Veamos, yo pensaba que iba a ver una comedia y me encontré con un dramón, con una visión ultrapesimista de la especie humana. Y se puede ser pesimista, pero la película no logra lo que pretendía ni mucho menos. La idea está bien, lo que pretende criticar está bien también, los actores en general son buenos... Le falta algo. No sé si será porque en el trailer te la venden como una súpercomedia y luego resulta que sales de ella con la impresión de que te ha pasado un camión por encima...

Qué grata sorpresa me he llevado con esta pequeña película española, este "Casual Day" de corto metraje, una hora y media que se me ha pasado volando, y que me ha hecho disfrutar de este nuevo cine español que de vez en cuando nos llega. Me he sentido tan identificada con algunos momentos del film que he sentido hasta pena, los diálogos me han parecido geniales, la situación en la que se ve envuelto el personaje de Estíbaliz Gabilondo me ha traído algún que otro recuerdo y la forma en la que se quitan de en medio al personaje de Malena Alterio resulta patética por lo real de la misma. El conjunto de actores elegidos para representar a este conjunto de trabajadores de esta modélica empresa es bastante acertado. Todos los usuarios coincidimos en alabar el gran trabajo realizado por Juan Diego, este actor cada día me sorprende más, cuando piensas que ha llegado a la cima de su actuación viene y te regala otra maravilla como es el caso de su Jose Antonio, personaje que ya ha quedado en la memoria de más de uno. Pero sin quitar, por supuesto, ningún merito a Juan Diego, yo he flipado con Luis Tosar, su cara de hijo de las cuatro letras es indescriptible, un jefe que con sólo una mirada da por zanjada una discusión, un vividor, un crápula y un lobo para con sus subordinados. Genial Luis Tosar, aunque yo le aconsejaría que mejorara su dicción, ya que a veces es realmente complicado entenderle. Descubro aquí a Javier Ríos, joven actor muy a tener en cuenta porque me ha encantado su forma de interpretar a ese yerno enchufado que está totalmente atrapado por sus obligaciones familiares y a una Estíbaliz Gabilondo espontánea y natural que me ha gustado mucho. Me he quedado con muchas ganas de disfrutar más de la maravillosa Malena Alterio. Alberto San Juan deja aquí de lado a sus personajes canallas y divertidos y nos deja una correcta actuación de un serio psicólogo de empresa. Arturo Valls me sorprendió gratamente en "8 Citas", pero aquí su personaje es demasiado secundario y no aporta nada a la película y Marta Etura aparece sólo en la escena que abre la película, pero está sensacional, cada vez se le puede ver con más soltura frente a las cámaras y merecía más tiempo en escena. La recomiendo, merece la pena echarle un vistazo a este primer trabajo de Max Lencke.

Últimamente se le da bastante bien al cine español abordar el tema de los conflictos laborales, ya sea la ausencia del mismo trabajo (Los lunes al sol), como los problemas que este conlleva (“Smooking room”, “El método”). “Casual Day”, la primera película de Max Lemcke, no es una excepción en este sentido y supone un soplo de aire fresco en una cinematografía no precisamente sobrada de estas sensaciones. Lemcke sustenta su propuesta básicamente sobre dos pilares. Un excelente y ajustado guión, en el cual los diálogos funcionan como armas afiladas y mortíferas y un reparto sobresaliente del que destaca por encima de todos la figura excelsa de un Juan Diego en estado de gracia. Sus escenas con el joven Javier Ríos se convierten en lo mejor de una película que ironiza con abundantes dosis de mala leche las eternas luchas de poder que se dan en el seno de cualquier empresa y los nuevos métodos de relación laboral que se vienen implantando en el mundo globalizado. Cualquiera que forme parte del sector laboral podrá reconocer (o incluso reconocerse) algún conocido identificado con alguno de los personajes del film. Como de igual manera habrá que reconocer que “Casual Day” es no solo una grata sorpresa sino una de las mejores películas españolas de lo que llevamos de año.

Lo mejor: Juan Diego.

Lo peor: que pase desapercibida.

Este es un claro ejemplo de que con un presupuesto limitado no se excluye el contar una buena historia y a fe que esta película lo consigue. "Casual day" se disfraza genéricamente de comedia ácida para ofrecernos un retrato del mundo empresarial actual. La película posee un estupendo guión con una narración que se recrea en agobiantes planos cortos, acompañados de brillantes diálogos y una ambientación de colores fríos y oscuros, plasmando de esa manera una historia agria y en absoluto banal. La película desnuda las ambiciones, las zancadillas y mezquindades del modelo laboral del siglo XXI de forma sobria.
En un fin de semana de convivencia salen a relucir todo un abanico de problemas laborales, por todos conocidos, que van desde la falta de reconocimiento profesional al acoso.
Max Lemcke construye una estupenda dirección de actores llena de naturalidad a una película donde sobresale la genialidad de Juan Diego, la magnética interpretación de Luis Tosar, el descubrimiento de Estíbaliz Gabilondo y la confirmación del buen hacer de Javier Ríos.
El film constituye una radiografía donde se muestra la sociedad competitiva en la que vivimos, donde no existen reglas del juego y en la que se siguen manejando esquemas jerárquicos tradicionales en plena era tecnológica.
La película juega con la comedia para mostrar de forma eficaz una realidad amarga. "Casual day" se acerca más a las comedias negras españolas de los años cincuenta que a la comedia contemporánea. El resultado es una película con grandes toques de humor que nos dejan a los espectadores una sensación agridulce al finalizar el film. Altamente recomendable.

Algunos críticos han otorgado a esta película la consideración de comedia. ¡No veo la comedia por ningún lado!

Para mí es una película de estilo agrio y revelador de la mala leche que hay que tener en muchos puestos de trabajo, donde el principal papel es como un anillo al dedo para que se prodigue Juan Diego. Con paisajes nublados, frondosos y húmedos del Norte de España que le dan una atmósfera deprimente. Nos cuenta la historia de unos empleados y jefes de empresa que pasan un fin de semana en un hotelito de una zona rural realizando una práctica evasora de estrés que la propia empresa tiene planificada. Ahí vemos los sentimientos contenidos de algunos de ellos, pero sobre todo la dureza del corazón, la pseudo-filosofía del que ha trepado convertida en referencia y lección que le enseña al joven trepador y cuyo lema es "hay que joder o dejarse joder y mejor es optar por ser un cabrón que jode a los demás";

Lástima que el joven trepador no tenga en cuenta estas sabias palabra de SHAKESPEARE, en Ricardo III, acto I.

"¿Por qué miel
a esa araña monstruosa,
que te aprisiona en red mortal,
ofreces?"

Es interesante, se ve con curiosidad, pero no pasa de ser una película del montón tirando a buena.

Quizás en algún momento el filme recuerde a la gran obra cinematográfica de Carlos Salura, "La caza" (España 1965), pero ni por casualidad le llega a la suela de los zapatos en ningún sentido, ni siquiera en el interpretativo, pues Juan Diego está muy lejos, lejísimo de las interpretaciones excelentes y realistas de Ismael Merlo, Alfredo Mayo o José María Prada.