Haz click aquí para copiar la URL

Graduación

Drama Romeo es un médico de casi 50 años que dejó atrás las ilusiones relacionadas con su matrimonio, ahora acabado, y su Rumanía, destrozada por los acontecimientos. Para él todo lo que importa ahora es su hija, de 18 años. Tras los exámenes finales, la joven irá a estudiar a una prestigiosa escuela en Inglaterra. En la víspera del examen, la hija es atacada en la calle. A partir de entonces, hará todo lo posible para garantizar que ello no ... [+]
<< 1 2 3 4 5 9 >>
Críticas 41
Críticas ordenadas por utilidad
25 de noviembre de 2016
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Aún hay esperanza”, dice el personaje protagonista de Los exámenes cuando una pareja de policías se dispone a actuar de acuerdo a la ley. Esa frase, negada en múltiples ocasiones a lo largo del metraje (si mal no recuerdo, incluso por los propios policías en su siguiente aparición), es definitoria de las intenciones que tiene Mungiu con su nueva película, que se aleja bastante de sus dos últimos (y brillantes) trabajos: 4 meses, 3 semanas y 2 días y Más allá de las colinas. Más que radiografiar la sociedad rumana, el cineasta confecciona una implacable denuncia de la corrupción del sistema y un elaborado estudio nada complaciente de la condición humana y su fragilidad moral. Si bien su estilo tras las cámaras se mantiene intacto, con su ya conocido gusto por narrar a través de planos secuencia nada ostentosos, la palabra adquiere una importancia mucho mayor en esta ocasión. Y ese empeño por verbalizarlo todo, subrayando cada idea y apunte del guion escrito por el propio director, hace que el buen trabajo realizado en otros muchos aspectos se vea terriblemente perjudicado. Lo peor de todo es que se trata de un error inexplicable, pues el resultado de la cinta está lastrado por una obviedad que Mungiu ha demostrado saber esquivar a las mil maravillas. Así las cosas, mientras en algunas fases de Los exámenes son el subtexto y el fuera de campo los protagonistas de la escena, en otras lo son la reincidencia en determinadas ideas y acciones.

Aunque nos encontramos ante una película que sin ningún problema podría ser calificada de notable, es inevitable establecer paralelismos y compararla con otra cinta proveniente de Rumanía y que también estuvo en la Sección Oficial del pasado Festival de Cannes. Tanto Sieranevada de Cristi Puiu como Los exámenes de Christian Mungiu hablan de la Rumanía postcomunista, de sus individuos y de innumerables temáticas que les/nos atañen; pero, al menos en este terreno, el primero le lleva mucha ventaja al segundo, que se encuentra mucho más cómodo manejando la puesta en escena y construyendo la cruda y seca atmósfera de sus filmes que en la labor de escritura. Y, pese a todo, Los exámenes es una película a tener en cuenta, que alcanza momentos realmente potentes, especialmente cuando acompañamos a su desesperado protagonista (el plano secuencia al servicio de la narración, transmitiendo el desasosiego que ya sufrimos en sus anteriores obras) en su búsqueda -al mismo tiempo huida-. Con algunas metáforas bastante obvias (la piedra que desata las tensiones en el seno familiar, ese violador al que busca el padre y ese alguien que cree que le persigue) y reiteradas, se desarrolla una destrucción completa de la moralidad de un hombre recto que solo busca lo mejor para su hija (decimos completa pues, antes de que tenga lugar el desencadenante de los acontecimientos, el protagonista ya estaba rompiendo su rectitud al tener una amante).

En lo que respecta al argumento, Romeo es un hombre que, a punto de cumplir los 50 años, ve cómo la generación a la que pertenece ha fracasado en su intento por cambiar la situación del país, por lo que su único deseo es que su hija pueda desarrollar sus estudios universitarios de psicología en Inglaterra. Para ello debe sacar una media muy alta en los exámenes finales, lo cual no tendría por qué suponer ningún problema dada su media durante el curso; pero el día antes del primer examen, la joven de 18 años sufre una agresión sexual (violación o intento de violación, como prefieran llamarlo) en las inmediaciones del instituto, lo que podría echar por tierra sus planes de futuro. A partir de este momento, Romeo hará todo lo posible por lograr que su hija pueda estudiar el curso siguiente en la Universidad de Cambridge, aunque para ello deba saltarse unas cuantas clases de primero de ética. Una vez planteada la premisa, podemos hablar de un film que sigue una estructura muy cercana al cine de Asghar Farhadi, con un evidente McGuffin en clave de thriller (aunque introducido con torpeza, se complementa a la perfección con el poso dramático de la historia), a partir del cual se dedica a plantear multitud de situaciones y a cuestionar (mejor dicho, a que sean las imágenes las que lo hagan) la integridad de sus personajes. Pero Mungiu no es ni Puiu, como decíamos en el párrafo anterior, ni Farhadi, por lo que en el terreno de estos se encuentra, inevitablemente, un escalón por debajo.

Juzgándola por sí misma, por la complejidad de su discurso (en principio, sin intenciones de juzgar por parte del director) y por el buen trabajo de dirección llevado a cabo por Mungiu, es justo hablar de una película interesante, efectiva y estimulante. Si existe una pequeña decepción, es más por el elevado nivel de sus obras anteriores que por el premio a la Mejor Dirección obtenido en Cannes, pues, de los títulos que ocuparon el palmarés, Los exámenes es uno de los más satisfactorios. No obstante, molesta cierta moralina que parece entreverse tras todas las preguntas que propone la película, quizá respondidas en su insistencia por subrayar la corrupción moral a nivel individual, como queriendo demostrar que es imposible escapar de las garras de un sistema insalubre. Cuando la única víctima se convierte en culpable (la convierte el guion, de ahí el problema) a su manera, a través de un diálogo expositivo en demasía, la radiografía social pasa a ser denuncia, y lo que antes parecía gris, ahora se convierte en negro. Nuestra condición, a examen en la nueva película de Christian Mungiu.
Marty Maher
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de agosto de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno considera que dos horas son suficientes para que el director y guionista vaya atando cabos de los melones que ha abierto. Pero al final, muchos de los que han plasmado una excesiva crítica glorificadora de la película estoy seguro de que internamente se sentirán decepcionados cuando lo que es el eje central de "Los exámenes" - ¿la niña aprobará o no se quedará sin ir a Inglaterra?- queda en una especie de limbo.

Porque además de plantear dilemas éticos y situaciones similares que se dan en cualquier país, por muy pulcros que parezcan, el espectador espera tras dos horas de paciente visionado de asuntos tan peregrinos como las pedradas, el perro que se cruza o la abrupta bajada de Romeo de un autobús para internarse por unos callejones oscuros, que todo eso lleve a alguna conclusión.

En cuanto a la pesimista descripción de Rumanía, todo parece una bagatela si lo comparamos con España, donde demasiados ministros, cuando dejan el floripondio del cargo, terminan en los consejos de dirección de los monopolios privados de grandes empresas de telecomunicaciones, energéticas y constructoras. Éso sí que justificaría el pesimismo, y no que un padre pida algún favor para que su amada vástaga pueda solazarse con las ardillas de los parques británicos.

En fin, dos lentas horas aguardando a saber qué hay detrás las pedradas a la ventana de la casa y al parabrisa del coche; de si la Policía coge o no al autor del intento de violación que provoca la merma de la hija en los exámenes; de si el novio es repudiado por ella; de qué sentido tienen escenas tan largas y sin ninguna explicación como la referida en otro párrafo anterior (cuando el padre se baja del autobús y se pone a buscar a alguien o algo en los callejones oscuros).

No son cuestiones nímias, ya que el director y guionista las incluye en la película dedicándoles no escaso tiempo. No se justifican las puntuaciones altas que acopañan a cierto número de críticas ante estas ocurrencias de Cristian Mungiu.
Strénliko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de diciembre de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director rumano Cristian Mungiu, que hace unos años nos impresionó con “4 meses, 3 semanas y 2 días”, dirige esta película que retrata la sociedad rumana lastrada por la corrupción y el amiguismo, planteándonos continuos dilemas morales sobre si el fin justifica los medios a la hora de usar chanchullos bienintencionados, y de paso otros asuntos humanos como el llegar a los cincuenta años con una vida sin ilusiones o el modo en que algunos padres se obsesionan con proyectar su vida a través de sus hijos.

Romeo es un hombre respetado, con buenos contactos, pero es una persona en pleno derrumbe anímico. Cuando era joven se produjo la caída de Ceaucescu y la ilusión por la nueva democracia en Rumanía se sumaba a su ilusión personal en su recién estrenado matrimonio. Pero veintitantos años después, Rumanía es lo que él pensaba que sería y su matrimonio languidece. Se ha echado una amante, Sandra (Malina Manovici), pero no abandona su casa por no hacer infeliz a su hija Eliza, que es lo que más le importa en el mundo.

Su obsesión es que su hija no cometa los errores que cometió él. Por eso quiere que se vaya a Inglaterra y empiece una vida nueva con todas las posibilidades, no quiere que su hija se quede a vivir en Rumanía, ni que se vaya a vivir con su novio siendo tan jóvenes. El ya ha perdido la ilusión, y sólo le queda la esperanza de que a ella no le ocurra lo mismo.

Mungiu nos refleja una Rumanía gris, adocenada, desesperanzada. Nadie parece ser feliz. Todos los personajes de la película parecen seres resignados, vencidos, como si vivir fuese un duro ejercicio para todos ellos, incluídos los más jóvenes.

El director rumano vuelve a ofrecernos una película sencilla y veraz, creando una atmósfera y una puesta en escena que aumentan la sensación de naturalidad, que aún se acrecienta más con largos planos secuencia. El guión es bueno y la trama deja muchos cabos sueltos creo que de manera intencionada. Como es habitual en Mungiu, se abstiene de juzgar y juega limpio con el espectador, que debe asumir que no todos los interrogantes planteados van a tener respuesta.

El pasado siempre está presente en la película, aunque de un modo difuso. No sabemos que el matrimonio de Romeo y Magda está muerto hasta que vemos al médico retozando con su amante. La mujer de Romeo está permanentemente triste y parece muy débil pero no sabemos cómo ha llegado hasta ahí. La amante tiene un hijo pequeño y tampoco sabemos nada del padre del niño. Las situaciones aparecen sin más, son como son, poco parece importar cómo han llegado los personajes hasta las situaciones presentes. Sabemos que el pasado ha tenido que ser duro para todos, como para la sociedad rumana, pero no nos lo explican, quizá porque eso no es lo que hay que mirar.

Donde sí pone el foco Mungiu es en el sempiterno nepotismo que padece la sociedad rumana (y yo creo que muchas otras también). Todo se consigue a base de favores que unos hacen a otros a través de otros. Si conoces a alguien importante puedes conseguir aprobar un examen o tener preferencia para que te hagan un trasplante. Y luego debes corresponder al favor, claro. Así funcionan las cosas en tantos sitios… El viejo adagio español de “quien tiene padrinos, se bautiza”.

No se hacen largas las dos horas de metraje, ya que uno se siente intrigado y es fácil entrar en la película a pesar de la agobiante situación que se nos muestra con ese hombre dispuesto a remover la Tierra con tal de ayudar a su hija, quien a su vez no quiere ser ayudada. Ahora bien, si eres de los que les gusta que todo quede resuelto y te expliquen las cosas, saldrás del cine cabreado.

Indudablemente, la película no llega al nivel de “4 meses, 3 semanas y 2 días”, pero no queda lejos. Es sobria, turbia y rezuma desencanto. A pesar de lo discutible de sus múltiples tramas inexplicadas, no me dejó insatisfecho en absoluto. Es una película honda que confirma a Mungiu como uno de los directores europeos más relevantes del momento.

https://keizzine.wordpress.com/
keizz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de marzo de 2017
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No está mal actuada, no está mal dirigida, pero tampoco aporta nada. La argumentación en la zona "spoiler".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Redman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de octubre de 2017
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez claro que Rumanía está llena (¿y qué país no?) de chanchullos. sobornos, mordidas y un ambiente generalizado de mafia cotidiana, ¿qué más queda por decir?
La hija quiere buenas notas para una beca para irse a Cambridge. Pero no lo quiere del todo.
La agreden, casi la violan, pero no reconoce al posible agresor, del que nunca sabemos nada.
Al padre, el médico, le tiran una piedra a la ventana y lo rompen el parabrisas, pero no sabemos ni quién ni por qué, al menos yo.
El noviete de la hija es sospechoso pero no sabemos por qué.
El médico en cuestión tiene una familia paralela, con un hijo de unos seis años y, al parecer, otro en camino, pero ya no sabemos más.
Esto de dejar los finales abiertos queda muy guay, pero cuando las aberturas son tantas uno se pregunta: ¿para qué, Mungiu, tú, el director, te empeñas en contarlo?
Está bien que el mundo es complejo y que hay cosas que nunca se aclaran. Pero, tío, despeja al menos una.
yoparam
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 9 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow