Haz click aquí para copiar la URL

Zulú

Aventuras. Bélico Sudáfrica, 1879. Un centenar de soldados ingleses esperan el ataque de 4.000 guerreros zulúes. Tienen órdenes de resistir en su puesto y, a pesar de la aplastante superioridad numérica del enemigo (40 a 1), están dispuestos a luchar hasta el final. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 7 >>
Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
16 de noviembre de 2009
29 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que en Grecia circuló el cuento de esos pocos griegos enfrentados al innumerable ejército persa, todos los países cuentan sus propias hazañas militares imposibles: unos cuantos guerreros (casi siempre representantes de un occidente blanco y civilizado) expuesto a la barbarie de miles de enemigos impone, gracias a su valor, una lección de heroísmo edificante. Y es que no hay otra opción: imaginar a cientos de zulúes defendiéndose de las armas automáticas de miles de británicos sería poco creíble.
Más allá de probar el valor inaudito de estos ejércitos que representan al progreso, estas historias demuestran que, entre las pocas veces que los bárbaros pueden desquitarse gracias a una superioridad numérica aplastante, a veces se ven, como en el resto de la mayoría de las ocasiones, humillados por la técnica de países más desarrollados. Narradas para despertar admiración, a lo más provocan cierta indignación.
Zúlú es una de estas historias. Los detalles técnicos pasan a segundo plano: los personajes ingleses no se desarrollan, son planos, atrapados en un guión mediocre. Los personajes zulúes no existen. Ni siquiera despierta aprehensión en el espectador, sino más bien cierto cansancio. El desarrollo del conflicto no es verosímil; problema que nace de la impericia al mostrar la historia. Como película de aventuras, sin despertar entusiasmo alguno, puede ser catalogada de regular. Ideológicamente, es imposible de tragar.
temulentia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de septiembre de 2007
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película del Oeste que toma como escenario Sudáfrica, con todos los tópicos habidos y por haber de este género, de hecho la historia se parece muchísimo a la de "El Álamo", las dos están basadas en hechos reales y las dos están llenas de arquetipos. La cinta resulta una galería de personajes patrioteros y definidos en apenas dos trazos, sin ser mala resulta blanda, no termina de enganchar, ésto es debido a la mediocre dirección de Cy Endfield que en ningún momento logra hacer que cale en el espectador esta numantina historia, el guión que también lo ha escrito el director es anémico, no tiene sangre, no logra que empaticemos con los protagonistas, al menos es de agradecer que humaniza a los zulúes. Lo que al parecer no tocó el director es lo mejor, la banda sonora del Gran John Barry, la fotografía que realza los bellos escenarios africanos donde sucedieron los hechos reales, lo realista que resulta el vestuario, la película al menos resulta entretenida, a pesar de su metraje no se hace pesada pero cuando acaba tardas cinco segundos en olvidarla.

P.D. Michael Caine ha hecho cosas mucho mejores.
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de abril de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver esta película, de la que creo se debe resaltar dos polos. Por un lado estaría lo que podríamos entender por fondo, en el caso que nos ocupa el proceso colonialista en el África del S.XIX. Puede convenirse desde una óptica histórica, actual y objetiva, que el film se pone de parte (la visión del conflicto se da desde las filas británicas) del imperialismo europeo frente a la raza negra. Pero no debemos olvidar que la película es inglesa y de inicios de los 60, cuando el Imperio Británico (posesiones coloniales que se independizan) toca a su fin. Por ahí no discuto que sea un canto postrero al Imperio. Pero si se obvia esto, la película tiene cosas que resaltar.
Lo fundamental para mí es una cuidada ambientación, magnífica fotografía (qué menos esperar de esos espectaculares escenarios africanos, otras películas hacen igual) y aún más magnífica banda sonora. Ya por esto merece la pena verla.
Pero lo mejor, el ingrediente que hace sea recomendable (dentro de que te guste el género de acción-bélico, pero creo que sobrepasando este encasillamiento), pienso que es por encima de todo LOS CÁNTICOS ZULÚES Y SU COREOGRAFÍA. De gran belleza, impactantes. Un verdadero espectáculo. Es de imaginar cómo se meterían dentro de los sitiados. A su vez opino son homenaje a los zulúes. Al menos se presentan como adversarios, y muy dignos (estos cánticos los hacen más que dignos, casi de admirar), no como salvajes que masacrar y colonizar.
La película es hija de su época, con otra visión más moderna, alejada de la épica imperial, se podría, con los elementos estéticos de primera destacados, haber hecho otra película bastante mejor y más impactante, pero para ser hija de ese tiempo y óptica, bastante aceptable.
De hecho en cuanto a profundización y contenido es de destacar la conversación final entre los dos oficiales (y rivales/colaboradores) al mando, entre ruínas humeantes y cientos de cadáveres, que momentos antes ahí sí que la película los muestra (descargas por secciones de la infantería) haciendo ver la realidad de que es una masacre. Ante ésta, se preguntan cómo se sienten ante su primera experiencia de combate, aduciendo (afortunadamente) uno de ellos que lo que siente es VERGÜENZA. El otro además remarca que "esto sólo se puede soportar una sola vez", con lo que se aleja de un simple film belicista. Es más bien la visión de unos soldados que luchan porque ésa es su misión. También destacar siguiendo esta línea (camaradería, como quiera decirse) el paso de lista final, con el sargento todo el tiempo en su papel de solemnidad.
Magníficos ingredientes estéticos, menos de contenido pero algo de éstos, al final, aprovechable.
ESOS CÁNTICOS...
luisssss
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de diciembre de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Periodista, novelista y documentalista, graduado en la Latymer School, John Prebble (1915-2001), fue especialmente conocido por sus profundos estudios de la historia escocesa. Miembro del Partido Comunista de Gran Bretaña, sirvió como reportero en la artillería real durante la II Guerra Mundial, tarea de la que surgieron sus novelas Where the Sea Breaks (1944) y The Edge of Darkness (1947). Dado que parte de su familia tenía raíces cheyennes, esto despertó en Prebble un amplio interés por el conocimiento del oeste estadounidense y por las culturas aborígenes en general, y muchos de sus escritos apuntarían en esta dirección. La película, “White Feather” (Robert D. Webb, 1955), se basaría en una de estas historias.

En 1958, Prebble publicó en la revista, Lilliput, un impactante artículo titulado, “Slaughter in the sun”, en el cual describía los hechos ocurridos el 22 y 23 de enero de 1879, durante la larga guerra que desataron los ingleses contra los zulúes en su afán imperialista de apoderarse de sus tierras. El 11 de diciembre de 1878, agentes británicos entregaron, en Suráfrica, un ultimátum a los 11 jefes de los diferentes pueblos zulúes representados por su último rey Cetshwayo, exigiéndole desmontar su ejército y acogerse a la autoridad británica. Cetshwayo, rehusó semejante improperio y se lanzó a la guerra contra los ingleses el 12 de enero de 1879. Durante la batalla de Isandhlwana, los zulúes acabaron con cerca de 1.200 soldados ingleses y se prepararon para atacar a un reducto estacionado en Rorke’s Drift, comandado por un sargento-ingeniero, enviado allí para construir un puente con una columna de 100 soldados. La batalla de Rorke’s Drift, sonaba bastante desigual: 4 mil guerreros zulúes contra un centenar de soldados británicos, con unos cuantos enfermos o heridos… pero, lo ocurrido allí, dejaría una profunda huella, porque, el valor y la honorabilidad, estarían en primer plano para dar un sorprendente giro a un hecho histórico de enorme significado.

Prebble y el propio director, Cy Endfield, se encargaron de la adaptación cinematográfica de esta magnífica historia, y el resultado es una película épica de las de nunca olvidar. Consecuente, fiel a la verdad y no a una bandera, Endfield se propone ir hasta el fondo de esta singular batalla que, en la línea de “The Lost Patrol” (1934), “El Álamo” (1960) y otras tantas historias de encerronas, consigue trascenderlas sobradamente, con la fuerte humanidad de sus personajes.

Más que la acción y las batallas, lo que pesa en “ZULÚ”, es el sentir de los protagonistas de uno y otro bando, y la interpretación que surge cuando, el bóer -personaje imprescindible que acompaña a los ingleses-, va explicando las estrategias y las motivaciones del pueblo zulú (no por nada, este nombre significa cielo o firmamento). Quizás se explique, entonces, porqué la obcecada actitud del misionero sueco en evitar el enfrentamiento… y quizás nos llegue hasta el fondo del alma, el remordimiento y la vergüenza que llegan a sentir algunos protagonistas.

El notable reparto incluye a Stanley Baker -en su quinta aparición junto a Cy Endfield-, como el contradictorio y notable sargento John Chard, un ser en conflicto que expresa más con sus gestos que con lo que dice; Jack Hawkins como el sr. Witt, amigo de los ingleses, pero más amigo de los zulúes; Michael Caine, el infante Bromhead de muy apreciable personalidad; y entre otros, Ulla Jacobson, la misionera sueca empeñada en salvar a los enfermos de una guerra que considera absurda.

La fotografía de Stephen Dade, impecable y majestuosa, y el tema central de John Barry con una efectividad inmejorable.

… pero, los ingleses nunca entendieron el ejercicio de integridad que hicieron los zulúes al enfrentar siempre a su ejército en igualdad numérica, y la historia les daría el triunfo final ¡porque sus métodos eran los de las potencias “civilizadas”!

Con, “ZULÚ”, Cy Endfield ha alcanzado la cumbre cinematográfica.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de septiembre de 2011
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver algunos tostones vendidos como cine clásico de calidad como "Anatomía de un asesinato" o "Chicago años 30", "Zulú" representa una gran película de aventuras, cine clásico pero de verdad.

Se trata de una película bastante densa. Toda la primera parte está cargada de subtemas que a veces se explicitan y otras se insinúan. Por ejemplo: la legitimidad o no de la colonización, la opinión racismo-antirracismo, la rivalidad entre los dos tenientes, la disciplina militar, la responsabilidad del oficial-la irresponsabilidad del soldado raso, la oposición entre el mensaje cristiano pacifista o la necesidad de defenderse de los enemigos, la licitud o no de la guerra, la sexualidad-represión que representa la hija del predicador, el individualismo o la solidaridad de grupo, la nostalgia del hogar, el "echar raíces", el compañerismo, el valor, la redención personal, etc.

Y luego la segunda, la de puramente de acción, pese los limitados recursos tecnológicos está bastante bien planteada. El ritmo es muy bueno y desde el punto de vista táctico las batallas son muy lógicas. Resulta por momentos frenético el ritmo como cuando los negros invaden el hospital que por lo angustioso me recuerda a "Alien 2".

Parece que el hecho de que los buenos sean blancos colonialistas representantes del Imperio Británico levanta salpullidos en algunos, pero dejando al margen fobias políticas (en este caso poco justificadas porque, por muy políticamente correctos que queramos ser, los zulús son unos auténticos salvajes y de su victoria final nada bueno hubiera salido) resulta ser una película bastante recomendable, todo un canto al valor, al heroísmo, al carácter británico pero sin llegar a ser explícitamente militarista, patriótica, racista o atentatoria contra el enemigo.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 7 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    arrow