Red social
2010 

6.8
97,269
Drama
Una noche de otoño del año 2003, Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg), alumno de Harvard y genio de la programación, se sienta delante de su ordenador y empieza a desarrollar una nueva idea: TheFacebook. Lo que comenzó en la habitación de un colegio mayor pronto se convirtió en una revolucionaria red social. Seis años y 500 millones de amigos después, Zuckerberg es el billonario más joven de la historia. Pero a este joven emprendedor el ... [+]
15 de octubre de 2010
15 de octubre de 2010
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando tuve conocimiento de que el próximo proyecto de David Fincher iba a versar sobre la gestación de Facebook lo primero que vino a mi cabeza fue que había perdido definitivamente el rumbo después de su decepcionante inmersión en el mainstream con la edulcorada historia de Benjamin Button tan alejada de sus anteriores películas. A priori retratar un breve periodo de la vida del adolescente que pasó de ser un nerd anónimo a multimillonario en un tiempo record no parecía prometer una joya de guión y ejercicio cinematográfico si no una obra totalmente insulsa y carente de gancho.
Esta percepción comenzó a variar ante la abrumadora llegada de críticas positivas tras el estreno del film. No suelo prestar mucha atención a lo que los grandes medios tienen que decir sobre las películas pero en cierta medida me sorprendió la unanimidad con la que se recibía a la cinta de Fincher, y la curiosidad fue tomando forma en base a averiguar si un tema que no tenía para mi ningún interés podría de alguna manera entretenerme o llegar incluso a cautivarme.
Una vez vista me ha sorprendido bastante porque realmente es eso lo que ocurre, de la nada salta un gran guión que te mantiene atento y consigue situarte en la piel de los protagonistas en una historia de traiciones y ambición, arribismo y falsa amistad donde el Facebook encaja perfecto como macguffin haciendo que la trama se mueva en torno a un elemento de incipiente actualidad y reconocido por todos. Sin embargo en ocasiones se hacen concesiones en la estructura narrativa que lastran al film pues restan credibilidad a lo que estamos viendo al romperse la sensación de realidad que es la que debería buscar en todo momento la película por basarse ésta en una historia real, siendo los recursos citados más propios de la ficción.
Fincher en su trabajo tras la cámara cumple de manera correcta limitándose a que la película fluya sin cobrar demasiado protagonismo, algo que no ocurría en sus anteriores films donde su presencia era más notoria, confirmándose un poco más como un mero ejecutor de guiones ajenos dejando poco margen a la capacidad de creación e innovación. En este sentido haber sido el elegido para realizar el remake americano de la saga Millennium no parece presagiar un futuro demasiado prometedor para el antaño arriesgado director que parece dispuesto a ser finalmente engullido por la implacable maquinaria de Hollywood.
https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
Esta percepción comenzó a variar ante la abrumadora llegada de críticas positivas tras el estreno del film. No suelo prestar mucha atención a lo que los grandes medios tienen que decir sobre las películas pero en cierta medida me sorprendió la unanimidad con la que se recibía a la cinta de Fincher, y la curiosidad fue tomando forma en base a averiguar si un tema que no tenía para mi ningún interés podría de alguna manera entretenerme o llegar incluso a cautivarme.
Una vez vista me ha sorprendido bastante porque realmente es eso lo que ocurre, de la nada salta un gran guión que te mantiene atento y consigue situarte en la piel de los protagonistas en una historia de traiciones y ambición, arribismo y falsa amistad donde el Facebook encaja perfecto como macguffin haciendo que la trama se mueva en torno a un elemento de incipiente actualidad y reconocido por todos. Sin embargo en ocasiones se hacen concesiones en la estructura narrativa que lastran al film pues restan credibilidad a lo que estamos viendo al romperse la sensación de realidad que es la que debería buscar en todo momento la película por basarse ésta en una historia real, siendo los recursos citados más propios de la ficción.
Fincher en su trabajo tras la cámara cumple de manera correcta limitándose a que la película fluya sin cobrar demasiado protagonismo, algo que no ocurría en sus anteriores films donde su presencia era más notoria, confirmándose un poco más como un mero ejecutor de guiones ajenos dejando poco margen a la capacidad de creación e innovación. En este sentido haber sido el elegido para realizar el remake americano de la saga Millennium no parece presagiar un futuro demasiado prometedor para el antaño arriesgado director que parece dispuesto a ser finalmente engullido por la implacable maquinaria de Hollywood.
https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
18 de octubre de 2010
18 de octubre de 2010
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia tan increíble como real, de la que poco o nada mérito se le puede achacar al director.
Un director que narra la historia bastante bien culminando con un gran final y ofreciéndonos incluso, escenas tan vistosas como la regata. A parte de ésto, nada.
Una película que narra situaciones reales no puede ofrecer en todo momento diálogos tan poco creíbles y personajes tan tan tan estereotipados (los gemelos Winklevoss son de chiste en ciertos momentos) o escenas trilladísimas como el alumno adelantado que se va de clase soltando la respuesta al profesor antes de cerrar la puerta. Y no me puedo marchar sin denunciar lo nefasto del doblaje al castellano, aunque ahí esta claro, ni el director ni los guionistas tienen culpa.
No veo nada de innovador, sorprendente ni magnífico en esta película mas que la historia en sí misma, que seguramente sea mucho más extraordinaria y muchísimo más real que ésta que el señor Fincher nos presenta.
Un director que narra la historia bastante bien culminando con un gran final y ofreciéndonos incluso, escenas tan vistosas como la regata. A parte de ésto, nada.
Una película que narra situaciones reales no puede ofrecer en todo momento diálogos tan poco creíbles y personajes tan tan tan estereotipados (los gemelos Winklevoss son de chiste en ciertos momentos) o escenas trilladísimas como el alumno adelantado que se va de clase soltando la respuesta al profesor antes de cerrar la puerta. Y no me puedo marchar sin denunciar lo nefasto del doblaje al castellano, aunque ahí esta claro, ni el director ni los guionistas tienen culpa.
No veo nada de innovador, sorprendente ni magnífico en esta película mas que la historia en sí misma, que seguramente sea mucho más extraordinaria y muchísimo más real que ésta que el señor Fincher nos presenta.
24 de octubre de 2010
24 de octubre de 2010
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
...Porque sin tener eso en cuenta, con un 4 iba que chutaba.
Fuimos al cine a la sesión de las 23 horas, y lo que me temía, estaba lleno de adolescentes; a buen seguro, inocentones ellos, creyendo que sería una peli del tipo amoríos cibernéticos, polvos virtuales y jo tia cómo te quiero sin haberte visto el careto en persona en la puta vida. (En este sentido recuerdo un chiste de El Jueves, donde se ve a un chaval delante de un ordenata y dice..."Joder!, 200 amigos y no puedo gorronear un puto cigarro".)
Bueno como decía el arranque es cojonudo, lo mejor de la función sin duda para mi (qué pésimo el doblaje de la actriz que intenta ligarse el protagonista). Pero ya después de eso no le veo yo empaque como para mantenerte con interés, debido creo yo a que la historia no da más de si. Los actores muy contenidos. Y se agradece la falta de florituras de guión que le suelen gustar al director.
PD. A ver si alguien en un mensaje privado me saca de dudas... En el juicio sale David Selvy, el actor que hacía de Richard Chaning en Falcon Crest, no?. Es que en los créditos no vi su nombre.
Fuimos al cine a la sesión de las 23 horas, y lo que me temía, estaba lleno de adolescentes; a buen seguro, inocentones ellos, creyendo que sería una peli del tipo amoríos cibernéticos, polvos virtuales y jo tia cómo te quiero sin haberte visto el careto en persona en la puta vida. (En este sentido recuerdo un chiste de El Jueves, donde se ve a un chaval delante de un ordenata y dice..."Joder!, 200 amigos y no puedo gorronear un puto cigarro".)
Bueno como decía el arranque es cojonudo, lo mejor de la función sin duda para mi (qué pésimo el doblaje de la actriz que intenta ligarse el protagonista). Pero ya después de eso no le veo yo empaque como para mantenerte con interés, debido creo yo a que la historia no da más de si. Los actores muy contenidos. Y se agradece la falta de florituras de guión que le suelen gustar al director.
PD. A ver si alguien en un mensaje privado me saca de dudas... En el juicio sale David Selvy, el actor que hacía de Richard Chaning en Falcon Crest, no?. Es que en los créditos no vi su nombre.
1 de diciembre de 2010
1 de diciembre de 2010
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya una vez la academia asestó un golpe mortal al cine otorgándole un Oscar a la desafortunada Slumdog Millionaire y a menos que un milagro ocurra, este año lo hará con The Social Network, una película vacía, que pasa como mero entretenimiento pero que jamás, JAMÁS estará a la altura de verdaderas obras maestras de Fincher como Seven, Zodiac o aquel portento de flim llamado The Curious Case of Benjamin Button.
The Social Network es una película MUY bien actuada, pero que al final del día, no pasa de ser una experiencia casi inerte, insípida y creo yo, innecesaria.
Respeto a quienes dicen que es la obra mestra de nuestros días, pero lo dudo tanto...
The Social Network es una película MUY bien actuada, pero que al final del día, no pasa de ser una experiencia casi inerte, insípida y creo yo, innecesaria.
Respeto a quienes dicen que es la obra mestra de nuestros días, pero lo dudo tanto...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final, con Suckerberg agregando a su ex novia a Facebook no es ninguna gracia, es en realidad un intento desesperado y casi póstumo del director por generar alguna simpatía tras un desafortunado ejercicio de cine de dos interminables horas.
31 de octubre de 2010
31 de octubre de 2010
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no, con este título tan contundente no quiero decir que La red social sea la mejor película de la década. En absoluto. Es más, ni siquiera diría que es una obra maestra (aún.... el tiempo se encargará de decir si lo es o no). A lo que me refiero es a que sin duda es la película que ilustra lo que ha sido la última década de la historia de la Humanidad, que no es otra cosa que el auge y asentamiento de Internet, y más concretamente de la realidad de las redes sociales.
Pero dejando éso a un lado, que sin duda es admirable, es éso lo que interesa a ese enorme autor que es David Fincher? En absoluto. Da igual si la película habla de Facebook, o si cuenta la verdad sobre su creación, o si aporta datos verosímiles. Lo que de verdad le interesa a Fincher y a Aaron Sorkin, su guionista, es retratar la amistad de los dos creadores de Facebook, Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin. O más bien, cómo y por qué esa amistad se destruye, con implacables consecuencias para ambos.
Así, la cinta presenta sus momentos cumbre con las diversas discusiones entre ambos personajes, acumuladas todas ellas en la parte final del metraje, que culminan por supuesto en la visita final de Saverin a las oficinas de Facebook en San Francisco. Y es en ese momento cuado Andrew Garfield, el mejor de un reparto exquisito, presenta su candidatura a todos los premiso habidos y por haber de la industria del cine. La desesperación, la angustia, el horror que siente su personaje está en los ojos, las manos y el cuerpo entero de Garfield.
Es esa relación, como digo, la que engancha al espectador, y la que convierte a La red social en una de las películas más fascinantes y, en cierto modo, tristes que yo he visto en mucho tiempo. y es que desde la primera escena de la película, el Zuckerberg de un excelente Jesse Eisenberg se presenta ante los ojos del espectador como un personaje admirable por su inteligencia y espíritu innovador, pero también absolutamente digno de lástima por su falta de habilidad social.
Y es así como David Fincher, el hombre detrás de esa poderosísima historia de amor que es El curiosos caso de Benjamin Button, filma, oculto tras el logo azul de la myor de las redes sociales, una auténtica tragedia. La traedia de dos personas en la cima del mudno... y a la vez en la más absoluta soledad.
Lo mejor: Eisenberg, Garfield y un muy sorprendente Justin Timberlake (vaya carisma tiene el muchacho.... la escena en la discoteca es simplemente espectacular).
Lo peor: Casi nada. Quizás tarda algo en arrancar.
Pero dejando éso a un lado, que sin duda es admirable, es éso lo que interesa a ese enorme autor que es David Fincher? En absoluto. Da igual si la película habla de Facebook, o si cuenta la verdad sobre su creación, o si aporta datos verosímiles. Lo que de verdad le interesa a Fincher y a Aaron Sorkin, su guionista, es retratar la amistad de los dos creadores de Facebook, Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin. O más bien, cómo y por qué esa amistad se destruye, con implacables consecuencias para ambos.
Así, la cinta presenta sus momentos cumbre con las diversas discusiones entre ambos personajes, acumuladas todas ellas en la parte final del metraje, que culminan por supuesto en la visita final de Saverin a las oficinas de Facebook en San Francisco. Y es en ese momento cuado Andrew Garfield, el mejor de un reparto exquisito, presenta su candidatura a todos los premiso habidos y por haber de la industria del cine. La desesperación, la angustia, el horror que siente su personaje está en los ojos, las manos y el cuerpo entero de Garfield.
Es esa relación, como digo, la que engancha al espectador, y la que convierte a La red social en una de las películas más fascinantes y, en cierto modo, tristes que yo he visto en mucho tiempo. y es que desde la primera escena de la película, el Zuckerberg de un excelente Jesse Eisenberg se presenta ante los ojos del espectador como un personaje admirable por su inteligencia y espíritu innovador, pero también absolutamente digno de lástima por su falta de habilidad social.
Y es así como David Fincher, el hombre detrás de esa poderosísima historia de amor que es El curiosos caso de Benjamin Button, filma, oculto tras el logo azul de la myor de las redes sociales, una auténtica tragedia. La traedia de dos personas en la cima del mudno... y a la vez en la más absoluta soledad.
Lo mejor: Eisenberg, Garfield y un muy sorprendente Justin Timberlake (vaya carisma tiene el muchacho.... la escena en la discoteca es simplemente espectacular).
Lo peor: Casi nada. Quizás tarda algo en arrancar.
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