Yo no soy Madame Bovary
6.2
971
15 de marzo de 2017
15 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo no soy madame Bovary, resulta ser un elogiable ejercicio cinematográfico quizá de metraje excesivo. Se desarrolla mayoritariamente dentro de un original formato circular que, en menor medida, convive con el cuadrado y el panorámico. Es verdad que los cambios y transiciones propuestos están justificados pero la información generada se convierte en pueril. Eso sí, los encuadres y contenidos de las imagenes son excelentes, especialmente los resultados de las secuencias circulares que lo serían aún mas, cosa por otra parte imposible, si la protección se pudiera realizar sobre una pantalla también circular pues disminuye su efecto el negro rectangular que necesariamente las rodea. Pese a todo lo expuesto y a pesar de que la historia ha sido contada en repetidas ocasiones en la literatura y en el cine y que ocurre lo mismo con los hechos denunciados, estamos frente a una propuesta formalmente interesante.
10 de septiembre de 2017
10 de septiembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo la apariencia de una comedia ligera aquí hay una demoledora crítica a la burocracia y al régimen político que gobierna China.
La gracia de todo el asunto es que por un incidente absolutamente ridículo, una mujer que se siente ofendida y perjudicada por la justicia china inicia toda una peregrinación más absurda aún que la causa, y contra viento y marea arremete valerosamente en el rostro del "status quo" de los funcionarios estatales, del partido comunista y de todo el andamiaje burocrático que justifica puestos de trabajo y de dirección inverosímiles.
Hay también una ácida mirada al discurso oficial que pretende mostrarse como garante y protector del pueblo mientras que todas sus acciones tienden exclusivamente a retener su parcelas de poder y sus cuotas de prebendas. Para todo esto se cuenta con una soberbia banda sonora fundamentalmente de percusión, unos manejos y movimientos de cámara (especialmente en las escenas de desplazamientos por calles y carreteras) extraordinarios y una fotografía espléndida que hace un uso muy particular de pantalla con encuadres circulares y cuadrados (elementos que algunos compañeros aquí han señalado como un demérito, pero que a mí me resultaron muy buenos y funcionales al desarrollo del argumento), además de una notable interpretación de la protagonista femenina que logra transmitir emotivamente el drama de la ofensa recibida en tan insólita argumentación.
Tal vez unos 20 minutos menos de duración hubieran beneficiado el conjunto de esta notable película, que se aparta de los lugares comunes del cine yanqui
La gracia de todo el asunto es que por un incidente absolutamente ridículo, una mujer que se siente ofendida y perjudicada por la justicia china inicia toda una peregrinación más absurda aún que la causa, y contra viento y marea arremete valerosamente en el rostro del "status quo" de los funcionarios estatales, del partido comunista y de todo el andamiaje burocrático que justifica puestos de trabajo y de dirección inverosímiles.
Hay también una ácida mirada al discurso oficial que pretende mostrarse como garante y protector del pueblo mientras que todas sus acciones tienden exclusivamente a retener su parcelas de poder y sus cuotas de prebendas. Para todo esto se cuenta con una soberbia banda sonora fundamentalmente de percusión, unos manejos y movimientos de cámara (especialmente en las escenas de desplazamientos por calles y carreteras) extraordinarios y una fotografía espléndida que hace un uso muy particular de pantalla con encuadres circulares y cuadrados (elementos que algunos compañeros aquí han señalado como un demérito, pero que a mí me resultaron muy buenos y funcionales al desarrollo del argumento), además de una notable interpretación de la protagonista femenina que logra transmitir emotivamente el drama de la ofensa recibida en tan insólita argumentación.
Tal vez unos 20 minutos menos de duración hubieran beneficiado el conjunto de esta notable película, que se aparta de los lugares comunes del cine yanqui
24 de noviembre de 2017
24 de noviembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me explico cómo una película de esta calidad tenga aquí tan pocas críticas, cuando cualquier película americana de esas que se presentan con mucho marketing consigue hasta cientos, pero en fin...
Gran película, por la historia, por los giros del guión, por una bellísima fotografía que a veces reconstruye pinturas de la gran tradición china.
Y ese retrato de la complicada burocracia china, con esos gestos de sumisión ante el jefe. Aunque se diga, quizá para que los que mangonean el Estado no tomen represalias, que el caso de Lian sirvió para una mejor política de ayuda a las necesidades de la gente común.
El juego de formatos también es una gran idea y cómo al final, finalmente, la pantalla se expande.
Es una película sin prisas y, una vez más, hay que recomendar que quienes desean acción trepidante no la vean, porque le pondrían un 2.
Hay que dejarse llevar por su ritmo, que no es lento, sino lleno de vida.
Gran película, por la historia, por los giros del guión, por una bellísima fotografía que a veces reconstruye pinturas de la gran tradición china.
Y ese retrato de la complicada burocracia china, con esos gestos de sumisión ante el jefe. Aunque se diga, quizá para que los que mangonean el Estado no tomen represalias, que el caso de Lian sirvió para una mejor política de ayuda a las necesidades de la gente común.
El juego de formatos también es una gran idea y cómo al final, finalmente, la pantalla se expande.
Es una película sin prisas y, una vez más, hay que recomendar que quienes desean acción trepidante no la vean, porque le pondrían un 2.
Hay que dejarse llevar por su ritmo, que no es lento, sino lleno de vida.
23 de septiembre de 2017
23 de septiembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para el común de los cinéfilos, supongo que Zang Yimou a la cabeza y probablemente Wong Kar-wai forman todo el vocabulario conocido de la cinematografía china. Obviamente la nómina de directores y la producción es infinitamente superior, siempre con predominio de hombres sobre mujeres. De vez en cuando la puerta de los festivales da paso a otros nombres como Jia Zhangke o en este caso a Feng Xiaogang. Este último prolífico y reconocido autor en su país, sobre todo de comedias.
Su reciente Concha de Oro en San Sebastian y otros premios internacionales ha facilitado su llegada a las salas y a vuelto a impulsar la carrera de su director.
Este cuento chino, no es otra cosa, basado al parecer en otro del siglo XVII que a su vez da lugar a la novela "Yo no maté a mi marido" del propio guionista de la película, parte de una premisa interesante que da pie a una sátira sobre la burocracia china tan grande o más como su país y la ética personal. Y en las más de dos horas del excesivo metraje el director y su esforzada actriz protagonista parecen encallarse narrativamente al igual que el pleito de diez años del personaje principal en situaciones repetidas y en un vaivén en el tono que no acaba de agarrarse ni a la comedia absurda ni al melodrama quedándose en un tibio y frustrante termino medio.
El nombre de la protagonista del cuento original Pan Jinlian, debido a sus malos actos, parece ser que da lugar en China al sinónimo de "mala mujer". De ahí el título original "Yo no soy Pan Jinlian" que se ha occidentalizado para su comercialización con el del personaje de Flaubert.
Así pues esta comedia dramática pasaría con más pena que gloria sino fuera por la apuesta estilística en la que se enmarca parte de la proyección en un circulo dando lugar a un arriesgado, interesante y bello trabajo de encuadres y fotografía a modo de estampas sucesivas que refuerzan el carácter de cuento y le confieren un encanto especial. Dicho marco se sitúa en las acciones que transcurren en el medio rural y adoptan un formato cuadrado que a su vez puede expandirse cuando acceden a la capital. Se dice que dichos formatos fueron un acuerdo entre director y autor, dado que este último no estaba muy convencido del "experimento circular".
En cualquier caso dicho experimento acaba siendo su mayor virtud ensanchando las posibilidades creativa y la mente del espectador que acaba descubriendo otra forma de mirar que incide en la forma de sentir y nos recuerda que el cine sigue siendo algo mágico.
Su reciente Concha de Oro en San Sebastian y otros premios internacionales ha facilitado su llegada a las salas y a vuelto a impulsar la carrera de su director.
Este cuento chino, no es otra cosa, basado al parecer en otro del siglo XVII que a su vez da lugar a la novela "Yo no maté a mi marido" del propio guionista de la película, parte de una premisa interesante que da pie a una sátira sobre la burocracia china tan grande o más como su país y la ética personal. Y en las más de dos horas del excesivo metraje el director y su esforzada actriz protagonista parecen encallarse narrativamente al igual que el pleito de diez años del personaje principal en situaciones repetidas y en un vaivén en el tono que no acaba de agarrarse ni a la comedia absurda ni al melodrama quedándose en un tibio y frustrante termino medio.
El nombre de la protagonista del cuento original Pan Jinlian, debido a sus malos actos, parece ser que da lugar en China al sinónimo de "mala mujer". De ahí el título original "Yo no soy Pan Jinlian" que se ha occidentalizado para su comercialización con el del personaje de Flaubert.
Así pues esta comedia dramática pasaría con más pena que gloria sino fuera por la apuesta estilística en la que se enmarca parte de la proyección en un circulo dando lugar a un arriesgado, interesante y bello trabajo de encuadres y fotografía a modo de estampas sucesivas que refuerzan el carácter de cuento y le confieren un encanto especial. Dicho marco se sitúa en las acciones que transcurren en el medio rural y adoptan un formato cuadrado que a su vez puede expandirse cuando acceden a la capital. Se dice que dichos formatos fueron un acuerdo entre director y autor, dado que este último no estaba muy convencido del "experimento circular".
En cualquier caso dicho experimento acaba siendo su mayor virtud ensanchando las posibilidades creativa y la mente del espectador que acaba descubriendo otra forma de mirar que incide en la forma de sentir y nos recuerda que el cine sigue siendo algo mágico.
1 de noviembre de 2017
1 de noviembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Li Xuelian es un personaje, una auténtica mujer con los principios muy claros y una luchadora. Drama con toques de comedia un tanto sútil e irreal por momentos, como por ejemplo lo de que" me lo ha dicho una vaca". El director juega con los formatos a medida que avanza la historia, cuando la protagonista está en su pueblo el formato es circular y cuando viaja a la ciudad para protestar es rectangular , todo ello encuadernado por una fantástica fotografía, bellos planos y una estética muy cuidada. En líneas generales película buena, no se hace larga a pesar de su duración, siempre hay algo con lo que te sorprende la protagonista y el desenlace como era de esperar explica muchas cosas. Película que por su buen hacer, su estética y su simplicidad ,recomiendo.
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