Ahora me ves...
2013 

6.0
53,457
Thriller
Un equipo del FBI debe enfrentarse a una banda de criminales expertos en magia que se dedican a atracar bancos. Son "los cuatro jinetes”, un grupo formado por los mejores ilusionistas del mundo. Durante los atracos, siempre contra hombres de negocios corruptos, hacen llover el dinero robado sobre los espectadores, ante la atónita mirada de un equipo de élite del FBI que les sigue la pista. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2013
20 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
entretenida, excelente efectos visuales y muy buen sonido.
Por momentos un poco lenta, pero en general te tiene siempre atrapado por saber cual será el siguiente truco.
La verdad que las acuaciones son muy buena
Muy bueno el papel de Cain y Freeman
Por momentos un poco lenta, pero en general te tiene siempre atrapado por saber cual será el siguiente truco.
La verdad que las acuaciones son muy buena
Muy bueno el papel de Cain y Freeman
23 de octubre de 2013
23 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Junto al tan usado calificativo de "entretenimiento palomitero", fácil, sencillo, liviano y falto de contenido son los adjetivos que podrían caracterizar a los posos que deja este mediocre vino, de buena presentación en botella, pero justito al olfato y corto al gusto.
Aceptable como vino de mesa, pero no para ocasiones en las que esperemos complacer, agradar o engañar/embriagar a lozana moza, a la cual pretendamos conquistar y de cuya compañía pretendamos disfrutar (aunque bien triste es tener que recurrir al alcohol en estas lides, lo que denota falta de otros recursos, pero bueno, esa es otra cuestión...).
Atractiva a la vista y con un efectismo propio de un espumoso cargado de carbónico, la película apenas emana aromas (ni siquiera brutos; delicados no se los presumíamos ya a priori) ni sabor. Se nos presenta más bien como un caldo acuoso fácil de digerir, con toques dulces y achampanados, que lo hacen pasable a través de nuestro paladar y garganta, pero sin dejar rastro alguno, ni afrutados, ni térreos, ni a frutos secos. Tan liviano y fácil de consumir, como exento de fuerza y consistencia. Resaca no va a dejar, ni dolor de cabeza tampoco; le falta cuerpo, densidad, robustez y graduación para provocar cualquier tipo de reacción, por somera y mínima que pueda ser.
Dicho todo esto, y dejando bien patente que estamos ante ese producto situado entre los vinos envasados en brick y los caldos embotellados a cuatro euros la botella, ha cumplido con su cometido: entretener, cual vino resultón, que sin ser la estrella de la mesa, bien es capaz de quitar la sed y de ayudar a la digestión de una comida igual de liviana que él.
Desde su concepción, su guión repleto de giros (o eso pretende) y que aspira a la continua sorpresa (recuerda a productos anteriores) se caracteriza por su bajo contenido en azucares, lo que tras su completo procesado da origen a un mosto de muy baja graduación y calidad, por mucho que se le haya querido completar con aditivos tales como grandes estrellas de la interpretación (Caine, Freeman, Ruffalo) y nombres que siempre pueden ser un reclamo en taquilla (Laurent, Harrelson, Eisenberg). Poco pueden hacer grandes levaduras y la tecnología con tan mala materia prima: resultado vino flojo, pero no peleón avinagrado. Tampoco el enólogo acredita méritos suficientes como para alabar su hacer.
Bien es verdad que para paladares poco exigentes y acercándose a la cata sin pretensión alguna, la cinta entretiene y consigue rellenar la tarde, cosa que no es poco, viendo la cantidad de "vinagre" que abunda en esa licorería a la que llamamos cartelera. Cual Peñascal o Lambrusco, los destellos y efectos gaseosos resultan agradables y algún cosquilleo consiguen, logrando que el espectador siga ahí, pendiente del desenlace, el cual, sea dicho de paso, ni sorprende, ni embriaga..., sales de la cata y piensas: "si es lo que es; lo que pensaba; espumoso de dos euros en el Mercadona". Su espacio tiene, desde luego. En muchas bodegas siempre tendrá hueco, y a muchos paladares satisface, por lo que no la desprecien del todo. Si bien déjenla para casa, para una noche cualquiera de un día de diario, sin celebración ni fiesta que "regar" con un buen "caldo".
Aceptable como vino de mesa, pero no para ocasiones en las que esperemos complacer, agradar o engañar/embriagar a lozana moza, a la cual pretendamos conquistar y de cuya compañía pretendamos disfrutar (aunque bien triste es tener que recurrir al alcohol en estas lides, lo que denota falta de otros recursos, pero bueno, esa es otra cuestión...).
Atractiva a la vista y con un efectismo propio de un espumoso cargado de carbónico, la película apenas emana aromas (ni siquiera brutos; delicados no se los presumíamos ya a priori) ni sabor. Se nos presenta más bien como un caldo acuoso fácil de digerir, con toques dulces y achampanados, que lo hacen pasable a través de nuestro paladar y garganta, pero sin dejar rastro alguno, ni afrutados, ni térreos, ni a frutos secos. Tan liviano y fácil de consumir, como exento de fuerza y consistencia. Resaca no va a dejar, ni dolor de cabeza tampoco; le falta cuerpo, densidad, robustez y graduación para provocar cualquier tipo de reacción, por somera y mínima que pueda ser.
Dicho todo esto, y dejando bien patente que estamos ante ese producto situado entre los vinos envasados en brick y los caldos embotellados a cuatro euros la botella, ha cumplido con su cometido: entretener, cual vino resultón, que sin ser la estrella de la mesa, bien es capaz de quitar la sed y de ayudar a la digestión de una comida igual de liviana que él.
Desde su concepción, su guión repleto de giros (o eso pretende) y que aspira a la continua sorpresa (recuerda a productos anteriores) se caracteriza por su bajo contenido en azucares, lo que tras su completo procesado da origen a un mosto de muy baja graduación y calidad, por mucho que se le haya querido completar con aditivos tales como grandes estrellas de la interpretación (Caine, Freeman, Ruffalo) y nombres que siempre pueden ser un reclamo en taquilla (Laurent, Harrelson, Eisenberg). Poco pueden hacer grandes levaduras y la tecnología con tan mala materia prima: resultado vino flojo, pero no peleón avinagrado. Tampoco el enólogo acredita méritos suficientes como para alabar su hacer.
Bien es verdad que para paladares poco exigentes y acercándose a la cata sin pretensión alguna, la cinta entretiene y consigue rellenar la tarde, cosa que no es poco, viendo la cantidad de "vinagre" que abunda en esa licorería a la que llamamos cartelera. Cual Peñascal o Lambrusco, los destellos y efectos gaseosos resultan agradables y algún cosquilleo consiguen, logrando que el espectador siga ahí, pendiente del desenlace, el cual, sea dicho de paso, ni sorprende, ni embriaga..., sales de la cata y piensas: "si es lo que es; lo que pensaba; espumoso de dos euros en el Mercadona". Su espacio tiene, desde luego. En muchas bodegas siempre tendrá hueco, y a muchos paladares satisface, por lo que no la desprecien del todo. Si bien déjenla para casa, para una noche cualquiera de un día de diario, sin celebración ni fiesta que "regar" con un buen "caldo".
1 de diciembre de 2013
1 de diciembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todas las películas de entretenimiento que llevo vistas este año de lo mejorcito. Que los personajes son superficiales, pues sí, que el argumento no queda del todo bien cerrado, pues vale. etc ..... Pero esto es cine de entretenimiento y en ese sentido estas pegado a la silla las 2 horas que dura la película
Muy buena y además otro factor, la música juega a favor de la película y no en contra como en otras ocasiones
Muy recomendable, si quieres ver Hamlet, coge la versión de Kenneth Branagh
Muy buena y además otro factor, la música juega a favor de la película y no en contra como en otras ocasiones
Muy recomendable, si quieres ver Hamlet, coge la versión de Kenneth Branagh
9 de diciembre de 2013
9 de diciembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora me ves supone la quinta película del Louis Leterrier director entre otras de ‘Transporter 2’ y ‘El Increíble Hulk’. Con una recaudación de 351 millones de dólares, para un presupuesto de 75, se ha convertido en uno de los éxitos sorpresa de este año, pero ‘Ahora me ves’ peca de tener varios problemas, es bastante plana en su planteamiento, con unos personajes poco desarrollados, guión inconsistente y efectos que hacen a la película poco mágica en su conjunto.
A su favor tiene, que películas que mezclen el robo de bancos con trucos de magia no abundan en estos momentos, y ahí radica una de sus virtudes, se separa de lo que hay en el cine últimamente, siendo también bastante intrigante y en conjunto un buen entretenimiento para pasar la tarde. Sin embargo como ya he dicho antes, es una película bastante vacía, con muchos problemas de cámara llegando uno a poder marearse literalmente mientras la ve. Y dejando al final, muchas cosas sin explicar, que ahora los productores justifican que lo harán en la segunda parte, pero teniendo en cuenta que no estaba enfocada para hacerle una secuela (el cambio de parecer vino por su éxito), no se entiende.
Además como ya he dicho, los cuatro protagonistas principales, por arte de magia dejan de ser protagonistas, para convertirse en simples secundarios que forman parte del espectáculo, no estando bien desarrollados como personajes y haciendo que el espectador básicamente no encuentre empatía con ellos, es decir, le da igual lo que les vaya a pasar.
Aun así, como ya he dicho, mala no es, siendo una buena opción para pasar la tarde, y la presencia de actores como Morgan Freeman y alguna sorpresa final suben el nivel de la película, llegando a tener algún momento memorable, pero habiendo películas como ‘El truco Final’ o ‘El Ilusionista’, hacen que el nivel de propuestas como ésta baje considerablemente. Además, esos supuestos trucos de la película se quedan vacíos y sin alma, abusando de los efectos especiales, pareciendo verdaderamente imposibles de hacer, algo que estaría bien si la película nos vendiera eso, pero la película deja claro desde que comienza, que son simples y en teoría sencillos trucos que aunque correctos, al final hacen que a la película le falte para mí el último acto de los tres que se nos presentan en películas como ‘El Truco Final’, y que os dejo aquí:
“Todo efecto mágico consta de tres partes o actos. La primera parte, es la presentación: el mago muestra algo ordinario, una baraja de cartas, un pájaro o una persona. El mago lo exhibe, os puede invitar a que lo examinéis, para que veáis que no hay nada raro. Todo es normal. Pero claro, probablemente no sea así. El segundo acto es la actuación: el mago, con eso que era ordinario, consigue hacer algo extraordinario. Entonces intentareis descubrir el truco, pero no lo conseguiréis, porque en el fondo, no queréis saber cuál es. Lo que queréis es que os engañen. Pero todavía no aplaudiréis. Que hagan desaparecer algo no es suficiente, tienen que hacerlo reaparecer. Por eso, todo efecto mágico consta de un tercer acto, la parte más complicada de este acto, es el prestigio”.
NOTA: 5.0
Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
A su favor tiene, que películas que mezclen el robo de bancos con trucos de magia no abundan en estos momentos, y ahí radica una de sus virtudes, se separa de lo que hay en el cine últimamente, siendo también bastante intrigante y en conjunto un buen entretenimiento para pasar la tarde. Sin embargo como ya he dicho antes, es una película bastante vacía, con muchos problemas de cámara llegando uno a poder marearse literalmente mientras la ve. Y dejando al final, muchas cosas sin explicar, que ahora los productores justifican que lo harán en la segunda parte, pero teniendo en cuenta que no estaba enfocada para hacerle una secuela (el cambio de parecer vino por su éxito), no se entiende.
Además como ya he dicho, los cuatro protagonistas principales, por arte de magia dejan de ser protagonistas, para convertirse en simples secundarios que forman parte del espectáculo, no estando bien desarrollados como personajes y haciendo que el espectador básicamente no encuentre empatía con ellos, es decir, le da igual lo que les vaya a pasar.
Aun así, como ya he dicho, mala no es, siendo una buena opción para pasar la tarde, y la presencia de actores como Morgan Freeman y alguna sorpresa final suben el nivel de la película, llegando a tener algún momento memorable, pero habiendo películas como ‘El truco Final’ o ‘El Ilusionista’, hacen que el nivel de propuestas como ésta baje considerablemente. Además, esos supuestos trucos de la película se quedan vacíos y sin alma, abusando de los efectos especiales, pareciendo verdaderamente imposibles de hacer, algo que estaría bien si la película nos vendiera eso, pero la película deja claro desde que comienza, que son simples y en teoría sencillos trucos que aunque correctos, al final hacen que a la película le falte para mí el último acto de los tres que se nos presentan en películas como ‘El Truco Final’, y que os dejo aquí:
“Todo efecto mágico consta de tres partes o actos. La primera parte, es la presentación: el mago muestra algo ordinario, una baraja de cartas, un pájaro o una persona. El mago lo exhibe, os puede invitar a que lo examinéis, para que veáis que no hay nada raro. Todo es normal. Pero claro, probablemente no sea así. El segundo acto es la actuación: el mago, con eso que era ordinario, consigue hacer algo extraordinario. Entonces intentareis descubrir el truco, pero no lo conseguiréis, porque en el fondo, no queréis saber cuál es. Lo que queréis es que os engañen. Pero todavía no aplaudiréis. Que hagan desaparecer algo no es suficiente, tienen que hacerlo reaparecer. Por eso, todo efecto mágico consta de un tercer acto, la parte más complicada de este acto, es el prestigio”.
NOTA: 5.0
Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
22 de diciembre de 2013
22 de diciembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película trata sobre un cuarteto de magos que se hacen llamar “los cuatro jinetes”, y que se dedican a dejar con la boca abierta al público con sus impresionantes actuaciones. Sin embargo, con ánimo de querer dejar un mensaje de justicia social, siempre hay un truco final al acabar el espectáculo: el robo a una persona poderosa usando la magia. Será ardua tarea del FBI evitar el siguiente.
No está mal, aunque creo que se le dio más “bombo” del que se merece. El argumento es novedoso y creativo. De hecho, la magia por sí sóla ya es creativa.
Empieza muy bien. Pero poco a poco vas perdiendo sensaciones y al final te queda una sensación como que le ha faltado algo de fuerza.
Es una especie de Ocean’s Eleven pero más insulsa y sin el factor “sorpresa”, el cual sólo ocurre durante los espectáculos.
Buenas actuaciones de “los cuatro jinetes” apoyadas con una combinación de magia y efectos especiales. Pero HORRENDO el papel de los agentes del FBI, que si en la mayoría de las películas los ponen de inútiles, aquí parecen peleles de un lado a otro. De hecho, si la película pierde tensión es porque no representan ninguna amenaza.
Aún así, te entretiene. Se puede ver.
No está mal, aunque creo que se le dio más “bombo” del que se merece. El argumento es novedoso y creativo. De hecho, la magia por sí sóla ya es creativa.
Empieza muy bien. Pero poco a poco vas perdiendo sensaciones y al final te queda una sensación como que le ha faltado algo de fuerza.
Es una especie de Ocean’s Eleven pero más insulsa y sin el factor “sorpresa”, el cual sólo ocurre durante los espectáculos.
Buenas actuaciones de “los cuatro jinetes” apoyadas con una combinación de magia y efectos especiales. Pero HORRENDO el papel de los agentes del FBI, que si en la mayoría de las películas los ponen de inútiles, aquí parecen peleles de un lado a otro. De hecho, si la película pierde tensión es porque no representan ninguna amenaza.
Aún así, te entretiene. Se puede ver.
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