Ingenieros que tienden ferrocarriles perforando montañas o levantando puentes sobre ríos caudalosos.
También mujeres que, en un instante, abren corazones de parte a parte sin pestañear. "¿Crees en el amor a primera vista? -No".
Cinta de aventuras en los Andes o en las cordilleras de México. Cinta de hombres que luchan contra las rocas, contra consejos de administración como contra padres celosos de la reputación de sus hijas que guardan entre algodones.
Un joven Wayne en un papel a su medida lejos del Oeste. Pero también con aires de western enfrentado a otro rocoso adversario: él mismo. Su responsabilidad profesional, sus compañeros de trabajo, el propietario que contrata sus servicios (Hardwicke) y su amor por Maura (Day).
Buenas interpretaciones de todos con superiores secundarios, como ese niño que va y viene emulando al ingeniero que admira.
Buen guion con abundantes aventuras, lo mismo que la realización que se detiene para mostrar los cambios que experimentan los personajes a medida que se complica la trama.
A destacar escenas como los guiños de los enamorados en plena misa o esa fiesta nocturna de toros de fuego y cohetes artificiales que enlazan con los relámpagos de la tormenta.
¿Larga? Algo sí, pero la trama engancha y el desenlace no se presenta claro.
Infravalorados estos hombres y mujeres de empresa.
Para contemplar sin prisa la prosa aventurera que nos trae Wallace.