Qué maravilla que de vez en cuando surjan (como por arte de magia) películas que muchos desconocemos y resulten ser obras maestras. La historia acerca de un muchacho que elude el dominio y abuso de los adultos gracias a un halcón que encuentra en el bosque puede parecer, así, dicho sin más, un poco simple, pero la destreza de un director casi novel (su segunda película) deslumbra con un retrato social y unas interpretaciones que rayan la perfección. La triste separación que había entre mayores y adolescentes a finales de los 60 en una Inglaterra minera, (Yorkshire en este caso) y unos valores de educación, gracias a Dios ya extintos, son la protesta que Loach manifiesta magistralmente. Todo esto, (y teniendo en cuenta lo candente que está el tema hoy en día) invita a la reflexión y el debate acerca de cómo el tiempo cambia las cosas y nos enfrenta a la típica pregunta, ¿Qué estamos haciendo mal?
Tus hijos, si los tienes, deberían ver esta película. Lastima que tengan que leer los subtítulos a falta de doblaje castellano, pero anímales a hacerlo.
La reseña a la famosa película de François Truffaut no es por comparar sino que si te gustó aquella, esta te gustará tanto o más que aquella.

114/11(10/03/09) Preciosa historia del director británico Ken Loach, en lo que fue su primer film. Tiene su marca de identidad en contarnos la problemática social, en este caso un niño, Billy Casper (David Bradley), con un hermano que lo maltrata y una madre que lo trata como si no existiera, que vive en pueblo minero inglés que es marginado por los demás, en el colegio los profesores lo desprecian, no encuentra su lugar en el mundo, no le gusta estudiar, no le atrae el futbol, donde lo que menos quiere es trabajar en la mina a la que sin embargo parece abocado, pero que cuando encuentra a un pequeño halcón todo cambia, intenta reflejar en el ave lo que él desea, la libertad de de ir donde desea, lo cuida, le da de comer y lo adiestra, siente que su vida tiene sentido, es su válvula de escape en un mundo que lo oprime sin darle salida. Loach demuestra gran maestría en el rodaje del film, metiendo humor para hacernos más digerible esta dura historia de un muchacho inadaptado, con escenas brillantes destacando la cuando el único profesor que ve en él algo lo saca delante de la clase para que cuente sus vivencias con el halcón, y lo cuenta concón una pasión que traspasa la pantalla, notas en su relato el amor que siente por el animal, se te llega a poner el vello de punta, maravilloso, asimismo las escenas Billy amaestrando al ave resultan deliciosas, mágicas, realzadas por la extraordinaria fotografía de Chris Menges. He visto unas cuantas cintas de Loach y esta es sin duda la que más me ha gustado, derrocha en ella una gran sensibilidad. Recomendable film a todos los que gusten de historias humanas de las que dejan huella. Fuerza y honor!!!

Cruda como la vida misma la esencia de esta historia es universal.No sé dónde busca Loach a los actores pero me parece increible que los haga tan creibles. Y no sólo Casper. La galería de personajes, la mayoría blancuchos adolescentes con acné, es tan real que me transporta a mis propios años de escuela. En ese sentido, la escena del partido de fútbol, la ducha o la ¡"pelea, pelea"! son inmejorables.
Esta es una historia de soledad, encarnada en un pequeño perdedor que vive entre perdedores. Todo es gris, triste y cruel y no le va mejor a su madre, a su hermano o a sus compañeros. La única diferencia es que él, como su halcón, nunca serám domesticados. Y no es cuestión de rebeldìa, el chico tiene aguante a pesar de su aparente fragilidad y tampoco es que se rebote demaiado ante tanta putada. Lo importante de la historia es que refleja que, por muy perra que sea la vida contigo o por muy perro que seas tú en la vida, todos servimos para algo.
spoiler:
Casper roba, es el más perro en los estudios y su familia es una mierda, pero, cuando la ilusión llega no hay barreras y hasta un tipo como Casper puede convertirse en el mejor de algo. Peli ideal para los lumbreras que diseñan los programas de enseñanza.

Kes, no es sólo un cernícalo, es la motivación que necesita Billy Casper (David Bradley), un muchacho que chapotea en un sucio e infecto ambiente familiar, para levantar el vuelo y demostrar que no es un inútil eslabón más en la cadena de los fracasados y condenados al ostracismo de los "no cualificados".

Un gran Loach se esfuerza otra vez en demostrar que las diferencias entre perdedores y triunfadores no son tanto como nos quieren hacer creer, máxime cuando son ciudadanos en ciernes, a los que la presión social y los estereotipos van encasillando en un rol preestablecido, pero que sería fácilmente corregido si hubiera mínima voluntad.
La apisonadora sistemática, no obstante, terminará por aplastar cualquier esperanza de cambio si la indolencia social no moviliza a alguien que simplemente apague el contacto de la lenta, pesada e implacable máquina.

43 años después de Kes el realizador británico sigue convencido de que las cosas no son tan difíciles y para cambiarlas sólo sería necesario poner en funcionamiento el revolucionario sentido común y la incómoda y casi extinta conciencia.

Buena película del gran director Ken Loach.

Nos narra la historia de un muchacho llamado Billy Casper (David Bradley). Un chico que apenas tiene amigos, nadie le respeta, ni tan solo su familia compuesta por su hermano, un provocador que no para de meterse con él, y su madre que tampoco le hace mucho caso. Billy un día encontrará un halcón, decide cuidarlo y domesticarlo. Mientras tanto en el colegio solo se ve envuelto en problemas, ya sea con sus compañeros o con sus profesores. Vive al día cometiendo pequeños robos para poder sobrevivir. Un día en el colegio un profesor le obligará a mostrar sus cualidades delante de toda la clase. Aquí empieza esta película, bastante triste sobre la amistad entre un muchacho y un halcón en un entorno nada agradable.

La película es un poco lenta, sobre todo los primeros 30 minutos, le cuesta un poco arrancar; tened paciencia, y disfrutareis de una buena historia.