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Creed II: Defendiendo el legado

Drama Adonis Creed se debate entre las obligaciones personales y el entrenamiento para su próxima gran pelea, con el desafío de su vida por delante. Enfrentarse a un oponente que tiene vínculos con el pasado de su familia solo intensifica su inminente batalla en el ring. Afortunadamente Rocky Balboa está a su lado a lo largo de todo el camino, y juntos se cuestionarán por lo que vale la pena luchar y descubrirán que nada es más importante que ... [+]
Críticas 94
Críticas ordenadas por utilidad
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7
30 de enero de 2019
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película como secuela, aunque cuenta con un guión previsible y sin sorpresas (hasta mi niña de 10 años, sabía qué iba a ocurrir en todo momento). La dirección está bien y cumple, pero se echa en falta la visión de Coogler, sobre todo, en las secuencias de combates (aún así, son espectaculares). Sólidas interpretaciones de todo el reparto, especialmente, los Drago (sensacionales, Dolph Lundgren y Florian Munteanu), Stallone, demuestra, de nuevo, su carisma como el legendario y querido potro italiano. En definitiva, una buena secuela, que sí bien, es cierto, no llega al nivel y a la altura de su predecesora, mantiene el mismo nivel de entretenimiento.

Muy recomendable para cualquier amante y nostálgico de la saga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ivan Drago mirando a cámara (al espectador) dando paso al título de la película.

Diálogos repetidos de la Creed original:
- Rocky (No pasa nada).
- Adonis (No tengo elección).

Guiño a Rocky II:
Adonis dice a Rocky: "Yo soy peligroso!!". Lo mismo que dijo su padre Apollo a Duke durante el combate de revancha contra Rocky.

La idea de qué Ivan Drago, perdió todo, su respeto, a su esposa y su nación, tras su derrota ante Rocky, hace 33 años, está bien, pero el guión, lo muestra superficialmente, resumido en unas breves líneas de diálogo de Ivan Drago con Rocky en el restaurante. Esperaba que profundizaran y desarrollaran más esa historia (Ahondar en que tras la pelea con Rocky Balboa, a Ivan Drago no se le permitió seguir boxeando, debido a la vergüenza que había generado a la Unión Soviética la derrota ante Estados Unidos en plena Guerra Fría). Lo mismo ocurre, con el cáncer de Rocky, queda en la nada y se da por hecho, que se recuperó (la doctora dijo de qué tenía muchas probabilidades de sobrevivir al cogérselo a tiempo).

Me gustaría que hubieran dramatizado en el hecho de que Ivan Drago, fue quién causó daños cerebrales a Rocky y quién acabó con su carrera como boxeador. Y que tuviera conexión con su cáncer.

Ivan Drago dice a Rocky en el restaurante: "¿No hay ninguna foto mía?" a lo que Rocky, responde: "No, no hay ninguna foto de esa noche". Pero, en Creed, en su restaurante, había una foto de Rocky, en el ring, justo antes del combate con Drago en Rusia.

En Creed, Rocky no tenía la foto de Adrian y su hijo en la nevera (fotos de Rocky II y Rocky IV) sin embargo, en Creed II, sí, además, en esta película, la nevera es distinta y está cambiada de lugar.

En Creed, detrás de las lápidas de Paulie y Adrian, había más tumbas. En Creed II, se puede observar que no hay ninguna.

En Creed, Rocky dijo a Adonis, que sabía de vez en cuándo de su hijo ... Pero aquí, vemos cómo Rocky no tiene contacto con él, y ni siquiera conoce a su nieto Logan.

Como dice Bianca a Adonis, Rocky, tiene sus razones para no querer entrenarle, y es que carga con el peso de la muerte de Apollo en su conciencia por no parar el combate y no quiere que la historia se repita.

Escena eliminada: Cuándo Rocky va a irse del hospital, se encuentra con Drago en la recepción, y este lo empuja, llegando los dos, nuevamente, a las manos.

Escenas sensacionales:
- Los Drago visitando la estatua de Rocky en Philadelphia. Y ambos, juntos, en la cima de las escaleras del museo.

- Ivan Drago esperando por la noche a Rocky en el restaurante (cara a cara después de 33 años).

- El cruce de miradas entre Rocky e Ivan Drago en el ring.

- La redención de Ivan Drago, tirando la toalla en el combate final, por temor a qué le ocurra una desgracia a su hijo Viktor ante la paliza que le estaba propinando Adonis.

- Adonis Creed vence a Drago, y Rocky se despide de él dándole el puño (si yo lucho, tú también) y le dice: "Es tu momento". Rocky da unos pasos hacía atrás, cediendo el testigo y futuro protagonismo a Creed. Rocky se quita el sombrero y se acaricia el pelo lentamente (un gesto que interpreto como que él, también ha logrado vencer el combate, su combate final, contra el cáncer). UNA SECUENCIA GENIAL ACOMPAÑADA POR LAS NOTAS DE PIANO.

Muchas críticas, dicen que Creed II, es el cierre definitivo y despedida del personaje de Rocky, incluso Stallone, se despidió del personaje y dijo que esta, será su última película como Rocky. (Yo no lo creo, ya lo veréis).
9
12 de enero de 2019
22 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decir que soy fan de la saga Rocky, en las buenas y en las malas, es recalcar lo evidente. Repetir que Creed es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, ya no es necesario. El nivel de hype personal era muy peligroso y por pura e incomprensible necesidad me negué a ser “precavido”.

Precavido quiere decir: “Sé que estuviste esperando Batman v Superman por 3 años y te has comprado hasta los vasos coleccionables en Chile pero mira como la están destrozando, mejor rebajar un poquito el hype. THEY HURT YOU BEFORE.”

No fue necesario al final. Creed II cumple todos los mandamientos de la secuela PERFECTA y además se le puede añadir tranquilamente el fan service nostálgico tan omnipresente en el 90% de películas actuales.

Creed II continúa la historia personal del susodicho de manera adecuada; el simbólico paso de antorcha no es reafirmado, si no ejecutado en totalidad. Rocky, Drago y los demás cumplen un rol secundario que engrandece el arco argumental de Adonis sin perder presencia ni mucho menos motivaciones argumentales. Ningún personaje “sobra”, todos están muy bien escritos e interpretados. No hay subtramas a medias, no hay nadie que no tenga un propósito claro o esté insertado por puro fan service barato.

Abruma como en algunos países todavía tienen la cara de hacer referencia a Rocky en el título de la película. Si ésta supera en algo a la anterior, es en el absoluto protagónico y consagración de megaestrella de Michael B. Jordan. Ni en Black Panther (donde en buena parte le robó el show al T’Challa) éste señor se ve tan grande como en ésta película.

La historia no se contenta con repetir el mismo esquema de siempre y lleva a su protagonista a un terreno que no se había tocado durante los últimos 40+ años. Las motivaciones cambian aunque en parte la forma sigue intacta y tal vez ése es el punto débil de la película. Es… predecible, como todas las demás. Es repetitiva en ciertas secuencias, lugares, momentos, leitmotivs…

No sería una película de ésta franquicia si no lo hicieran. De hecho yo aún recuerdo el “gasp” generalizado del público cuando comenzó la secuencia de entrenamiento de Rocky Balboa el 2006. Es la marca de la casa, es lo que pagamos por ver y todavía consigue poner los pelos de punta a puro contexto e inmersión. Te dan ganas de entrenar, de correr a partirle la madre a algún fulano. Es el equivalente de Thor entrando a Wakanda o de alzar las manos como un pelotudo frente a la TV para hacer una genkidama. El 2015, lejos de repetir lo mismo de las otras películas, se ha revitalizado y adaptado todo a un nuevo contexto logrando una de las secuencias más memorables y gloriosas de mi puta vida y éste 2018 lo han vuelto a hacer.

Pero sí, es “predecible”. El otro punto débil es que no la dirige Ryan Coogler y por lo tanto es un poquito más convencional en cuanto a técnica.

No sé si es necesaria Creed III a riesgo de que se convierta en Rocky III. Siento que la saga está más completa que nunca y en un punto inmejorable para retirarse a lo grande. Si la hacen la veré, pero ahora sí con muchas reservas.
3
10 de febrero de 2019
18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
No aporta nada. Entretiene pero ni siquiera del todo, pues se hace larga y en algunos momentos aburre. Si quieres ver una peli de boxeo donde lo principal es la acción, el entrenamiento, los golpes... sobra el melodrama puesto con pegamento. Además no abandona el maniqueísmo propio de Rocky: el malo es muy malo, aunque haga lo mismo que el prota: pegar puñetazos. Porque en eso consiste el boxeo, en intentar dejar k.o. al contrario. Así que no hay buenos ni malos, hay "deportistas", si es que podemos considerar que hacer daño al contrario hasta que sangre como un cerdo y caiga en la lona, es un deporte. Pero no, aquí el rival es malo, con cara de malo y actitud de malo, y encima medio ruso. El diablo, vaya. El caso es que sí, una sabe qué película va a ver, pero si no aporta nada respecto a la original, pues la sensación es de cierto aburrimiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Además el protagonista, Creed, me cae mal. Si tu entrenador te dice que no haces algo, tú no lo haces. El entrenador es Dios.
Ari
8
19 de enero de 2019
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas, Rocky es una de las franquicias más exitosas y emblemáticas del cine. Dejando de lado las alzas y bajas en cuanto a la calidad de las ahora ocho películas que integran la saga inspirada en el mítico boxeador, es incuestionable que se trata de un producto que además de rentable resulta ser uno de los más queridos por todo el público. Así, propios y extraños reconocen en instantes la melodía de “Gonna Fly Now”, mientras que en automático llega a su mente la imagen del imbatible atleta corriendo a más no poder dispuesto a abatir al rival el turno.

Lo que en 1976 inició con el sueño de un actor de medio pelo por llevar su guion a la pantalla grande, es ahora un hito cinematográfico que ha perdurado por más de cuarenta años, llevando incluso a Sylvester Stallone a convertirse en el 2015 en el sexto actor en ser nominado en dos películas diferentes por interpretar al mismo personaje. Precisamente en ese año fue cuando se estrenó Creed, una apuesta que parecía arriesgada para darle un nuevo giro la historia del boxeador, presentándolo ahora como el entrenador del hijo de aquel peleador que pasó de ser su acérrimo rival a convertirse en su mejor amigo. Dirigida por Ryan Coogler, la cinta fue todo un suceso y superó con creces cualquier expectativa; tres años después llegó la esperada segunda parte, siendo en esta ocasión el debutante Steven Caple Jr. el encargado de sacar adelante el nuevo proyecto.

Para superar la prueba, el director se valió del guionista Cheo Hodari Coker, y con la colaboración del propio Stallone, decidieron reincorporar a otro personaje emblemático: Ivan Drago. Así, la trama se centra nuevamente en Adonis Johnson, quien después de alcanzar la cima de su carrera, decide aceptar el desafío del boxeador que dio muerte a su padre, aunque no directamente, sino a través de su hijo Viktor Drago, un pugilista implacable. Así, el telón se abre nuevamente para dar lugar a otro encuentro épico que tendrá consecuencias inesperadas para todos los involucrados.

A pesar de que la cinta se desarrolla con buen ritmo y las secuencias tanto de entrenamiento como de pelea son de buena calidad, la realidad es que Caple evitó asumir cualquier tipo de riesgo y decidió no salirse de la secuencia lineal “auge-caída-entrenamiento-batalla final” para esta nueva entrega. Así, la aportación de este filme resulta ser más bien de carácter emotivo por el hecho de poner nuevamente a Rocky y Drago cara a cara para avivar una de las rivalidades más populares en la historia del cine. Asimismo, los fanáticos podrán conocer más acerca de lo que sucedió con el villano después de su estrepitosa derrota a manos del “semental italiano”, logrando incluso generar cierta empatía con el mismo.

En cuanto al elenco, Michael B. Jordan, Tessa Thompson y Phylicia Rashad repiten convincentemente como Adonis, Bianca y Mary Anne Creed, mientras que Stallone y Dolph Lundgren vuelven a interpretar a sus legendarios personajes, siendo sin lugar a dudas la aparición de este último lo más destacado del filme no tanto por sus cualidades histriónicas sino por lo que él mismo representa dentro del “universo Rocky”. Así, el único agregado es el boxeador Florian Munteanu, a quien su imponente físico le bastó para encarnar debidamente al temible Viktor Drago.

Es así como el pasado es más que suficiente para que Creed II logre obtener buenos réditos dentro del gusto del público. De hecho, si se tratara del mismo argumento contado con otros nombres es probable que la cinta pasara sin pena ni gloria. Así, no esta nueva entrega sirve para constatar que el “efecto Rocky” sigue teniendo un peso específico en la industria del cine, lo cual permite que una historia llevada con cierto ritmo y sin salirse de una probada zona de confort sea capaz de dejar a un espectador feliz y ávido de seguir disfrutando de como estos héroes con guantes se baten en el ring en cada película. Por lo tanto, el filme cumple sus objetivos y es capaz de dejar un grato sabor de boca en su audiencia.

Calificación: TÚ DECIDES.

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3
22 de febrero de 2019
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar podría apelar al siguiente dicho de "segundas partes nunca fueron buenas", esta película no es que solo cumpla con el dicho, sino que además destroza toda la saga de Rocky y su continuación.
La película pierde por completo el factor revelación y buen hacer de la primera parte, para convertirse en una de las peores películas de boxeo que he visto en mi vida, y eso que contaba con todos los elementos a favor para hacerse mítica con la vuelta de Dolph Lundgren, pero finalmente me he quedado con la sensación de que de donde se podía sacar oro, se ha sacado carbón.

Durante le visionado se pierde cualquier elemento motivacional e inspirador y se convierte en un despropósito, incluso a veces parece que en vez de boxeo parece que se vaya a correr una spartan race, es patético.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Drago vuelve porque Rusia le dio la espalda y entrena a su hijo desde pequeño para ser boxeador y que no sea un loser como el padre, vamos que el hijo creo que por lo visto en la película no sabe casi ni hablar, imagínate si le pedimos que se ponga a contar.
Por otra parte el encuentro entre Rocky y Drago en el bar es mas insípido que la mojama, es opaco frió y sin fundamento, solo les falta ponerse a jugar al domino.
En la primera pelea, el pobre hijo de Drago es descalificado porque si, porque le sale de los mismísimos al guionista, cuando el pobre chico tenia el título ganado.
El trance de la primera a la segunda pelea es patético, dramones absurdos super mal interpretados que sobran absolutamente hasta llegar al punto de que Rocky se lleva a Creed a lo que parece ser que es El paso o algo parecido en mitad del desierto para superar esos minutos de película, allí le obligan a cambiar de deporte y deciden prepararlo para correr la Spartan Race de Ciudad de México, por lo menos.
En fin que ni el final se salva, pero si te fijas bien, los buenos de la película son Ivan Drago y su hijo Viktor, abandonados por su país, sin patria, con una infancia difícil, luchando por recuperar la gloria perdida contra un americano que lo tiene todo, es pijin y una casa que te cagas, por favor, que alguien me diga que cuando acaba la película Ivan y Victor van a estar bien y no se mueren de hambre en Siberia.
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