La UnidadSerie
2020 

Dani de la Torre (Creador), Alberto Marini (Creador) ...
6.7
5,824
Serie de TV. Thriller. Drama
Serie de TV (2020-). 2 temporadas. 12 episodios. Thriller policíaco basado en el trabajo de una unidad de élite de la Policía Nacional especializada en terrorismo yihadista. La detención en España del líder terrorista más buscado del mundo convierte al país en el principal objetivo terrorista por parte de sus seguidores. Ha empezado una cuenta atrás sin que la ciudadanía lo sepa, y los miembros de la Unidad, liderados por la comisaria ... [+]
13 de junio de 2020
13 de junio de 2020
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La unidad (Dani de la Torre, 2020)
Miniserie de 6 capítulos que nos mete en una brigada de policía que captura al terrorista islámico más peligro del momento. A partir de esta premisa, se construye la nueva serie bandera de Movistar.
Dirige y escribe toda la serie Dani de la Torre, que ya tiene un par de películas a su espalda. La producción es de primer nivel, exteriores de talla internacional con todo tipo de medios que favorecen a la historia. La propuesta es ambiciosa y se nota desde el primer momento.
La historia es efectiva e inteligentemente construida, con grandes interpretaciones, a las que se les da una carga dramática especial. Aquí, se la ha críticado mucho y creo que es el acierto más original de la serie. Sabe plasmar la realidad del día a día en sus dos protagonistas. Policías pero con vida personal, y de esa mezcla nace la fuerza dramática que los humaniza. Otro gran puntazo narrativo viene del lado terrorista, que se aborda con una profundidad, que sin defenderles, se les explora psicológicamente.
Todo esto hace que sea una serie en la punta de lanza del panorama nacional, conviertiendose en la homeland española. Pero hay cosas que no puedo obviar. Mi gran problema es técnico: la fotografía y el montaje. Con todo el dinero que tiene, y que se nota, la fotografía no luce los increíbles escenarios que tiene. Quizás sea porque el montaje de toda la serie se basa en no mantener un plano más de 5 segundos. Este montaje frenético juega en contra porque, por un lado le da un buen ritmazo, pero por otro, hay muchas escenas que necesitan su tiempo para hacerse creíbles. Es un problema muy grave porque ciertas escenas clave ocurren sin la construcción necesaria. Creo que la misma historia, con las mismas escenas pero más pausadas, la elevaría a cotas mucho más altas.
Miniserie de 6 capítulos que nos mete en una brigada de policía que captura al terrorista islámico más peligro del momento. A partir de esta premisa, se construye la nueva serie bandera de Movistar.
Dirige y escribe toda la serie Dani de la Torre, que ya tiene un par de películas a su espalda. La producción es de primer nivel, exteriores de talla internacional con todo tipo de medios que favorecen a la historia. La propuesta es ambiciosa y se nota desde el primer momento.
La historia es efectiva e inteligentemente construida, con grandes interpretaciones, a las que se les da una carga dramática especial. Aquí, se la ha críticado mucho y creo que es el acierto más original de la serie. Sabe plasmar la realidad del día a día en sus dos protagonistas. Policías pero con vida personal, y de esa mezcla nace la fuerza dramática que los humaniza. Otro gran puntazo narrativo viene del lado terrorista, que se aborda con una profundidad, que sin defenderles, se les explora psicológicamente.
Todo esto hace que sea una serie en la punta de lanza del panorama nacional, conviertiendose en la homeland española. Pero hay cosas que no puedo obviar. Mi gran problema es técnico: la fotografía y el montaje. Con todo el dinero que tiene, y que se nota, la fotografía no luce los increíbles escenarios que tiene. Quizás sea porque el montaje de toda la serie se basa en no mantener un plano más de 5 segundos. Este montaje frenético juega en contra porque, por un lado le da un buen ritmazo, pero por otro, hay muchas escenas que necesitan su tiempo para hacerse creíbles. Es un problema muy grave porque ciertas escenas clave ocurren sin la construcción necesaria. Creo que la misma historia, con las mismas escenas pero más pausadas, la elevaría a cotas mucho más altas.
19 de marzo de 2022
19 de marzo de 2022
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
TEMPORADA 3 - LA UNIDAD - KABUL.
Una historia que merecía y merece ser contada. Recuerdo perfectamente cuando el mundo entero se hacía eco de la noticia. Los Talibanes recuperan el control absoluto de prácticamente, todo el territorio afgano.
Recuerdo las estremecedoras imágenes que llegaban, con aquellas multitudes agolpándose en las embajadas. Para muchas personas el hecho de tener que quedarse en su país (abandonado a su suerte), era poco más o menos que una sentencia a muerte.
Bien, esta tercera temporada de "La Unidad" nos recrea todos aquellos dramáticos episodios, aunque a mi modo de ver, de una forma un tanto apresurada y que en su conjunto tiende a perder credibilidad.
Bien en su factura técnica, al igual que sus antecesoras, aunque sus seis episodios se me antojan insuficientes para redondear una historia, realmente estremecedora y digna de ser mejor resuelta.
Aunque la historia es grande, considero esta última temporada de "La Unidad" como la peor de la trilogía.
Sí me gustaría destacar la parte concerniente a la doctora afgana y su familia. En mi opinión lo más destacable de la historia, tanto por su dramática narrativa como por el apartado interpretativo.
Para terminar, una muy buena y digna historia que contar, que me ha resultado insuficiente en su desarrollo.
LA UNIDAD:
Una buena serie española, tratando un tema ya bastante revisado pero no por ello interesante y necesaria en su difusión. Pienso que en este tipo de producciones es necesaria la máxima objetividad posible, creo que "La Unidad" lo es.
Con "La Unidad" es también demostrable que para que una producción española sea buena, no es necesario pasarse todo el santo día en "Pelotas" y que es posible verbalizar bien, para no tener que estar tirando de subtítulos. Tampoco es necesario estar todo el día mandando mensajes subliminales, ni estar adoctrinando constantemente, algo habitual en las últimas producciones españolas.
En definitiva una buena serie que merece mucho la pena dedicarle nuestro tiempo.
Una historia que merecía y merece ser contada. Recuerdo perfectamente cuando el mundo entero se hacía eco de la noticia. Los Talibanes recuperan el control absoluto de prácticamente, todo el territorio afgano.
Recuerdo las estremecedoras imágenes que llegaban, con aquellas multitudes agolpándose en las embajadas. Para muchas personas el hecho de tener que quedarse en su país (abandonado a su suerte), era poco más o menos que una sentencia a muerte.
Bien, esta tercera temporada de "La Unidad" nos recrea todos aquellos dramáticos episodios, aunque a mi modo de ver, de una forma un tanto apresurada y que en su conjunto tiende a perder credibilidad.
Bien en su factura técnica, al igual que sus antecesoras, aunque sus seis episodios se me antojan insuficientes para redondear una historia, realmente estremecedora y digna de ser mejor resuelta.
Aunque la historia es grande, considero esta última temporada de "La Unidad" como la peor de la trilogía.
Sí me gustaría destacar la parte concerniente a la doctora afgana y su familia. En mi opinión lo más destacable de la historia, tanto por su dramática narrativa como por el apartado interpretativo.
Para terminar, una muy buena y digna historia que contar, que me ha resultado insuficiente en su desarrollo.
LA UNIDAD:
Una buena serie española, tratando un tema ya bastante revisado pero no por ello interesante y necesaria en su difusión. Pienso que en este tipo de producciones es necesaria la máxima objetividad posible, creo que "La Unidad" lo es.
Con "La Unidad" es también demostrable que para que una producción española sea buena, no es necesario pasarse todo el santo día en "Pelotas" y que es posible verbalizar bien, para no tener que estar tirando de subtítulos. Tampoco es necesario estar todo el día mandando mensajes subliminales, ni estar adoctrinando constantemente, algo habitual en las últimas producciones españolas.
En definitiva una buena serie que merece mucho la pena dedicarle nuestro tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
TEMPORADA 3 - LA UNIDAD - KABUL.
La parte final, representándonos una dramática y desesperada negociación por parte de las autoridades españolas con la delegación Talibán, se resuelve en 30 segundos con un Speach de la histriónica Carla, al más puro estilo "Carrie Mathison" (Homeland). Lo siento de verdad, pero a mí me cuesta mucho darle credibilidad.
La parte final, representándonos una dramática y desesperada negociación por parte de las autoridades españolas con la delegación Talibán, se resuelve en 30 segundos con un Speach de la histriónica Carla, al más puro estilo "Carrie Mathison" (Homeland). Lo siento de verdad, pero a mí me cuesta mucho darle credibilidad.
20 de mayo de 2020
20 de mayo de 2020
39 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo lamento mucho, pero no coincido para nada con la opinión en apariencia mayoritaria sobre esta serie de Movistar+. Y es que cuando leo por ahí esas notas de prensa de pago que dicen que “LA UNIDAD” es un “trepidante thriller” o que “no tiene nada que envidiar a series como “Jack Ryan” me pregunto si el que ha escrito eso ha visto la misma serie que yo.
A ver, Dani de la Torre es un buen director de películas de acción. Solo hay que ver “El desconocido” (2015) y “La sombra de la ley” (2018) para ver lo bien que se maneja en este tipo de producciones. Lamentablemente, en el caso de “LA UNIDAD”, el director gallego ha patinado. Pero no ha patinado solo, pues también lo ha hecho el guionista (Alberto Marini) y también los responsables del casting (entre los que supongo estará el director).
El problema de “LA UNIDAD” es que no sabe si quiere ser un docudrama policial o un “thriller” al uso. De hecho, fue el propio director el que en una entrevista dijo que “... queríamos que los espectadores no supiesen si estaban viendo una serie o un documental”, buscar el realismo y que por eso una de las características de la serie es que cada actor habla en el idioma en el que lo habría hecho en la realidad: español, francés, árabe clásico, variantes dialectales marroquíes y sirias, inglés... El resultado de ese “realismo” es un baturrillo idiomático perpetrado en ocasiones por actores españoles hablando en otros idiomas (se nota especialmente en el caso de los agentes de la CIA), resuelto a golpe de subtítulos y que terminan sacando al espectador de la historia por puro aburrimiento. Y es que el “realismo idiomático” es algo que la narrativa audiovisual ya tiene resuelto desde hace mucho tiempo (véase la magistral transición del ruso al inglés de Sean Connery y su tripulación en “La caza del Octubre Rojo”) y no aporta nada, si no todo lo contrario, cuando la trama es bastante compleja (como es el caso) y requiere una especial atención del espectador para no perderse entre la maraña de nombres y referencias de la historia.
Por otro lado, para reflejar el trabajo de investigación policial que conlleva luchar contra una organización terrorista o mafiosa al uso no es necesario matar de aburrimiento al espectador con interminables charlas trufadas de nombres y apenas sustentadas con unas fotos de los malos. Hace mucho que esto también está resuelto de forma que se mezcle cierto rigor técnico (o “realismo”) con la tensión y el dinamismo (vamos, la “acción”) que este género exige. Ahí tenemos sin ir mas lejos “Ley y Orden” o la estupenda “Bosch”. Y tampoco es necesario mostrar TODOS los detalles de la investigación saltando de país y de ciudad cada cinco minutos para mostrar cosas que en realidad son simplemente menores y de las que se podría informar al espectador con una simple llamada telefónica (el caso del viaje a Nigeria de una de las agentes españolas para tener una absurda entrevista en inglés con un infiltrado de la CIA en Boko Haram u otra entrevista de la misma agente absolutamente prescindible con otro agente de la CIA en Benalmádena, también en un inglés con inconfundible acento español son claras muestras de lo que digo).
Quizás, conscientes de que estaban intentando abarcar demasiado y que la “serie-docudrama” se les estaba yendo de las manos, Dani y Alberto decidieron meter algunas escenas mas de acción a la americana, pero lo hicieron tarde y mal (en realidad, la serie -tras la irrupción de los GEO en Melilla para atrapar al yihadista malo malísimo en el primer episodio- no remonta en ese sentido hasta mediado el tercer episodio... y solo tiene seis) y te encuentras con escenas forzadas como la del centro comercial de Girona -con los GEO avanzando por el parking en modo infantería de línea prusiana en 1870-, ese disparo imposible de francotirador cerrándose las puertas, la ridícula escena de los tres helicópteros volando en paralelo mientras charlan por radio, el atentado de Preciados (pésimamente resuelto supongo que por falta de medios o quizás por respeto a lo ocurrido en Las Ramblas) o la americanada total de la secuencia “de acción” final, con escaqueos imposibles en medio de cientos de balas y barreras policiales (y no espoileo más).
Pero es que encima la elección de actores deja mucho que desear. ¿De verdad era necesario dar el papel protagonista a un hierático actor argentino (Michel Noher) con una excusa peregrina? ¿De verdad alguien creyó que era buena idea emparejarlo con Nathalie Poza, bastante mayor que él y también limitadilla en sus capacidades actorales? ¿A quién se le ocurrió que Luis Zahera era una buena elección para encarnar a un jefe de una unidad de élite?
Y todo esto sin pararnos demasiado en las típicas historias personales de los protagonistas que tanto gustan a los directores y guionistas españoles y que tanto aburren a la audiencia.
Resumiendo, un intento en parte fallido (muy bien financiado, eso sí) de hacer una serie española de agentes antiterroristas y malvados yihadistas. Mas suerte en la segunda temporada.
A ver, Dani de la Torre es un buen director de películas de acción. Solo hay que ver “El desconocido” (2015) y “La sombra de la ley” (2018) para ver lo bien que se maneja en este tipo de producciones. Lamentablemente, en el caso de “LA UNIDAD”, el director gallego ha patinado. Pero no ha patinado solo, pues también lo ha hecho el guionista (Alberto Marini) y también los responsables del casting (entre los que supongo estará el director).
El problema de “LA UNIDAD” es que no sabe si quiere ser un docudrama policial o un “thriller” al uso. De hecho, fue el propio director el que en una entrevista dijo que “... queríamos que los espectadores no supiesen si estaban viendo una serie o un documental”, buscar el realismo y que por eso una de las características de la serie es que cada actor habla en el idioma en el que lo habría hecho en la realidad: español, francés, árabe clásico, variantes dialectales marroquíes y sirias, inglés... El resultado de ese “realismo” es un baturrillo idiomático perpetrado en ocasiones por actores españoles hablando en otros idiomas (se nota especialmente en el caso de los agentes de la CIA), resuelto a golpe de subtítulos y que terminan sacando al espectador de la historia por puro aburrimiento. Y es que el “realismo idiomático” es algo que la narrativa audiovisual ya tiene resuelto desde hace mucho tiempo (véase la magistral transición del ruso al inglés de Sean Connery y su tripulación en “La caza del Octubre Rojo”) y no aporta nada, si no todo lo contrario, cuando la trama es bastante compleja (como es el caso) y requiere una especial atención del espectador para no perderse entre la maraña de nombres y referencias de la historia.
Por otro lado, para reflejar el trabajo de investigación policial que conlleva luchar contra una organización terrorista o mafiosa al uso no es necesario matar de aburrimiento al espectador con interminables charlas trufadas de nombres y apenas sustentadas con unas fotos de los malos. Hace mucho que esto también está resuelto de forma que se mezcle cierto rigor técnico (o “realismo”) con la tensión y el dinamismo (vamos, la “acción”) que este género exige. Ahí tenemos sin ir mas lejos “Ley y Orden” o la estupenda “Bosch”. Y tampoco es necesario mostrar TODOS los detalles de la investigación saltando de país y de ciudad cada cinco minutos para mostrar cosas que en realidad son simplemente menores y de las que se podría informar al espectador con una simple llamada telefónica (el caso del viaje a Nigeria de una de las agentes españolas para tener una absurda entrevista en inglés con un infiltrado de la CIA en Boko Haram u otra entrevista de la misma agente absolutamente prescindible con otro agente de la CIA en Benalmádena, también en un inglés con inconfundible acento español son claras muestras de lo que digo).
Quizás, conscientes de que estaban intentando abarcar demasiado y que la “serie-docudrama” se les estaba yendo de las manos, Dani y Alberto decidieron meter algunas escenas mas de acción a la americana, pero lo hicieron tarde y mal (en realidad, la serie -tras la irrupción de los GEO en Melilla para atrapar al yihadista malo malísimo en el primer episodio- no remonta en ese sentido hasta mediado el tercer episodio... y solo tiene seis) y te encuentras con escenas forzadas como la del centro comercial de Girona -con los GEO avanzando por el parking en modo infantería de línea prusiana en 1870-, ese disparo imposible de francotirador cerrándose las puertas, la ridícula escena de los tres helicópteros volando en paralelo mientras charlan por radio, el atentado de Preciados (pésimamente resuelto supongo que por falta de medios o quizás por respeto a lo ocurrido en Las Ramblas) o la americanada total de la secuencia “de acción” final, con escaqueos imposibles en medio de cientos de balas y barreras policiales (y no espoileo más).
Pero es que encima la elección de actores deja mucho que desear. ¿De verdad era necesario dar el papel protagonista a un hierático actor argentino (Michel Noher) con una excusa peregrina? ¿De verdad alguien creyó que era buena idea emparejarlo con Nathalie Poza, bastante mayor que él y también limitadilla en sus capacidades actorales? ¿A quién se le ocurrió que Luis Zahera era una buena elección para encarnar a un jefe de una unidad de élite?
Y todo esto sin pararnos demasiado en las típicas historias personales de los protagonistas que tanto gustan a los directores y guionistas españoles y que tanto aburren a la audiencia.
Resumiendo, un intento en parte fallido (muy bien financiado, eso sí) de hacer una serie española de agentes antiterroristas y malvados yihadistas. Mas suerte en la segunda temporada.
22 de mayo de 2020
22 de mayo de 2020
33 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando te dispones a rodar una serie sobre un tema tan manido como el terrorismo yihadista tienes dos opciones:
a) Un guión original que innove sobre lo ya existente, que es mucho.
b) Unos personajes carismáticos que te enganchen.
En "La Unidad" no tenemos ni una cosa ni la otra, por lo tanto el resultado se queda a medio camino entre "El Príncipe" y un mal episodio de una mala temporada de "24h".
Por mucho que la serie enseñe músculo con unas escenas de acción tan espectaculares como intrascendentes y muestre un nivel de producción acorde con el gran presupuesto que maneja, falla en los aspectos más básicos. Actores sobreactuados, diálogos de esos que deben quedar muy resultones cuando los leés pero que que cuando los escuchas...ay, qué mal, ¿no?, situaciones vistas hasta la saciedad en otras películas/series y cero capacidad de generar empatía con los protagonistas. En resumen, una serie española más de esas que te encuentras en Antena 3 o Tele 5 pero con muchos fuegos artificiales.
a) Un guión original que innove sobre lo ya existente, que es mucho.
b) Unos personajes carismáticos que te enganchen.
En "La Unidad" no tenemos ni una cosa ni la otra, por lo tanto el resultado se queda a medio camino entre "El Príncipe" y un mal episodio de una mala temporada de "24h".
Por mucho que la serie enseñe músculo con unas escenas de acción tan espectaculares como intrascendentes y muestre un nivel de producción acorde con el gran presupuesto que maneja, falla en los aspectos más básicos. Actores sobreactuados, diálogos de esos que deben quedar muy resultones cuando los leés pero que que cuando los escuchas...ay, qué mal, ¿no?, situaciones vistas hasta la saciedad en otras películas/series y cero capacidad de generar empatía con los protagonistas. En resumen, una serie española más de esas que te encuentras en Antena 3 o Tele 5 pero con muchos fuegos artificiales.
24 de mayo de 2020
24 de mayo de 2020
20 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empecé a verla con interés por las buenas críticas que había oído. En el primer capitulo me gustó la ambientación y el rodaje de las escenas de acción. Pero algunas cosas empezaron a chirriar. La primera las actuaciones de varios de sus protagonistas: Luis Zahera empieza a ser cargante y con el paso de los capítulo termina directamente insoportable. Nathalie Poza hace una interpretación muy mediocre, sin dar la talla de un líder de un grupo antiterrorista, suspirando cada dos por tres por las desgracias, que tampoco son para tanto, que le ocurren. El resto más de lo mismo. A Marian Alvarez y Raúl Fernández de Pablo les falta carisma y no dan el papel de miembros de un grupo policial de élite. Algunas escenas son directamente ridículas, como el vuelo de tres helicópteros mas digno de Apocalipse Now que de la polícia española, y otras no vienen a cuento, el viaje a Nigeria, a no ser que les sobrase presupuesto y hubiese que gastarlo de cualquier manera.
Una serie con buenas intenciones pero que no cumple las expectativas, principalmente por el bajo nivel actoral y un guión y unos diálogos a veces sonrojantes. Lo mejor los actores marroquíes, mucho mas naturales y solventes que los de este lado del estrecho.
Una serie con buenas intenciones pero que no cumple las expectativas, principalmente por el bajo nivel actoral y un guión y unos diálogos a veces sonrojantes. Lo mejor los actores marroquíes, mucho mas naturales y solventes que los de este lado del estrecho.
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