1917
7.7
52,936
Bélico. Drama
En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman) reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake.
5 de junio de 2024
5 de junio de 2024
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡¡ATENCIÓN, ATENCIÓN!! Si deseas ver una película bélica y optas por "1917", ten en cuenta que no vas a encontrarte con una peli exclusivamente de tiros, bombas, tanques y soldados luchando por ver quién consigue contar en su haber con un mayor número de muertos del bando contrario. Si vas buscando eso, es mejor que no sigas adelante con esta historia y te vayas a ver por ejemplo "Black Hawk derribado". Aquí la propuesta de Sam Mendes es un tanto distinta, tan distinta que yo diría incluso que a pesar de estar ambientada en un escenario bélico, es ante todo un canto antibelicista para exaltar ese lado bondadoso y hasta incluso estúpido del ser humano.
Esto va básicamente de una pareja de soldados británicos que durante la Primera Guerra Mundial son ordenados para transmitir un mensaje al bando amigo que se encuentra a kilómetros de distancia y a punto de atacar al bando alemán. Ese viaje del punto A al punto B lo emprenderemos al lado de estos protagonistas para experimentar sus vivencias en un entorno tan desolador como amenazante. Cabría esperar una marcha plagada de violencia en una lucha sin cuartel por matar y rematar al enemigo, pero el viaje en sí mismo resulta una oportunidad de repartir vida. Así que como una especie de abejorros polinizadores destacarán entre un mundo de muerte y destrucción para dar una oportunidad a lo que se cruce por su camino. En este sentido, Mendes ha sabido perfectamente recrear el escenario de muerte que hay en toda confrontación bélica. Llena cada centímetro de pantalla con cadáveres, ratas, putrefacción, carroña animal en descomposición y se luce imaginando lugares que se mueren en la penumbra más tenebrosa. Ruinas, soledad, demolición y devastación nos llenan los ojos de una tristeza que los protagonistas se encargarán de amenizar e iluminar con esa llamativa bondad e ingenuidad del principiante que pide a gritos ser desvirgado a fuerza de ostias.
Me gusta y me estremezco porque se ha construido una historia que a pesar de la simpleza global de su guion, contiene una tensión narrativa acumulada que amenaza con entrar en erupción en cualquier momento. Capta tu atención desde el principio, apenas tiene momentos para concederte algo de relajación y los pocos que te da son LA LECHE (en su sentido más estricto de la palabra). En gran parte, esto se consigue gracias a los espectaculares y casi inigualables dos únicos planos secuencia que construyen la película. Efectivamente, solo hay dos planos secuencia, y como si de "Birdman" se tratara, estos te meten de cabeza al lado de los protagonistas, consiguiendo una de las mayores experiencias inmersivas que recuerdo en los últimos años del mundo del cine. Y rodar una película casi al completo con dos únicos planos (uno de 1 hora y otro de 50 minutos) para mí tiene un mérito descomunal pues creo que es de las cosas más difíciles que se pueden hacer a la hora de rodar una peli, porque implica tener metido en la cabeza hasta el más mínimo detalle de lo que quieres contar, de lo que quieres enseñar, de dónde ha de estar cada cosa en cada instante y de que todo el mundo esté atento al 100% para que todo fluya tal y como dicta la sesera del que dirige. Casi no hay margen para el error y si ese error ocurre, se ha de empezar de nuevo desde el principio con todo. Es más, se nota que Mendes se divierte con la cámara, porque juega a inventarse puntos de vista casi imposibles, enseñarnos la acción desde donde le da la real gana y situarnos en cualquiera de los 360º que rodean a lo que importa. Por delante, por detrás, desde arriba, desde abajo, bailando alrededor de los protagonistas...todo puede pasar aquí y ¡joder, cómo se disfruta!
Al respecto de lo mencionado, esos planos secuencia sirven entre otras muchas cosas para exaltar el horror de las trincheras, y como si de un homenaje se tratara a "Senderos de Gloria", en dos de sus pasajes Mendes se entretiene moviendo a sus actores por esos angostos espacios en los que el miedo se vive con una claustrofóbica angustia que invita a salir de ellos para salir cagando leches en paralelo en una de las escenas más brutales que recuerdo del cine bélico de toda la vida. Pero tampoco se confundan. No es esta una peli sin ruido, sin violencia, sin armas y sin destrucción in vivo. Lo que ocurre es que eso se nos da en su justa medida, sin ser su componente principal, pero sabiendo racionarlo muy bien y ofrecerlo en los momentos exactos en las cantidades oportunas. Se consigue así perfectamente que sintamos el miedo a la incertidumbre de una posible bala que amenaza con aparecer desde cualquier sitio. Así que más que el terror del bombardeo en directo, la película se hace fuerte en el terror de la expectación, de lo imprevisible y del agotamiento que produce la sensación de que el tiempo apremia en una carrera sin pausa para poder salvar la vida de los tuyos.
A mí me ha parecido una historia sensacional, desde luego de las mejores películas ambientadas en terreno bélico, con su particular visión de la jugada y su particular habilidad para destacar en un aspecto de la guerra quizá no tan bien explorado en la forma y en el fondo hasta ahora. Yo la sitúo a la altura de mitos como "Apocalypse Now", "La Chaqueta metálica", "Senderos de Gloria", "Platoon" y hasta incluso la más reciente "Civil War", y aunque me caigan palos por semejante aseveración, entiendo que es una peli que se ha de mirar sin expectativas de tragarse únicamente un espectáculo de luz y ruido de los que te dejan con sensación de haberte pasado un tanque por encima.
LO MEJOR:
- Su narrativa en plano secuencia.
- La angustia de sus trincheras.
- Esa dicotomía magníficamente sugerente entre la muerte y su contrario.
- La fotografía perfecta del precio de la bondad excesiva.
- Hay momentos que te acorralan y te asfixian.
LO PEOR:
- Su propia enormidad recuerda en algún breve momento a un videojuego.
- Que haya gente que solo vea aquí un simple videojuego.
Esto va básicamente de una pareja de soldados británicos que durante la Primera Guerra Mundial son ordenados para transmitir un mensaje al bando amigo que se encuentra a kilómetros de distancia y a punto de atacar al bando alemán. Ese viaje del punto A al punto B lo emprenderemos al lado de estos protagonistas para experimentar sus vivencias en un entorno tan desolador como amenazante. Cabría esperar una marcha plagada de violencia en una lucha sin cuartel por matar y rematar al enemigo, pero el viaje en sí mismo resulta una oportunidad de repartir vida. Así que como una especie de abejorros polinizadores destacarán entre un mundo de muerte y destrucción para dar una oportunidad a lo que se cruce por su camino. En este sentido, Mendes ha sabido perfectamente recrear el escenario de muerte que hay en toda confrontación bélica. Llena cada centímetro de pantalla con cadáveres, ratas, putrefacción, carroña animal en descomposición y se luce imaginando lugares que se mueren en la penumbra más tenebrosa. Ruinas, soledad, demolición y devastación nos llenan los ojos de una tristeza que los protagonistas se encargarán de amenizar e iluminar con esa llamativa bondad e ingenuidad del principiante que pide a gritos ser desvirgado a fuerza de ostias.
Me gusta y me estremezco porque se ha construido una historia que a pesar de la simpleza global de su guion, contiene una tensión narrativa acumulada que amenaza con entrar en erupción en cualquier momento. Capta tu atención desde el principio, apenas tiene momentos para concederte algo de relajación y los pocos que te da son LA LECHE (en su sentido más estricto de la palabra). En gran parte, esto se consigue gracias a los espectaculares y casi inigualables dos únicos planos secuencia que construyen la película. Efectivamente, solo hay dos planos secuencia, y como si de "Birdman" se tratara, estos te meten de cabeza al lado de los protagonistas, consiguiendo una de las mayores experiencias inmersivas que recuerdo en los últimos años del mundo del cine. Y rodar una película casi al completo con dos únicos planos (uno de 1 hora y otro de 50 minutos) para mí tiene un mérito descomunal pues creo que es de las cosas más difíciles que se pueden hacer a la hora de rodar una peli, porque implica tener metido en la cabeza hasta el más mínimo detalle de lo que quieres contar, de lo que quieres enseñar, de dónde ha de estar cada cosa en cada instante y de que todo el mundo esté atento al 100% para que todo fluya tal y como dicta la sesera del que dirige. Casi no hay margen para el error y si ese error ocurre, se ha de empezar de nuevo desde el principio con todo. Es más, se nota que Mendes se divierte con la cámara, porque juega a inventarse puntos de vista casi imposibles, enseñarnos la acción desde donde le da la real gana y situarnos en cualquiera de los 360º que rodean a lo que importa. Por delante, por detrás, desde arriba, desde abajo, bailando alrededor de los protagonistas...todo puede pasar aquí y ¡joder, cómo se disfruta!
Al respecto de lo mencionado, esos planos secuencia sirven entre otras muchas cosas para exaltar el horror de las trincheras, y como si de un homenaje se tratara a "Senderos de Gloria", en dos de sus pasajes Mendes se entretiene moviendo a sus actores por esos angostos espacios en los que el miedo se vive con una claustrofóbica angustia que invita a salir de ellos para salir cagando leches en paralelo en una de las escenas más brutales que recuerdo del cine bélico de toda la vida. Pero tampoco se confundan. No es esta una peli sin ruido, sin violencia, sin armas y sin destrucción in vivo. Lo que ocurre es que eso se nos da en su justa medida, sin ser su componente principal, pero sabiendo racionarlo muy bien y ofrecerlo en los momentos exactos en las cantidades oportunas. Se consigue así perfectamente que sintamos el miedo a la incertidumbre de una posible bala que amenaza con aparecer desde cualquier sitio. Así que más que el terror del bombardeo en directo, la película se hace fuerte en el terror de la expectación, de lo imprevisible y del agotamiento que produce la sensación de que el tiempo apremia en una carrera sin pausa para poder salvar la vida de los tuyos.
A mí me ha parecido una historia sensacional, desde luego de las mejores películas ambientadas en terreno bélico, con su particular visión de la jugada y su particular habilidad para destacar en un aspecto de la guerra quizá no tan bien explorado en la forma y en el fondo hasta ahora. Yo la sitúo a la altura de mitos como "Apocalypse Now", "La Chaqueta metálica", "Senderos de Gloria", "Platoon" y hasta incluso la más reciente "Civil War", y aunque me caigan palos por semejante aseveración, entiendo que es una peli que se ha de mirar sin expectativas de tragarse únicamente un espectáculo de luz y ruido de los que te dejan con sensación de haberte pasado un tanque por encima.
LO MEJOR:
- Su narrativa en plano secuencia.
- La angustia de sus trincheras.
- Esa dicotomía magníficamente sugerente entre la muerte y su contrario.
- La fotografía perfecta del precio de la bondad excesiva.
- Hay momentos que te acorralan y te asfixian.
LO PEOR:
- Su propia enormidad recuerda en algún breve momento a un videojuego.
- Que haya gente que solo vea aquí un simple videojuego.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Uno intuye o piensa que los planos secuencia han de tener algún momento de corta, pega y empalme, con unas labores extraordinarias de montaje de por medio, ya que resulta imperceptible al ojo humano y en efecto todo se ve sin solución de continuidad, pero no acabo de creerme que desde el momento en el que MacKay cae por la cascada hasta el momento en el que sale del río allí se haya rodado todo con una cámara persiguiendo al protagonista. Tampoco me trago que todo lo que ocurre en ese derrumbamiento dentro de las cámaras alemanas por culpa de la rata infecta de turno haya sido rodado de una vez con cámara en mano. Y mucho menos que el avión se estrelle de verdad en esa caseta detrás de la pareja protagonista huyendo de la explosión. Sea como fuere el resultado es exquisito y son pasajes de la peli tan espectaculares como memorables.
Aunque para memorable y para mí el mejor momento de la peli es esa carrera que emprende MacKay en paralelo a la trinchera británica con tal de llegar al coronel para transmitirle su mensaje de NO ATACAR para evitar una masacre en forma de trampa, mientras se va chocando con todos los soldados que emprenden su carrera hacia las líneas alemanas, con todas las explosiones de fondo. Bajo mi punto es el clímax de todo lo que Sam Mendes quiere mostrar aquí:
- La angustia de ver que todo se desmorona cuando tú tienes la solución para evitarlo.
- El congojo de los últimos metros que te separan de tu objetivo final y que no acaban los muy cabrones.
- La adrenalina de la guerra en todo su apogeo con una arremetida al más puro estilo "Braveheart".
- La esperanza y la ingenuidad de la bondad resistiendo a cualquier ataque y bombardeo.
- Las consecuencias de la puta guerra en forma de horror, muerte y amputación.
Aunque para memorable y para mí el mejor momento de la peli es esa carrera que emprende MacKay en paralelo a la trinchera británica con tal de llegar al coronel para transmitirle su mensaje de NO ATACAR para evitar una masacre en forma de trampa, mientras se va chocando con todos los soldados que emprenden su carrera hacia las líneas alemanas, con todas las explosiones de fondo. Bajo mi punto es el clímax de todo lo que Sam Mendes quiere mostrar aquí:
- La angustia de ver que todo se desmorona cuando tú tienes la solución para evitarlo.
- El congojo de los últimos metros que te separan de tu objetivo final y que no acaban los muy cabrones.
- La adrenalina de la guerra en todo su apogeo con una arremetida al más puro estilo "Braveheart".
- La esperanza y la ingenuidad de la bondad resistiendo a cualquier ataque y bombardeo.
- Las consecuencias de la puta guerra en forma de horror, muerte y amputación.
13 de enero de 2020
13 de enero de 2020
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer una película de dos horas con casi un único plano secuencia tiene su mérito. Sin embargo, es quizá el único que yo le veo. Más allá de esto, en mi opinión la película es floja, con una historia muy parecida a "Salvar al soldado Ryan", que desde luego tiene momentos más espectaculares que esta de Sam Mendes (por ejemplo, el desembarco en la playa de la película de Spielberg es brillante y estremecedor). Por otra parte, me sorprende que "1917" tenga casi la misma calificación que "Senderos de Gloria" de Kubrick. Esta está ambientada en la misma guerra, tiene una historia mucho más interesante que va más allá del valor y el heroismo, que ya hemos visto hasta en la sopa.
17 de enero de 2020
17 de enero de 2020
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película muy floja exceptuando su apartado técnico y no esperaba menos debido a su alto presupuesto, pero en realidad lo que sucede es que es un producto altamente inflado y sobrevalorado por los medios de comunicación para moldear la opinión pública y vender al espectador un largometraje que se hace pasar por una de las mas grandes obras maestras del cine bélico que se ha creado jamás, ojo eso claro según la masa crítica y despaso obtener el máximo rendimiento en taquillas por supuesto.
Una obra que busca en todo momento reunir los ingredientes necesarios (forzosamente), algunos de ellos introducidos con calzador para que funcionen adecuadamente para los estándares de la industria porque sino carecerían de sentido,
pero que en realidad no brilla en casi ningún apartado y está enfocada en obtener los máximos beneficios, es decir una maniobra totalmente comercial con un gran marketing y propaganda favorable detrás que maquilla la carcasa del film pero en su interior no hay nada que destaque emocionalmente, esta vacía como su guión.
Una obra que busca en todo momento reunir los ingredientes necesarios (forzosamente), algunos de ellos introducidos con calzador para que funcionen adecuadamente para los estándares de la industria porque sino carecerían de sentido,
pero que en realidad no brilla en casi ningún apartado y está enfocada en obtener los máximos beneficios, es decir una maniobra totalmente comercial con un gran marketing y propaganda favorable detrás que maquilla la carcasa del film pero en su interior no hay nada que destaque emocionalmente, esta vacía como su guión.
15 de febrero de 2020
15 de febrero de 2020
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ‘no historia’ que hace que la de “Salvando a soldado Ryan” parezca la de “El Padrino” en comparación.
‘No personajes’, ala “Dunquerque”, pero sin comprometerse realmente con ello, dando a los dos protagonistas unos cuantos “momentos y diálogos emotivos” (algunos buenos o aceptables; otros ridículos y forzados) típicos de los usuales arquetipos y de los más básicos “arcos emocionales”.
El valor de la película se basa en el 'truco' (un realmente difícil truco) de 'una toma', que claramente no es una toma, y requiere de excesivas ‘no escenas’ en las que nada pasa (gente lentamente caminando, arrastrándose, trotando). Además de eso, unas cuantas escenas visualmente descomunales, pero que no se relacionan con el truco de “toma continua” y en una película “normal” y mejor, también hubieran sido geniales.
Así que, un cero por la historia; un cero por los personajes; un cero por la banda sonora; un diez por los trucos técnicos; un diez por ciertos momentos espectaculares aislados; y un cero por momentos absolutamente ridículos que se supone sean emotivos. Supongo que el que se sienta inmerso y “dentro de la película” por la toma única vivirá más fuertemente los momentos que para mí fueron la nada misma. Técnicamente magnífica... basura.
‘No personajes’, ala “Dunquerque”, pero sin comprometerse realmente con ello, dando a los dos protagonistas unos cuantos “momentos y diálogos emotivos” (algunos buenos o aceptables; otros ridículos y forzados) típicos de los usuales arquetipos y de los más básicos “arcos emocionales”.
El valor de la película se basa en el 'truco' (un realmente difícil truco) de 'una toma', que claramente no es una toma, y requiere de excesivas ‘no escenas’ en las que nada pasa (gente lentamente caminando, arrastrándose, trotando). Además de eso, unas cuantas escenas visualmente descomunales, pero que no se relacionan con el truco de “toma continua” y en una película “normal” y mejor, también hubieran sido geniales.
Así que, un cero por la historia; un cero por los personajes; un cero por la banda sonora; un diez por los trucos técnicos; un diez por ciertos momentos espectaculares aislados; y un cero por momentos absolutamente ridículos que se supone sean emotivos. Supongo que el que se sienta inmerso y “dentro de la película” por la toma única vivirá más fuertemente los momentos que para mí fueron la nada misma. Técnicamente magnífica... basura.
17 de enero de 2020
17 de enero de 2020
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada año, para los Oscar, se nos presenta alguna película con algún elemento formal destacado como reclamo principal que nos recuerda su condición de película-acontecimiento frente a las películas-espectáculo de las grandes épocas de blockbuster (mayo, verano, navidad). Así tuvimos la película muda (Ther Artist), la película rodada al tiempo que crecían sus protagonistas (Boyhood), la película rodada en un solo plano (oh, vaya, Birdman). Por otro lado, tenemos a San Mendes, muy dado a la recreación manierista de estilos, quien presenta ahora una vuelta de tuerca con esta película, la película rodada en un solo plano sobre la primera guerra mundial. O mejor dicho, sobre dos soldados que caminan por el campo durante la segunda guerra mundial. Como ya se ha dicho, la película tiene una factura impecable, y el problema de haber supeditado toda la historia al recurso formal del plano secuencia. La historia no da mucho de sí, pero el desarrollo que Mendes ofrece tampoco. La mayor parte de los planos secuencia transcurren con los personajes en solitario caminando por el campo, y cuando por fin se mateializa algún conflicto durante ese paseo, resulta artificial y forzado, cuando no absolutamentre inverosímil, porque desarrollar una serie de conflictos a lo largo de la aventura de manera natural y orgánica impediría mantener la fluidez de la secuencia. La peli encadena escenas larguísimas de caminata separads por breves estallidos de acción surgidas siempre de la nada y sin mayor imbricación con personajes o tramas, lo cual permite describir por qué sus críticos la relacionan más con el Call of Duty que con Kubrick o Peter Weir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras los primeros 25 minutos de paseo una bomba estalla de manera azarosa frente a los protagonsitas en el preciso instante en el que la descubren. Los protas sobreviven porque sólo llevamos 25 minutos de metraje. Bueno, piensa uno, ha sido un poco chiripa, pero es posible. Nuevos 15 minutos de paseo por el prado. Un prado enooooooorme. Una auténtica campiña. Y a lo lejos, en el cielo, aviones batallando en cgi. Un avión es derribado y, oooooh, cae, de entre los kilometros y kilometros de ese paraje deshabitado... ¡a setenta centimentro de los protas! ¡Qué apropiado! Mendes necesita forzar así la credulidad del espectador para que por fin pase algo en la peli sin romper el plano, porque si no, sólo hay campo y más campo. Entonces llega la incoherencia: es un avión enemigo, los protas lo saben desde que lo vieron en el aire... pues deciden salvar al piloto alemán que sin duda alguna querría matarles de estar consciente. Spoiler: les mata. Al menos a uno de ellos. Si para que haya conflicto tienes que forzar tanto la verosimilitud narrativa es que tu película tiene un problema gordo desde el principio. Y lo seguirá teniendo, porque claro, el heroe es BUENO, y nunca intentará matar a ninguno de sus enemigos si no es en defensa propia, por lo que absolutamente todos los enfrentamientos que tiene con los alemanes en su periplo resultan igualmente artificiosos e inverosímiles. Pero en plano secuencia.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here