Dos a la carta
2014 

3.8
900
24 de marzo de 2015
24 de marzo de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces está bien saber qué va a pasar, cómo va a suceder, cuál será la meta y para cuándo ésta llegará, sólo te sientas cómodamente y a ver, sin contratiempos ni alteraciones, un episodio de entre semana, de cualquier serie española de moda pero en largometraje, de pasos acordados, fácilmente visualizados de antemano, por corte con patrón de diseño muy usado, ambiente rural estereotipado de estupenda fotografía, diálogos llevaderos aunque pobres que ofrecen poca consistencia donde agarrarse y, en general, mucha benevolencia para una historia común, vulgar, de visión estandard que, incluso con las pautas genéricas de estrecha miras en su argumento, las escenas y guión tienen una calidad ínfima e insustancial que apenas cubre el bajo listón ya marcado.
Chabacanera, débil, insípida y sin mucho lustre/nada de transgresión, dos hermanos, un Adriá Collado y Andoni Agirregomezkorta que apenas soportan la escasez de su propio papel a pesar de su esfuerzo por crear gracia, humor y estima, torpe, de poco carisma, menos entusiasmo y un cariño condescendiente que no se ganan pero que, puestas las sinceras intenciones y su, no querida pero obvia torpeza, seamos condescencientes -valga la redundancia- que, aunque no aprueban ni por asomo, ellos lo llevan bien y tú, ¡qué mas da!, ya sabías donde te metías cuando la escogiste; más soltura, habilidad y esmero no hubiera estado mal para evitar tanta garrulada que es difícil no cuestionar.
Problemas de dinero traen una vuelta a las raíces, un hermanastro y una mujer sobrante cuya partida ya estaba prevista así como la nueva inquilina que, aunque esperada su llegada, tampoco anima tanto, más fuerza, consistencia, poder y sabiduría en los andares que, aunque se conozca de sobre el camino, éste será más entretenido si te lo curras con mas maña, descaro y osadía.
"Hueles a mierda, hijo, y yo a muerto", tampoco es que las perspectivas de Robert Bellsolà, en este trabajo, vayan mucho más lejos, como estar en familia, más tirando a rutinario y aburrido que divertido y osado.
Idea simple no es igual a resultado nimio, escaso material no equivale a nulo estilo, dos cartas que no combinan muy bien a pesar de las mínimas expectativas esperadas pues se olvidaron de trabajar el cómo, sirve como recambio en caso de que antena 3, telecinco o la primera repitan algún episodio de la serie del momento, en exceso ligera, en demasía banal e insustancial, ingenua en su alcance de simpatía y encanto, bonachona, de hermandad con poca chicha y cortas pretensiones.
En estos casos, te puede dar la tontería y reírte más allá de lo merecido o, inhabilitado tu sentido de la displicencia, realizar una lectura sobria y honesta de la gran fiesta que no te has perdido porque ¡nunca se dio!, y eso que estuviste presente de principio a fin.
Sencillez es modestia, humildad, un aprobado; simple puede degenerar a lo anterior o a simplón, bobo y, en dicho caso, nos olvidamos del aprobado; dos cartas de la misma baraja combinadas con limitado ingenio para un menú casero a lo Carlos Arguiñano, de ingredientes justitos donde aprovechas las sobras de la nevera del día anterior, sabor y apetito nutritivo que no aprueba pues se olvidaron del toque excluviso de perejil de tan televisivo, popular y chistoso cocinero presente en toda memoria culinaria casera.
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Chabacanera, débil, insípida y sin mucho lustre/nada de transgresión, dos hermanos, un Adriá Collado y Andoni Agirregomezkorta que apenas soportan la escasez de su propio papel a pesar de su esfuerzo por crear gracia, humor y estima, torpe, de poco carisma, menos entusiasmo y un cariño condescendiente que no se ganan pero que, puestas las sinceras intenciones y su, no querida pero obvia torpeza, seamos condescencientes -valga la redundancia- que, aunque no aprueban ni por asomo, ellos lo llevan bien y tú, ¡qué mas da!, ya sabías donde te metías cuando la escogiste; más soltura, habilidad y esmero no hubiera estado mal para evitar tanta garrulada que es difícil no cuestionar.
Problemas de dinero traen una vuelta a las raíces, un hermanastro y una mujer sobrante cuya partida ya estaba prevista así como la nueva inquilina que, aunque esperada su llegada, tampoco anima tanto, más fuerza, consistencia, poder y sabiduría en los andares que, aunque se conozca de sobre el camino, éste será más entretenido si te lo curras con mas maña, descaro y osadía.
"Hueles a mierda, hijo, y yo a muerto", tampoco es que las perspectivas de Robert Bellsolà, en este trabajo, vayan mucho más lejos, como estar en familia, más tirando a rutinario y aburrido que divertido y osado.
Idea simple no es igual a resultado nimio, escaso material no equivale a nulo estilo, dos cartas que no combinan muy bien a pesar de las mínimas expectativas esperadas pues se olvidaron de trabajar el cómo, sirve como recambio en caso de que antena 3, telecinco o la primera repitan algún episodio de la serie del momento, en exceso ligera, en demasía banal e insustancial, ingenua en su alcance de simpatía y encanto, bonachona, de hermandad con poca chicha y cortas pretensiones.
En estos casos, te puede dar la tontería y reírte más allá de lo merecido o, inhabilitado tu sentido de la displicencia, realizar una lectura sobria y honesta de la gran fiesta que no te has perdido porque ¡nunca se dio!, y eso que estuviste presente de principio a fin.
Sencillez es modestia, humildad, un aprobado; simple puede degenerar a lo anterior o a simplón, bobo y, en dicho caso, nos olvidamos del aprobado; dos cartas de la misma baraja combinadas con limitado ingenio para un menú casero a lo Carlos Arguiñano, de ingredientes justitos donde aprovechas las sobras de la nevera del día anterior, sabor y apetito nutritivo que no aprueba pues se olvidaron del toque excluviso de perejil de tan televisivo, popular y chistoso cocinero presente en toda memoria culinaria casera.
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
29 de agosto de 2015
29 de agosto de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente no sabría decir qué es lo peor de la película puesto que tiene poco que salvar, y eso que me suelen gustar este tipo de comedias simplonas y divertidas, pero es que la diversión se les ha olvidado. Está muy forzada, los actores lo hacen realmente mal y poco creíbles y empeoran con el doblaje del catalán al castellano.
La sensación al terminar la película es que con la última tirada de pelis cómicas españolas (algunas mejor y otras no tan buenas) todo vale, y no, no todo vale.
En definitiva muy mejorable.
La sensación al terminar la película es que con la última tirada de pelis cómicas españolas (algunas mejor y otras no tan buenas) todo vale, y no, no todo vale.
En definitiva muy mejorable.
14 de febrero de 2016
14 de febrero de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porqué se desprecian tanto las simples peliculas que no pretenden otra cosa más que entretener ? Con un simple mensaje de que más de una y dos y mil veces perdemos el norte con lo material, más que cierto, cuando con lo esecial podemos ser más que felices, comprobado, esta pelicula arranca con de sobras esa sonrisa de nuestra cara todo el tiempo que dura el metraje, carcajada alguna que otra, pero el buen sabor que deja es incuestionable y lo que nos quiere transmitir lo consigue. Alguien por ahí la ha tachado de insulsa, creo que es lo único que no es. La relación de los dos hermanos recién descubiertos, la pija insoportable, el italiano que no lo és, a mi sencillamente me ha gustado y como siempre, como es española hay que cargarsela, pues no, es muy digna y entretenida, si fuera francesa seguro que la critica seria distinta. Por cierto el actor vasco que hace de Dani, Andoni Agirregomezkorta (que también representa que es vasco) es un amor, hasta estoy yo para quererlo de hermano :-). El resto de actores muy bien, Carolina Bang, y muy divertido el cameo de Joan Roca del principio, francamente un puntazo. Para los que entienden el catalán la versión original aún es más divertida, por las expresiones más propias.
26 de julio de 2016
26 de julio de 2016
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paso de perder el tiempo escribiendo, porque lo perdí viéndola. Un truño, del que no merece la pena ni ver semidesnuda a Melani Olivares, que hace un papel de bruta, lamentable
Tópico tras tópico, tontería tras tontería......... pésima
mira que me río con cualquier chorrada, hasta con fuga de cerebros me lo pasé más o menos bien y la mayoría de comedias españolas tienen algo......... pero esta es patética
Tópico tras tópico, tontería tras tontería......... pésima
mira que me río con cualquier chorrada, hasta con fuga de cerebros me lo pasé más o menos bien y la mayoría de comedias españolas tienen algo......... pero esta es patética
14 de septiembre de 2016
14 de septiembre de 2016
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Como comedia deja mucho que desear, los personajes están desdibujados, la trama es insuficiente y nada novedosa, el espíritu televisivo (casi amateur) es un lastre y al final, la película funciona a trompicones apenas por algún que otro actor o escenario atractivo. Pero como película tiene una calidad que deja mucho que desear, parece que va a rebufo de otras comedias y nunca acaba de definir su personalidad propia. Es más como un capítulo de una comedia televisiva que una película con todo lo que ello conlleva. La elección de actores es un evidente error, la historia la hemos visto mil veces antes, la dirección es torpe y plana y todo junto es un despropósito que no dibujara ni una sola sonrisa en vuestros rostros. ¿Se supone que esto es una comedia? ¿Qué sentido tiene que tirar de un tópico tras otro y servirlos con tal desgana? Si no quieres hacer una película, no la hagas. Si la quieres hacer para ganar dinero, se profesional. Y si quieres hacer una buena película, esfuérzate. Por desgracia, “Dos a la carta” parece una película hecha con tanta desgana que nunca debería haber llegado a las pantallas.
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