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La noche del cazador

Intriga. Drama. Cine negro. Thriller Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
Críticas 232
Críticas ordenadas por utilidad
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9
20 de junio de 2008
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No mencionaré los detalles fílmicos que hacen de esta película memorable: creo que muchos los han comentado aquí: las escenas de la niña en la barca, cantando esa canción tan inquietante, el excelente papel que interpreta Mitchum... Pero sí mención a el uso del claroscuro que utiliza el director. A pesar de que parezca algo "cutre", hace que todo quede envuelto en una atmósfera de cuento de hadas, a lo Hansel y Gretel, por ejemplo, cuando llegan a esa casa que no es más que una sombra proyectada en una pared. ¿No es una metáfora de una sombra que es la casa de los niños, una madre que canta, un hogar?¿La sombra de la ilusión que persiguen los protagonistas?

No sé si se ha analizado bien el papel de la mujer en esta película. Hay numerosas referencias a la "lucha hombre-mujer", al papel que la biblia da a la mujer y al hombre. Al principio la película parece un thriller más, de miedo, acción, o como se quiera; pero tras la huida de los niños todo cambia, se convierte en EL HOMBRE, con su aureola de portador del bien y justicia, contra la mujer, portadora de "la manzana", la que nos hace pecar, y a la que tanto odia el predicador. Hay una escena en la que una niña sale del granero, con dos huevos en la mano, los deja caer y grita "EL HOMBRE, EL HOMBRE!!!", muy elocuente. Y es la mujer la que porta la escopeta, en unas escenas donde el claroscuro es utilizado de una forma magistral para dar una atmósfera irreal, como de cuento, rallando lo "cutre", pero que no es más que una forma de darle aspecto de cuento.
Simbolismo durante toda la película muy elegante, sutil, por ejemplo alrededor de la manzana, que la señora cooper le pide al niño y que éste le trae, y el final: el niño, el futuro hombre, le da la manzana a la mujer virtuosa.
El padre del niño, supuesto cuidador, es el ladrón y el que trae la desgracia a la casa, a la mujer y a los niños, haciéndoles cargar con "el secreto", como si del pecado original se tratase.
Y esa casa poblada de mujeres, donde John, el niño, es el único varón: rubio, virginal, inocente, que lucha por proteger a su hermana, frente al predicador, la antítesis del Hombre.

En resumen, me parece una película que defiende de forma magistral a las mujeres, que critica el puritanismo americano, que ensalza a la mujer como defensora (señora cooper armada) y como protectora y cuidadora de la familia, en contra de la opinión bíblica y tradicional del hombre como portador de cuidados y de virtud. Y contrapuesto, por supuesto, a la imagen de la mujer como portadora del pecado, de la "manzana".

Me ha sorprendido muy gratamente; la primera parte, hasta la huida de los niños, la verdad es que es pasable, a pesar de lo que se defienda su atmósfera de terror, que no deja de ser bastante pueril; pero tras la huida de los niños, la película se transforma en algo completamente distinto y le da sentido a toda la trama de la película en forma de algo mucho más profundo que un mero thriller.

Eso sí: los actores niños, MALÍSIMOS.
7
Hermanos:

Hay ocasiones en las que en el Reino del Señor, la mano izquierda, la mano del odio, con la que Caín asesinó a su hermano Abel, triunfa sobre la mano derecha, la mano del amor.
Cuando la luz se convierte en tiniebla y se cae en la tentación, una semilla es sembrada en las almas. Y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. Entonces, a aquellos poseídos por el mal ni la fe podrá salvarles, ¿de qué le vale ganar el mundo entero si pierde su alma? Nada les queda, pues han dejado de ser hombres, porque ¿qué hombre hay, a quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra?

Así será al fin: saldrán los ángeles, y apartarán á los malos de entre los justos y los echarán en el horno del fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes.

Amén.
9
7 de mayo de 2010
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese es el mayor acierto de esta película, se nos narra una historia común en el género pero lo importante no es la historia, sino la forma de contarla. Como si de un cuento de los hermanos Grimm se tratara, el tranquilo ambiente rural de los Estados Unidos pasa a transformarse en un escenario de pesadilla, con oscuros bosques, lobos con piel de cordero, niños perdidos en la noche y amables ancianitas. Una historia de atracos, y delincuentes en busca de botines perdidos que fácilmente podría haberse perdido en la mediocridad, pasa a transformarse en una moraleja sobre el bien y el mal intemporal. A todo esto ayuda una antológica interpretación de Robert Mitchum como uno de los villanos más siniestros y carismáticos de la historia del cine y una fotografía expresionista con imágenes inolvidables.
6
22 de mayo de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ladrón roba 10.000 dólares y lo esconde ante los ojos de sus hijos, al que hace jurar al hijo mayor que nunca revelará donde ha escondido el dinero. Un asesino o loco se hace pasar por predicador para cometer sus crímenes y cuyo único confidente de sus pensamientos es Dios.
Charles Laughton, aclamado actor, fue el encargado de dirigir La noche del cazador, la primera y última pelicula que realizó.
Esta película es un extraño cuento o pesadilla infantil, donde que hay que tener claro el momento y el contexto en que se hizo, en aquellos tiempos la sociedad era más ingenua, inocente y religiosa.
Hay dos partes bastante diferenciadas en el filme, una primera bien desarrollada y estructurada que termina con la huída de los niños protagonistas en una barca, dando lugar a una segunda parte donde ya no se sabe muy bien el porqué, el ritmo de la historia decae estrepitosamente sin saber muy bien como terminará. También en ésta parte decae la calidad interpretativa de los actores, en especial de Robert Mitchum, que empieza con un papel de villano y termina siendo un loco sin saber muy bien porqué.
En general la calidad interpretativa de los que intervienen deja bastante que desear, no conectas con ninguno de ellos, resultándote bastante desagradables y estúpidos.
Lo positivo que destaco es la fotografía, ese juego de luces y sombras para dar una sensación de misterio y nocturnidad bastante logrado.
Dado la época en se realizó la película y dado de que nos transmite una moral muy religiosa y arcaica para los tiempos actuales, ésta película transmite poco o nada de misterio o suspense, llegando a parecernos infantil y ñoño para la mentalidad actual. Lo único que transmite misterio y suspense es la atmósfera que transmiten sus escenarios y ambientación.
7
15 de junio de 2007 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que "La noche del cazador" es una bofetada al fanatismo.En especial el religioso. Todos los personajes viven atormentados en mayor o menor medida por la figura de ese Dios terrible, castigador, omnisciente y perverso. El Señor. Un ogro que no da un resquicio de clemencia a sus criaturas.
Harry Powell en la primera escena en la que aparece mantiene un diálogo con este Dios, trastornado por tener el cerebro hecho papilla con todas esas monsergas, se cree un verdadero pastor y su misión divina será quitarle el dinero a "los seres perfumados".
El señor y la señora Spoon son otros que tal. Dos viejos que se dejan seducir por la palabrería religiosa de Powell, incitan a la viuda a casarse con él, predican sobre la humildad y el perdón y al final del film no dudan en encabezar el linchamiento de Powell.
Rachel Cooper, una vieja más o menos bondadosa pero igualmente fanática de la Biblia que adoctrina a los niños casi como si fueran a ser monjas o sacerdotes.
Willa Harper, una mujer alegre y vitalista que es reducida por Powell en la noche de bodas negándole salvajemente su dimensión sexual.
Los niños son los únicos que no parecen contaminados ante tanta locura fanática.
Una película inquietante con un Robert Mitchum soberbio. Puede hacerse algo empalagosa si se ve desde el prisma de que realmente intenta transmitir tal cual lo que defienden sus personajes.
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