10,331
Ciencia ficción. Fantástico
Morgan Sullivan, un contable sin trabajo y atrapado en un rutinario matrimonio sueña con dejar atrás su gris existencia y comenzar una nueva vida llena de libertad y emociones. Decide entonces incorporarse a la multinacional Digicorp y convertirse en un espía industrial. Con una nueva identidad, su trabajo consiste en asistir a distintas convenciones empresariales para recoger todo tipo de información y transmitírsela a Ed Finster, su ... [+]
13 de julio de 2010
13 de julio de 2010
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pequeña (en comparación con los mosntruosos blockbusters que hace Hollywood) película de CI-FI con un buen protagonista y una ambientación adecuada(pese a los pocos recursos en cuanto a FX y demás).
Engaño, juegos con la memoria, dobles y triples identidades, corporativismo, mcGuffin de alta tacnología...
Todo muy Phillip K. Dick y todo muy aseado.
Se deja ver con bastante agrado. Merece la pena echarle un vistazo.
Engaño, juegos con la memoria, dobles y triples identidades, corporativismo, mcGuffin de alta tacnología...
Todo muy Phillip K. Dick y todo muy aseado.
Se deja ver con bastante agrado. Merece la pena echarle un vistazo.
11 de julio de 2010
11 de julio de 2010
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento es muy enrevesado, la realización también y el guión, pese a tener buenos giros y sorpresas bien logradas, peca de inverosímil en su propia diégesis. Y es que cuando terminó la película, aún seguía pensando qué narices quería realmente la Digicorp y los otros, a qué se debía tanto espionaje y otras preguntas más, pero no me quiero explanar demasiado en este buen intento de Natali, pero que se diluye poco a poco a medida que pasan los minutos de metraje. Destacar la buena interpretación de Jeremy Northam.
24 de noviembre de 2009
24 de noviembre de 2009
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando George Orwell escribió allá por los años 40 la novela 1984, no se si sabía hasta que punto esa antiutópica visión de futuro iba a influir en la ciencia ficción del séptimo arte y en la realidad misma; pero está claro que la condición del individuo enfrentado a un sistema opresor que le deshumaniza y convierte en uno más del ejército viviente y durmiente de la sociedad, afecta y remueve conciencias de una manera particular.
Puede ser el terror que nos provoca, a todos, el sistema social en el que vivimos hoy en día, este en el que las particularidades personales son limadas hasta el punto de convertirnos en seres que no anhelan más que lo que se les dice que pueden conseguir, de personas que que dejan de ser uno diferenciado para convertirse en una masa uniforme, desesperanzada, gris, apática, incómoda, vigilada, controlada
Tan pesimista visión antropológica, ha encontrado numerosas variaciones a lo largo de este siglo, y en esta Cypher, encontramos una llamativa aventura pseudofuturista sobre esa odisea por encontrar el preciado tesoro de la identidad personal.
Al ver que el director de este filme es Vicenzo Natali, confío plenamente en la capacidad de análisis y de renovación de estilo de Cypher: su anterior y única película, Cube (obra maestra), ya era un delicado y tajante estudio de la condición humana cuando está abocada a la extinción, a la par que un efervescente ejercicio de estilo en el planteamiento narrativo y visual de la cinta.
Y en Cypher, pese a no alcanzar la perfección de su anterior obra, (puede que por un guión que deja pocos cabos a la imaginación), consigue de nuevo reformular la estructura del relato y llamar la atención con una visión estética espectacular. Cypher no cuenta realidades paralelas, ni universos alternativos: trata de dar a entender que la pérdida de la identidad aboca al caos, y que su conservación es lo único que nos dejará seguir siendo humanos. Lo intrincado y retorcido del guión hace que no podamos perder la atención ni un sólo minuto, hipnotizados por el poder de la historia y la belleza de sus imágenes, en cuanto a los espacios fríos y deshumanizados en los que se desarrolla, el cambio de colores en el devenir del relato, y la imaginación de Natali, que impregna esta pesimista y bella fábula social.
Puede ser el terror que nos provoca, a todos, el sistema social en el que vivimos hoy en día, este en el que las particularidades personales son limadas hasta el punto de convertirnos en seres que no anhelan más que lo que se les dice que pueden conseguir, de personas que que dejan de ser uno diferenciado para convertirse en una masa uniforme, desesperanzada, gris, apática, incómoda, vigilada, controlada
Tan pesimista visión antropológica, ha encontrado numerosas variaciones a lo largo de este siglo, y en esta Cypher, encontramos una llamativa aventura pseudofuturista sobre esa odisea por encontrar el preciado tesoro de la identidad personal.
Al ver que el director de este filme es Vicenzo Natali, confío plenamente en la capacidad de análisis y de renovación de estilo de Cypher: su anterior y única película, Cube (obra maestra), ya era un delicado y tajante estudio de la condición humana cuando está abocada a la extinción, a la par que un efervescente ejercicio de estilo en el planteamiento narrativo y visual de la cinta.
Y en Cypher, pese a no alcanzar la perfección de su anterior obra, (puede que por un guión que deja pocos cabos a la imaginación), consigue de nuevo reformular la estructura del relato y llamar la atención con una visión estética espectacular. Cypher no cuenta realidades paralelas, ni universos alternativos: trata de dar a entender que la pérdida de la identidad aboca al caos, y que su conservación es lo único que nos dejará seguir siendo humanos. Lo intrincado y retorcido del guión hace que no podamos perder la atención ni un sólo minuto, hipnotizados por el poder de la historia y la belleza de sus imágenes, en cuanto a los espacios fríos y deshumanizados en los que se desarrolla, el cambio de colores en el devenir del relato, y la imaginación de Natali, que impregna esta pesimista y bella fábula social.
18 de agosto de 2007
18 de agosto de 2007
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vincenzo Natali se ha creado, con sólo dos películas en su haber, un discurso propio en el que el hombre moderno aparece atrapado entre “realidades” cuadriculadas que lo presionan, asfixian y hacen volar sus fantasías escapistas que podrán materializarse o no, pero que siempre constituirán un metafórico y sufriente proceso de autoanálisis cuya meta final es la salvación absoluta: tanto en Cube como en Cypher, un mundo en el que las lacras humanas (mentira e hipocresía fundamentalmente) no tienen cabida.
En la segunda y muy estimulante fantasía futurista del canadiense, Natali no sólo confirma su sello personal creando un frío diseño de producción en el que pasillos de blanco cegador e infinitos huecos de ascensor desdoblados en trampas mortales marcan las distancias de un universo tan deshumanizado como peligroso, sino que aprovecha el notable guión de Brian King para vehicular una idea que concuerda muy bien con su propia ideario pesimista en torno al ser humano de hoy: las falacias gobiernan nuestra existencia, somos como piezas movidas por una mano invisible con fines que ni siquiera conocemos.
Lástima que todo lo que tiene de preciso y acertado dicho guión lo tenga también de copión, porque la originalidad brilla por su ausencia cuando se roban a destajo ideas de dos clásicos intocables como Plan Diabólico o Desafío Total. De ahí la imposibilidad de elevar la puntuación al notable: aunque brillante y entretenida, Cypher no llega a suponer un paso evolutivo en el género, sino más bien una confirmación de varios de sus temas más conocidos (las corporaciones secretas, los hombres sin identidad...). Eso sí, se puede disfrutar mucho con su trama enrevesada pero comprensible y sus numerosas secuencias de impacto (el lavado cerebral en la conferencia), aunque en algunas de ellas los efectos especiales canten un poquito (cuestión de presupuesto, imagino).
Lo mejor: el primer lavado cerebral.
Lo peor: algunos tópicos.
En la segunda y muy estimulante fantasía futurista del canadiense, Natali no sólo confirma su sello personal creando un frío diseño de producción en el que pasillos de blanco cegador e infinitos huecos de ascensor desdoblados en trampas mortales marcan las distancias de un universo tan deshumanizado como peligroso, sino que aprovecha el notable guión de Brian King para vehicular una idea que concuerda muy bien con su propia ideario pesimista en torno al ser humano de hoy: las falacias gobiernan nuestra existencia, somos como piezas movidas por una mano invisible con fines que ni siquiera conocemos.
Lástima que todo lo que tiene de preciso y acertado dicho guión lo tenga también de copión, porque la originalidad brilla por su ausencia cuando se roban a destajo ideas de dos clásicos intocables como Plan Diabólico o Desafío Total. De ahí la imposibilidad de elevar la puntuación al notable: aunque brillante y entretenida, Cypher no llega a suponer un paso evolutivo en el género, sino más bien una confirmación de varios de sus temas más conocidos (las corporaciones secretas, los hombres sin identidad...). Eso sí, se puede disfrutar mucho con su trama enrevesada pero comprensible y sus numerosas secuencias de impacto (el lavado cerebral en la conferencia), aunque en algunas de ellas los efectos especiales canten un poquito (cuestión de presupuesto, imagino).
Lo mejor: el primer lavado cerebral.
Lo peor: algunos tópicos.
25 de marzo de 2006
25 de marzo de 2006
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agentes dobles, infiltraciones, espionaje industrial, asfixia y desconcierto.
Cypher, es una de esas obras maestras que pasaron inadvertidas por taquilla.
Es elegante, intrigante hasta la saciedad, engañosa y confusa como todos los amantes del thriller podrían desear. Y además, despunta en su contenido fantástico.
El papel protagonista es el de ese héroe moderno y humano que no consiguió ser Neo en "Matrix", ese James Bond codificado a través de lo insólito y siniestro, rodeado de complicadas tramas y situaciones límite (interesantes), que nunca nadie se atrevió a enseñar. Y debo admitir, que Vicento Natali, aquí cumple este sueño para mentes inquietas amantes del cine en estado puro, y lo hace con maestría y sin "tacañería".
La fotografía es dura y oscura, como la historia, y extravagante y especial, como sus personajes. Y el montaje, juega el papel más importante a la hora de contar la historia, aquí sí, porque es una de esas películas que podría haber sido completamente diferente de haberla editado con distinta intención.
Lo bueno: su elegante engaño, difícil de conseguir sin mentir.
Lo malo: que en alguna secuencia se recree con un ascensor, que recuerda mucho a la fascinante "Cube".
Cypher, es una de esas obras maestras que pasaron inadvertidas por taquilla.
Es elegante, intrigante hasta la saciedad, engañosa y confusa como todos los amantes del thriller podrían desear. Y además, despunta en su contenido fantástico.
El papel protagonista es el de ese héroe moderno y humano que no consiguió ser Neo en "Matrix", ese James Bond codificado a través de lo insólito y siniestro, rodeado de complicadas tramas y situaciones límite (interesantes), que nunca nadie se atrevió a enseñar. Y debo admitir, que Vicento Natali, aquí cumple este sueño para mentes inquietas amantes del cine en estado puro, y lo hace con maestría y sin "tacañería".
La fotografía es dura y oscura, como la historia, y extravagante y especial, como sus personajes. Y el montaje, juega el papel más importante a la hora de contar la historia, aquí sí, porque es una de esas películas que podría haber sido completamente diferente de haberla editado con distinta intención.
Lo bueno: su elegante engaño, difícil de conseguir sin mentir.
Lo malo: que en alguna secuencia se recree con un ascensor, que recuerda mucho a la fascinante "Cube".
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