Mi nombre es Harvey Milk
7.0
32,785
Drama
Harvey Milk, el primer político abiertamente homosexual elegido para ocupar un cargo público en Estados Unidos, fue asesinado un año después. A los cuarenta años, cansado de huir de sí mismo, Milk decide salir del armario e irse a vivir a California con Scott Smith. Una vez allí, abre un negocio que no tarda en convertirse en el punto de encuentro de los homosexuales del barrio. Milk se convierte en su portavoz y, para defender sus ... [+]
5 de abril de 2009
5 de abril de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A diferencia de sus últimas películas donde sutilmente trata el tema de la homosexualidad utilizando sofisticados seguimientos de cámara a los personajes, que en su mayoría son oscuros y casi anónimos, en "Milk", Gus Van Sant hace una abierta declaración de principios utilizando como personaje principal a un icono de Hollywood como es el actor Sean Penn para hacer llegar su mensaje claramente.
A Van Sant no le importa que la película pueda ser catalogada de militante, parcializada o maniquea porque, al igual que su personaje principal, su intención es "salir del closet" de una vez por todas, cinematográficamente hablando por supuesto, porque sabemos de antemano cuál es su opción sexual.
Sin embargo, se advierte que tuvo que hacer concesiones a los productores o a Hollywood mismo para lograrlo; a juzgar por el guión y la estructura narrativa, a veces muy trillados, de su “biopic”.
Lo mejor de la cinta es la actuación de Sean Penn, que, sin embargo, no me parece la mejor de su carrera y la ambientación tan lograda de los años 70 del siglo pasado.
A Van Sant no le importa que la película pueda ser catalogada de militante, parcializada o maniquea porque, al igual que su personaje principal, su intención es "salir del closet" de una vez por todas, cinematográficamente hablando por supuesto, porque sabemos de antemano cuál es su opción sexual.
Sin embargo, se advierte que tuvo que hacer concesiones a los productores o a Hollywood mismo para lograrlo; a juzgar por el guión y la estructura narrativa, a veces muy trillados, de su “biopic”.
Lo mejor de la cinta es la actuación de Sean Penn, que, sin embargo, no me parece la mejor de su carrera y la ambientación tan lograda de los años 70 del siglo pasado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para moderar su alegato, al final Van Sant decide etiquetar a su héroe como un defensor de los "otros", es decir de todas las minorías sociales que componen la sociedad norteamericana.
Creo que esta también fue una concesión a los productores.
Creo que esta también fue una concesión a los productores.
26 de abril de 2009
26 de abril de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frase que encabeza esta crítica es el hueso de lo que Gus Van Sant nos quiso transmitir con esta obra maestra. Cuando creía que ya nada podía sorprenderme de la maquinaria hollywoodiense, llega Mi nombre es Harvey Milk y rompe con mi idea preconcebida.
Me esperaba una película ñoña, previsible, aburrida en cuanto a diálogos, sin nada nuevo que ofrecerme después de tantas biografías de grandes personajes que se quedan en un "¿pero esto fue realmente asi, o sera una invencion del director?".
Cuando ves este film enseguida te das cuenta de su rigor, de su fidelidad con la época en la que está ambientada, te impregnas de los sentimientos que en ella se expresan, de las injusticias que se cometieron contra los homosexuales en aquel momento.
Entonces, y sólo entonces, te das cuenta de que no sólo fueron un puñado de locas montando jaleo en la América de los setenta, fueron personas (personas como tú y como yo) que vivían acorazadas en unas reglas sociales impuestas por algunos intolerantes, y que lucharon, sangraron, y vivieron con esa esperanza de ser, simplemente, libres.
Me esperaba una película ñoña, previsible, aburrida en cuanto a diálogos, sin nada nuevo que ofrecerme después de tantas biografías de grandes personajes que se quedan en un "¿pero esto fue realmente asi, o sera una invencion del director?".
Cuando ves este film enseguida te das cuenta de su rigor, de su fidelidad con la época en la que está ambientada, te impregnas de los sentimientos que en ella se expresan, de las injusticias que se cometieron contra los homosexuales en aquel momento.
Entonces, y sólo entonces, te das cuenta de que no sólo fueron un puñado de locas montando jaleo en la América de los setenta, fueron personas (personas como tú y como yo) que vivían acorazadas en unas reglas sociales impuestas por algunos intolerantes, y que lucharon, sangraron, y vivieron con esa esperanza de ser, simplemente, libres.
12 de junio de 2009
12 de junio de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cinta de homosexuales para todos los públicos, que nadie se preocupe, aunque te consideres en el fondo intolerante ante los gays, no vas a salir escandalizado, la puede ver tu hijo que no se va a "cambiar de acera"; sigue siendo una cinta polémica aún con esto, es un tema delicado que a día de hoy sigue siendo casi tabú, sobre todo porque en "Milk" no se habla de una historia de amor como en otras películas de homosexuales, sino en la lucha por sus derechos y además basada en hechos reales.
Un activista, un blanco fácil ante el mayor prejuicio del país, una persona que no se sentía orgullosa de lo que había hecho en su vida y se muda a vivir con su pareja al refugio de Castro, el destino de moda de la época, donde se podía comenzar a salir del armario con libertad, en una ambientación magnífica, de lo mejor de la cinta sin duda de modo que apenas se aprecian las imágenes reales superpuestas.
La brutalidad policíal es la que le impulsa a llegar a la política para poder defenderse, quería que el movimiento fuera el candidato, por lo que gran parte de la cinta se invierte en las estrategias de las campañas, en la lucha contra la máquina, para obtener esos plenos derechos que cambiaron la vida de esta minoría.... otra cosa es que todo que reflejado, en mi opinión la cinta acaba en ser un lucimiento para S. Penn, todo un recital de gestos, posturas, risas y muecas... muy buena actuación pero rodeada de personajes exagerados, sobreactuados y en otros casos inexpresivos, lo que hace que en conjunto el contenido dramático sea escaso.
En cuanto al contexto en sí, termina por no ser polémico, no se refleja, salvo un par de pinceladas, el papel de la iglesia en la política y en la opinión social, ni si quiera toda la parafernalia de la política del país es clara, creo que el director ha tomado un tema comprometido pero lo ha llevado a todos los públicos, el mensaje es claro, los gays tienen derechos y los han conseguido, pero es que ni la cultura o la forma de vida de los gays quedan bien detallados, se echan de menos un mayor gradiente de sus pensamientos, sus ansias de libertad y sus fiestas, pero hubiera sido escandalizar mucho al espectador medio.
Un activista, un blanco fácil ante el mayor prejuicio del país, una persona que no se sentía orgullosa de lo que había hecho en su vida y se muda a vivir con su pareja al refugio de Castro, el destino de moda de la época, donde se podía comenzar a salir del armario con libertad, en una ambientación magnífica, de lo mejor de la cinta sin duda de modo que apenas se aprecian las imágenes reales superpuestas.
La brutalidad policíal es la que le impulsa a llegar a la política para poder defenderse, quería que el movimiento fuera el candidato, por lo que gran parte de la cinta se invierte en las estrategias de las campañas, en la lucha contra la máquina, para obtener esos plenos derechos que cambiaron la vida de esta minoría.... otra cosa es que todo que reflejado, en mi opinión la cinta acaba en ser un lucimiento para S. Penn, todo un recital de gestos, posturas, risas y muecas... muy buena actuación pero rodeada de personajes exagerados, sobreactuados y en otros casos inexpresivos, lo que hace que en conjunto el contenido dramático sea escaso.
En cuanto al contexto en sí, termina por no ser polémico, no se refleja, salvo un par de pinceladas, el papel de la iglesia en la política y en la opinión social, ni si quiera toda la parafernalia de la política del país es clara, creo que el director ha tomado un tema comprometido pero lo ha llevado a todos los públicos, el mensaje es claro, los gays tienen derechos y los han conseguido, pero es que ni la cultura o la forma de vida de los gays quedan bien detallados, se echan de menos un mayor gradiente de sus pensamientos, sus ansias de libertad y sus fiestas, pero hubiera sido escandalizar mucho al espectador medio.
22 de julio de 2009
22 de julio de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Milk, un activista político homosexual, asesinado a manos de un congresista, es la historia basada en hechos reales, que nos trae el genial director de elephant, Gus Van Sant. Ha optado por una dirección clásica más al estilo de el indomable Will Hunting y descubriendo a Forrester. El guion firmado por Dustin Lance Black, es el claro ganador del oscar al mejor guion original. Las interpretaciones son magníficas, sobresaliendo el monstruo Sean Penn (ganador de su segundo oscar) que aún sigue sorprendiendo, regalandonos uno de sus mejores papeles hechos hasta la fecha. Ambientación correcta y una gran banda sonora. El film roza la obra maestra. Aunque exíste mucho material sobre Milk, incluído un buen documental, el guionista ha decidido documentarse por su cuenta, haciendo un gran trabajo. Una película que todo el mundo debería ver para abrir la mentalidad.
27 de julio de 2009
27 de julio de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me atrevo a decir que estamos ante uno de los films más redondos del 2008. Pese a que la película no esté otorgada de una gran fuerza, estamos ante una muy notable película de Van Sant y por lo menos, alejada de la empalagosidad de” Slumdog Millionaire”.
Siguiendo una estila muy parecida a un documental como la cinta “El Desafío” de Ron Howard, “Mi nombre es Harvey Milk” se sitúa como una valiente y fresca propuesta que nos ofrece un biopic de la primera persona homosexual que desempeñara un cargo político.
La película no pretende ser un film de denuncia, sino un biopic, algo a mi gusto, muy acertado. La cinta tiene una muy buena ambientación, respaldada por un espléndido guión (de los mejores del año) y por un elenco de actores sabiamente escogido, cada uno de ellos con una marcada personalidad y profesionalidad. Sean Penn, pese a que considero que no se merecía el Óscar, nos brinda una actuación de Milk simplemente brillante, algo que ya se veía venir.
Pero no únicamente la película se vanagloria de Penn, James Franco demuestra que uno de los mejores de su generación, gracias a la humanidad que otorga a su papel. Emile Hirsch y Josh Brolin no se quedan atrás y dotan toda esa fuerza que aúna en toda la película.
No cabe duda de que a Van Sant le ha salido una cinta redonda, no es una obra maestra, ni mucho menos, pero calidad no le falta. Sus grandes bazas son las de una buena ambientación, un buen ritmo, un reparto ejemplar, en especial Penn, y por un soberbio y elaborado guión, nutrido con unos diálogos que difícilmente olvidaremos por su contenido pedagógico y de reflexión.
Siguiendo una estila muy parecida a un documental como la cinta “El Desafío” de Ron Howard, “Mi nombre es Harvey Milk” se sitúa como una valiente y fresca propuesta que nos ofrece un biopic de la primera persona homosexual que desempeñara un cargo político.
La película no pretende ser un film de denuncia, sino un biopic, algo a mi gusto, muy acertado. La cinta tiene una muy buena ambientación, respaldada por un espléndido guión (de los mejores del año) y por un elenco de actores sabiamente escogido, cada uno de ellos con una marcada personalidad y profesionalidad. Sean Penn, pese a que considero que no se merecía el Óscar, nos brinda una actuación de Milk simplemente brillante, algo que ya se veía venir.
Pero no únicamente la película se vanagloria de Penn, James Franco demuestra que uno de los mejores de su generación, gracias a la humanidad que otorga a su papel. Emile Hirsch y Josh Brolin no se quedan atrás y dotan toda esa fuerza que aúna en toda la película.
No cabe duda de que a Van Sant le ha salido una cinta redonda, no es una obra maestra, ni mucho menos, pero calidad no le falta. Sus grandes bazas son las de una buena ambientación, un buen ritmo, un reparto ejemplar, en especial Penn, y por un soberbio y elaborado guión, nutrido con unos diálogos que difícilmente olvidaremos por su contenido pedagógico y de reflexión.
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