El más allá
7.7
4,226
Fantástico. Terror. Drama
Filme basado en cuatro historias del escritor Lafcadio Hearn. - "Pelo negro": Un samurái no soporta a su mujer y la abandona por una princesa; y años después vuelve a casa para realizar un terrible descubrimiento. - "La mujer en la nieve": Dos leñadores se refugian de una tormenta de nieve en una especie de cobertizo abandonado. - "Hoichi": El fantasma de un samurái le pide a un músico ciego que toque una balada en la tumba de su señor. ... [+]
26 de julio de 2006
26 de julio de 2006
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una de mis debilidades. Ahora que está tan de moda el cine de fantasmas asiático (aunque un poco de capa caída, eso también hay que decirlo), no hay nada como echarle un vistazo a esta estupenda película de Kobayashi.
Consta de cuatro historias independientes, cada una tratando un tema diferente y con su propio equipo actoral. "El pelo negro" es la primera de ellas, y es la que más se asemeja a las actuales películas de terror que nos llegan de Asia. La segunda, 'La mujer de la nieve', mi preferida, es un prodigio de ambientación, y está dotada de una gran tensión, así como un halo de tristeza y melancolía que siempre me deja tocado. La tercera también es muy buena, y se titula 'Hoichi el hombre sin orejas', y la última, y peor de todas ellas, así como la más corta, es 'En una taza de té'.
Una de sus características más curiosas es que está rodada completamente en interiores gigantescos simulando exteriores, y son una maravilla. El propio director realizó muchas de las pinturas que se utilizan como fondo para los cielos, plagados de ojos, símbolos y fuertes colores, que le dan un aspecto visual de lo más interesante.
La película dura más de tres horas, pero no se hace para nada larga debido al festín que nos ofrece. Creo que en algunos países se estrenó una versión más corta que prescindía del segundo relato (qué pecado!). Se presentó en Cannes, donde ganó el Premio Especial del Jurado.
Consta de cuatro historias independientes, cada una tratando un tema diferente y con su propio equipo actoral. "El pelo negro" es la primera de ellas, y es la que más se asemeja a las actuales películas de terror que nos llegan de Asia. La segunda, 'La mujer de la nieve', mi preferida, es un prodigio de ambientación, y está dotada de una gran tensión, así como un halo de tristeza y melancolía que siempre me deja tocado. La tercera también es muy buena, y se titula 'Hoichi el hombre sin orejas', y la última, y peor de todas ellas, así como la más corta, es 'En una taza de té'.
Una de sus características más curiosas es que está rodada completamente en interiores gigantescos simulando exteriores, y son una maravilla. El propio director realizó muchas de las pinturas que se utilizan como fondo para los cielos, plagados de ojos, símbolos y fuertes colores, que le dan un aspecto visual de lo más interesante.
La película dura más de tres horas, pero no se hace para nada larga debido al festín que nos ofrece. Creo que en algunos países se estrenó una versión más corta que prescindía del segundo relato (qué pecado!). Se presentó en Cannes, donde ganó el Premio Especial del Jurado.
1 de junio de 2008
1 de junio de 2008
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
No ha mucho, decía un crítico cinematográfico que tenía enormes ganas de jubilarse para poder disfrutar de las películas en lugar de analizarlas. Esta sencilla manifestación me empujó a ver cine de una manera diferente a como lo estaba haciendo durante los años anteriores. He deicidido juzgar las películas a partir de una premisa que llamo "disfrute global" en el que se combina disfrute estético. con diversión (en el sentido genuino de la palabra) y. sobre todo, emoción. Mis largas y fecundas lecturas, las conversaciones con amigos y conocidos, mi asistencia habitual a cursos, conferencias y debates (incluida la impartición y participación en algunos de ellos) me han proporcionado, creo, una serie de instrumentos de análisis que, por un lado, me han armado para un disfrute mayor y más profundo, pero, por otro constituyen un lastre para ese tipo de "ingenuidad" con el que hay que acercarse al arte en general para obtener un goce sincero. Y ahora voy a hablar de la película.
Cuando tengo que calificar una película, pocas veces he sentido el deseo de que existieran dos varas de medir: una para el juicio técnico-artístico y otra para el "disfrute global". Desde hace años me reservaba la película de Kobayashi para una de esas sesiones nocturnas de goce cinematográfico en compañía del humo de mis cigarros. La decepción fue tremenda: fascina la maravillosa puesta en escena, la osadía técnica; embriaga la inefable atmósfera tan pocas veces lograda en una obra de este tipo; encoge el alma el rostro de los personajes enfrentados a lo inaprehensible... Pero, intervino ese factor inexplicable e inexplicado que es la subjetividad del gusto personal y me hizo la obra, en demasiadas ocasiones, aburrida, larga y abrumadora en el peor sentido de la palabra. La primera hsitoria, entrenecedora pero demasiado convencional. La segunda, hermosa, pero estática. A la tercera le sobró (me sobró, mejor dicho) todo el prólogo de teatro "kabuki", "no", o lo que sea, que entorpece la emotiva historia de Hoichi. La cuarta, la más interesante en mi modesta opinión, se vio lastrada por el hastío acumulado. Estoy seguro de que me hubiera apasionado mucho más si hubiera visto los episodios por separado (muy "por separado"). como cuatro mediometrajes. Su director es un genio, pero siempre me ha fastidado el regodeo extático de los genios.
Cuando tengo que calificar una película, pocas veces he sentido el deseo de que existieran dos varas de medir: una para el juicio técnico-artístico y otra para el "disfrute global". Desde hace años me reservaba la película de Kobayashi para una de esas sesiones nocturnas de goce cinematográfico en compañía del humo de mis cigarros. La decepción fue tremenda: fascina la maravillosa puesta en escena, la osadía técnica; embriaga la inefable atmósfera tan pocas veces lograda en una obra de este tipo; encoge el alma el rostro de los personajes enfrentados a lo inaprehensible... Pero, intervino ese factor inexplicable e inexplicado que es la subjetividad del gusto personal y me hizo la obra, en demasiadas ocasiones, aburrida, larga y abrumadora en el peor sentido de la palabra. La primera hsitoria, entrenecedora pero demasiado convencional. La segunda, hermosa, pero estática. A la tercera le sobró (me sobró, mejor dicho) todo el prólogo de teatro "kabuki", "no", o lo que sea, que entorpece la emotiva historia de Hoichi. La cuarta, la más interesante en mi modesta opinión, se vio lastrada por el hastío acumulado. Estoy seguro de que me hubiera apasionado mucho más si hubiera visto los episodios por separado (muy "por separado"). como cuatro mediometrajes. Su director es un genio, pero siempre me ha fastidado el regodeo extático de los genios.
19 de mayo de 2007
19 de mayo de 2007
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente utilización del color para un autor que nos tenía acostumbrados al blanco y negro. Perfeccionista en su técnica, en sus planos, encuadres, en la utilización de la música y de la luz, este autor injustamente olvidado me sugiere el perfeccionismo del japonés diseñando y cultivando su jardín, sus bonsáis o su pintura.
Una obra excelente, surrealista y onírica, del realizador de "Harakiri" y "Rebelión", obras maestras del cine, no solo del japonés, difíciles de encontrar.
Nada que envidiar a Ozu, Mizoguchi, incluso a Kurosawa, en este maestro del cine japonés.
Recomiendo encarecidamente su visionado, así como el de las mencionadas "Harakiri" y "Rebelión" al que tenga la suerte de encontrarlas.
Una obra excelente, surrealista y onírica, del realizador de "Harakiri" y "Rebelión", obras maestras del cine, no solo del japonés, difíciles de encontrar.
Nada que envidiar a Ozu, Mizoguchi, incluso a Kurosawa, en este maestro del cine japonés.
Recomiendo encarecidamente su visionado, así como el de las mencionadas "Harakiri" y "Rebelión" al que tenga la suerte de encontrarlas.
19 de abril de 2008
19 de abril de 2008
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
De gran preciosismo formal y estético, y una gran puesta en escena se nos presenta esta película del maestro japonés kobayashi. Son cuatro historias oníricas narradas con pulso suave, a veces lento, pero siempre candente. Las dos primeras son las que entiendo más interesantes, por su belleza visual y estética. Son dos historias de amor más allá de la muerte, o mejor dicho, de amor y muerte. En especial la historia de la mujer de la nieve es quizás el cuento gótico mejor contado de la historia del cine, en la que se dan de la mano la más pura tradición oriental con la poesía de Edgar A Poe.
Las tercera historia contiene grandes momentos, en especial los de la batalla naval, pero es quizás algo desigual. La cuarta historia es apenas un esbozo, pero incluye un final en la que la literatura y la irrealidad se dan la mano.
En fin, cuatro cuentos para disfrutar, para saborearlos lentamente, sin prisas, y transportarnos a un mundo irreal y onírico.
Las tercera historia contiene grandes momentos, en especial los de la batalla naval, pero es quizás algo desigual. La cuarta historia es apenas un esbozo, pero incluye un final en la que la literatura y la irrealidad se dan la mano.
En fin, cuatro cuentos para disfrutar, para saborearlos lentamente, sin prisas, y transportarnos a un mundo irreal y onírico.
11 de diciembre de 2012
11 de diciembre de 2012
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas compuestas por varias partes independientes suelen producirme una pereza que a menudo no supero, eso de juntar varias cosas sin relación me parece muy mala idea siempre. Y sin embargo a este largometraje de Kobayashi le he calzado un 8 justo y merecido, porque por una vez el contenido ha sido superado por la estética sin que ello suponga un lastre, me han dado ganas de levantarme del sofá y aplaudir en algún momento determinado de exhibición cromática. No es que desprecie el fondo del argumento, no es que me dé igual la mala leche de un fantasma en una de las historias y la rareza del otro, son historias independientes y estoy hablando en general de "El más allá", no voy a valorar las partes independientes. Ciertamente me ha gustado el tercer episodio, el más largo y trabajado, pero con lo que me quedo, lo que quería destacar por encima de todo es la capacidad de Kobayashi de ofrecer un producto cuyas formas son para no pestañear.
No es de terror, esa es la verdad, es más bien fantástico, de manera que más que sustos hay buena narración, para algunos lenta, para mí aunque sean casi tres horas se da el ritmo adecuado. Hablo en general, el hecho de que sean cuatro partes ayuda a parar y ver otra historia al día siguiente sin complejos. Yo desde luego a Kobayashi no le protestaré la fotografía y las ganas de enseñar unas imágenes difíciles de olvidar.
No es de terror, esa es la verdad, es más bien fantástico, de manera que más que sustos hay buena narración, para algunos lenta, para mí aunque sean casi tres horas se da el ritmo adecuado. Hablo en general, el hecho de que sean cuatro partes ayuda a parar y ver otra historia al día siguiente sin complejos. Yo desde luego a Kobayashi no le protestaré la fotografía y las ganas de enseñar unas imágenes difíciles de olvidar.
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