Haz click aquí para copiar la URL

La última pelea

Drama. Acción Un veterano de Vietnam (Nolte) abandona el mundo de las artes marciales mixtas para trabajar en una fundición de acero. Sus graves problemas con el alcohol han destrozado a su familia, pero llega un momento en que, arrepentido, deja la bebida y decide entrenar a su hijo más joven (Tom Hardy) para que participe en un torneo de artes marciales, en el que también participará su hermano mayor (Joel Edgerton). (FILMAFFINITY)
Críticas 138
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
9
15 de febrero de 2015 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mamá te necesitaba, yo te necesitaba, eras mi hermano mayor y me abandonaste".

Dos hermanos, una familia destruida. El menor se fue con la madre a otra ciudad, el mayor se quedó con el padre alcohólico y violento por su novia. Tommy, el menor, adoptó el apellido de soltera de su madre y desapareció de la faz de la tierra para su hermano Brendan por años hasta que se encuentran en un torneo de MMA ya adultos.

Si crees que será una película cursi te equivocas. Puedes respirar el dolor, tanto físico como emocional de los personajes. Puedes ver el odio en los ojos de Tommy. Puedes sentir la desesperación de Brendan. Puedes solidarizar con el arrepentimiento del padre. Puedes conmoverte con estos tres hombres adultos que en realidad, aunque pasaran los años, quedaron estancados en esa casa y nunca pudieron sanar, despedirse o perdonarse.

Es una película para no olvidar. Pero ten cuidado, si has vivido algo similar, las lagrimas caerán automáticamente.

¿Por qué no es excelente? En primer lugar, por el "americanismo" completamente irrelevante que verás en algunas escenas. Supongo que el director quiso provocar mayor fervor en los espectadores con tanta parafernalia, pero olvidó que al resto del mundo le importa un bledo los clichés yankees. En segundo lugar, por la esposa de Brendan. No sé si a Jennifer Morrison la obligaron a hacer un papel de tonta o lo hizo de forma natural. Insoportable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay un cuarto protagonista. Sí, la madre. El dolor gira en torno a ella. El viejo Paddy guarda sus fotos después de años sin verla e incluso contrató a un detective para encontrarla. Tommy vive enrabiado por tener que verla agonizar y morir enferma. Brendan en un primer momento le dice a Tommy que "lo perdona" por no haberle informado que su madre estaba enferma y haberle impedido despedirse de ella.
8
30 de julio de 2015 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No seré capaz de explicar bien porque, teniendo cosas que ya hemos visto, siendo un Rocky u otra película gringa ya vista, aporta nuevas tensiones a la misma historia. Las relaciones familiares tortuosas y el elevadísima tensión padre-hijo, el hecho de que uno de los protagonistas sea un tipo, digamos, clase media, con casa y familia...¡los hermanos!... todo ello le aporta intensidad. Las tres actuaciones (Nick Nolte; Tom Hardy, Rockatansky en Mad Max; Joel Edgerton, el tio Owen en Star Wars) buenas, contenidas. El tratamiento de las peleas se ve fresco y novedoso y realista. Y para la mitad final, nada que decir, supongo que es una película de gusto masculino y punto: todos queremos hacer eso. Con todo el corazón, hacer eso.
7
15 de julio de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Su previsibilidad no daña la fuerza del guión y la potencia de sus interpretaciones, Tres actores que encarnan formas diferentes de encarar la vida y enfrentan sus propias emociones alrededor de una jaula de lucha, amor contra rabia e ira, vista desde la impotencia del que no fue nunca y ahora lucha por serlo. WARRIORS
8
27 de julio de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ojo, porque si solo vas buscando un poco de acción con la que pasar el rato, puede que te encuentres con un épico drama familiar de los que llegan a la patata. Eso sí, la testosterona, los músculos y las hostias están garantizadas, y además magníficamente rodadas. No recordaba unos combates tan emocionantes desde… Bueno, sigo sin recordarlos, porque esta peli me dejó K.O.
9
21 de diciembre de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Warrior" es de esas películas que se pueden catalogar como imprescindibles entre aquellos dramas deportivos excelentes -no importa tanto el deporte del que trate- que han marcado al público desde hace varias décadas. No hay nada nuevo en el paraíso, vale. Sin embargo, la emoción y la adrenalina que encierra la competición en cualquier deporte (siempre y cuando guste el deporte en cuestión) se ven duplicadas o triplicadas en una película como ésta.

Gavin O'Connor dirige un drama que es deportivo (sobre las artes marciales mixtas) pero que es, sobre todo, humano, muy humano. Los tres hombres que conforman este triángulo son tres vértices que no dudan en enfrentarse (en un cuadrilátero y/o en la vida real) para tratar de paliar las numerosas grietas de su pasado no resuelto. El primero es el patriarca, Paddy Conlon (un soberbio Nick Nolte), un ex-alcohólico que en su día entrenó a su hijo pequeño, convirtiéndolo en campeón olímpico. No obstante, su adicción arruinó su vida familiar. El segundo es Tommy (un acojonante Tom Hardy), el hijo pequeño de Paddy, que regresa a la casa paterna tras catorce años de ausencia convertido en una bestia física y psíquicamente herida, con tanto odio adentro que solo puede canalizarlo a través de los puñetazos y patadas que propina en un ring. El tercero es Brendan (un excelente Joel Edgerton), el hijo mayor de Paddy y hermano de Tommy, que vive con su esposa Tess (Jennifer Morrison) y sus dos pequeñas hijas, en Filadelfia, donde trabaja como profesor de instituto, y también le da a las artes marciales mixtas, para conseguir un poco de dinero.

Anthony Tambakis escribe un sólido guion que profundiza en la complejidad de las relaciones paterno-filiales y las fraternales, retomadas tras un tiempo en el que el odio y la frialdad ha arraigado a sus anchas como si fuera un virus. La posibilidad de hallar la redención y el perdón, a través de algo que ha sido un nexo de unión en el pasado (esa curiosa mezcla de boxeo y artes marciales), funciona como un contrapunto necesario. En el fondo, nos decimos, todos queremos la reconciliación, o tal vez no. Los tres se entregan al deporte con intenciones dispares, pero con un objetivo común: la salvación.

Gavin O'Connor construye un drama tan contundente como la combinación de puñetazos y patadas que se reparten en el ring. Los personajes son hombres aparentemente duros, físicamente enormes, pero en realidad son seres sensibles y sufrientes, víctimas de unas circunstancias que les ha tocado vivir, que tratan de encajar los golpes con la misma dignidad con que los propinan. El toma y daca del boxeo (de las artes marciales) actúa como una metáfora de lo que la vida les ha dado: Tommy, herido y furioso, busca el K.O. en sus combates, mientras que Brendan, más juicioso y técnico, trata de ganar por puntos. Un fiel reflejo de lo que son los dos hermanos. El vivo temperamento de Tommy contra la entereza cargada de dignidad de Brendan. Los dos actores están extraordinarios, componiendo unos personajes creíbles, muy currados (y no solo físicamente) y con diversas capas. Me gustaron mucho ambos, muchísimo, no sabría con quién quedarme.

Y Paddy, rehabilitado, ve la oportunidad de reconciliación con unos hijos que le aborrecen en el mejor de los casos y que le odian, en el peor. Aún así, aunque sabemos que no hizo lo correcto en su día, Nick Nolte construye un ser que despierta la compasión, que conmueve en varias escenas y concretamente en una, en la que directamente emociona hasta las lágrimas, en la que queda demostrado lo gran actor que es. Es de las mejores interpretaciones de su carrera, que yo le recuerde.

El final eleva a la máxima potencia todo lo dicho. Si a la emoción de una final (de cualquier deporte, y repito: siempre y cuanto guste el deporte en cuestión), unimos esa carga paterno-filial y fraternal existente, se nos acelera el pulso y lo vivimos con la intensidad de quien se siente participe de algo colosal. Los 140 minutos pasan como si fueran, no sé, tal vez 90 minutos, dándonos cuenta del PELICULÓN en mayúsculas que nos han regalado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena de Paddy Conlon, recayendo de su adición tras una pelea con su hijo Tommy, llorando completamente borracho y gritándole a la cara a su hijo pequeño: Son of bitch! en una especie de delirio, te deja sin respiración. Y luego, cuando es posteriormente abrazado y consolado por Tommy, al fin conmovido por un padre al que lleva años detestando, hace que se te caigan las lágrimas. Esa escena por sí sola sería suficiente para que Nick Nolte ganara un Oscar. Lástima que se quedó en una simple nominación.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para