Gracias por fumar
7.0
22,806
Comedia. Drama
Nick Naylor, jefe de prensa de una gran compañía de tabaco, dedica su vida a defender los derechos de los fumadores contra la cultura neopuritana dominante. Enfrentado a grupos de defensa de la salud y a un oportunista senador, Nick pasa a la ofensiva como relaciones públicas del consumo de cigarrillos, pero al mismo tiempo comienza a pensar en la imagen que está dando a su hijo pequeño Joey.
1 de mayo de 2017
1 de mayo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia redonda en todos los sentidos y película que acaba siendo mucho más que una comedia. Tiene un punto satírico pero muy mordaz. Tiene además una historia que engancha, una narración que tiene un ritmo envidiable (gracias Jason Reitman) y un reparto formidable de principio a fin (Eckhart está fabuloso en la película, pero todo el reparto hasta llegar a Simmons o Duvall brillan en cada una de sus apariciones).
Esta ópera prima resulta una muy agradable sorpresa y una señal de que la trayectoria de Jason Reitman va a dar muchas y agradables sorpresas.
Película de obligado visionado y, añado, inicio de una filmografía también indispensable.
Esta ópera prima resulta una muy agradable sorpresa y una señal de que la trayectoria de Jason Reitman va a dar muchas y agradables sorpresas.
Película de obligado visionado y, añado, inicio de una filmografía también indispensable.
27 de julio de 2017
27 de julio de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “Thank You For Smoking” (USA, 2005), dirigida y escrita por Jason Reitman [1977- ] (con base en una novela de Christopher Buckley), el mismo que rompería muchos moldes narrativos con la multipremiada “Juno” (2007) y, en menor medida, “Up in the air” (2009). Dicho con otras palabras, un director creativo con una gran fuerza en sus guiones. Esta cinta está protagonizada por Aaron Eckhart, Maria Bello, Cameron Bright, Adam Brody y Sam Elliott, entre otros. Claro está que en esta cinta el protagonista domina tanto las escenas que, de haberse escogido un mal actor, todo se habría ido a pique. Pero no fue lo que pasó aquí: Eckhart hace un buen papel, tanto que me sorprende que no haya ganado varios premios por ello (según consulté fue nominado un par de veces, pero nada más). La cinta narra la vida de Nick Naylor (Eckhart), quien da la cara en los debates públicos a favor de las tabacaleras, enfrentándose así a la hostilidad social y a un senador oportunista. Ahora bien, la película ha sido clasificada como “comedia”, pero no creo que esta sea la palabra precisa para adjudicarle. Es, claramente, una sátira inteligente, pero de allí a confundirla con comedia es una exageración. Pasando a otro aspecto, este filme tiene dos fuerzas: el guion (que a su vez se caracteriza por su inteligencia y su creatividad) y en las actuaciones muy pulcras, en especial del protagonista. Me enfocaré en lo primero. La narración gira en torno a un núcleo dramático (el debate entre tabacaleras y grupos pro-salud) pero se presenta de manera tan creativa que termina siendo una sátira tan salvaje como elegante. Me llama la atención que la película no asuma una postura moralista, ni toma partido con fiereza. Incluso, se exponen buenos argumentos a favor del derecho de los fumadores (como el de la autonomía) frente a los grupos pro-salud, los cuales pueden caer en neomoralismos que, en nombre de algo considerado como “superior”, pueden terminar por coartar la libertad (pienso en la escena en la que el senador sugiere eliminar de las películas antiguas cualquier imagen de cigarrillo). Y justo aquí es donde quisiera hacer una reflexión más allá de los elementos estéticos, por llamarlos de alguna manera. Resulta que esta cinta no se queda en ser un manual de relaciones públicas. Plantea un debate crucial para los oídos de un estadounidense: el respeto por el individualismo, esto es, la libertad individual y el derecho a la felicidad como opción personalísima. Es claro que el cigarrillo es dañino; al finalizar, el protagonista termina aceptándolo, pero ¿hasta dónde se puede permitir que el Estado, en virtud de la defensa de la salud, llegue a cuestionar los cimientos de la libertad individual de quien fuma? Claro está que el debate va más allá de los inteligentes argumentos del protagonista, en tanto que quien ya está enganchado con los cigarrillos no hace un uso pleno de su libertad, pues ya está enviciado; además, que la enfermedad es asumida en alguna medida por la sociedad y no sólo por el fumador. Pero, ¿cómo encontrar un justo medio entre dos extremos inadmisibles? Esto, en el contexto estadounidense, es más complejo que en el latinoamericano, dado el fundamento individualista que atraviesa su constitución. Comparto, eso sí, otro argumento del protagonista: la hipocresía. El cigarrillo se volvió, con alguna razón, el enemigo público número uno; pero hay otras cosas iguales o peores en su capacidad de hacer daño, que pasan desapercibidas para esos ojos moralizadores. El protagonista menciona el tema del colesterol y el azúcar, pero yo le agregaría otro: la marihuana. Estamos en una época de persecución a quien fuma cigarrillos, a la par que hay cierta tendencia de considerar inocuo el consumo de marihuana. Es por ello que, si bien he compartido cualquier medida anti-tabaco, la cinta pone a pensar en que allí puede haber juegos hipócritas que deben ser develados. En conclusión, recomiendo la película, claramente, por esa buena narración y por las reflexiones a las que invita: de no caer en las visiones ligeras y moralizantes que pueden llegar a ser perniciosas a menos de que siempre estén bajo ojos de sospecha. 2017-07-27
10 de marzo de 2019
10 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que se trata de una película muy crítica pienso que principalmente trata de entretener al público. Se trata de una historia ligera pero inteligente. Independientemente del mensaje que puede que se nos está intentando transmitir con ella, supone un espectáculo realmente disfrutable.
De todas formas, el director sí se centra en presentarnos a sus personajes de forma grotesca aunque simpática a modo de burla hacia las compañías que controlan el comercio de sustancias conflictivas a nivel mundial. Pero es bueno que se nos dé una imagen de lo que estas representan para la sociedad y de (más o menos) cuáles son sus intenciones de lucro. Pese a que el tono de Thank you for smoking es de comedia, deberíamos darnos cuenta de que es un tema de interés general y que deberíamos quitarnos el antifaz y asumir la realidad que vivimos en cuanto al tema de los grupos de presión comercial, conocidos como lobbies.
De todas formas, el director sí se centra en presentarnos a sus personajes de forma grotesca aunque simpática a modo de burla hacia las compañías que controlan el comercio de sustancias conflictivas a nivel mundial. Pero es bueno que se nos dé una imagen de lo que estas representan para la sociedad y de (más o menos) cuáles son sus intenciones de lucro. Pese a que el tono de Thank you for smoking es de comedia, deberíamos darnos cuenta de que es un tema de interés general y que deberíamos quitarnos el antifaz y asumir la realidad que vivimos en cuanto al tema de los grupos de presión comercial, conocidos como lobbies.
19 de marzo de 2020
19 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guión es lo que convierte a Gracias por fumar en una película sublime, más aún si el espectador es fumador o está pensando serlo. Esta comedia dramática, que nada tiene que envidiar a una película de Woody Allen, solidifica sus cimientos en algo tan polémico como el tabaco, y la guerra que mantienen sus amantes y sus desertores, tomando una posición imparcial. Siendo irónica, políticamente incorrecta y sarcástica, este film sitúa a cada bando en su sitio partiendo de una perogrullada, de una básica incógnita... ¿Fumar mata? La respuesta es obvia para todos, excepto para Nick Naylor (Aaron Eckhart), jefe de prensa de una compañía tabacalera y nuestro protagonista, el cual hace uso de unos ingeniosos diálogos y una portentosa capacidad de convicción para que tú, yo y hasta una persona con cáncer de pulmón cambiemos radicalmente de opinión. Jason Reitman, director que adaptó la novela homónima de Christopher Buckley, supo escoger los diálogos oportunos para el protagonista de la obra, haciendo que simpaticemos con él, con su demagogia, con su manera de pensar, haciendo también que reflexionemos y tengamos un pensamiento forjado a través de razonamientos, no impuesto por un factor externo. Resumidamente, que tengamos una libertad de elección. Y esto resulta difícil teniendo como personaje principal a un promotor del tabaco, un encargado de fomentar que la gente fume, con todas las consecuencias, creando una apología del tabaquismo empleando discursos amorales y cínicos, siendo incorrecto y mordaz tanto en su trabajo, como en su vida personal, lo cual muestra que la labor, tanto del actor como del director, resulten enaltecidas al conseguir dicho propósito. También se tratan temas como la importancia del tabaco en la cultura popular, focalizándose mayoritariamente en el cine, ¿algunas películas serían iguales si se hubiera suprimido totalmente el uso del tabaco? ¿Es solo una estrategia comercial? ¿Por qué existe una concepción guay sobre fumar? El rápido ritmo es reforzado por un humor inteligente que funciona a la perfección; la acción dialéctica es constante y no recrea vericuetos manidos ni busca una aceptación colectiva, simplemente, expone a través de un recurso: la oratoria, una oratoria irónica, sarcástica en su adecuada medida, sin propasarse. Cabe mencionar la ausencia cabal de consumo de tabaco en todo el metraje, recreando, quizás, la hipocresía de las altas esferas, de las grandes multinacionales tabacaleras que promueven el consumo alegando que no es nocivo, que no va a desembocar en nada malo. Por otra parte, esa hipocresía también se extrapola a aquellos que censuran o niegan dicho consumo por considerarlo mortífero ya que, hoy día, ¿qué no es mortífero? ¿No hay mortandad por accidentes de coche? ¿Armas? ¿Colesterol? Aaron Eckhart nos plantea todo esto a través de una interpretación espléndida, vigorosa, cargando con la película sobre sus hombros y eclipsando actores de gran renombre, como J. K. Simmons o Robert Duvall. Cinta muy entretenida y recomendable. Gracias por leer. Fuma si quieres.
22 de septiembre de 2022
22 de septiembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusta el filme de Reitman porque pese a tener a priori unos elementos cómicos y un esquema típico americano, hay cosas que son diferentes, diversos giros interesantes y sobre todo una función didáctica cuánto menos curiosa.
La película TRATA sobre el poder del discurso, el arte de manipular mediante las palabras, las diferencias de la conversación y la persuasión.
De ahí fantásticas escenas de Aaron Eckhart con su hijo (Eckhart sorprendentemente espléndido).
Por otro lado lo mejor son los diversos personajes (me ganan ese trío de la muerte que comen juntos) o el personaje de William H Macy.
Personalmente, un cuánto excesivo. Me sobran ciertos personajes y situaciones, que aunque están bien traídos....a un servidor no le sorprenden.
Es un film reseñable por mostrar los entresijos de la DIALÉCTICA de una manera acertada e interesante.
Eso y ciertos giros de guión (en especial es un placer que un personaje que se nos muestre como el puto amo, también COMETA ERRORES).
Correcta en su amplía mayoría, aunque creo que UN PELÍN de más mala baba, quizás hubiese venido bien. Pero aún así es destacable.
La película TRATA sobre el poder del discurso, el arte de manipular mediante las palabras, las diferencias de la conversación y la persuasión.
De ahí fantásticas escenas de Aaron Eckhart con su hijo (Eckhart sorprendentemente espléndido).
Por otro lado lo mejor son los diversos personajes (me ganan ese trío de la muerte que comen juntos) o el personaje de William H Macy.
Personalmente, un cuánto excesivo. Me sobran ciertos personajes y situaciones, que aunque están bien traídos....a un servidor no le sorprenden.
Es un film reseñable por mostrar los entresijos de la DIALÉCTICA de una manera acertada e interesante.
Eso y ciertos giros de guión (en especial es un placer que un personaje que se nos muestre como el puto amo, también COMETA ERRORES).
Correcta en su amplía mayoría, aunque creo que UN PELÍN de más mala baba, quizás hubiese venido bien. Pero aún así es destacable.
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