Terminator 3: La rebelión de las máquinas
2003 

5.2
39,134
Ciencia ficción. Fantástico. Acción
Ha pasado una década desde que John Connor -Nick Stahl- salvara a la humanidad de la destrucción. En la actualidad John tiene 25 años y vive en la clandestinidad: no hay ninguna prueba documental de su existencia. Así evita ser rastreado por Skynet -la sofisticada corporación de máquinas que una vez intentó acabar con su vida-. Pero, ahora, desde el futuro, ha sido enviado el T-X (Kristanna Loken), la máquina destructora cyborg más ... [+]
30 de enero de 2012
30 de enero de 2012
27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminator, una saga mítica en la historica del género de ciencia-ficción.
Un antes y un después en los efectos especiales, y en las carreras de James Cameron y Arnold Schwarzenegger.
Las dos primeras partes son una joyita. De las que uno no se cansa de revisionar una y otra vez.
La segunda parte dejó la trama completamente cerrada. Pero ya sabemos cómo es Hollywood. Se empeñan en explotar historias hasta cuando es, al menos en principio, imposible.
Varios factores van en contra de esta tercera parte, a priori. Principalmente no tenemos al grandísimo James Cameron por ningún lado. Se echa mucho en falta su mano como director y guionista, y la verdad es que se nota. Luego tenemos el gran número de años transcurrido desde la entrega anterior, con la consecuente edad del protagonista, que parecería no estar ya para muchos trotes. No olvidemos tampoco el cambio de actor para John Connor, que tampoco es de mi agrado que cambie de cara en cada entrega.
Sin embargo, el film salva el día. Sin llegar al nivel de calidad de las dos primeras, tenemos todos los elementos de la franquicia. Persecuciones espectaculares (la del camión-grúa es brutal), un nuevo modelo de Terminator, explicaciones de cómo se ha "regenerado" el día del juicio final, mucha acción y efectos...
Una más que aceptable tercera parte teniendo en cuenta todo lo que había en contra suya. El resultado no es tan malo como cabía esperar, ni mucho menos.
Un antes y un después en los efectos especiales, y en las carreras de James Cameron y Arnold Schwarzenegger.
Las dos primeras partes son una joyita. De las que uno no se cansa de revisionar una y otra vez.
La segunda parte dejó la trama completamente cerrada. Pero ya sabemos cómo es Hollywood. Se empeñan en explotar historias hasta cuando es, al menos en principio, imposible.
Varios factores van en contra de esta tercera parte, a priori. Principalmente no tenemos al grandísimo James Cameron por ningún lado. Se echa mucho en falta su mano como director y guionista, y la verdad es que se nota. Luego tenemos el gran número de años transcurrido desde la entrega anterior, con la consecuente edad del protagonista, que parecería no estar ya para muchos trotes. No olvidemos tampoco el cambio de actor para John Connor, que tampoco es de mi agrado que cambie de cara en cada entrega.
Sin embargo, el film salva el día. Sin llegar al nivel de calidad de las dos primeras, tenemos todos los elementos de la franquicia. Persecuciones espectaculares (la del camión-grúa es brutal), un nuevo modelo de Terminator, explicaciones de cómo se ha "regenerado" el día del juicio final, mucha acción y efectos...
Una más que aceptable tercera parte teniendo en cuenta todo lo que había en contra suya. El resultado no es tan malo como cabía esperar, ni mucho menos.
6 de septiembre de 2011
6 de septiembre de 2011
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué duda cabe que cualquiera que haya visto las dos primeras entregas tenga miedo por lo que se va a encontrar en la ¿esperada? tercera entrega de la saga, y más si se sabe que Cameron no estará esta vez detrás de las cámaras. Jonathan Mostow lo tenía difícil, pero ha conseguido firmar una película más interesante de lo que podría parecer en un principio.
"Terminator 3" intenta emular a su predecesora en varios puntos, aunque sólo consigue superarla en los efectos especiales, de gran formato y muy espectaculares (la secuencia de la persecución con la grúa es sencillamente impresionante). El resto del filme es un intento de repetir las mismas frases lapidarias de Chuache, e incluso se permite el lujo de la autoparodia pero, lamentablemente, sin gracia ninguna. Los actores no están a la altura, con un John Connor (Nick Stahl) algo soso al igual que su compañera (Claire Danes). Ni siquiera Chuache consigue un registro igual que en T2, y la Terminatrix Kristanna Loken no tiene el carisma que tenía el T-1000.
El interés del filme estriba en el giro de los acontecimientos que permitió el final abierto de Cameron, un final que dejó muchas dudas. La aparición de los Terminator de nuevo en el presente para proteger a John Connor explica que la lucha de Sarah y su hijo fue en vano, que el destino no cambió, sino que se postergó. Puede que el guión no sea gran cosa, pero es totalmente coherente con la serie y eso ya de por sí merece que esta cinta sea bien recibida dentro de la saga. Además, la espectacularidad de sus escenas y el planteamiento oscuro del tramo final la confirman como una película a tener en cuenta dentro del género de acción.
Posteriormente se estrenó "Terminator: Salvation", ambientada en el futuro post-apocalíptico que se quiere evitar en la trilogía de Cameron y Mostow, y nada que ver con ellas. "Terminator 3" ha sido la última del techno-thriller de acción que se sacó de la manga James Cameron en 1984, y probablemente la última de su especie. Las que vengan después tendrán un buen lavado de cara y, aunque los Terminator evolucionarán y serán cada vez más implacables y tendrán mejores "gadchetos", nunca lograrán igualar a ese Chuache - T101 que ya forma parte de la historia del cine.
"Terminator 3" intenta emular a su predecesora en varios puntos, aunque sólo consigue superarla en los efectos especiales, de gran formato y muy espectaculares (la secuencia de la persecución con la grúa es sencillamente impresionante). El resto del filme es un intento de repetir las mismas frases lapidarias de Chuache, e incluso se permite el lujo de la autoparodia pero, lamentablemente, sin gracia ninguna. Los actores no están a la altura, con un John Connor (Nick Stahl) algo soso al igual que su compañera (Claire Danes). Ni siquiera Chuache consigue un registro igual que en T2, y la Terminatrix Kristanna Loken no tiene el carisma que tenía el T-1000.
El interés del filme estriba en el giro de los acontecimientos que permitió el final abierto de Cameron, un final que dejó muchas dudas. La aparición de los Terminator de nuevo en el presente para proteger a John Connor explica que la lucha de Sarah y su hijo fue en vano, que el destino no cambió, sino que se postergó. Puede que el guión no sea gran cosa, pero es totalmente coherente con la serie y eso ya de por sí merece que esta cinta sea bien recibida dentro de la saga. Además, la espectacularidad de sus escenas y el planteamiento oscuro del tramo final la confirman como una película a tener en cuenta dentro del género de acción.
Posteriormente se estrenó "Terminator: Salvation", ambientada en el futuro post-apocalíptico que se quiere evitar en la trilogía de Cameron y Mostow, y nada que ver con ellas. "Terminator 3" ha sido la última del techno-thriller de acción que se sacó de la manga James Cameron en 1984, y probablemente la última de su especie. Las que vengan después tendrán un buen lavado de cara y, aunque los Terminator evolucionarán y serán cada vez más implacables y tendrán mejores "gadchetos", nunca lograrán igualar a ese Chuache - T101 que ya forma parte de la historia del cine.
14 de septiembre de 2006
14 de septiembre de 2006
34 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vale que no se pueda comparar con las dos primeras (sobre todo, con la segunda, que para mi sigue siendo una de las mejores películas de acción de la historia del cine). Vale que sea un poco repetitiva. Vale que el personaje de John Connor aquí sea un blandengue sin personalidad. Vale que los efectos especiales no sean tan sorprendentes como lo fueron en su día los de Terminator 2.
Pero sigue siendo una gran película, repleta de acción, entretenida, intensa y muy recomendable. No supera a las dos anteriores, eso es obvio, pero no las deshonra en ningún sentido.
Yo temo más la cuarta y última parte que sin duda llegara, y que puede ofrecer un mal desenlace para esta brillante saga del cine de acción. Esperemos que no sea así, y que por lo menos esté a la altura de esta Terminator 3, que no es poco pedir.
Pero sigue siendo una gran película, repleta de acción, entretenida, intensa y muy recomendable. No supera a las dos anteriores, eso es obvio, pero no las deshonra en ningún sentido.
Yo temo más la cuarta y última parte que sin duda llegara, y que puede ofrecer un mal desenlace para esta brillante saga del cine de acción. Esperemos que no sea así, y que por lo menos esté a la altura de esta Terminator 3, que no es poco pedir.
7 de marzo de 2010
7 de marzo de 2010
36 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera parte de la saga Terminator que es dirigida por Jonathan Mostow en la que contará con Arnold Schwarzenegger como principal protagonista. Sin lugar a dudas es la peor película de esta larga saga debido a un incorrecto guión, director, interpretaciones y música.
La historia empieza el 29 de agosto de 1997 donde nos encontramos que ha pasado una década después de evitar”El Día del Juicio Final” y todo aparentemente sigue su curso. John Connor tiene veinticinco años y se dedica a vagar por los lugares sin un lugar concreto. Por casualidades de la vida, John Connor decide ir a una clínica veterinaria para ir a por medicinas que le hacen falta. Allí se reencontrará con Katherine Brewster, quien impedirá que Connor obtenga las medicinas de forma ilegal. Al instante de lo ocurrido, aparecerá el T-X (Cyborg enviado del futuro por Skynet) que posee entre sus herramientas de destrucción un cañón de plasma en el brazo. Su misión será eliminar a John Connor y a Katherine Brewster. A su vez, aparecerá el T-850 (Cyborg enviado del futuro por Katherine Brewster) para protegerles, informales y destruir al T-X.
En cuanto al reparto de actores, destacar que ninguno cumple bien sus interpretaciones. Sobreactúan demasiado intentando recordar la vieja nostalgia que nos dejó Terminator 2: El juicio final. Es difícil creerse cómo Arnold Schwarzenegger se comprometió de tal manera para realizar esta tercera entrega tan decepcionante en la cual defrauda como máquina. Nick Stahl encarna a un John Connor miedoso y poco creíble que deja mucho que desear si se hace la comparativa con aquel chaval gamberro que vimos en Terminator 2. Si para colmo a uno le ha defraudado tanto ver a un John Connor mediocre como a un Terminator que no pega ni con cola, el colmo de los colmos se lo encuentra uno cuando observa al villano que nada más y nada menos está interpretado por una mujer. Sinceramente, no tengo nada en contra de que existan villanos femeninos pero desde luego Kristanna Loken no encaja en ningún lado realizando el papel de T-X.
Las escenas que nos encontramos son puramente un calco mal realizado que intentan hacernos recordar la nostalgia una vez más de la anterior película pero que no logran de ningún modo. Se intenta reproducir la misma indumentaria que su antecesora de forma poco convincente. Se pierde el clasicismo que tanto gustaba en las anteriores películas y se centra en darle un toque más comercial.
Lo único positivo que puedo destacar es que es entretenida, con algún momento de intriga, pero que acaba siendo totalmente predecible como toda la película si se ha visualizado la anterior.
Destacar que en 2008 se realizó una secuela considerada la cuarta parte de esta saga llamada Terminator Salvation, con mejores resultados que esta entrega.
La historia empieza el 29 de agosto de 1997 donde nos encontramos que ha pasado una década después de evitar”El Día del Juicio Final” y todo aparentemente sigue su curso. John Connor tiene veinticinco años y se dedica a vagar por los lugares sin un lugar concreto. Por casualidades de la vida, John Connor decide ir a una clínica veterinaria para ir a por medicinas que le hacen falta. Allí se reencontrará con Katherine Brewster, quien impedirá que Connor obtenga las medicinas de forma ilegal. Al instante de lo ocurrido, aparecerá el T-X (Cyborg enviado del futuro por Skynet) que posee entre sus herramientas de destrucción un cañón de plasma en el brazo. Su misión será eliminar a John Connor y a Katherine Brewster. A su vez, aparecerá el T-850 (Cyborg enviado del futuro por Katherine Brewster) para protegerles, informales y destruir al T-X.
En cuanto al reparto de actores, destacar que ninguno cumple bien sus interpretaciones. Sobreactúan demasiado intentando recordar la vieja nostalgia que nos dejó Terminator 2: El juicio final. Es difícil creerse cómo Arnold Schwarzenegger se comprometió de tal manera para realizar esta tercera entrega tan decepcionante en la cual defrauda como máquina. Nick Stahl encarna a un John Connor miedoso y poco creíble que deja mucho que desear si se hace la comparativa con aquel chaval gamberro que vimos en Terminator 2. Si para colmo a uno le ha defraudado tanto ver a un John Connor mediocre como a un Terminator que no pega ni con cola, el colmo de los colmos se lo encuentra uno cuando observa al villano que nada más y nada menos está interpretado por una mujer. Sinceramente, no tengo nada en contra de que existan villanos femeninos pero desde luego Kristanna Loken no encaja en ningún lado realizando el papel de T-X.
Las escenas que nos encontramos son puramente un calco mal realizado que intentan hacernos recordar la nostalgia una vez más de la anterior película pero que no logran de ningún modo. Se intenta reproducir la misma indumentaria que su antecesora de forma poco convincente. Se pierde el clasicismo que tanto gustaba en las anteriores películas y se centra en darle un toque más comercial.
Lo único positivo que puedo destacar es que es entretenida, con algún momento de intriga, pero que acaba siendo totalmente predecible como toda la película si se ha visualizado la anterior.
Destacar que en 2008 se realizó una secuela considerada la cuarta parte de esta saga llamada Terminator Salvation, con mejores resultados que esta entrega.
29 de octubre de 2014
29 de octubre de 2014
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ocho años que busqué en Filmaffinity la ficha de "Terminator 3: La rebelión de las máquinas". Estando dentro de ella, me dirigí a la pestaña donde se adjudica nota al film. Voté. Y lo hice incrustando el número que creía más honesto como valoración a la película... un 5 pelao. ¿La película? por definirla en pocas palabras me pareció un "más de lo mismo".
Hoy, ocho años después, he decidido rectificar y cambiar a nada más y nada menos que a un señor 8. ¿Qué ha pasado entonces?. Pues que la primera vez vi la cinta como probablemente todos ustedes; fuera de contexto. Hacía más de una década que se disfrutó de las dos primeras partes. En la segunda se dejó el final cerrado. Era lógico que doce años después pensáramos ¿a qué viene otra vez este lío?. ¿Qué me vas a contar ahora cuando todo quedó bien resuelto?. La película, seguramente, la vio todo bicho viviente sin tener fresca las dos antecesoras, con lo cual provocó la apatía en el frío espectador.
Como ya expliqué en el prólogo del primer acto a mi tributo a Terminator (en la crítica "Terminator: La era del BETA"), me he zampado las cuatro partes en dos días. Una detrás de la otra. Y estando sumergido en ellas, esta tercera cobra muchísimo sentido añadiendo detalles que complementan estupendamente a cada una de las otras tres partes. Incluso las embellece. Se puede decir que el director Jonathan Mostow junto a sus guionistas han realizado una continuación muy digna. Incluso subsanan un error garrafal que se produjo en "Terminator 2: el juicio final". En aquella el chip y el brazo metálico que sobreviven en -Terminator 1- pasan como los desencadenantes de la rebelión de las máquina en el futuro. Esto no tendría sentido ya que jamás podría ser el culpable un objeto que apareció en escena a consecuencia de su propia aparición. Vamos, lo que se conoce como la teoría de la paradoja del abuelo. Pues en esta tercera entrega queda subsanado el error.
Como novedad más destacada en la peli tenemos el nuevo Terminator. Del T-1000 pasamos a un muy atractivo T-X interpretado a la perfección por la preciosa Kristanna Loken. La actriz hace un trabajo estupendo en su rol de robot. Unos movimientos casi calcados a los de Robert Patrick en T2. Cada mirada, cada carrera, giro de cabeza, andares... está extraordinaria. Lástima que la chica no ha tenido mucha suerte en el cine.
A destacar también la escena de la persecución por carretera (todo un clásico en los Terminators). Es desde luego la más espectacular de la saga. Y casi diría que de cualquier película pasando por encima incluso que muchas de las "Fast & Furious".
La película es un dulce siempre que la veamos, repito, muy seguida a las anteriores. Como ejemplo, vemos en el presente (de la peli) al primer Terminator creado por el hombre: El T-1. Este hecho es indiferente si la película la miras de forma individual. Pero con todo el conjunto fresco en tu cabeza resulta... ¿emocionante?... sí. emocionante es la palabra que buscaba.
Hay una última frase de Connor (antes del epílogo en voz en off) que pone verdaderamente los pelos de punta. Es bonito imaginar que James Cameron inició allá en el 1984 todo esto como vehículo para llegar hasta ese emotivo momento.
Más en las críticas:
Terminator: La era del BETA
Terminator 2: La era del VHS
Terminator 4: La era del Blu-ray
Hoy, ocho años después, he decidido rectificar y cambiar a nada más y nada menos que a un señor 8. ¿Qué ha pasado entonces?. Pues que la primera vez vi la cinta como probablemente todos ustedes; fuera de contexto. Hacía más de una década que se disfrutó de las dos primeras partes. En la segunda se dejó el final cerrado. Era lógico que doce años después pensáramos ¿a qué viene otra vez este lío?. ¿Qué me vas a contar ahora cuando todo quedó bien resuelto?. La película, seguramente, la vio todo bicho viviente sin tener fresca las dos antecesoras, con lo cual provocó la apatía en el frío espectador.
Como ya expliqué en el prólogo del primer acto a mi tributo a Terminator (en la crítica "Terminator: La era del BETA"), me he zampado las cuatro partes en dos días. Una detrás de la otra. Y estando sumergido en ellas, esta tercera cobra muchísimo sentido añadiendo detalles que complementan estupendamente a cada una de las otras tres partes. Incluso las embellece. Se puede decir que el director Jonathan Mostow junto a sus guionistas han realizado una continuación muy digna. Incluso subsanan un error garrafal que se produjo en "Terminator 2: el juicio final". En aquella el chip y el brazo metálico que sobreviven en -Terminator 1- pasan como los desencadenantes de la rebelión de las máquina en el futuro. Esto no tendría sentido ya que jamás podría ser el culpable un objeto que apareció en escena a consecuencia de su propia aparición. Vamos, lo que se conoce como la teoría de la paradoja del abuelo. Pues en esta tercera entrega queda subsanado el error.
Como novedad más destacada en la peli tenemos el nuevo Terminator. Del T-1000 pasamos a un muy atractivo T-X interpretado a la perfección por la preciosa Kristanna Loken. La actriz hace un trabajo estupendo en su rol de robot. Unos movimientos casi calcados a los de Robert Patrick en T2. Cada mirada, cada carrera, giro de cabeza, andares... está extraordinaria. Lástima que la chica no ha tenido mucha suerte en el cine.
A destacar también la escena de la persecución por carretera (todo un clásico en los Terminators). Es desde luego la más espectacular de la saga. Y casi diría que de cualquier película pasando por encima incluso que muchas de las "Fast & Furious".
La película es un dulce siempre que la veamos, repito, muy seguida a las anteriores. Como ejemplo, vemos en el presente (de la peli) al primer Terminator creado por el hombre: El T-1. Este hecho es indiferente si la película la miras de forma individual. Pero con todo el conjunto fresco en tu cabeza resulta... ¿emocionante?... sí. emocionante es la palabra que buscaba.
Hay una última frase de Connor (antes del epílogo en voz en off) que pone verdaderamente los pelos de punta. Es bonito imaginar que James Cameron inició allá en el 1984 todo esto como vehículo para llegar hasta ese emotivo momento.
Más en las críticas:
Terminator: La era del BETA
Terminator 2: La era del VHS
Terminator 4: La era del Blu-ray
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