Hermanos del viento
19 de marzo de 2018
19 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien la idea es bonita, con ese aire de documental de naturaleza, y muchas de las situaciones rodadas están muy conseguidas, el producto en su conjunto carece de la fuerza emocional que debería tener y resulta demasiado aséptica, no emociona como merecería y la historia alrededor de la relación del niño protagonista y el polluelo de águila es ñoña y sin poso. Una pena
10 de abril de 2018
10 de abril de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Gerardo Olivares ya es experto en dirigir a animales tras demostrarlo en su anterior película "Entrelobos". Aunque en esta ocasión se mete de lleno en los Alpes austriacos en vez de en la serranía española, para presentarnos el mundo de las águilas.
La trama nos presenta a dos águilas hermanas que al igual que Caín y Abel, uno intenta acabar con el otro simplemente para quedarse como dueño de la zona. Pero ese águila que está apunto de fallecer es encontrado por un niño que tiene problemas en su vida. Ambos formarán una amistad única que harán que su vida cambien radicalmente, y no puedan estar uno sin el otro.
La película comienza muy bien. Con ciertos aires de documental que recuerdan a otros films como "El oso". Ese principio engancha mucho y uno piensa que va a ver una gran película. Las imágenes del mundo animal con esas águilas que van creciendo son increíbles y el director es capaz de poner la cámara en ciertos lugares que sorprenden, y que hace que uno se plantee si la historia fue creada primero y luego se grabó; o viceversa; se grabaron la imágenes y luego se creó la historia.
Pero la verdad es que ese principio luego se desinfla un poco, haciendo que uno sea testigo de una historia de amistad que no llega a convencer del todo debido a que todo resulta poco creíble. Uno intuye que se le intenta dar un toque adulto a lo que se narra; pero muchos momentos son un poco infantiles; provocando que la calidad del principio no continúe.
Aun así, hay que decir que durante todo el film uno puede ver momentos realmente muy buenos. Sobre todo esas escenas que uno puede ver de los águilas en estado puro en la naturaleza.
El director decide contar con pocos protagonistas para este film, en el que los águilas llevan todo el peso; y hay que reconocer que están muy bien entrenadas.
Pero entre esos nombres uno puede ver al gran Jean Reno y a Manuel Camacho (que ya trabajó en la otra película del director "Entrelobos"). Hay que decir que sus trabajos no decepcionan, pero tampoco resultan para nada brillantes.
Hay que decir que el film sí que cuenta con un buen trabajo de fotografía. Esos paisajes de los Alpes son increíbles; y el tratamiento de la luz con esos parajes inundados de nieve está cuidado hasta el más mínimo detalle haciendo que resulte todo hipnótico.
En fin, "Hermanos del viento" es una película entretenida para pasar el rato; pero que se espera mucho más sobre todo por ese comienzo tan espectacular. Aun así, interesante para distraerse y poder disfrutar con esos dos águilas que intentan buscar su lugar en esas montañas.
La trama nos presenta a dos águilas hermanas que al igual que Caín y Abel, uno intenta acabar con el otro simplemente para quedarse como dueño de la zona. Pero ese águila que está apunto de fallecer es encontrado por un niño que tiene problemas en su vida. Ambos formarán una amistad única que harán que su vida cambien radicalmente, y no puedan estar uno sin el otro.
La película comienza muy bien. Con ciertos aires de documental que recuerdan a otros films como "El oso". Ese principio engancha mucho y uno piensa que va a ver una gran película. Las imágenes del mundo animal con esas águilas que van creciendo son increíbles y el director es capaz de poner la cámara en ciertos lugares que sorprenden, y que hace que uno se plantee si la historia fue creada primero y luego se grabó; o viceversa; se grabaron la imágenes y luego se creó la historia.
Pero la verdad es que ese principio luego se desinfla un poco, haciendo que uno sea testigo de una historia de amistad que no llega a convencer del todo debido a que todo resulta poco creíble. Uno intuye que se le intenta dar un toque adulto a lo que se narra; pero muchos momentos son un poco infantiles; provocando que la calidad del principio no continúe.
Aun así, hay que decir que durante todo el film uno puede ver momentos realmente muy buenos. Sobre todo esas escenas que uno puede ver de los águilas en estado puro en la naturaleza.
El director decide contar con pocos protagonistas para este film, en el que los águilas llevan todo el peso; y hay que reconocer que están muy bien entrenadas.
Pero entre esos nombres uno puede ver al gran Jean Reno y a Manuel Camacho (que ya trabajó en la otra película del director "Entrelobos"). Hay que decir que sus trabajos no decepcionan, pero tampoco resultan para nada brillantes.
Hay que decir que el film sí que cuenta con un buen trabajo de fotografía. Esos paisajes de los Alpes son increíbles; y el tratamiento de la luz con esos parajes inundados de nieve está cuidado hasta el más mínimo detalle haciendo que resulte todo hipnótico.
En fin, "Hermanos del viento" es una película entretenida para pasar el rato; pero que se espera mucho más sobre todo por ese comienzo tan espectacular. Aun así, interesante para distraerse y poder disfrutar con esos dos águilas que intentan buscar su lugar en esas montañas.
20 de febrero de 2020
20 de febrero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si cuando escribí la crítica de “Futbolísimos” hice referencia a la famosa cita de Alfred Hitchcock de que había que evitar siempre trabajar con niños, animales y Charles Laughton, “Hermanos del viento” sube la apuesta trabajando no sólo con niños sino también con animales. Y no con animales típicos como perritos y gatitos, no, sino con águilas reales. En plural. Dos águilas reales como dos soles. Sólo por eso la película merece cierto reconocimiento al mérito de conseguir que dos aguiluchos sigan un guion o tener la paciencia para esperar a que los dos aguiluchos sigan el guion.
Lo que es la película en sí destaca por las vistas, una fotografía estupenda que saca todo el partido posible a los espectaculares y majestuosos paisajes alpinos, y por poco más. La trama tiene dos ejes: Caín y Abel en versión Aguilar y el niño solitario – vive con su padre en lo más recóndito de la montaña, aburrido como una mona- y triste por la muerte de su madre y tener que vivir con un padre autoritario y poco amigo de las bromas. No son historias especialmente novedosas ni que generen entusiasmo, están contadas con competencia y poco más. Tampoco las interpretaciones provocan empatía: Jean Reno está agradable, como siempre, el niño es un poco sosaino y los aguiluchos sobreactúan.
Le he puesto un cuatro a esta película aunque no me parece mala en absoluto, pero es verdad que se hace un poco pesada y no aporta gran cosa o al menos nada que no nos ofrezca en mayor cantidad y amenidad un programa del canal de viajes dedicado a Los Alpes o un documental de aves rapaces.
Lo que es la película en sí destaca por las vistas, una fotografía estupenda que saca todo el partido posible a los espectaculares y majestuosos paisajes alpinos, y por poco más. La trama tiene dos ejes: Caín y Abel en versión Aguilar y el niño solitario – vive con su padre en lo más recóndito de la montaña, aburrido como una mona- y triste por la muerte de su madre y tener que vivir con un padre autoritario y poco amigo de las bromas. No son historias especialmente novedosas ni que generen entusiasmo, están contadas con competencia y poco más. Tampoco las interpretaciones provocan empatía: Jean Reno está agradable, como siempre, el niño es un poco sosaino y los aguiluchos sobreactúan.
Le he puesto un cuatro a esta película aunque no me parece mala en absoluto, pero es verdad que se hace un poco pesada y no aporta gran cosa o al menos nada que no nos ofrezca en mayor cantidad y amenidad un programa del canal de viajes dedicado a Los Alpes o un documental de aves rapaces.
11 de julio de 2017
11 de julio de 2017
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cualquier película, por mala que sea, soy capaz de ver algo bueno, y he ido a ver esta película esperando ver muy buenas imágenes naturales, alrededor de una historia mas o menos floja. Pero esta película me ha indignado. Contaban con medios, eso es evidente, y los han despilfarrado. Una historia infumable, pamplinera, incoherente e inconsistente. Y un componente ambientalista, animalista, ecologista, moralista... con graves carencias de conocimientos científicos de base. Tampoco me han impactado con imágenes espectaculares; había leído los problemas técnicos que hubo que resolver para lograr imágenes en vuelo pero visto el resultado, para este viaje no hacían falta alforjas.
Por si fuera poco, resulta evidente que varios ejemplares de Águila real han sido entrenados para la filmación, y que además se han sometido a situaciones de sufrimiento que no considero ni necesarias ni justificadas. No respetar el bienestar animal de los "actores" animales va en contra de los principios morales que se pretenden transmitir.
Por si fuera poco, resulta evidente que varios ejemplares de Águila real han sido entrenados para la filmación, y que además se han sometido a situaciones de sufrimiento que no considero ni necesarias ni justificadas. No respetar el bienestar animal de los "actores" animales va en contra de los principios morales que se pretenden transmitir.
19 de abril de 2020
19 de abril de 2020
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Gerardo Olivares, nuestro Jean Jacques Anaud patrio ha firmado una trilogía muy bella de la relación del ser humano con el animal y la naturaleza. Olivares es un gran experto en rodar en naturaleza y ambientes inhóspitos, tal vez de su trilogía sea la que tenga una historia más floja, a ratos la película parece más un documental de naturaleza que una película. Durante la película no dejas de pensar y preguntarte, ¿que hacen esa pareja de padre e hijo viviendo en un lugar tan apartado? ¿De que viven?.
Por lo demás la película es de una gran belleza y estética y se hace amena de ver aunque a ratos el argumento de la película sea secundario. Algunas filmaciones son de una belleza sublime, vuelos de águilas, caídas de cabras, y en sí el gran espectáculo visual que son los Alpes.
También comentar el gran logro que hizo Olivares, parece ser que hizo buenas migas con el actor de origen gaditano Jean Reno (cuyo nombre real es Juan Moreno) y le convenció para embarcarse en su siguiente película, Cuatro Latas, en la que hace su primera película en castellano.
Y como curiosidad Olivares volvió a confiar en Manuel Camacho, el joven actor que dio vida a Marcos Rodríguez Pantoja en Entre lobos.
Por lo demás la película es de una gran belleza y estética y se hace amena de ver aunque a ratos el argumento de la película sea secundario. Algunas filmaciones son de una belleza sublime, vuelos de águilas, caídas de cabras, y en sí el gran espectáculo visual que son los Alpes.
También comentar el gran logro que hizo Olivares, parece ser que hizo buenas migas con el actor de origen gaditano Jean Reno (cuyo nombre real es Juan Moreno) y le convenció para embarcarse en su siguiente película, Cuatro Latas, en la que hace su primera película en castellano.
Y como curiosidad Olivares volvió a confiar en Manuel Camacho, el joven actor que dio vida a Marcos Rodríguez Pantoja en Entre lobos.
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