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Columbus

Drama Jin se encuentra atrapado en Columbus, Indiana, donde su padre arquitecto está en coma. Allí conoce a Casey una joven de 19 años, bibliotecaria y muy apasionada a la arquitectura que quiere quedarse en la ciudad con su madre, una adicta que se está recuperando, en lugar de perseguir sus sueños. (FILMAFFINITY)
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Críticas 24
Críticas ordenadas por utilidad
7 de marzo de 2018
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bellísima película del debutante Kogonada. Película profundamente humana y sincera. Exquisita formalmente, logra el milagro de asombrarnos al mismo tiempo con vistas maravillosas de obras arquitectónicas modernistas en el pueblo de Columbus e historias humanas pequeñas pero no por eso menos profundas y entrañables. Con un ritmo pausado pero no lento el director logra lo que las grandes películas hacen, que vivamos junto a los personajes y compartamos sus dudas, sueños, miedos y frustraciones. Que nos asomemos a las almas de seres de carne y hueso, nada excepcionales, solo humanos y sin ningún estereotipo. Sin juicios morales ni sermones, Kogonada nos muestra de manera muy bella un pedacito de vida, un poquito de la condición humana. Lástima que esta película no hubiese tenido la repercusión que merece.
augrap
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3 de agosto de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
!Vaya delicatessen que se ha marcado Kogonada en su debut! Esta estrella del videoensayo o supercuts o como quiera que se llame lo que hace con lo que disecciona las esencias fílmicas de los grandes autores para preguntarse cual es en definitiva la esencia del cine en si, se ha mojado y de las teorías en vídeo ha pasado a la práctica en la gran pantalla para dejarnos con la boca abierta. Dice que su búsqueda es estética y que "el cine requiere que el pensamiento y las sensaciones vayan de la mano". Decirlo es fácil, hacerlo es otro cantar. Y este coreano neoyorquino de adopción si no lo ha conseguido ya con "Columbus" desde luego va por buen camino. Ozu y Antonioni con sus encuadres, profundidad de campo y arquitectura espiritual están más que presentes en una cinta que parece también en su realización pensada y sentida. La arquitectura de la ciudad de  Columbus en Indiana, USA, sirve de hilo conductor y marco de encuentro de un hombre y una mujer de diferentes generaciones y nacionalidades que arrastran cada uno su propio trauma familiar. De sus encuentros nacerá un dialogo pausado con una tensión subyacente, más allá de las palabras y por encima de los sentimientos más primarios que bajo la arquitectura modernista y humanista de esta "Atenas de la pradera" se ayudaran a encontrar sus propios caminos en su encrucijada vital. 
Puro cine, puro goze visual con una esplendida fotografía de Elisha Christian y una edición y dirección sobresaliente de Kogonada, seudónimo que proviene del guionista habitual de Ozu, Kogo Noda. La pareja protagonista no desmerece en absoluto con una magnifica  interpretación de Haley Lu Richardson para la que está cinta seguro supondrá un antes y un después en su carrera. Quizás el personaje de Eleonor y su relación con Jim no acabe de estar bien definido o puede que fascinado, por ese juego mágico de espejos servidor no haya prestado la atención que debiera.
A veces algunas películas te recuerdan que al cine lo llaman el séptimo arte con razón. 

cineziete wordpress.com
ELZIETE
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26 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El escritor y director Kogonada nos presenta su ópera prima, una más que emocionante película que estuvo presente en la sección oficial del Festival de cine de Rotterdam y en la sección oficial del Festival de cine de Mar de Plata.

Nos cuenta la relación de una joven pareja en la ciudad de Columbus, Indiana. Los personajes escriben, hablan y se relacionan sobre una extraordinaria colección de estructuras modernistas.

Casey, papel interpretado por Haley Lu Richardson ha vivido siempre en Columbus, tiene mucho sueños, pero nunca los ha llevado a cabo, ha preferido quedarse cerca de su madre, la cual se está recuperando de su adicción al juego. Ella presenta un gran interés por la arquitectura y los edificios emblemáticos de la ciudad. Esa pasión le permite conocer a Jin, papel interpretado por John Cho, que dejó hace muchos años los Estados Unidos para mudarse a Corea, allí se dedica a traducir literatura.

Cuando el padre de Jin, prestigioso profesor de arquitectura se derrumba y sufre un derrame que le deja en coma, su hijo deberá dejarlo todo y volver a Columbus para estar a su lado, Jin siente una constante culpa por su falta de compromiso familiar.

Cuando la pareja se encuentra de manera fortuita, nacerá entre ellos una bonita amistad, el director nos muestra su pasión por la vida y la visión que tienen los personajes sobre la cultura y la educación.

Dentro de la película hay muchas referencias a grandes directores como pueden ser Yasujiro Ozu y Hirokazu Koreeda.

La película es hipnótica en todo momento, es un tipo de cine independiente, pero con una psicología y una puesta en escena muy lograda. Es una historia que parece sacada de otro tiempo, con una fotografía y unos decorados magníficos.

Un drama que mezcla muy bien las relaciones humanas con la arquitectura, la ciudad de Colombus es un pilar fundamental en la historia, con todo su entorno.

El reparto está bastante bien, con unas interpretaciones creíbles y para nada forzadas.

Lo mejor: La atmósfera que se va formando.
Lo peor: Se hace algo pesada y cuesta un poco entrar en ella.
LASO83
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12 de febrero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podemos llegar a sentir esa inspiración e influencia del 'locus' y del contorno en la propia historia. Un recorrido por los lugares de los protagonistas como metáfora de los sentimientos, de cómo expresar la vida en formas y lugares expresivos y refinados. Una descripción del amor, o su ausencia, desde lo que nos rodea. Los diálogos, la ambientación, el encuadre, son parte fundamental de esta exposición de ideas fotografiadas en movimiento. Una amalgama de inspiradores lugares que los dos protagonistas hacen suyos. Con las palabras y la contención emocional Kogonada recrea y se relame en una historia de imposibles, de circunstancias no idóneas, de refinado oscurantismo empático que ve la luz si logramos abrir el agujero de la no conformación de lo superficial. A veces las circunstancias desoyen a la razón de la locura.
Bolseiro
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7 de febrero de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “Columbus” (EEUU, 2017) dirigida y escrita por el surcoreano Kogonada, siendo este su primer largometraje. De este director es poco lo que puede decirse, biográficamente hablando. Se hizo un nombre como documentarista o “video-ensayista”, pero ahora nos conmueve con esta obra fílmica. Mencionemos, para elogiar como es debido, al responsable de la música, Hammock, y al de la fotografía, Elisha Christian. El reparto es modesto, si se compara con las grandes producciones de Hollywood, pero sus interpretaciones son tremendas: John Cho (aplausos), Haley Lu Richardson (aplausos), Parker Posey y Michelle Forbes, entre otros. Estamos ante el cine independiente americano, con una particularidad: la arquitectura es protagonista. El filme narra el encuentro del coreano Jin (Cho) con la joven estadounidense, Casey (Richardson) en Columbus, Indiana, pequeña ciudad que se caracteriza, al parecer, por las obras arquitectónicas modernistas. Ambos están atrapados en esa ciudad: él para cuidar a su padre que está en coma, y ella para cuidar a su madre, una adicta en recuperación. Antes que nada, hay que decir que la película, a pesar de ser esta su opera prima, está hecha con los estándares más altos de la vieja escuela. La cámara fija y la inteligencia de las imágenes, nos lleva a esas épocas de un cine independiente donde las escenas eran fruto de meticulosos planteamientos previos. Igualmente, el dúo protagónico logra conectarse, aunque la mayor carga dramática la asume Richardson. La música, agrego, está a la altura de la fotografía. Y, lo más interesante, es que estamos ante una obra donde la arquitectura no es un artilugio narrativo para propiciar el desenlace, sino que (las formas y los sentidos de) los edificios pasan a ser protagonistas. En este sentido, invito al espectador a enlazar el edificio que circunda la escena (macrocosmos) con lo que pasa en ella (microcosmos). Como pasa en muy pocas cintas, los edificios son preludio del estado de ánimo de los protagonistas. Me recuerda en alguna medida lo dicho por Schopenhauer sobre la arquitectura y el diseño como una forma temprana de expresión de la Voluntad. Ahora, en cuanto la narración, si bien peca de ser lenta, no por ello evade su objetivo: retratar la imprecisión y la complejidad de las relaciones humanas. Es una película realista, en la medida que hasta los diálogos erráticos a la vez que profundos, dejan en claro la cotidianidad. Lo expongo de la siguiente manera: en la vida real, las personas no planean sus diálogos como sí lo hace el guionista. Hay cintas donde esa anticipación dialogante a la acción se desvanece por la genialidad del guionista-director-actor. Esta es una de esas obras donde los diálogos, siendo profundos, dejan ese haz impreciso y errático, común en los diálogos acaecidos de manera imprevista. En este sentido, cada uno de los protagonistas termina por exponer su drama familiar personal, como un trasfondo apenas imperceptible al inicio pero que toma grandes dimensiones al finalizar. A pesar de ello, los protagonistas asumen sus propios destinos, eso sí, siempre pensando en sus familias. El acontecimiento se impone sobre la proyección de vida, pero la manera en que sea asumido es lo que, en últimas, determina si valdrá la pena o no vivir. Los planes de todos los implicados cambian por completo, el dolor sigue presente, pero se asume el acontecimiento que cambia todo. VER SPOILER. Finalmente, lo que podría ser un punto débil del filme, hay que avisar al posible espectador sobre la lentitud narrativa y los pocos sobresaltos a los que están acostumbrados el público general cuando va al cine. Por tanto, una película como esta no es apta para cualquier público. El que aprecie la estética, las imágenes elaboradas, podrá sacarle gusto. 2019-02-07.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Andres Botero
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