Blancanieves
7.0
21,651
Drama
Versión libre, de carácter gótico, del popular cuento de los hermanos Grimm, que ha sido ambientada en España durante los años 20. Blancanieves es Carmen, una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra Encarna. Huyendo de su pasado, Carmen emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de Enanos Toreros. (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2013
18 de abril de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blancanieves de Pablo Berger es una cinta entretenida en ocasiones y soporífera en otras. Tiene algunos buenos detalles como una bella e impactante fotografía en blanco y negro, una música evocadora con guitarra flamenca acompañando a la acción en los momentos oportunos, y alguna competente actuación como la de Maribel Verdú y a ratos Macarena García.
También se puede remarcar positivamente las caracterizaciones, vestuarios y montajes, que están trabajados al detalle, evocando a la época en cuestión. Pero el argumento carece de enganche y está basado en un guión, que aunque este maquillado en algunos aspectos es totalmente predecible y falto de entretenimiento.
En definitiva, una película bastante prescindible, innecesaria en muchos aspectos, ya que, ni te sorprende ni te eclipsa su cine mudo, al igual que tampoco convence su en ocasiones decepcionante transformación del mítico cuento de los hermanos Grimm.
También se puede remarcar positivamente las caracterizaciones, vestuarios y montajes, que están trabajados al detalle, evocando a la época en cuestión. Pero el argumento carece de enganche y está basado en un guión, que aunque este maquillado en algunos aspectos es totalmente predecible y falto de entretenimiento.
En definitiva, una película bastante prescindible, innecesaria en muchos aspectos, ya que, ni te sorprende ni te eclipsa su cine mudo, al igual que tampoco convence su en ocasiones decepcionante transformación del mítico cuento de los hermanos Grimm.
2 de septiembre de 2014
2 de septiembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahí va Muñeco con su sonrisa pérfida. Le sobra un brazo, está coja, pero Muñeco siempre sobrevive. Enseña un pecho, enseña los dos. Muñeco triunfa de nuevo. Da igual quien la rodee, la historia, los tullidos y los animalitos: Muñeco es imperturbable. Las palabras no asustan a Muñeco. Si por Muñeco fuera, el cine serían muecas. La boca de Muñeco, sus labios, son maldad sin fin en unos centímetros de leve movimiento. Si Muñeco fuese actriz no podría serlo, porque Muñeco no interpreta, Muñeco es siempre él, o ella. Ahí va corriendo Muñeco con su perro. Qué mala hostia tiene Muñeco. Muñeco me molesta. Sal de ahí Muñeco. Muñeco aparece todo el rato. Quiero quemar a Muñeco. Ha terminado la película, menos mal, Muñeco se ha ido ya, pero sigo pensando en Muñeco. Que nadie mencione a Chuky. Muñeco, no vuelvas.
30 de octubre de 2012
30 de octubre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blancanieves es un buen descubrimiento en una época en la que el cine se deteriora. Yo no voy a entrar en la manida comparación con The Artist, que me pareció una película ventajista, demagoga, tópica y aburrida y que si no llega a ser por la compañía de aquella tarde me hubiera acabado por enervar. Blancaniebes es un cuento, y esto que puede parecer una obviedad no lo es. Berger convierte el cuento en otro cuento. Un cuento español al que se le podría añadir lo de la Rossenvinge; "ha salido el sol arrogante y español". Y no voy a entrar en el también falso debate del patriotismo o patrioterismo de la cinta, me niego, Detrás de la palabra Patria siempre se esconde un cobarde sea de más o de asnar y es que la única patria que reconozco es el cuerpo de Rosa Ríos.
Pero es un cuento dentro de una película o una película dentro de un cuento, y este es su valor y a el se subordinan tanto esos actores pasados de vueltas en su homenaje al expresionismo alemán, ese guión tópico pero intenso como un Warhol enamorado y esa puesta en escena simétrica a The Artist, pero donde allí había arqueología estética, aquí hay intensidad. Donde homenaje a un diluido cine mudo, en la de Berger se nota tanto el fino hilo que habita en los ojos de las niñas de Erice, como esa sensación que tienes de cuanto le hubiera gustado rondarla a Don Luís Buñuel.
Quizá tanto deterioro en un Cine que ha elevado a la categoría de excelsos a Tarantino o a Penélope Cruz y que ha conseguido que los efectos especiales se conviertan en actos ordinarios, ha llevado a las almas pasajeras a apostar en la vida un tesoro. El cuento para mayores y para niños, emotivo y truculento, visualmente restallante, todo eso pero un cuento. Cine español del bueno. Con muchas imperfecciones si, pero con esa vuelta de tuerca constante y sobre todo al final pero del que te reconcilia con las salas oscuras. Ese aroma de relatito infantil que destila la postrer mirada del torerillo enamorado a su Blancanieves particular, esa expresión que como en el imaginario en brazos de la madre recuperada y retenida, le está diciendo "Te quiero mucho como la trucha al trucho".
Pero es un cuento dentro de una película o una película dentro de un cuento, y este es su valor y a el se subordinan tanto esos actores pasados de vueltas en su homenaje al expresionismo alemán, ese guión tópico pero intenso como un Warhol enamorado y esa puesta en escena simétrica a The Artist, pero donde allí había arqueología estética, aquí hay intensidad. Donde homenaje a un diluido cine mudo, en la de Berger se nota tanto el fino hilo que habita en los ojos de las niñas de Erice, como esa sensación que tienes de cuanto le hubiera gustado rondarla a Don Luís Buñuel.
Quizá tanto deterioro en un Cine que ha elevado a la categoría de excelsos a Tarantino o a Penélope Cruz y que ha conseguido que los efectos especiales se conviertan en actos ordinarios, ha llevado a las almas pasajeras a apostar en la vida un tesoro. El cuento para mayores y para niños, emotivo y truculento, visualmente restallante, todo eso pero un cuento. Cine español del bueno. Con muchas imperfecciones si, pero con esa vuelta de tuerca constante y sobre todo al final pero del que te reconcilia con las salas oscuras. Ese aroma de relatito infantil que destila la postrer mirada del torerillo enamorado a su Blancanieves particular, esa expresión que como en el imaginario en brazos de la madre recuperada y retenida, le está diciendo "Te quiero mucho como la trucha al trucho".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No podía haber final feliz, era pasar de un cuento heredero de Gutierrez Solanas y Buñuel como era lo suyo a una producción Disney pasada por el tamiz de Mornau.
7 de febrero de 2013
7 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo mi punto de vista, los apartados técnico y artístico son el 80% en esta película. La historia está originalmente contada, aunque tiene típicos tópicos algo chirriantes. Todo tiene un marcado tono taurino de tragedia. Intenta dirigirse hacia la comedia sin conseguirlo, ya que casi nada hace gracia. Resulta sorprendente que a una misma persona la vida la trate tan mal sistemáticamente. Las interpretaciones no están mal, aunque como se precia en el cine mudo, resulta demasiado gestual, desembocando en histrionismo. Maribel Verdú está bien, pero tampoco es para tanto. Como ella misma ha reconocido, “hacer de mala es muy agradecido”, pero yo tampoco le daría el Goya (y menos, estando enfrentada a la gran interpretación de Naomi Watts). Casi diría que cumplen mejor Sofía Oria y Macarena García en sus papeles de niña y joven Carmencita respectivamente, y Daniel Giménez Cacho, como padre. Por otro lado, un extraño detalle el que los enanitos no sean siete, y no exista un príncipe azul, pero muy ocurrente el cambio del espejo mágico por la revista Hola. Mención aparte para un muy buen apartado musical, reseñando el intensificado palmeo folclórico.
11 de febrero de 2013
11 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un compendio de estampas finamente estilizadas para una película inusual en el cine español. Puede disfrutarse desde el ámbito artístico que su plasticidad artística propone, sin embargo creo que abusa de sentimentalismo en un guión que contiene agujeros narrativos en su desarrollo. Los personajes son presentados con facilidad y la consabida historia que adapta es trasladada al mundo del flamenco y los toros (vuelta a la España de charanga y pandereta).
Es como un pase de bellas diapositivas bajo un hilo argumental archiconocido, carente de sorpresas pero de gran fuerza visual, aunque anclado en su propia premisa, no emociona entre tanta fascinación de sí mismo en cada plano que acomete. Su capacidad de asombro es basicamente óptica, no así la narración escrita que va a remolque de las hermosas postales que dibuja la cámara y cobra cierto sentido gracias al trabajo de un elenco entregado a la propuesta.
El momento de la manzana no tiene lógica: si Carmencita/Blancanieves recobra la memoria en el ruedo, ¿cómo no iba a reconocer a la malvada madrastra? Ese detalle se le escapó de las manos al director, claro... las imágenes quedan muy bonitas.
Es como un pase de bellas diapositivas bajo un hilo argumental archiconocido, carente de sorpresas pero de gran fuerza visual, aunque anclado en su propia premisa, no emociona entre tanta fascinación de sí mismo en cada plano que acomete. Su capacidad de asombro es basicamente óptica, no así la narración escrita que va a remolque de las hermosas postales que dibuja la cámara y cobra cierto sentido gracias al trabajo de un elenco entregado a la propuesta.
El momento de la manzana no tiene lógica: si Carmencita/Blancanieves recobra la memoria en el ruedo, ¿cómo no iba a reconocer a la malvada madrastra? Ese detalle se le escapó de las manos al director, claro... las imágenes quedan muy bonitas.
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