Los indestructibles 4
4.2
3,518
Acción
Cuarta entrega de la saga de 'Los mercenarios'. El veterano mercenario Barney “Esquizo” Ross (Sylvester Stallone) y su equipo de estrellas, formado por los hombres más duros (Jason Statham, Dolph Lundgren, 50 Cent, Megan Fox…), afrontan un nuevo desafío, en una trama cargada de acción. Para superarlo y salir airosos, deberán recurrir a su ingenio, experiencia y a la fuerza bruta que los caracteriza. (FILMAFFINITY)
17 de octubre de 2023
17 de octubre de 2023
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien la saga nunca fueron grandes películas al menos tenían un dejo de nostalgia al ver a casi todos los íconos de acción de décadas pasadas. Aquí no están Chuck Norris, Jet Li, Jean Claude Van Damme,Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger y Stallone quizás previendo el fracaso de esto casi ni trabaja. De los que quedan el film gira alrededor de Jason Statham quien le pone ganas y golpes, como siempre, pero continúa equivocándose en los film que esta eligiendo participar, caso las insufribles Megalodón y ahora esto que constituye una película hecha por ordenador con nada de emoción ni interés. También deambula, no se cuanto le habrán pagado pero no creo que mucho por lo que hace, Dolph Lundgren y un caricaturesco Andy Garcia. En síntesis es un film olvidable que uno puede ver si no tiene absolutamente nada que hacer.
15 de octubre de 2023
15 de octubre de 2023
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin ser extraordinarias películas, la saga de los Indestructibles se ha convertido en aquellas películas que nos traían a todos nuestros héroes de acción de los ochenta y noventa a seguir disparando y pegando a los villanos por doquier.
En esta cuarta entrega queda la sensación de que estamos solo ocupando el nombre para darnos lo que sea, por lo que sea. Nos enfrentamos a una película que con lo justo logra ser entretenida y con lo justo llega a ser carismática, pero en su raíz es realmente la peor de las cuatro de la saga.
Enfocada en gran parte en Christmas, quien es el principal sostenedor de que al menos pasemos un momento decente en pantalla, ya que siempre es un agrado ver a Jason Statham en pantalla dando golpes, patadas y balas a los rufianes. Entonces es aquí donde uno se pregunta: ¿No era mejor un spin off de Christmas?
Da la sensación de que era lo correcto y también más sincero para que estuviéramos realmente preparados para ver una película de Sly y no una de todo el clan sin tener mayor gracia que un par de chistes en distintos momentos.
Funciona en algunas cosas como el momento donde podemos reunir a todo el grupo a dar todo de sí para matar al villano de la función con personajes mejor utilizados que otros tienes a Tony Jaa e Iko Uwais a quienes no los aprovechas del todo como merecían y haces lucir a una Megan Fox que todos la queremos, pero que realmente queda insulsa con su personaje dentro de todo lo que nos ofrecen.
La realidad nos dice que tenemos una película que cumple con lo justo, que se gana el premio a tener los peores cromas y efectos especiales de toda la saga, digno de película de muy bajo presupuesto y que tiene un par de ideas buenas, pero que termina de enterrar a una saga que alcanzo a tener grandes momentos dentro de todas sus películas.
Puede ser una triste despedida para una banda que inevitablemente la seguimos queriendo y esperando que nos den un último capítulo digno de lo que realmente merecen.
En esta cuarta entrega queda la sensación de que estamos solo ocupando el nombre para darnos lo que sea, por lo que sea. Nos enfrentamos a una película que con lo justo logra ser entretenida y con lo justo llega a ser carismática, pero en su raíz es realmente la peor de las cuatro de la saga.
Enfocada en gran parte en Christmas, quien es el principal sostenedor de que al menos pasemos un momento decente en pantalla, ya que siempre es un agrado ver a Jason Statham en pantalla dando golpes, patadas y balas a los rufianes. Entonces es aquí donde uno se pregunta: ¿No era mejor un spin off de Christmas?
Da la sensación de que era lo correcto y también más sincero para que estuviéramos realmente preparados para ver una película de Sly y no una de todo el clan sin tener mayor gracia que un par de chistes en distintos momentos.
Funciona en algunas cosas como el momento donde podemos reunir a todo el grupo a dar todo de sí para matar al villano de la función con personajes mejor utilizados que otros tienes a Tony Jaa e Iko Uwais a quienes no los aprovechas del todo como merecían y haces lucir a una Megan Fox que todos la queremos, pero que realmente queda insulsa con su personaje dentro de todo lo que nos ofrecen.
La realidad nos dice que tenemos una película que cumple con lo justo, que se gana el premio a tener los peores cromas y efectos especiales de toda la saga, digno de película de muy bajo presupuesto y que tiene un par de ideas buenas, pero que termina de enterrar a una saga que alcanzo a tener grandes momentos dentro de todas sus películas.
Puede ser una triste despedida para una banda que inevitablemente la seguimos queriendo y esperando que nos den un último capítulo digno de lo que realmente merecen.
21 de enero de 2024
21 de enero de 2024
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cascada de ocres se extendía por el cielo mientras él, con su mirada hierática clavada en el horizonte tras el ventanal, barruntaba sobre sus logros durante otro de esos atardeceres angelinos. Los golpes de Rocky, los disparos de Rambo y la vejez ultraviolenta de Barney desfilaron por su recuerdo, a la vez que una comezón se extendía por su espina dorsal. Había llegado el momento de liarla.
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"Los mercen4rios" (2023) es la cuarta entrega del creador y resucitador de sagas más impertérrito conocido, Stallone. Una entrega que se siente, no solo distinta a sus antecesoras, sino también como una mamarrachada incomprensible. Porque, efectivamente, la nueva aventura de estos carrozones es lo más parecido a un suicidio.
Honestamente, "Los mercenarios" nunca fue buen cine, sino nostalgia macerada en testosterona para quienes anhelaban huir de la realidad; gente que añoraba la EGB mientras clamaba por unos tiempos más simples. Treintañeros de hace quince años, cuarentones y cincuentones de ahora.
La primera entrega, sin ser notable, triunfó al compilar bajo el mismo título a varias estrellas de acción venidas a menos. Un cócktel que, con un argumento más simple que un boniato cocido, permitió a Sly repartir estopa geriátrica con cierta gracia. A aquella cinta le siguieron otras dos en lo que fue, amén de un descenso cualitativo, un tour de llamadas telefónicas a los agentes de actores viviendo de una fama tan pasada como rancia. No fueron buenos trabajos, pero los nostálgicos les perdonaron sus carencias con la excusa de que entretenían.
De esta forma, y desde un punto de vista gestor, no se le podía negar a Stallone habilidad para administrar el negocio, pues el gachón creó un chiringuito de la nada y lo mantuvo vivo durante tres embestidas. Y, claro, ya tocaba ir a por la cuarta, aunque Sylvester había planeado, parece ser, dejar arder el negocio a base desentenderse. Porque, válgame Dios, "Los mercen4rios" es un acto pirómano propio de quienes buscan cobrar el seguro.
Lo primero que destaca es el tiempo transcurrido desde la anterior entrega. Una espera que no casa con el ritmo al que fueron producidas las anteriores (2010, 2012 y 2014). Esto a su vez, ha provocado cambios en el grupo de machacas, tal que ahora no veremos a Arnie, Willis (razones tiene), Ford, Norris, Snipes, Li, Crews ni Gramer. Repiten, eso sí, rostros como Randy Couture, Lundgren o Statham, dando así pie a unos mercenarios más o menos reseteados. Unos en donde encontramos a piezas nuevas como Megan Fox, 50 cent, o Andy Garcia, por citar nombres conocidos (véase spoiler 1).
Lo siguiente que apesta es el guion. Porque "Los mercenarios" nunca tuvieron mucha historia, pero al menos trataban de envolver el espectáculo con algo de palique y humor, buscando que el esquema presentación-nudo-desenlace se respetase un mínimo. Ahora ya ni se molestan, prefiriendo un inicio atropellado en donde los protagonistas deben finiquitar a un facineroso ansioso de una guerra nuclear. Una originalidad nula y un planteo tan urgente y predecible que bien pareciera un videojuego (véase spoiler 2). Una pifia a la que acompañan los diálogos que, aunque nunca fueron canela fina, ahora son infumables, provocando estupor incluso entre quienes se aproximan con expectativas muy bajas.
Otro problema que no busca ocultarse es la pobreza de las escenas de acción, torpes, repetitivas, y por momentos absurdas. No lo confunda con las explosiones y la espectacularidad, que eso es cuestión de echar más gasolina y gastarse más billetes. Hablo de que la película se siente menor, como si los responsables de planificarlas carecieran de pericia. Un problema vinculado también al montaje, el cual transmite una artritis impropia de la saga. Porque las tres anteriores serían películas discutibles, pero al menos se esforzaban por mantener una puesta en escena experimentada. Aquí, sin embargo, parece que hubieran contratado a editores de la serie B (véase spoiler 3). En cuanto a la música, las perspectivas tampoco mejoran, pues su responsable está pidiendo a gritos que lo fusilen, dada la basura sonora incrustada.
Otro marrón, gordo e indiscreto, es el exceso de CGI y su paupérrima calidad. Incluso los defensores de este trabajo sienten escozor ante los horrorosos cromas, el abuso de la sangre digital, y la presencia indiscriminada de escenas sintéticas creadas por artistas 3D de baja estofa. Un sinsentido en los tiempos actuales que, además, rompe con la política de las anteriores películas, en donde los efectos tradicionales fueron priorizados en desmedro de un CGI discreto (véase spoiler 4).
Pero los desbarres no acaban aquí, porque ahora resulta que Statham es el único que, por contraste, parece actuar, vistas las infames intepretaciones del resto, aliados o enemigos (véase spoiler 5). Una afirmación inquietante que permite anticipar el desastre que se avecina. Mención especial para Megan Fox, esa pésima actriz deformada a golpe de bisturí, a la que han enfoscado la cara con cuarto y mitad de escayola y pintura (véase spoiler 6). Entiendo que los maquilladores debieron ser de la misma escuela que los artistas 3D.
En general, la película adolece de una cutrez en forma y fondo que deja patidifuso, dando la impresión de que estamos ante una obra apócrifa dirigida por alguien criado con videojuegos de poca valía (los hay brillantes), y cuya formación en cine es inexistente. No miento cuando digo que estamos ante la versión The Asylum de "Los mercenarios".
En resumen, Sly ha decidido olvidarse de la saga. No solo la historia y los diálogos son una memez frente a las anteriores entregas, sino que la parte técnica ha caído en picado, derivando así en una película que luce barata, mal rodada, y con actores que parecen tener problemas incluso moviendose ante la cámara. En consecuencia, lo del presupuesto no se explica (véase spoiler 7). Y sí, Andy Garcia parece Gila con esa boina y ese careto.
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"Los mercen4rios" (2023) es la cuarta entrega del creador y resucitador de sagas más impertérrito conocido, Stallone. Una entrega que se siente, no solo distinta a sus antecesoras, sino también como una mamarrachada incomprensible. Porque, efectivamente, la nueva aventura de estos carrozones es lo más parecido a un suicidio.
Honestamente, "Los mercenarios" nunca fue buen cine, sino nostalgia macerada en testosterona para quienes anhelaban huir de la realidad; gente que añoraba la EGB mientras clamaba por unos tiempos más simples. Treintañeros de hace quince años, cuarentones y cincuentones de ahora.
La primera entrega, sin ser notable, triunfó al compilar bajo el mismo título a varias estrellas de acción venidas a menos. Un cócktel que, con un argumento más simple que un boniato cocido, permitió a Sly repartir estopa geriátrica con cierta gracia. A aquella cinta le siguieron otras dos en lo que fue, amén de un descenso cualitativo, un tour de llamadas telefónicas a los agentes de actores viviendo de una fama tan pasada como rancia. No fueron buenos trabajos, pero los nostálgicos les perdonaron sus carencias con la excusa de que entretenían.
De esta forma, y desde un punto de vista gestor, no se le podía negar a Stallone habilidad para administrar el negocio, pues el gachón creó un chiringuito de la nada y lo mantuvo vivo durante tres embestidas. Y, claro, ya tocaba ir a por la cuarta, aunque Sylvester había planeado, parece ser, dejar arder el negocio a base desentenderse. Porque, válgame Dios, "Los mercen4rios" es un acto pirómano propio de quienes buscan cobrar el seguro.
Lo primero que destaca es el tiempo transcurrido desde la anterior entrega. Una espera que no casa con el ritmo al que fueron producidas las anteriores (2010, 2012 y 2014). Esto a su vez, ha provocado cambios en el grupo de machacas, tal que ahora no veremos a Arnie, Willis (razones tiene), Ford, Norris, Snipes, Li, Crews ni Gramer. Repiten, eso sí, rostros como Randy Couture, Lundgren o Statham, dando así pie a unos mercenarios más o menos reseteados. Unos en donde encontramos a piezas nuevas como Megan Fox, 50 cent, o Andy Garcia, por citar nombres conocidos (véase spoiler 1).
Lo siguiente que apesta es el guion. Porque "Los mercenarios" nunca tuvieron mucha historia, pero al menos trataban de envolver el espectáculo con algo de palique y humor, buscando que el esquema presentación-nudo-desenlace se respetase un mínimo. Ahora ya ni se molestan, prefiriendo un inicio atropellado en donde los protagonistas deben finiquitar a un facineroso ansioso de una guerra nuclear. Una originalidad nula y un planteo tan urgente y predecible que bien pareciera un videojuego (véase spoiler 2). Una pifia a la que acompañan los diálogos que, aunque nunca fueron canela fina, ahora son infumables, provocando estupor incluso entre quienes se aproximan con expectativas muy bajas.
Otro problema que no busca ocultarse es la pobreza de las escenas de acción, torpes, repetitivas, y por momentos absurdas. No lo confunda con las explosiones y la espectacularidad, que eso es cuestión de echar más gasolina y gastarse más billetes. Hablo de que la película se siente menor, como si los responsables de planificarlas carecieran de pericia. Un problema vinculado también al montaje, el cual transmite una artritis impropia de la saga. Porque las tres anteriores serían películas discutibles, pero al menos se esforzaban por mantener una puesta en escena experimentada. Aquí, sin embargo, parece que hubieran contratado a editores de la serie B (véase spoiler 3). En cuanto a la música, las perspectivas tampoco mejoran, pues su responsable está pidiendo a gritos que lo fusilen, dada la basura sonora incrustada.
Otro marrón, gordo e indiscreto, es el exceso de CGI y su paupérrima calidad. Incluso los defensores de este trabajo sienten escozor ante los horrorosos cromas, el abuso de la sangre digital, y la presencia indiscriminada de escenas sintéticas creadas por artistas 3D de baja estofa. Un sinsentido en los tiempos actuales que, además, rompe con la política de las anteriores películas, en donde los efectos tradicionales fueron priorizados en desmedro de un CGI discreto (véase spoiler 4).
Pero los desbarres no acaban aquí, porque ahora resulta que Statham es el único que, por contraste, parece actuar, vistas las infames intepretaciones del resto, aliados o enemigos (véase spoiler 5). Una afirmación inquietante que permite anticipar el desastre que se avecina. Mención especial para Megan Fox, esa pésima actriz deformada a golpe de bisturí, a la que han enfoscado la cara con cuarto y mitad de escayola y pintura (véase spoiler 6). Entiendo que los maquilladores debieron ser de la misma escuela que los artistas 3D.
En general, la película adolece de una cutrez en forma y fondo que deja patidifuso, dando la impresión de que estamos ante una obra apócrifa dirigida por alguien criado con videojuegos de poca valía (los hay brillantes), y cuya formación en cine es inexistente. No miento cuando digo que estamos ante la versión The Asylum de "Los mercenarios".
En resumen, Sly ha decidido olvidarse de la saga. No solo la historia y los diálogos son una memez frente a las anteriores entregas, sino que la parte técnica ha caído en picado, derivando así en una película que luce barata, mal rodada, y con actores que parecen tener problemas incluso moviendose ante la cámara. En consecuencia, lo del presupuesto no se explica (véase spoiler 7). Y sí, Andy Garcia parece Gila con esa boina y ese careto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1º) En realidad hay más, pero son más propios de la cultura estadounidense y de producciones específicas.
2º) De hecho, y teniendo en cuenta la calidad de los videojuegos de las últimas dos décadas, debo decir que hay algunos con historias mucho más trabajadas.
3º) Punibles esos planos en donde los personajes hacen posturitas o se lanzan miradas. Y qué decir de aquellos otros con aire videoclipero, tan horrendos que uno cree haberse equivocado de sala en el cine y estar viendo una parodia. Porque, ¿mira que si estamos ante una mala parodia no reconocida?
4º) Horrible esos vehículos en 3D, ese avión despegando, ese barco de chichinabo, ese mar artificial o los terribles fondos digitales. Unos resultados impresentables y ajenos a esta saga. "Los mercenarios" nunca fueron esto.
5º) Lo de Tony Jaa da miedo. Su doblaje al castellano es de despido, aunque tampoco se crea que en la versión original mejora. Verlo hablar con cara de muerto es toda una experiencia. Y lo de Galán (Jacob Scipio) ya es para mear Blandiblú porque, además de un actor negado, también es... ¡El hijo del personaje de Antonio Banderas! ¿Pero qué narices es esto?
6º) Megan, quien en sus orígenes fue una actriz inútil razonablemente guapa, se ha transformado estos años en una bajuna amorfa propia de barrios marginales. Una "choni" poligonera de manual que exuda vulgaridad y puterío en cada plano, y a la que no le falta gesticular y gritar como cualquier barriobajera discutiendo en un supermercado barato. Su dañina presencia solo se comprende por el, sospecho yo, deseo de Stallone de dinamitar la franquicia a base de olvidarse de ella. Un pensamiento que se ve alimentado por cómo Sly ha dado un paso atrás, minimizando su protagonismo y sin apenas intervenir en la producción, lo que es raro en él.
7º) Es incomprensible que esta basura haya costado $100 millones. Esa cantidad es una tomadura de pelo. La taquilla, por su parte, ha sido un desastre porque, según la fuente que se consulte, ha oscilado entre los $38 millones (Box Office Mojo) y los $51 millones (Wikipedia). Si damos por buenas todas estas cantidades, estamos ante una inversión ruinosa y la muerte de esta franquicia.
2º) De hecho, y teniendo en cuenta la calidad de los videojuegos de las últimas dos décadas, debo decir que hay algunos con historias mucho más trabajadas.
3º) Punibles esos planos en donde los personajes hacen posturitas o se lanzan miradas. Y qué decir de aquellos otros con aire videoclipero, tan horrendos que uno cree haberse equivocado de sala en el cine y estar viendo una parodia. Porque, ¿mira que si estamos ante una mala parodia no reconocida?
4º) Horrible esos vehículos en 3D, ese avión despegando, ese barco de chichinabo, ese mar artificial o los terribles fondos digitales. Unos resultados impresentables y ajenos a esta saga. "Los mercenarios" nunca fueron esto.
5º) Lo de Tony Jaa da miedo. Su doblaje al castellano es de despido, aunque tampoco se crea que en la versión original mejora. Verlo hablar con cara de muerto es toda una experiencia. Y lo de Galán (Jacob Scipio) ya es para mear Blandiblú porque, además de un actor negado, también es... ¡El hijo del personaje de Antonio Banderas! ¿Pero qué narices es esto?
6º) Megan, quien en sus orígenes fue una actriz inútil razonablemente guapa, se ha transformado estos años en una bajuna amorfa propia de barrios marginales. Una "choni" poligonera de manual que exuda vulgaridad y puterío en cada plano, y a la que no le falta gesticular y gritar como cualquier barriobajera discutiendo en un supermercado barato. Su dañina presencia solo se comprende por el, sospecho yo, deseo de Stallone de dinamitar la franquicia a base de olvidarse de ella. Un pensamiento que se ve alimentado por cómo Sly ha dado un paso atrás, minimizando su protagonismo y sin apenas intervenir en la producción, lo que es raro en él.
7º) Es incomprensible que esta basura haya costado $100 millones. Esa cantidad es una tomadura de pelo. La taquilla, por su parte, ha sido un desastre porque, según la fuente que se consulte, ha oscilado entre los $38 millones (Box Office Mojo) y los $51 millones (Wikipedia). Si damos por buenas todas estas cantidades, estamos ante una inversión ruinosa y la muerte de esta franquicia.
29 de septiembre de 2023
29 de septiembre de 2023
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
#Expend4bles Cuarta entrega de ¿Los Mercenarios? Yo desde luego no la habría llamado así, el título perfecto para esta película es “Los Mercenarios Presenta: Navidad”. La película le da todo el protagonismo a Staham, que no es malo, ya que tiene películas como protagonista muy disfrutables, pero esto, no lo he sentido como un Mercenarios.
A años luz de lo que fueron la primera o segunda entrega, y mejor que la tercera, me ha dejado una sensación muy agridulce. En el elenco he echado en falta a muchísima gente vista en las anteriores entregas, aunque tampoco es que sean tan importantes, todo el peso, lo lleva Statham. Stallone está de paso durante un ratito en la película intentando sorprender al espectador sin éxito. Y es que tiene un par de giros o tres muy predecibles y que te ves venir casi desde el inicio de la película.
El montaje es algo atropellado, y los efectos especiales dejan mucho que desear, no todos, pero muchos de ellos se notan demasiado para ser una producción de 100 millones de dólares. No todo es malo. El elenco en general está muy bien, tanto los pocos originales que hay, como los nuevos integrantes (aunque algunos no sepamos ni de donde salen).
Las escenas de acción, las coreografías y las peleas están muy bien, sobre todo las peleas cuerpo a cuerpo, donde los actores aquí dan el do de pecho. El humor está bien incluido y es muy 80’s en general. Las muertes también son un punto a favor, vuelven los asesinatos explícitos y sangrientos de los que nos privaron en la tercera entrega y funcionan muy bien.
Guillaume Roussel no está a la altura en la partitura, Brian Tyler hizo un grandísimo trabajo en esta saga y la banda sonora de esta película no luce para nada igual. Entretenida, se pasa muy rápido, buenas muertes, pero es más un spin of de Navidad que un Mercen4rios. Mejor dejar descansar la saga.
⬤⬤⬤ (6/10)
A años luz de lo que fueron la primera o segunda entrega, y mejor que la tercera, me ha dejado una sensación muy agridulce. En el elenco he echado en falta a muchísima gente vista en las anteriores entregas, aunque tampoco es que sean tan importantes, todo el peso, lo lleva Statham. Stallone está de paso durante un ratito en la película intentando sorprender al espectador sin éxito. Y es que tiene un par de giros o tres muy predecibles y que te ves venir casi desde el inicio de la película.
El montaje es algo atropellado, y los efectos especiales dejan mucho que desear, no todos, pero muchos de ellos se notan demasiado para ser una producción de 100 millones de dólares. No todo es malo. El elenco en general está muy bien, tanto los pocos originales que hay, como los nuevos integrantes (aunque algunos no sepamos ni de donde salen).
Las escenas de acción, las coreografías y las peleas están muy bien, sobre todo las peleas cuerpo a cuerpo, donde los actores aquí dan el do de pecho. El humor está bien incluido y es muy 80’s en general. Las muertes también son un punto a favor, vuelven los asesinatos explícitos y sangrientos de los que nos privaron en la tercera entrega y funcionan muy bien.
Guillaume Roussel no está a la altura en la partitura, Brian Tyler hizo un grandísimo trabajo en esta saga y la banda sonora de esta película no luce para nada igual. Entretenida, se pasa muy rápido, buenas muertes, pero es más un spin of de Navidad que un Mercen4rios. Mejor dejar descansar la saga.
⬤⬤⬤ (6/10)
1 de octubre de 2023
1 de octubre de 2023
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo críticas que se van al blanco y al negro: o es la caña, mejor que la 3, cierre ideal... o es lo peor que se ha hecho nunca. Pues ni una cosa ni la otra. El problema no es que tenga menos ingredientes que las anteriores (a pesar de que el presupuesto esté a la par, cosa que no se refleja en su acabado): el problema es que no los sabe aprovechar.
Cualquier película de acción de "domingo por la tarde" y más en Los Mercenarios solo debería buscar que se te pase el tiempo rápido mientras ves acción explosiva gratuita y chistes con clichés baratos. El tema es que, para ello, necesitas un guion loco pero sólido, cosa que no ocurre aquí.
Ya de por sí, viendo el cartel y sabiendo que Stallone iba a aparecer poco, se lanza el primer aviso: pasamos de viejas glorias a... bueno, Megan Fox, el enchufado 50 Cent, Jacob Scipio, Tony Jaa, Iko Uwais, Andy Garcia y Levy Tran, en lugar de optar por leyendas como en las anteriores entregas. El supuesto aire fresco que deben dar los nuevos se queda en esa brisa calurosa que te entra por la ventana en plena ola de calor: es viento, sí, pero molesta. Por individuos:
- Jacob Scipio: Viene a hacer el papel de Antonio Banderas y solo le dan 2 diálogos de 10 segundos.
- 50 Cent: Solo habla para crear mal rollo y molestar.
- Megan Fox: Va de tipa dura y es un personaje odioso a más no poder y que roza la bipolaridad.
- Iko Uwais: Inexpresivo, pero pelea bien, que es lo que se le exige.
- Andy Garcia: Con lo mínimo ya cumple.
- Tony Jaa: El más inspirado de todos. Fiel reflejo de que no necesitas un gran desarrollo ni profundidad para que un personaje guste y conectes con él.
- Levy Tran: De nuevo, intensa e inspirada para el poco protagonismo que tiene. 1000 veces mejor que Megan Fox.
Entonces, si no me das leyendas viejas retiradas... Al menos dame personajes con los que conecte, que me caigan bien, que me hagan reír, porque además con Jaa y Tran demuestras que eres capaz de hacerlo, pero es que Fox, 50 Cent, Scipio y prácticamente Uwais están de figurantes y, cada vez que abren la boca, dan ganas de ponerse a mirar el móvil.
Luego, banda sonora: ¿Dónde está la sintonía clásica de Los Mercenarios? Toda la maldita película esperando y no suena. Imperdonable.
Ritmo y acción: Aquí bien, la película se pasa rápido y, a pesar de que la acción es algo cutre (por favor, esos cromas...) y peca de algo que, particularmente, me da rabia (corte, plano, corte, plano, corte, plano y moviendo la cámara todo el rato para dar sensación de dinamismo), es disfrutable.
Este filme tiene menos ingredientes que sus predecesoras pero ese no es el problema: a veces menos es más. El problema es que no los sabe aprovechar para nada. No sé quién decidió elegir a ciertos actores, pero son horribles y el guion que les han escrito es pésimo. La gran espina, para mí: es una despedida pobre para Stallone.
Aun así, se pasa rápido y es entretenida. Ojalá Millenium decida seguir con la saga pero con Statham en el centro y rodeado de actores cuarentones y cincuentones de ahora y, sobre todo, con un guion a la altura.
Cualquier película de acción de "domingo por la tarde" y más en Los Mercenarios solo debería buscar que se te pase el tiempo rápido mientras ves acción explosiva gratuita y chistes con clichés baratos. El tema es que, para ello, necesitas un guion loco pero sólido, cosa que no ocurre aquí.
Ya de por sí, viendo el cartel y sabiendo que Stallone iba a aparecer poco, se lanza el primer aviso: pasamos de viejas glorias a... bueno, Megan Fox, el enchufado 50 Cent, Jacob Scipio, Tony Jaa, Iko Uwais, Andy Garcia y Levy Tran, en lugar de optar por leyendas como en las anteriores entregas. El supuesto aire fresco que deben dar los nuevos se queda en esa brisa calurosa que te entra por la ventana en plena ola de calor: es viento, sí, pero molesta. Por individuos:
- Jacob Scipio: Viene a hacer el papel de Antonio Banderas y solo le dan 2 diálogos de 10 segundos.
- 50 Cent: Solo habla para crear mal rollo y molestar.
- Megan Fox: Va de tipa dura y es un personaje odioso a más no poder y que roza la bipolaridad.
- Iko Uwais: Inexpresivo, pero pelea bien, que es lo que se le exige.
- Andy Garcia: Con lo mínimo ya cumple.
- Tony Jaa: El más inspirado de todos. Fiel reflejo de que no necesitas un gran desarrollo ni profundidad para que un personaje guste y conectes con él.
- Levy Tran: De nuevo, intensa e inspirada para el poco protagonismo que tiene. 1000 veces mejor que Megan Fox.
Entonces, si no me das leyendas viejas retiradas... Al menos dame personajes con los que conecte, que me caigan bien, que me hagan reír, porque además con Jaa y Tran demuestras que eres capaz de hacerlo, pero es que Fox, 50 Cent, Scipio y prácticamente Uwais están de figurantes y, cada vez que abren la boca, dan ganas de ponerse a mirar el móvil.
Luego, banda sonora: ¿Dónde está la sintonía clásica de Los Mercenarios? Toda la maldita película esperando y no suena. Imperdonable.
Ritmo y acción: Aquí bien, la película se pasa rápido y, a pesar de que la acción es algo cutre (por favor, esos cromas...) y peca de algo que, particularmente, me da rabia (corte, plano, corte, plano, corte, plano y moviendo la cámara todo el rato para dar sensación de dinamismo), es disfrutable.
Este filme tiene menos ingredientes que sus predecesoras pero ese no es el problema: a veces menos es más. El problema es que no los sabe aprovechar para nada. No sé quién decidió elegir a ciertos actores, pero son horribles y el guion que les han escrito es pésimo. La gran espina, para mí: es una despedida pobre para Stallone.
Aun así, se pasa rápido y es entretenida. Ojalá Millenium decida seguir con la saga pero con Statham en el centro y rodeado de actores cuarentones y cincuentones de ahora y, sobre todo, con un guion a la altura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿En serio lo de la lluvia dorada con Galán? ¿En serio? Vergüenza ajena. Ni media sombra de Banderas su supuesto hijo.
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