El despertar
6.7
850
Drama
Los Baxter son un matrimonio de granjeros que tienen un hijo de once años. Mientras que él es un hombre bueno y trabajador que trata cariñosamente a su hijo, ella es una mujer fria y distante que impone a su familia una estricta disciplina y no permite que nada altere las normas. Un día, yendo de caza, el padre mata a una gacela que acababa de parir y le regala a su hijo el cervatillo, que se convertirá en su compañero de juegos. (FILMAFFINITY) [+]
19 de noviembre de 2013
19 de noviembre de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El Despertar" es entrañable, arrolladora, y posee una belleza cautivante. El excelente uso de las cámaras y la diversificación de planos, así como su color de ensueño la hacen técnicamente una buena película. Pero resulta ser una adaptación formidable y muy humana sobre la madurez y la apreciación de la vida. En la actualidad está casi olvidada por las audiencias de todo el mundo, cuando se podría hablar de ella no sólo como un clásico familiar, sino como una experiencie innovadora y sobresaliente. A pesar de haber quedado casi a la merced del olvido, resulta inútil negar su belleza y mensaje. Es un auténtico festín visual y emocional.
4 de agosto de 2016
4 de agosto de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida por el apreciado director Sidney Franklin, basada en una novela premiada con el Pulitzer y con la panteísta música de Frederik Delius, Clarence Brown nos propone una sensible película, a ratos un poco ñoña, sobre el aprendizaje a la vida de un muchacho en una familia de granjeros en el inhóspito paraje de Florida, tras la guerra civil norteamericana. Western y película de aventuras a un tiempo, es un bonito relato de la iniciación a la vida y del aprendizaje del amor, la valentía, la amistad y la muerte a través de los ojos de un soñador muchacho. Pese a que el personaje del niño resulta un poco empalagoso, el joven actor Claude Jarman jr. –protagonista también de esa absoluta obra de maestra del propio Clarence Brown llamada “Intruder in the dust” (Han matado a un hombre blanco, 1949)-, sostiene con una meritoria actuación su difícil papel protagonista. Canto a la naturaleza, a la dura vida de una familia de granjeros, todos los actores alcanzan un gran nivel, con un digno y modélico padre interpretado por Gregory Peck -anunciando en cierto modo su futuro y mítico papel de Atticus Finch en “Matar a un ruiseñor”, y una ajustada Jane Wyman que, con medida expresividad, borda su personaje de madre amargada por la muerte de varios hijos. Notable.
18 de febrero de 2024
18 de febrero de 2024
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película de las de antes, ¿está anticuada?, seguramente, pero refleja bien ese tipo de cine de catequesis. Una familia entre cursi y muy dura, mucho más que las de ahora, que son de plastilina. Saben qué es lo importante por instinto y qué es superfluo e innecesario. Viven de la naturaleza y están curtidos en ella. Saben lo que es la muerte, la pérdida y las catástrofes desde niños y eso les curte y les hace mucho más reales y sabios que el resto. Pero también tenemos a un papá que es más bueno que el pan, el hombre perfecto: justo, trabajador, guapo y cariñoso. ¿Quién es ese hombre / Que me mira y me desnuda.... pues quién va a ser, Gregorio Pez. Jane Wyman, la madre, está estupenda, su carcasa dura esconde ese alma atormentada que quiere dejar de sufrir. El niño, Claude "Sugar" Jarman Jr. Caradeviejo , redicho y cursilón, le va bien a todos esos decorados tan monos. Película de estudios. Película bien hecha. Un ejemplo en las de su género. Rabito es el bambi. Pero Rabito crecerá, sin entrar nunca en territorio porno.
Es una enseñanza de lo que es la vida, o de lo que era en aquellos tiempos que parecen y se muestran como infinitamente mejores que los presentes, y era la película para ver en familia de las de antes, ahora puede que tus hijos te manden a freír espárragos. Muestra la crueldad de la vida de una forma inocente, naif, azucarada, con esos colores saturados y esos cielos que anuncian un milagro, con nubes pomposas de algodón de azúcar. La música enfatiza las emociones. Es repostería melosa con un cierto sabor amargo en su interior: el sabor de la vida misma. Pretende ser tan emotiva como educativa. El final es terrible sin abandonar nunca la dulzura instructiva y aleccionadora. Preparad los clínex.
Es una enseñanza de lo que es la vida, o de lo que era en aquellos tiempos que parecen y se muestran como infinitamente mejores que los presentes, y era la película para ver en familia de las de antes, ahora puede que tus hijos te manden a freír espárragos. Muestra la crueldad de la vida de una forma inocente, naif, azucarada, con esos colores saturados y esos cielos que anuncian un milagro, con nubes pomposas de algodón de azúcar. La música enfatiza las emociones. Es repostería melosa con un cierto sabor amargo en su interior: el sabor de la vida misma. Pretende ser tan emotiva como educativa. El final es terrible sin abandonar nunca la dulzura instructiva y aleccionadora. Preparad los clínex.
10 de noviembre de 2024
10 de noviembre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clarence Brown dirigió para la Metro esta película basada en una novela de Marjorie Kinnan Rowlings ganadora del prestigioso premio Pulitzer.
Se trata de una agridulce epopeya familiar de ambiente rural con el aprendizaje y la maduración personal como asuntos centrales.
Narrada con gran sensibilidad y un indudable preciosismo natural expuesto en Technicolor, la película presenta momentos llenos de lirismo y épica, no faltando escenas de corte cómico ni tampoco situaciones lacrimógenas.
Jane Wyman está fantástica, al igual que el niño Claude Jarman Jr. y Gregory Peck. Y es que la afectuosa relación paterno-filial es clave en el desarrollo del film.
Los amantes de los animales tendrán la ocasión de disfrutar con la presencia de ciervos, ardillas, mapaches, un oso, perros...
Nota: 7,5
Se trata de una agridulce epopeya familiar de ambiente rural con el aprendizaje y la maduración personal como asuntos centrales.
Narrada con gran sensibilidad y un indudable preciosismo natural expuesto en Technicolor, la película presenta momentos llenos de lirismo y épica, no faltando escenas de corte cómico ni tampoco situaciones lacrimógenas.
Jane Wyman está fantástica, al igual que el niño Claude Jarman Jr. y Gregory Peck. Y es que la afectuosa relación paterno-filial es clave en el desarrollo del film.
Los amantes de los animales tendrán la ocasión de disfrutar con la presencia de ciervos, ardillas, mapaches, un oso, perros...
Nota: 7,5
29 de noviembre de 2022
29 de noviembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que una reflexión sobre el salto a la madurez, es un enfoque antropocentrista del campesino, del hombre que se abre paso a la naturaleza y arrasa con todo antes de que algo le afecte. Nadie pensaba en nada, en traumas al menor, en conmiseración con los animales, son simples objetos. Y ya como accesorios a la creación del filme, tenemos una lucha de perros contra un oso para justificar una película. El maltrato animal en el año 46, no era un tema de tanto escrutinio como ahora, y los abuelos con la mentalidad de ayer, verían esta película como un lindo clásico infantil, obviando un final sanguinario y utilitarista.
El fin justifica los medios, es el corolario de la toda la obra...
El fin justifica los medios, es el corolario de la toda la obra...
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