Kill Bill. Volumen 1
7.6
187,979
Acción. Thriller
El día de su boda, una asesina profesional (Thurman) sufre el ataque de algunos miembros de su propia banda, que obedecen las órdenes de Bill (David Carradine), el jefe de la organización criminal. Logra sobrevivir al ataque, aunque queda en coma. Cuatro años después despierta dominada por un gran deseo de venganza.
26 de julio de 2008
26 de julio de 2008
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿qué puedo decir de esta película que no se haya dicho ya? creo que nada, sólo que es una de mis películas favoritas(junto a Kill Bill: Volumen 2). Incluso me gusta más que pulp fiction. Para empezar la historia es genial, es sólo venganza y nada más, no otros rollos.
Por otro lado, la forma de ser contada, empezando por el final, partiendo la historia de forma que sólo te enteres de los estrictamente necesario, dejándote con la intriga de las motivaciones de La Novia para matar....esa forma de contar las historias de forma no lineal que tiene Tarantino y por lo cual lo admiro. Kill Bill 1 es todo preguntas, que tendrán su respuesta en Kill Bill 2 (por esta razón alquilé las dos el mismo día). Al final todo cuadra, ningún cabo suelto dentro de la historia principal.
La dirección de fotografía es genial, prefiero no describir, lo suyo es ver; la banda sonora de las mismas, lo suyo es oírla, ver lo bien seleccionada que está la música para la película, es de lo más adecuada; los diálogos, también hay frases dignas de recordar, pero no voy a escribirlas. Para mi es digna de ver varias veces.
Lo único que no me gustó tanto fue que cuando hacen kung fu, a veces vuelan como si esto fuese Matrix, quizás ahí no debería de haber exagerado tanto nuestro amigo Quentin. Otra cosa que puede que no guste a la gente es que puede haber japonés subtitulado (aunque a mi eso me da igual). No apta para gente a la que le de asco la sangre, odien los subtítulos, las katanas...
Otra cosa: si veis Death Proof, comprobaréis que le hace unos cuantos guiños a Kill Bill, cómo no.
Podría tirarme años hablando de Kill Bill, pero qué más podría decir, ah sí, que no es sólo violencia, que detrás hay una gran historia de venganza.
Por otro lado, la forma de ser contada, empezando por el final, partiendo la historia de forma que sólo te enteres de los estrictamente necesario, dejándote con la intriga de las motivaciones de La Novia para matar....esa forma de contar las historias de forma no lineal que tiene Tarantino y por lo cual lo admiro. Kill Bill 1 es todo preguntas, que tendrán su respuesta en Kill Bill 2 (por esta razón alquilé las dos el mismo día). Al final todo cuadra, ningún cabo suelto dentro de la historia principal.
La dirección de fotografía es genial, prefiero no describir, lo suyo es ver; la banda sonora de las mismas, lo suyo es oírla, ver lo bien seleccionada que está la música para la película, es de lo más adecuada; los diálogos, también hay frases dignas de recordar, pero no voy a escribirlas. Para mi es digna de ver varias veces.
Lo único que no me gustó tanto fue que cuando hacen kung fu, a veces vuelan como si esto fuese Matrix, quizás ahí no debería de haber exagerado tanto nuestro amigo Quentin. Otra cosa que puede que no guste a la gente es que puede haber japonés subtitulado (aunque a mi eso me da igual). No apta para gente a la que le de asco la sangre, odien los subtítulos, las katanas...
Otra cosa: si veis Death Proof, comprobaréis que le hace unos cuantos guiños a Kill Bill, cómo no.
Podría tirarme años hablando de Kill Bill, pero qué más podría decir, ah sí, que no es sólo violencia, que detrás hay una gran historia de venganza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muy acertado lo de hacer la historia de O-Ren Ishii (Lucy Liu) tipo manga. También está genial la escena del hospital y el despertar que tiene, todas las peleas en general, toda la película.
17 de diciembre de 2009
17 de diciembre de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues eso, un señor tributo a todas las películas de artes marciales que Tarantino se vio en la infancia y a la vez un nuevo giro en su forma de hacer cine, más al servicio de la acción y la siempre presente violencia que caracteriza sus películas, al menos en éste volumen.
Para todos los detractores, especialmente para los que lloriquean de tanta sangre (como si hoy en día no se hicieran auténticas burradas más gratuitas y de paso mal), Tarantino se regodea en la violencia, gracias a la violencia y a las coreografías logra un film visualmente estilizado con su invaluable toque en cada fotograma. Ya no hay las conversaciones desternillantes entre gangsters que hicieron grandes a Reservoir Dogs y Pulp Fiction por que la película simplemente no trata de eso, así como en Jackie Brown no nos cuela un atracón de gore y miembros cercenados.
En Kill Bill tal vez no hay una impresionante y complejísima historia (¿la había en los films que quiere homenajear?), pero el “poco” guión de la película funciona para lo que quiere mostrar. Por otro lado, ¿acaso es tan difícil notar el enorme talento de éste genio a la hora de filmar tanta bizarrada? Tarantino emula las técnicas empleadas por las antiguas películas, recursos que tomándonos muy enserio podríamos catalogar de cutres, pero que en las manos de éste cineasta se vuelven recursos entrañables y dignos de aplauso. A eso le sumamos la bestial secuencia anime, la grandiosa galeria de personajes y la peculiar música y listo, la tercera gran obra maestra de Quentin Tarantino. Nada menos.
Para todos los detractores, especialmente para los que lloriquean de tanta sangre (como si hoy en día no se hicieran auténticas burradas más gratuitas y de paso mal), Tarantino se regodea en la violencia, gracias a la violencia y a las coreografías logra un film visualmente estilizado con su invaluable toque en cada fotograma. Ya no hay las conversaciones desternillantes entre gangsters que hicieron grandes a Reservoir Dogs y Pulp Fiction por que la película simplemente no trata de eso, así como en Jackie Brown no nos cuela un atracón de gore y miembros cercenados.
En Kill Bill tal vez no hay una impresionante y complejísima historia (¿la había en los films que quiere homenajear?), pero el “poco” guión de la película funciona para lo que quiere mostrar. Por otro lado, ¿acaso es tan difícil notar el enorme talento de éste genio a la hora de filmar tanta bizarrada? Tarantino emula las técnicas empleadas por las antiguas películas, recursos que tomándonos muy enserio podríamos catalogar de cutres, pero que en las manos de éste cineasta se vuelven recursos entrañables y dignos de aplauso. A eso le sumamos la bestial secuencia anime, la grandiosa galeria de personajes y la peculiar música y listo, la tercera gran obra maestra de Quentin Tarantino. Nada menos.
25 de marzo de 2011
25 de marzo de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diría que esta es la primera aparición cronológica de Earl McGraw, porque no me suena que sus hijos aparecieran en la escena que protagoniza el sheriff (Bueno, está el hijo Edgar, pero la hija no aparece hasta “Death Proof”). Es el encargado de investigar el asesinato de “La Novia”, que… resulta no estar tan muerta como parecía, así que, ¡asunto resuelto! ¡Que ella misma resuelva sus diferencias con aquellos que han intentado matarla!
Y La Novia, Uma Thurman, se hace una lista con las cinco personas a las que más odia, y en esta película la vemos cargarse a las dos primeras. (Primero a la segunda en un flashforward, y después, de manera mucho más elaborada, a la primera.)
Las dos de Kill Bill son obras maestras. La primera repleta de acción estilizada, la segunda cargada de diálogo tarantinesco. ¿Cuál prefiero? ¡Da igual! ¡Ambas son bienvenidísimas!
Y La Novia, Uma Thurman, se hace una lista con las cinco personas a las que más odia, y en esta película la vemos cargarse a las dos primeras. (Primero a la segunda en un flashforward, y después, de manera mucho más elaborada, a la primera.)
Las dos de Kill Bill son obras maestras. La primera repleta de acción estilizada, la segunda cargada de diálogo tarantinesco. ¿Cuál prefiero? ¡Da igual! ¡Ambas son bienvenidísimas!
13 de noviembre de 2020
13 de noviembre de 2020
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puedo entender siendo objetiva que no es la mejor película de Tarantino, puedo entender que resulte cansina, y puedo entender que defraude y decepcione respecto a lo que el director nos tenía acostumbrados. Sin embargo, en mi opinión, aunque no corresponda con el estilo tan completo y sorprendente de Pulp Fiction (que es el estilo con el que el público relaciona a Tarantino), sigue siendo una buena propuesta original y muy bien resuelta.
Es cierto que no encontramos en esta película los diálogos ingeniosos y delirantemente divertidos con los que se dio a conocer el director en Reservoir Dogs y Pulp Fiction, y que ya se han convertido en parte de su marca artística. También es verdad que los personajes son planos, sin un ápice de desarrollo en su personalidad. Pero, sinceramente, considero que la película no necesita ni profundidad psicológica en los personajes ni diálogos elaborados. Kill Bill es un homenaje a las películas de artes marciales de los años sesenta y setenta, y como todos sabemos, en este tipo de cine los diálogos son cortos y escasos intencionadamente. Tarantino pretende realizar una auténtica película de acción, y en el cine de acción, como es de esperar, predomina la acción sobre los diálogos y ese es el encanto de este género. Realiza el homenaje a las películas asiáticas de artes marciales siendo fiel a la esencia de estas, manteniendo sus características como el exceso de violencia y acción y la ausencia de diálogos, en mi opinión esto sí es un acierto. A pesar de imitar este tipo de cine de serie B fidedignamente, incorpora su estilo propio y además añade algo muy importante que creo que no mucha gente se dio cuenta ni fue capaz de apreciarlo: la violencia es exagerada a propósito a modo de parodia, es una manera sutil de introducir el humor en la violencia, tal y como hizo en Pulp Fiction pero de manera menos evidente y más incorporada en la trama y el género, por lo que se ha pasado más por alto. Si alguien no ha entendido esta brillante manera de hacer convivir homenaje y parodia, es normal que haya desconectado de la película al parecerle una violencia excesiva y gratuita. Tarantino incorpora elementos paródicos a una película de acción de manera que realiza al mismo tiempo una parodia y un homenaje a las películas de artes marciales, del mismo modo que Woody Allen realizó una parodia-homenaje del musical clásico en Everybody says I love you. Hay que empezar a abrir las miras y entender que una parodia o ciertos toques paródicos no están reñidos con el género predominante o con el homenaje serio y digno a lo mismo que se parodia.
Por supuesto, lo que más hay que destacar en esta película es el alarde cinematográfico del que presume Tarantino en la dirección. Los planos son impresionantes, usando en diferentes ocasiones planos cenitales; cambiando de luces y estética en una misma escena, como vemos en la escena final de Uma Thurman contra todos, en la que la escena inmersa en una luminosidad azul nos muestra un plano general y justo al cambiar a una iluminación básica normal, cambia al plano de modo que nos encontramos ante una Uma Thurman que nos mira apuntándonos con una catana, pasamos de ser espectadores a ser víctimas en un segundo y con un cambio de iluminación que acentúa el efecto. La dirección es impecable en la escena de duelo final, no solo a nivel visual sino también a nivel sonoro, es muy inteligente la manera en la que usa la banda sonora, acompañando la escena haciéndola hipnótica, y quitándola de golpe para jugar con el silencio, volviendo a reanudarla cuando le interesa y volviendo a pararla para que toda la música de la película sea de pronto sólo el sonido de las catanas chocándose. Además, me parece enriquecedor como añade la animación en un tramo de la película.
En definitiva, puedo entender que haya gente que se haya podido quedar fría ante la película, y también puedo entender que haya quien se plantee que detrás de este virtuosismo en dirección no haya nada más, nada que contar. También es cierto que creo que la sombra de Pulp Fiction es alargada y que de alguna manera los fanáticos de esta película siempre esperan de Tarantino algo parecido, pero a Tarantino le gusta experimentarse, probarse y jugar. En mi caso, prefiero ver un Tarantino que se arriesga y trata de sorprendernos, atreviéndose a realizar una película histórica alternativa inventándose la realidad, como en Malditos Bastardos; atreviéndose a prescindir de sus diálogos aun a sabiendas de su atractivo; a ver un Tarantino que se acomoda en el estilo que se ha querido considerar desde el gusto popular como suyo, repitiendo una y otra vez los mismos esquemas.
Es cierto que no encontramos en esta película los diálogos ingeniosos y delirantemente divertidos con los que se dio a conocer el director en Reservoir Dogs y Pulp Fiction, y que ya se han convertido en parte de su marca artística. También es verdad que los personajes son planos, sin un ápice de desarrollo en su personalidad. Pero, sinceramente, considero que la película no necesita ni profundidad psicológica en los personajes ni diálogos elaborados. Kill Bill es un homenaje a las películas de artes marciales de los años sesenta y setenta, y como todos sabemos, en este tipo de cine los diálogos son cortos y escasos intencionadamente. Tarantino pretende realizar una auténtica película de acción, y en el cine de acción, como es de esperar, predomina la acción sobre los diálogos y ese es el encanto de este género. Realiza el homenaje a las películas asiáticas de artes marciales siendo fiel a la esencia de estas, manteniendo sus características como el exceso de violencia y acción y la ausencia de diálogos, en mi opinión esto sí es un acierto. A pesar de imitar este tipo de cine de serie B fidedignamente, incorpora su estilo propio y además añade algo muy importante que creo que no mucha gente se dio cuenta ni fue capaz de apreciarlo: la violencia es exagerada a propósito a modo de parodia, es una manera sutil de introducir el humor en la violencia, tal y como hizo en Pulp Fiction pero de manera menos evidente y más incorporada en la trama y el género, por lo que se ha pasado más por alto. Si alguien no ha entendido esta brillante manera de hacer convivir homenaje y parodia, es normal que haya desconectado de la película al parecerle una violencia excesiva y gratuita. Tarantino incorpora elementos paródicos a una película de acción de manera que realiza al mismo tiempo una parodia y un homenaje a las películas de artes marciales, del mismo modo que Woody Allen realizó una parodia-homenaje del musical clásico en Everybody says I love you. Hay que empezar a abrir las miras y entender que una parodia o ciertos toques paródicos no están reñidos con el género predominante o con el homenaje serio y digno a lo mismo que se parodia.
Por supuesto, lo que más hay que destacar en esta película es el alarde cinematográfico del que presume Tarantino en la dirección. Los planos son impresionantes, usando en diferentes ocasiones planos cenitales; cambiando de luces y estética en una misma escena, como vemos en la escena final de Uma Thurman contra todos, en la que la escena inmersa en una luminosidad azul nos muestra un plano general y justo al cambiar a una iluminación básica normal, cambia al plano de modo que nos encontramos ante una Uma Thurman que nos mira apuntándonos con una catana, pasamos de ser espectadores a ser víctimas en un segundo y con un cambio de iluminación que acentúa el efecto. La dirección es impecable en la escena de duelo final, no solo a nivel visual sino también a nivel sonoro, es muy inteligente la manera en la que usa la banda sonora, acompañando la escena haciéndola hipnótica, y quitándola de golpe para jugar con el silencio, volviendo a reanudarla cuando le interesa y volviendo a pararla para que toda la música de la película sea de pronto sólo el sonido de las catanas chocándose. Además, me parece enriquecedor como añade la animación en un tramo de la película.
En definitiva, puedo entender que haya gente que se haya podido quedar fría ante la película, y también puedo entender que haya quien se plantee que detrás de este virtuosismo en dirección no haya nada más, nada que contar. También es cierto que creo que la sombra de Pulp Fiction es alargada y que de alguna manera los fanáticos de esta película siempre esperan de Tarantino algo parecido, pero a Tarantino le gusta experimentarse, probarse y jugar. En mi caso, prefiero ver un Tarantino que se arriesga y trata de sorprendernos, atreviéndose a realizar una película histórica alternativa inventándose la realidad, como en Malditos Bastardos; atreviéndose a prescindir de sus diálogos aun a sabiendas de su atractivo; a ver un Tarantino que se acomoda en el estilo que se ha querido considerar desde el gusto popular como suyo, repitiendo una y otra vez los mismos esquemas.
10 de octubre de 2007
10 de octubre de 2007
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quentin Tarantino, desde un comienzo, demostró esa habilidad que tiene él de largar todas sus influencias, que ha juntado a lo largo de su vida como ávido conocedor del cine, en el momento de realizar una película. Bueno, en Kill Bill ésta característica llega a su punto más alto. Kill Bill vol. 1 es un mix, popurrí o mezcla de muchos estilos cinematográficas. Desde dibujos animados hasta el blanco y negro. Sin duda, un gran talento de parte de Tarantino a la hora de abordar semejantes elementos. Es cierto, estéticamente es de lo mejor que se ha visto en los últimos tiempos. Pero, no nos engañemos. Si uno ve detenidamente el contenido narrativo de ésta película, su FONDO, se encuentra con muchas copias de varias películas viejas, como los clásicos westerns de Sergio Leone (especialmente ´Erase una vez en el oeste`). O los ciclos de Takeshi Kitano y la banda ´Yakuza`, que es nombrada en la película como una especie de homenaje. E inclusive copias del mismo Tarantino, de sus previas películas (Jackie Brown). Ahora bien, si usted va al cine a divertirse y a ver cómo la Uma Thurman mata a cualquier cantidad de personas con una Katana, está perfecto. Pero, y éste es un gran pero, si usted es un fan del cine japonés de artes marciales, eso es, desde las viejas película de Kurosawa pasando por Bruce Lee y los hermanos Hughes para terminar en los clásicos de Takeshi Kitano, entonces, va a sentir que la película es un insulto.
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