Tengo, posiblemente el honor de ser la última persona de esta web en dar una crítica a esta serie, la cual considero una de las pocas series españolas que considero realmente buenas y graciosas. Debo admitir que en un principio, el tener un solo plano no me atrajo pero al quedarme a ver un capitulo me enganche.

Con unas situaciones muchas veces absurdas pero casi siempre me hacían gracia (o por lo menos me entretenían), camera café tenía unos personajes que aunque a primera vista parecían esteriotipados, tenían su personalidad. Estaban Jesús Quesada y Julián, una pareja de vividores y vagos, (sobretodo el primero) claro reflejo del macho ibérico, el primero siempre gracioso, flipado y algo gilipollas, Julián era bastante pringado y se comía los marrones del otro. Bernardo, el gafotas que estaba viviendo aún con sus cuarenta y tantos años con u madre, bastante pajo mequetrefe enamorado de su secretaria, algo rara. El jefe, Antúnez, con su frase de ¡A la puta calle! o ¡gentuza!, victoria, el informático, la asistenta, el guarda...

En fin, unos 16 personajes, al que sólo echaron a uno de ellos y si me pusiese a analizar a todos los personajes y algunas noches en las que no tenía plan y me quedaba la noche viendo capítulos riendo y aún con 4 años que duró no decayó demasiado. En fin.

Recomiendo a cuatro que se deje de cuatro unplugged y mierdas de esas y vaya a por estas series. La serie es recomendable con personajes entrañables y un mundo de diversión detrás de todos ellos. En fin a mi me encanta aunque eso si quizás no esté en su mejor etapa.

Muchos personajes, cada uno con sus ambiciones y su personalidad, muchas historias disparatadas y diferentes, un reparto brutal, que hace que, varios años después de haber acabado la serie, hacen que miremos con nostalgia Camera Cafe. Todos recordamos a Carlos Chamarro y Arturo Valls, buenos amigos, pero con conflictos entre ellos. Alex O´Dogherty es el chófer del presidente, siempre vestido de traje completamente negro, y de carácter serio. En resumen, una gran variedad tanto de personajes y situaciones que nunca te aburre.

Personalmente creo que camera café no puede ser sutitutiva de un programa como "El informal", más que nada porque no tiene nada que ver. Pero también es cierto que estos "cortocortocortometrajes" son lo suficientemente buenos para pasar la cena echandose unas risas.

Los personajes hacen un trabajo estupendo. Creo que los mejores son sin duda Arturo Valls y la "Cañizares". Aunque Ana Milán también está por ese nivel.

Si se prefiere ver otras cosas antes que el telediario es la mejor elección.

Camera Café vino a ser un oasis en tiempos de sequía. Una inteligente comedia situación muy ligera, con situaciones rápidas, que producían mucha empatía con el público y que pasaban con una ligereza inusitada, un sentido del humor que se encontraba en la frontera perfecta entre lo obvio y lo refinado.

Con un reparto que incluía a luminarias como ese actor descomunal que es Luis Varela, quizás el resto del reparto de la creación de Luis Guridi no alcance ese nivel excelso, pero muchos de ellos hacen personajes que les van como anillo al dedo. Personajes como los de la exuberante Carolina Cerezuela o Arturo Valls, muestran arque-tipos básicos de muchas oficinas de todos los rincones de la península.

Otros, como Cañizares, terminan haciéndose entrañables, junto con su paulatino y casto romance con su otro divertido compañero. Sin embargo, Tele 5 y muy especialmente Factoría de Ficción, lograron una prostitución del producto (prácticamente a todas horas, aprovechando cualquier hueco), explotaron mucho la gallina de los huevos de oro, con repetición, tras repetición de sketches.

De la misma forma, el equipo creativo se encontró ante algunos atascos que no supieron resolverse de la manera más eficaz (con lo fácil que era poner más excusas para disfrutar de los escotes de Ana Millán), con algunas ideas poco afortunadas, como convertir el ambiente de la oficina en un hospital.

Muy superior a otros productos de su tiempo, menos fácil, con alguna etapa entrañable, Camera Café se explotó a sí misma, aunque queda la idea original, que era muy buena y el buen trabajo de sus intérpretes.