La última bala
6.2
720
Western
Los trabajadores del ferrocarril no han cobrado su sueldo desde hace meses debido a los atracos de Whitey y su banda, a la que pertenece el peligroso pistolero Utica Kid. La compañía ferroviaria contrata los servicios de Grant (James Stewart) para evitar que continúen los robos. (FILMAFFINITY)
11 de noviembre de 2019
11 de noviembre de 2019
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable western dirigido por James Neilson sobre una de las grandes obras de ingeniería que permitió a los EEUU unir el Este con el Oeste, el ferrocarril, permitiendo con ello el comercio entre Estados, una de las fuentes de riqueza de ese gran país lleno de desigualdades.
La construcción del mismo y la ingente cantidad de mano de obra necesaria para ello, y el pago de las nóminas de los trabajadores y obreros, atrajeron la atención de los forajidos, que empezaron a asaltar los trenes para hacerse con un dinero que ellos consideraban fácil, atracos que dieron fama a varias bandas criminales, como la de Jesse James.
Con un reparto donde destaca como siempre James Stewart, que aquí canta y toca el acordeón, secundado por el héroe militar americano y actor avezado Audie Murphy y el chico que acompañaba a Alan Ladd en su mejor película "Shane", con una excelente y bella fotografía por el desfiladero con el río a sus píes que da colorido y empaque a este estimable western.
Notable, 7.
La construcción del mismo y la ingente cantidad de mano de obra necesaria para ello, y el pago de las nóminas de los trabajadores y obreros, atrajeron la atención de los forajidos, que empezaron a asaltar los trenes para hacerse con un dinero que ellos consideraban fácil, atracos que dieron fama a varias bandas criminales, como la de Jesse James.
Con un reparto donde destaca como siempre James Stewart, que aquí canta y toca el acordeón, secundado por el héroe militar americano y actor avezado Audie Murphy y el chico que acompañaba a Alan Ladd en su mejor película "Shane", con una excelente y bella fotografía por el desfiladero con el río a sus píes que da colorido y empaque a este estimable western.
Notable, 7.
7 de septiembre de 2020
7 de septiembre de 2020
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ver. Una cinta que todos estamos de acuerdo en reconocer que tiene una fotografía, un colorido y unos paisajes magníficos, una música compuesta por un laureadísimo compositor, una interpretación impecable tanto de los protagonistas principales como de los secundarios, un guión bastante decente dentro de la originalidad que permite el western, con algunos diálogos punzantes ("A usted lo he visto en alguna parte. -Depende donde haya estado"), la presencia del tren por aquellas bellas montañas que siempre supone un plus especial ... Y ahora resulta que según quien la dirige es buena o es regular. ¡Qué más dará que la firme Mann o que la firme Neilson! La película es la película, sea responsabilidad de un consagrado o de un autor de televisión (con todo su retintín negativo). ¡Ah, que lo bueno es de Mann y lo malo de Neilson! Como decir "p'a mozos los de antes, p'a casaos los de ahora".
En cuanto al argumento, la esencia para nosotros está en el enfrentamiento entre dos hermanos que han recibido una misma formación pero que toman luego caminos opuestos. El hermano mayor Grant McLaine (Stewart) pierde un buen empleo por ayudar al menor Lee (Murphy) en una de sus fechorías. Desde entonces aquel se gana la vida como puede tocando el acordeón para ferroviarios, mientras este se enrola en una banda de ladrones y deja abandonada a su novia la bella Charlie Grue (Foster). Las cosas no hubieran pasado de ahí de no mediar un joven ¿Joey? (de Wilde) que tiene a Lee como modelo y cuyos pasos desea seguir. Es entonces cuando Grant trata de conseguir con el niño, llevarlo por el buen camino, lo que no pudo hacer con su hermano.
Apresado en una ciudad abandonada interpreta una nueva pieza con su acordeón, pero ahora es una canción familiar que toca la fibra sensible de Lee. Después de predicar en desierto tantas veces, de la inutilidad de sus recomendaciones, la música consigue trasladarlo al recuerdo de sus padres y de la educación recibida en su infancia. Es entonces cuando, poniéndose de parte de Grant y de Joey y enfrentándose a su antigua banda, pronuncia las palabras que colocamos como titulo.
En algunos momentos el acordeón de Grant nos parece que juega un papel parecido a la célebre guitarra de Johnny. También aquí nos movemos en ciudades fantasma y hay dos mujeres en primer plano, claro que sin la personalidad arrolladora de Vienna o de Emma. Sin pretender ir más allá en la comparación, recomendamos vivamente la cinta del tal Neilson.
En cuanto al argumento, la esencia para nosotros está en el enfrentamiento entre dos hermanos que han recibido una misma formación pero que toman luego caminos opuestos. El hermano mayor Grant McLaine (Stewart) pierde un buen empleo por ayudar al menor Lee (Murphy) en una de sus fechorías. Desde entonces aquel se gana la vida como puede tocando el acordeón para ferroviarios, mientras este se enrola en una banda de ladrones y deja abandonada a su novia la bella Charlie Grue (Foster). Las cosas no hubieran pasado de ahí de no mediar un joven ¿Joey? (de Wilde) que tiene a Lee como modelo y cuyos pasos desea seguir. Es entonces cuando Grant trata de conseguir con el niño, llevarlo por el buen camino, lo que no pudo hacer con su hermano.
Apresado en una ciudad abandonada interpreta una nueva pieza con su acordeón, pero ahora es una canción familiar que toca la fibra sensible de Lee. Después de predicar en desierto tantas veces, de la inutilidad de sus recomendaciones, la música consigue trasladarlo al recuerdo de sus padres y de la educación recibida en su infancia. Es entonces cuando, poniéndose de parte de Grant y de Joey y enfrentándose a su antigua banda, pronuncia las palabras que colocamos como titulo.
En algunos momentos el acordeón de Grant nos parece que juega un papel parecido a la célebre guitarra de Johnny. También aquí nos movemos en ciudades fantasma y hay dos mujeres en primer plano, claro que sin la personalidad arrolladora de Vienna o de Emma. Sin pretender ir más allá en la comparación, recomendamos vivamente la cinta del tal Neilson.
16 de julio de 2008
16 de julio de 2008
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la vida, hay cosas que dejamos pasar. Esta película es una de ellas. Una brillantísima interpretación de James Stewart (como siempre), con unos paisajes preciosos y una música excelente.
No se la pierdan.
No se la pierdan.
26 de septiembre de 2013
26 de septiembre de 2013
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por lo que se ha dicho el gran Anthony Mann rechazó la propuesta de dirigir esta película, algunos dicen que expuso inconsistencia en el guión o lo que es lo mismo, debió pensar que la historia que protagoniza Stewart es bastante floja... Yo opino igual. Nadie sabe si con algo así se pueden hacer mejor las cosas, puede que ni siquiera Mann se atreviera a tirar para adelante porque no hay ciertamente nada del otro mundo. Ni siquiera la presencia de Stewart como aliciente, como nombre propio cebo, supone que los menos de 90 minutos sean más destacables que cualquier otro western del montón. De hecho, como humilde seguidor del género no le recomendaría esta película a nadie, hay cien mejores.
Bien, tampoco es que sea un desastre, lo que sucede es que fallan cosas como ese humor entre los trabajadores del ferrocarril fuera de lugar, el niño, ocupando demasiados minutos y sobre todo, siempre son objeciones personales, unos malos que forman una banda desastrosa. La película mezcla una curiosa relación entre dos hermanos, el atraco de las nóminas de los trabajadores y la defensa del bien por Stewart, no podía ser de otra manera, pero son elementos que se presentan de manera inconsistente, ayudados, eso no lo negaré, por una fotografía exquisita. El problema que he percibido es que cuando esos elementos están claramente expuestos se llega a un final en el que la desgana (mi desgana) ya lo ha ocupado todo, así que me ha dado igual la cantidad de tiros que se han dado, las carreras, las muertes y el resultado de la definición del destino de los personajes, es decir, la clásica explosión final, lo mejor de toda la vida de las del oeste, me ha venido a dar igual.
Y así no se puede, no, algo falla durante el camino, puede que el acordeón de Stewart lo hayan sobrevalorado, realmente no hacía ni falta, puede que el niñato sobre, puede que incluso la mujer enamorada del hermano, no lo sé, pero la suma de sus elementos no da un gran resultado.
Bien, tampoco es que sea un desastre, lo que sucede es que fallan cosas como ese humor entre los trabajadores del ferrocarril fuera de lugar, el niño, ocupando demasiados minutos y sobre todo, siempre son objeciones personales, unos malos que forman una banda desastrosa. La película mezcla una curiosa relación entre dos hermanos, el atraco de las nóminas de los trabajadores y la defensa del bien por Stewart, no podía ser de otra manera, pero son elementos que se presentan de manera inconsistente, ayudados, eso no lo negaré, por una fotografía exquisita. El problema que he percibido es que cuando esos elementos están claramente expuestos se llega a un final en el que la desgana (mi desgana) ya lo ha ocupado todo, así que me ha dado igual la cantidad de tiros que se han dado, las carreras, las muertes y el resultado de la definición del destino de los personajes, es decir, la clásica explosión final, lo mejor de toda la vida de las del oeste, me ha venido a dar igual.
Y así no se puede, no, algo falla durante el camino, puede que el acordeón de Stewart lo hayan sobrevalorado, realmente no hacía ni falta, puede que el niñato sobre, puede que incluso la mujer enamorada del hermano, no lo sé, pero la suma de sus elementos no da un gran resultado.
31 de diciembre de 2011
31 de diciembre de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El principal atractivo de este western es la excelente fotografía y los bellísimos paisajes, junto a un James Stewart en sus mejores momentos. También participa con un papel destacado Brandon de Wilde, que nos trae a la mente el recuerdo de la inolvidable Raices profundas, que protagonizó con sólo once años de edad junto a Alan Ladd. En esta película tenía 15 años, de una corta carrera como actor, pues falleció con 40 años victima de un accidente de tráfico.
La dirección está a cargo del poco conocido James Neilson, siendo este western su primer trabajo.
El argumento no tiene grandes atractivos, pero entretiene lo suficiente en un film de estas características.
La película se presentó, en aquellos años del furor de los grandes formatos, como Technirama, que es un Scope derivado de un rodaje en VistaVisión, lo cual hace que no sea un Cinemascope puro, pero cumple sobradamente en su calidad fotográfica y de gran formato panorámico.
José Antonio ZG.
La dirección está a cargo del poco conocido James Neilson, siendo este western su primer trabajo.
El argumento no tiene grandes atractivos, pero entretiene lo suficiente en un film de estas características.
La película se presentó, en aquellos años del furor de los grandes formatos, como Technirama, que es un Scope derivado de un rodaje en VistaVisión, lo cual hace que no sea un Cinemascope puro, pero cumple sobradamente en su calidad fotográfica y de gran formato panorámico.
José Antonio ZG.
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