Vuelo 93
2006 

6.7
20,817
Drama
El 11 de septiembre de 2001 cuatro aviones fueron secuestrados. Tres alcanzaron su objetivo, pero el cuarto no. Relato de la tragedia por medio de una meticulosa recreación de los acontecimientos que rodearon al vuelo 93 de United Airlines con la esperanza de tener una visión más amplia de los hechos. La película, realizada con el apoyo de las familias de los pasajeros que viajaban a bordo del avión, relata en tiempo real la dramática ... [+]
24 de abril de 2012
24 de abril de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera imagen que nos viene a la cabeza en el trsite recuerdo de los atentados del 11 de setiembre de 2001 fueron los aviones de American y United Arilines estrellándose contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, centro neurálgico del poder económico estadounidense. Un tercer avión se estrelló contra el poderoso brazo militar norteamericano que representa el Pentágono.
Desde varios centros de control aéreo, alertados frente al secuestro de los dos primeros aviones, dan la alerta a los vuelos iniciados esa misma y fatídica mañana… Uno de ellos es el United 93 que, probablemente, los pasajeros tomaron sin éxito el control de la situación frente a los secuestradores cuya intención era pretender hacer estallar el avión en la Casa Blanca.
El británico Paul Greengrass (director de la intensa “Bloody Sunday” y responsable de las dos secuelas posteriores de “El Caso Bourne”) y visceral hasta la médula dirigió con nervio y precisión ésta supuesta reconstrucción de los hechos, dando una impresión de realismo en sus imágenes que incluso la cámara se hace eco del pánico en todo el vuelo, principal escena protagonista en los últimos minutos de metraje cuando las órdenes desde los controles de tráfico aéreo ya los dan por desaparecidos. El engranaje de loa tragedia se plasma desde lo técnico hasta el morbo. Hecho en que convierte en éste film en un trabajo demasiado precipitado, apresurado y prematuro a unos hechos que, hoy en día, aún no se han macerado en las páginas de la Historia.
Desde varios centros de control aéreo, alertados frente al secuestro de los dos primeros aviones, dan la alerta a los vuelos iniciados esa misma y fatídica mañana… Uno de ellos es el United 93 que, probablemente, los pasajeros tomaron sin éxito el control de la situación frente a los secuestradores cuya intención era pretender hacer estallar el avión en la Casa Blanca.
El británico Paul Greengrass (director de la intensa “Bloody Sunday” y responsable de las dos secuelas posteriores de “El Caso Bourne”) y visceral hasta la médula dirigió con nervio y precisión ésta supuesta reconstrucción de los hechos, dando una impresión de realismo en sus imágenes que incluso la cámara se hace eco del pánico en todo el vuelo, principal escena protagonista en los últimos minutos de metraje cuando las órdenes desde los controles de tráfico aéreo ya los dan por desaparecidos. El engranaje de loa tragedia se plasma desde lo técnico hasta el morbo. Hecho en que convierte en éste film en un trabajo demasiado precipitado, apresurado y prematuro a unos hechos que, hoy en día, aún no se han macerado en las páginas de la Historia.
26 de agosto de 2006
26 de agosto de 2006
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película de Paul Greengrass no es una de catástrofes estadounidense al uso: “Aeropuerto”,“El coloso en llamas”,“El puente de Cassandra”…Paul prescinde de los tópicos de este tipo de cine y los sustituye por una crónica de los sucesos del 11-S que, aunque no absolutamente fidedigna (no hubo testigos que pudieran detallar todo lo sucedido), sí que basada en un proceso documental, incluidos testimonios de conversaciones telefónicas con los pasajeros antes de su muerte, al que ha añadido la hipótesis más lógica de lo que pudo ocurrir.
Este planteamiento y la ausencia de actores conocidos destacados, unido a la planificación del rodaje, al uso de la cámara en mano y los primeros planos muy expresivos, y sobre todo al hecho fundamental de que nadie puede ver "United 93" sin disociarla del posiblemente suceso mundial más impactante para quienes nos ha tocado vivir este momento de la Historia, hacen de la película algo muy próximo a la realidad y nos mete en los huesos y la piel de esos pasajeros, principalmente en una última parte llena de tensión.
¿Es esta última parte realmente una recreación fiel? Sabemos que no, pero desde luego producen hilaridad las críticas desde ciertos sectores que denostan toda la película por considerarla propaganda de la versión oficial frente a unas –éstas sí que sí– delirantes teorías sin prueba alguna de cazas que derribaron el avión, e incluso que lo derribaron por error y sin que hubiese siquiera sido secuestrado… ¡Como si en caso de ser todo un montaje los muertos de verdad hubieran sido huérfanos y ermitaños sin allegados que pudieran decir: “falso porque conmigo no habló nadie desde ese avión”!
Por tanto, uno puede o no creerse lo recreado en el avión a pie juntillas, pero no cabe duda de que es la hipótesis más verosímil. Los pasajeros, ya conscientes debido al retraso de su vuelo de lo ocurrido en el Trade Center y el Pentágono, de un modo u otro, provocan al enfrentarse a los terroristas la caída del avión, no movidos tampoco por patriotismo o innata heroicidad, sino por algo mucho más lógico y prosaico: instinto de supervivencia. Su única salida para seguir vivos era intentar eso.
Esto nos cuenta Greengrass, alejándose, a pesar de ser difícil en un documento así, también de partidismos, desde un punto de vista lo más objetivo posible donde no hay motivos, buenos ni malos, sino hechos… Hechos donde todos (terroristas y pasajeros) actúan como personas independientemente de la ideología o patrón que los mueva. Y aunque nos queda claro quién es verdugo y quién víctima dentro del United 93, vemos rezar a unos y otros, oímos despedirse de sus familiares a unos y otros, palpamos el miedo en unos y otros… Y esto nos deja la reflexión (que en ocasiones nos descoloca) de si por las circunstancias del mundo que nos ha tocado vivir no son en verdad unos y otros víctimas de algo que está por encima de todos ellos.
Este planteamiento y la ausencia de actores conocidos destacados, unido a la planificación del rodaje, al uso de la cámara en mano y los primeros planos muy expresivos, y sobre todo al hecho fundamental de que nadie puede ver "United 93" sin disociarla del posiblemente suceso mundial más impactante para quienes nos ha tocado vivir este momento de la Historia, hacen de la película algo muy próximo a la realidad y nos mete en los huesos y la piel de esos pasajeros, principalmente en una última parte llena de tensión.
¿Es esta última parte realmente una recreación fiel? Sabemos que no, pero desde luego producen hilaridad las críticas desde ciertos sectores que denostan toda la película por considerarla propaganda de la versión oficial frente a unas –éstas sí que sí– delirantes teorías sin prueba alguna de cazas que derribaron el avión, e incluso que lo derribaron por error y sin que hubiese siquiera sido secuestrado… ¡Como si en caso de ser todo un montaje los muertos de verdad hubieran sido huérfanos y ermitaños sin allegados que pudieran decir: “falso porque conmigo no habló nadie desde ese avión”!
Por tanto, uno puede o no creerse lo recreado en el avión a pie juntillas, pero no cabe duda de que es la hipótesis más verosímil. Los pasajeros, ya conscientes debido al retraso de su vuelo de lo ocurrido en el Trade Center y el Pentágono, de un modo u otro, provocan al enfrentarse a los terroristas la caída del avión, no movidos tampoco por patriotismo o innata heroicidad, sino por algo mucho más lógico y prosaico: instinto de supervivencia. Su única salida para seguir vivos era intentar eso.
Esto nos cuenta Greengrass, alejándose, a pesar de ser difícil en un documento así, también de partidismos, desde un punto de vista lo más objetivo posible donde no hay motivos, buenos ni malos, sino hechos… Hechos donde todos (terroristas y pasajeros) actúan como personas independientemente de la ideología o patrón que los mueva. Y aunque nos queda claro quién es verdugo y quién víctima dentro del United 93, vemos rezar a unos y otros, oímos despedirse de sus familiares a unos y otros, palpamos el miedo en unos y otros… Y esto nos deja la reflexión (que en ocasiones nos descoloca) de si por las circunstancias del mundo que nos ha tocado vivir no son en verdad unos y otros víctimas de algo que está por encima de todos ellos.
13 de agosto de 2007
13 de agosto de 2007
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si calificar a United 93 de película, más bien sería un documental, un desgarrador documental. Está narrado sin efectismos, sin escenas truculentas, dato a valorar en su justa medida teniendo en cuenta que podía mostrar a los aviones estrellándose contra sus objetivos con un acopio de extraordinarios efectos especiales. Se limita a mostrar, de manera más o menos aséptica, lo que sucedió durante aquellas trágicas e interminables horas. El caos y la confusión que inundaron todos los organismos y estamentos oficiales americanos, el fanatismo de los terroristas suicidas (huyendo de la crítica despiadada ante semejante atrocidad, lo que habría sido lo más sencillo y hasta humano) y el desconcierto primero, y el terror después, de los pasajeros; unos pasajeros que, a su pesar, pero irremediablemente, terminaron por convertirse en héroes. Provocan el llanto las escenas de éstos llamando a sus familiares para despedirse de ellos una vez asumida la situación y aceptado su destino.
Es una nueva prueba de que se puede crear tensión, miedo y desasosiego sin mácabras escenas y tramposos efectos. Y todo ello, además, sin ninguna estrella entre su reparto.
Es una nueva prueba de que se puede crear tensión, miedo y desasosiego sin mácabras escenas y tramposos efectos. Y todo ello, además, sin ninguna estrella entre su reparto.
17 de abril de 2008
17 de abril de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mejor váyanse al spoiler. Increible lo que ha podido hacer el director sin un solo actor conocido. Chapeau.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El principio es un collage de secuencias que pasaron en varios centros aéreos, es un berenjenal de información que hay que tratar de unir. Me pone nervioso como no pararon de anunciar la salida de los cazas, y los cazas no salían. La reacción de USA fue terriblemente lenta, parece mentira como un país tan sumamente desarrollado no estaba preparado para esa clase de atentados. Vale que el primer avión se estrellara, pero los demás....
Luego el final es espectacular, muy bueno, el director ha sacado de la información un 100 %. Además en tiempo real, que hace que te desesperes aún más. Es de alabar el valor de los pasajeros, de algunos de ellos, pero no se hasta que punto todo es verdad, aunque si que oí que ese avión fue defendido por los pasajeros; aunque lo que me gustaría saber cierto es si había un expiloto entre los pasajeros. En la paliza que le pegan al moro de la bomba, joder, he seguido yo con un puñetazo, que hijos de la gran puta. Que lástima que no lo hubieran hecho al principio, pero tal vez la clave fue el que les llegaran desde fuera informaciones de que eran atentados suicidas. Esos hombres fueron héroes.
Luego el final es espectacular, muy bueno, el director ha sacado de la información un 100 %. Además en tiempo real, que hace que te desesperes aún más. Es de alabar el valor de los pasajeros, de algunos de ellos, pero no se hasta que punto todo es verdad, aunque si que oí que ese avión fue defendido por los pasajeros; aunque lo que me gustaría saber cierto es si había un expiloto entre los pasajeros. En la paliza que le pegan al moro de la bomba, joder, he seguido yo con un puñetazo, que hijos de la gran puta. Que lástima que no lo hubieran hecho al principio, pero tal vez la clave fue el que les llegaran desde fuera informaciones de que eran atentados suicidas. Esos hombres fueron héroes.
25 de agosto de 2006
25 de agosto de 2006
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Digna sucesoria de su anterior y, en esquemas (cámara al hombro, primeros planos, personajes encerrados en interiores...) muy parecida "Bloody Sunday", "United 93" es un thriller apoyado en la base incuestionable de la realidad sobre la que descansa. El director demuestra su inmejorable capacidad para semi-documentarse y arrastrar el suspense hasta el final, sin abusar de patriotismo ni sentimentalismos que hubieran ahogado la historia. Con la buena idea de que los personajes no son actores conocidos, Paul Greengrass se cuestiona la endeble capacidad de una potencia para responder a un terrorismo sin fronteras así como el terror que siente el ser humano ante lo incomprensible. Lástima que al abusar de la cámara al hombro muchas escenas entre los controladores aéreos de las ciudades "mareen" y pierdan la tensión que se sucede en el avión; pero aún así es una buena y contenida película.
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