El infierno
6.8
1,648
Drama
Nelly y Paul son una pareja feliz. Mientras él dirige el bonito hotel que acaba de comprar en el campo, a orillas de un lago, ella cuida del hijo de ambos. Pero, como Nelly es muy guapa y atrae a todos los clientes del hotel, Paul, dominado por unos celos incontrolados y obsesivos, llega a creer que su mujer se acuesta con todo el mundo. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2018
21 de abril de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"He querido filmar la perversidad"
Espectacular drama psicológico que nos regala Claude Chabrol. El director francés recoge las influencias de Hitchcock, haciendo gala de una facilidad pasmosa para crear una obra turbia sobre los recovecos más oscuros de la mente humana. El cineasta galo narra aquí una historia sobre la obsesión y la locura de un hombre derivada de los celos que le provoca su mujer.
Un pueblo precioso y una joven pareja que se casa. Tienen un hijo y todo parece ir sobre ruedas. Pero no, tras ese ambiente idílico se esconde una mente retorcida que poco a poco iremos conociendo. Paul y Nelly han acondicionado un hotel rural donde recibirán a huéspedes que pasen sus vacaciones y fines de semana en el campo. El protagonista de la película es obsesivo, controlador, observador, mostrándose como una persona que es incapaz de creer a su mujer. La narración se convierte en un duro viaje al interior de una mente atormentada que cree ver signos claros de la infidelidad de su esposa. A medida que van pasando los minutos Paul irá perdiendo el control de sus actos, provocando una psicosis emocional que le hará perder totalmente cualquier mínima capacidad de raciocinio, llevándole a un estado de paranoia constante. Ella, por su parte, es una mujer espontánea, bella, atrevida, alegre, con una capacidad innata para atraer la mirada de los hombres.
La cámara centra su atención en el protagonista, y los espectadores somos partícipes del comportamiento de Paul, y cómo éste espía a su mujer por el pueblo y el lago, escenas dirigidas con la maestría habitual del director francés. La música inquietante le da un toque siniestro a la narración, creando un ambiente de nerviosismo por lo que puede llegar a pasar. A Chabrol no le interesa el final ni el devenir de los dos personajes principales, simplemente tiene interés en mostrar cómo un amor mal comprendido puede llevar a un hombre a perder por completo la compostura.
Muchos han querido imitar a Hitchcock, pero son realmente pocos los directores que han logrado acercarse mínimamente a los logros del cineasta británica. Claude Chabrol fue uno de ellos, creando atmósferas agobiantes, inquietantes y perversas sin recurrir a ningún tipo de artificio. Sin duda uno de los clásicos del cine francés. El tiempo irá poniendo sin duda en un lugar más destacado a uno de los directores más infravalorados de la historia.
Espectacular drama psicológico que nos regala Claude Chabrol. El director francés recoge las influencias de Hitchcock, haciendo gala de una facilidad pasmosa para crear una obra turbia sobre los recovecos más oscuros de la mente humana. El cineasta galo narra aquí una historia sobre la obsesión y la locura de un hombre derivada de los celos que le provoca su mujer.
Un pueblo precioso y una joven pareja que se casa. Tienen un hijo y todo parece ir sobre ruedas. Pero no, tras ese ambiente idílico se esconde una mente retorcida que poco a poco iremos conociendo. Paul y Nelly han acondicionado un hotel rural donde recibirán a huéspedes que pasen sus vacaciones y fines de semana en el campo. El protagonista de la película es obsesivo, controlador, observador, mostrándose como una persona que es incapaz de creer a su mujer. La narración se convierte en un duro viaje al interior de una mente atormentada que cree ver signos claros de la infidelidad de su esposa. A medida que van pasando los minutos Paul irá perdiendo el control de sus actos, provocando una psicosis emocional que le hará perder totalmente cualquier mínima capacidad de raciocinio, llevándole a un estado de paranoia constante. Ella, por su parte, es una mujer espontánea, bella, atrevida, alegre, con una capacidad innata para atraer la mirada de los hombres.
La cámara centra su atención en el protagonista, y los espectadores somos partícipes del comportamiento de Paul, y cómo éste espía a su mujer por el pueblo y el lago, escenas dirigidas con la maestría habitual del director francés. La música inquietante le da un toque siniestro a la narración, creando un ambiente de nerviosismo por lo que puede llegar a pasar. A Chabrol no le interesa el final ni el devenir de los dos personajes principales, simplemente tiene interés en mostrar cómo un amor mal comprendido puede llevar a un hombre a perder por completo la compostura.
Muchos han querido imitar a Hitchcock, pero son realmente pocos los directores que han logrado acercarse mínimamente a los logros del cineasta británica. Claude Chabrol fue uno de ellos, creando atmósferas agobiantes, inquietantes y perversas sin recurrir a ningún tipo de artificio. Sin duda uno de los clásicos del cine francés. El tiempo irá poniendo sin duda en un lugar más destacado a uno de los directores más infravalorados de la historia.
12 de febrero de 2020
12 de febrero de 2020
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que alguien sea tan posesivo que vea en cualquier escena intrascendente una razón para despertar los celos, es a la vez angustioso y halagador.
Un hombre que ama de verdad, desea poseer hasta el último aliento, y eso no es fácil de conseguir, y se paga un precio.
Existe una segunda parte en todo ello: En las experiencias de mi entorno, me he dado cuenta que los hombres extremadamente celosos son a la vez, muchos de ellos infieles... pudiera pensarse que es una paradoja. Su comportamiento los arrastra hacia el mismo lugar del que proceden y ven algo que ellos mismos sienten. Lógicamente no es científico, como he dicho, se basa en lo que he ido observando a lo largo de los años.
La película de Claude Chabrol resulta un poco polarizada, con escenas quizá diseñadas para buscar justificaciones que después se desmontan, con resultados tal vez en algunas de sus secuencias, extremos.
Un hombre que ama de verdad, desea poseer hasta el último aliento, y eso no es fácil de conseguir, y se paga un precio.
Existe una segunda parte en todo ello: En las experiencias de mi entorno, me he dado cuenta que los hombres extremadamente celosos son a la vez, muchos de ellos infieles... pudiera pensarse que es una paradoja. Su comportamiento los arrastra hacia el mismo lugar del que proceden y ven algo que ellos mismos sienten. Lógicamente no es científico, como he dicho, se basa en lo que he ido observando a lo largo de los años.
La película de Claude Chabrol resulta un poco polarizada, con escenas quizá diseñadas para buscar justificaciones que después se desmontan, con resultados tal vez en algunas de sus secuencias, extremos.
30 de abril de 2018
30 de abril de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama psicológico llevado a los extremos con auténtica maestría por Chabrol, unas de sus realizaciones mas complejas y mejor llevadas a cabo. Sin duda el problema de los celos no es simplemente la muestra de que le importas a la otra persona, llevado a estos extremos que no son tan poco frecuentes llegan a desencadenar en una enfermedad mas cercana a la histeria que a la propia locura, es sencillamente un tipo de locura, en esta cinta se nos muestra este tipo con auténtica maestría, llevándonos a extremos que en la sociedad de hoy no los vemos tan lejanos. Cinta inquietante, absorbente, llena de diferentes estados de animo y llena de intriga, típico sello de este director. Película muy recomendable, te introduce en la piel de los personajes protagonistas por momentos.
23 de agosto de 2021
23 de agosto de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí la tercer película de Clouzot que veo después de "las diabólicas", y el salario del miedo, la primera utilizada como "ejemplo" en la bibliografía acerca del "acoso moral" en los distintos ambientes en que se mueve un ser humano, el familiar, el laboral (mobing), etc. Desconozco si el guionista y director era un perceptivo en estas temáticas, pero revelan con increíble actualidad las distintas circustancias que hoy día en el siglo XXl configuran figuras delictivas y con agravantes en la condenabilidad como podría ser el femicidio o la violencia doméstica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En este caso Nelly y Paul un matrimonio joven se unen y manejan un hotel en una localidad algo alejada de Francia. Tienen un hijo, pero conforme pasan los años, ciertas actitudes en la forma de manejarse de Nelly, van despertando en su marido un malestar que va in crescendo al punto de sofocarse suponiendo a su bella y seductora esposa en las situaciones más morbosas que provienen principalmente de su imaginación, siendo su disparador la personalidad algo alocada y enigmática de la chica que lo acompaña. Excelente manejo de la tensión, muy bien guionada y superlativa actuación de Emmanuelle Beart y Fracoise Cluzet. Un potente e inteligente manejo de las tensiones, todo llevado al extremo, y al mismo tiempo nada sobreactuado. Perfectamente podría ser una obra de teatro. El final no importa, Nelly y Paul son una hermosa pareja que por no poder manejar ciertas situaciones la pasan muy mal con riesgo de vida ambos. No es difícil ponerse en la piel de semejantes actuaciones. Ampliamente recomendada aún en el siglo XXl. Muy interesante la escena en el consultorio médico para comparar cómo algunos avances en las leyes de violencia de género, terminaron evitando situaciones lamentables como la que se aprecia en el film. Vale la pena verla
6 de noviembre de 2023
6 de noviembre de 2023
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es un precedente involuntario de la española "Te doy mis ojos" (2003)
Aunque encaja dentro de la temática habitual del director Chabrol que sabe tratar bien el tema, no aporta muchas novedades de guion ni aporta grandes tramas más allá del tema principal. Me gusta la elección de la pareja de protagonistas y también encaja con su actitud. Correcta desde el punto de vista técnico sin nada que destacar.
Película sobre el maltrato y los celos patológicos aunque mínimamente justificados, la película del "mitificado" Claude Chabrol tiene un tema principal con la película española y me gustaría compararlas.
La película francesa se centra solo en el psicología del maltratador un marido celópata propietario de un hotel y su esposa una joven coqueta, víctima que están perfectamente interpretados (parece que actuaran en parte como si esa fuera su personalidad): él inestable nunca reconoce su responsabilidad ni el daño que hace, ni ella se corta en provocarle, cree que su matrimonio tiene solución y al final "reconoce" que ella es la culpable y la que esta mal mentalmente en eso es más realista, coherente y mucho más profunda que la española.
Está llena de escenas rabiosas, donde se mezcla su imaginación donde ve infidelidades y enfermeros del psiquiátrico para encerrarlo por acusaciones falsas en varias escenas y un ambiente tenso bastante realista.
Lo bueno es que la española tiene unas cuatro escenas que se te quedan grabadas en la retina, como en la escena en que están hablando del futuro en un banco frente al Tajo en Toledo y él se pone rabioso, cuando la desnuda y la saca al balcón de su piso para que se exponga ya que le gusta ser expositora de un Museo de Arte donde habla del dominio del varón y el abuso sobre la mujer poniendo el ejemplo de mujeres encerradas en torres, golpeadas y abusadas.
En la española el proceso psicológico es más blando y superficial, él admite su culpa y va a terapia psicológica grupal y en realidad no hace acusaciones concretas y extremadamente violentas, sino generalizaciones abstractas de que le gusta "exhibirse", a ella nadie la ayuda activamente por egoísmo y mentalidad conservadora pero su familia le da buenos consejos y en el fondo parece buena gente.
En la versión francesa ella está sola, y aunque sabe que su marido es un celoso patológico no tiene cuidado en evitar cualquier acto que le dé celos, es una joven coqueta que sale a ocultas con una amiga y con otro conocido.
Por eso es brillantemente ambigua, incluso hay gente que opinaba que una mujer casada no debería quedarse a solas con sus amigos ni hacer tratos con ellos, porque el roce hace el cariño y más, y en las peleas ella llega a provocarle diciéndole "que sí que le ha sido infiel y ha follado con muchos hombres", sin aclarar hasta más tarde porque no aguanta la tensión de las peleas.
Aunque encaja dentro de la temática habitual del director Chabrol que sabe tratar bien el tema, no aporta muchas novedades de guion ni aporta grandes tramas más allá del tema principal. Me gusta la elección de la pareja de protagonistas y también encaja con su actitud. Correcta desde el punto de vista técnico sin nada que destacar.
Película sobre el maltrato y los celos patológicos aunque mínimamente justificados, la película del "mitificado" Claude Chabrol tiene un tema principal con la película española y me gustaría compararlas.
La película francesa se centra solo en el psicología del maltratador un marido celópata propietario de un hotel y su esposa una joven coqueta, víctima que están perfectamente interpretados (parece que actuaran en parte como si esa fuera su personalidad): él inestable nunca reconoce su responsabilidad ni el daño que hace, ni ella se corta en provocarle, cree que su matrimonio tiene solución y al final "reconoce" que ella es la culpable y la que esta mal mentalmente en eso es más realista, coherente y mucho más profunda que la española.
Está llena de escenas rabiosas, donde se mezcla su imaginación donde ve infidelidades y enfermeros del psiquiátrico para encerrarlo por acusaciones falsas en varias escenas y un ambiente tenso bastante realista.
Lo bueno es que la española tiene unas cuatro escenas que se te quedan grabadas en la retina, como en la escena en que están hablando del futuro en un banco frente al Tajo en Toledo y él se pone rabioso, cuando la desnuda y la saca al balcón de su piso para que se exponga ya que le gusta ser expositora de un Museo de Arte donde habla del dominio del varón y el abuso sobre la mujer poniendo el ejemplo de mujeres encerradas en torres, golpeadas y abusadas.
En la española el proceso psicológico es más blando y superficial, él admite su culpa y va a terapia psicológica grupal y en realidad no hace acusaciones concretas y extremadamente violentas, sino generalizaciones abstractas de que le gusta "exhibirse", a ella nadie la ayuda activamente por egoísmo y mentalidad conservadora pero su familia le da buenos consejos y en el fondo parece buena gente.
En la versión francesa ella está sola, y aunque sabe que su marido es un celoso patológico no tiene cuidado en evitar cualquier acto que le dé celos, es una joven coqueta que sale a ocultas con una amiga y con otro conocido.
Por eso es brillantemente ambigua, incluso hay gente que opinaba que una mujer casada no debería quedarse a solas con sus amigos ni hacer tratos con ellos, porque el roce hace el cariño y más, y en las peleas ella llega a provocarle diciéndole "que sí que le ha sido infiel y ha follado con muchos hombres", sin aclarar hasta más tarde porque no aguanta la tensión de las peleas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es un final abierto, un poco flojo, el infierno continúa. Sé merecía un final más contundente aunque de alguna manera lo es. Aunque también decepciona...
En la versión española ella tiene una versión psicológicamente plana: resulta demasiado buena, quiere mantener a su familia unida a toda costa después de una infancia difícil y está humillada, y el único error que comete es que no lo defiende ante un grupo de amigos que bromean contra él en una barbacoa, por lo que él se siente que es un fracasado inculto y un obrero chapucero no cualificado.
También está bien meter que el maltrato ha sido defendido en la historia del Arte en multitud de cuadros famosos pero eso nos desvía mucho del tema principal.
O sea, él es completamente el malo y ella la buena durante toda la película. No hay matices, ni tampoco la tensión de celos constante e insoportable del celópata.
Además el final es previsible y un poco flojo. Los actores actúan bien pero los personajes tampoco tienen tantas aristas.
En la francesa hay tantos giros de su imaginación como peleas en público y en privado que sabemos que el celoso patológico no va a cambiar, ni a enmendarse nunca.
En la versión española ella tiene una versión psicológicamente plana: resulta demasiado buena, quiere mantener a su familia unida a toda costa después de una infancia difícil y está humillada, y el único error que comete es que no lo defiende ante un grupo de amigos que bromean contra él en una barbacoa, por lo que él se siente que es un fracasado inculto y un obrero chapucero no cualificado.
También está bien meter que el maltrato ha sido defendido en la historia del Arte en multitud de cuadros famosos pero eso nos desvía mucho del tema principal.
O sea, él es completamente el malo y ella la buena durante toda la película. No hay matices, ni tampoco la tensión de celos constante e insoportable del celópata.
Además el final es previsible y un poco flojo. Los actores actúan bien pero los personajes tampoco tienen tantas aristas.
En la francesa hay tantos giros de su imaginación como peleas en público y en privado que sabemos que el celoso patológico no va a cambiar, ni a enmendarse nunca.
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