Gremlins
6.6
107,404
Fantástico. Comedia. Terror
Rand (Hoyt Axton) es un viajante que un día regala a su hijo Billy (Zach Galligan) una tierna y extraña criatura, un mogwai. El inocente regalo, sin embargo, será el origen de toda una ola de gamberradas y fechorías en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Todo empieza cuando son infringidas, una tras otra, las tres reglas básicas que deben seguirse para cuidar a un mogwai: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que ... [+]
3 de mayo de 2012
3 de mayo de 2012
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Gremlins" es uno de esas películas que puedes ver tantas veces como quieras y seguir disfrutando de ella como la primera vez. Divertida, ingeniosa, un tanto friki, disparatada, muy fresca y sobre todo, entrañable. Una de esas cintas de los 80 que desborda creatividad por los cuatro costados, en principio sólo comerciales, pero que despiertan un encanto especial por la gracia a la hora de confeccionarse. Me pregunto cual sería el equivalente en estos tiempos que corren y dudo mucho que los jóvenes y no tan jóvenes dispongan hoy día de obras ni siquiera remotamente parecidas.
La película es un clásico que homenajea a los propios clásicos. Los guiños son constantes, desde "Blancanieves y los Siete Enanitos", "Flash Dance" y "ET" hasta el cine de terror de los 50, especialmente a la "Tienda de los Horrores" con Dick Miller y Jackie Joseph de esta última, interviniendo también en "Gremlins". Pero lo mejor es la forma totalmente desenfadada con la que lo hacen. La obra llega al despiporre total con los gremlins (ojo con el parecido razonable con María Teresa de la Vega) haciendo de las suyas en una ida de pinza anárquica pero divertida. Claro que Gizmo, una mezcla de peluche, bebé y animal de compañía se lleva el protagonismo por "mono" frente a sus "hermanos" feuchos, malvados y no obstante, tronchantes.
Mención especial merece la pareja Zach Galligan (Billy) y Phoebe Cates (Kate). Se les puede catalogar de majos y en parte son el prototipo de juventud ochentera o al menos, lo que en esa época se esperaba de ellos. Ya se, cualquier parecido con lo que se ve en pantalla actualmente es pura coincidencia. Por eso es tan fácil identificarte con ellos y no hacerlo con los cachitas-macarras de turno o las descaradas feministas actuales. En esta línea no puedo dejar de mencionar a la bella Phoebe Cates, muy dulce, muy mona y muy femenina. Atención a los detalles como quitarle un hilo de la chaqueta de Billy, como acuna Gizmo o como se maneja con los monstruitos. Una chica que, cosa normal pero que es imposible de ver hoy día, chilla, se asusta y hasta se agarra al chico cuando hay peligro.
He leído por ahí que Madoka-Sabrina de Kimagure Orange Road, especie de amor platónico de mi juventud, está inspirada en Phoebe, en lo físico supongo pues al igual que Madoka es de padres japoneses y americanos, Phoebe tiene orígenes chino-filipinos. Una razón más para convertir "Gremlins" en una obra atemporal, en un verdadero clásico. Y para ver a la Cates con un cariño especial.
La película es un clásico que homenajea a los propios clásicos. Los guiños son constantes, desde "Blancanieves y los Siete Enanitos", "Flash Dance" y "ET" hasta el cine de terror de los 50, especialmente a la "Tienda de los Horrores" con Dick Miller y Jackie Joseph de esta última, interviniendo también en "Gremlins". Pero lo mejor es la forma totalmente desenfadada con la que lo hacen. La obra llega al despiporre total con los gremlins (ojo con el parecido razonable con María Teresa de la Vega) haciendo de las suyas en una ida de pinza anárquica pero divertida. Claro que Gizmo, una mezcla de peluche, bebé y animal de compañía se lleva el protagonismo por "mono" frente a sus "hermanos" feuchos, malvados y no obstante, tronchantes.
Mención especial merece la pareja Zach Galligan (Billy) y Phoebe Cates (Kate). Se les puede catalogar de majos y en parte son el prototipo de juventud ochentera o al menos, lo que en esa época se esperaba de ellos. Ya se, cualquier parecido con lo que se ve en pantalla actualmente es pura coincidencia. Por eso es tan fácil identificarte con ellos y no hacerlo con los cachitas-macarras de turno o las descaradas feministas actuales. En esta línea no puedo dejar de mencionar a la bella Phoebe Cates, muy dulce, muy mona y muy femenina. Atención a los detalles como quitarle un hilo de la chaqueta de Billy, como acuna Gizmo o como se maneja con los monstruitos. Una chica que, cosa normal pero que es imposible de ver hoy día, chilla, se asusta y hasta se agarra al chico cuando hay peligro.
He leído por ahí que Madoka-Sabrina de Kimagure Orange Road, especie de amor platónico de mi juventud, está inspirada en Phoebe, en lo físico supongo pues al igual que Madoka es de padres japoneses y americanos, Phoebe tiene orígenes chino-filipinos. Una razón más para convertir "Gremlins" en una obra atemporal, en un verdadero clásico. Y para ver a la Cates con un cariño especial.
26 de enero de 2008
26 de enero de 2008
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las criaturas más inusuales nos vienen en esta película de terror y humor negro, una original historia acerca de seres que al mojarse se multiplican; no son ridículos ni patéticos a pesar de su apariencia, más bien, son como el muñeco diabólico, sólo que éstos no se guardan nada. Muy buena película que es entretenida en todo e interesante, y más el ataque de los Gremlins, lo cual es perfecto. Una cinta adecuada para verla en familia o sino, sólo.
31 de octubre de 2009
31 de octubre de 2009
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los años ochenta nos regalaron una comedia negra que tiene lo mismo de tonta como de entretenida, y lo mismo de irreverente como de inolvidable. A Joe Dante se le ocurrió la genial idea de hacer una película sobre unas misteriosas y adorables mascotas peludas realmente tiernas a las que:
1. No les debe dar la luz del sol
2. No se les debe mojar
3. No deben comer después de medianoche.
Si se incumplen las tres reglas, las consecuencias pueden ser catastróficas ya que se transforman en criaturas de lo más gamberras y macabras.
El argumento del que parte bien podría haber dado un ridículo bodrio, pero se juntaron demasiados renombres al proyecto como para que la cosa saliera mal. Chris Columbus (sí, el de las primeras películas de "Harry Potter" y "Solo en Casa") escribe el guión, Jerry Goldsmith pone una más que idonea banda sonora, Joe Dante como director demuestra que tenía muy claro como quería que fuera el producto que el mismo ideó y, finalmente, tenemos a Spielberg produciendo que es garantía de que, aunque la película sea banal, al menos tendrá algún atractivo para las masas. Así que finalmente se logró una entretenida y llevadera película de humor negro para toda la familia (algo difícil de conseguir). Es tonta, pero novedosa. Su originalidad no deja de ser curiosa y solo por eso resulta interesante (practicamente se inventó un nuevo género de "bichejos gamberros generadores de maldades macabras contra los humanos" que luego ha sido bastante explotado).
La película falla en tener un ritmo excesivamente lento en su introducción que nos ofrece situaciones y momentos de escaso interés, pero por lo demás no hay mucho que objetar. El hecho de ambientarla en un pequeño e idílico pueblo en Navidad siempre es un buen recurso como queda demostrado, y su poca iluminación genera el misterio que busca. El actor protagonista está muy bien y da el perfil de joven normal y corriente, paciente y bueno con algo de perdedor y guapín.
1. No les debe dar la luz del sol
2. No se les debe mojar
3. No deben comer después de medianoche.
Si se incumplen las tres reglas, las consecuencias pueden ser catastróficas ya que se transforman en criaturas de lo más gamberras y macabras.
El argumento del que parte bien podría haber dado un ridículo bodrio, pero se juntaron demasiados renombres al proyecto como para que la cosa saliera mal. Chris Columbus (sí, el de las primeras películas de "Harry Potter" y "Solo en Casa") escribe el guión, Jerry Goldsmith pone una más que idonea banda sonora, Joe Dante como director demuestra que tenía muy claro como quería que fuera el producto que el mismo ideó y, finalmente, tenemos a Spielberg produciendo que es garantía de que, aunque la película sea banal, al menos tendrá algún atractivo para las masas. Así que finalmente se logró una entretenida y llevadera película de humor negro para toda la familia (algo difícil de conseguir). Es tonta, pero novedosa. Su originalidad no deja de ser curiosa y solo por eso resulta interesante (practicamente se inventó un nuevo género de "bichejos gamberros generadores de maldades macabras contra los humanos" que luego ha sido bastante explotado).
La película falla en tener un ritmo excesivamente lento en su introducción que nos ofrece situaciones y momentos de escaso interés, pero por lo demás no hay mucho que objetar. El hecho de ambientarla en un pequeño e idílico pueblo en Navidad siempre es un buen recurso como queda demostrado, y su poca iluminación genera el misterio que busca. El actor protagonista está muy bien y da el perfil de joven normal y corriente, paciente y bueno con algo de perdedor y guapín.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero lo mejor por supuesto son los logradísismos Gremlins que se convierten en el atractivo principal y algo icónico (ya sea en su estado normal con esos rasgos orientales y ancianos, o en su estado de desmadre). El Gremlin protagonista, el pobre Gizmo, se hace adorable desde que aparece su carita al abrirse la cajita en la que viene; resulta una auténtica monada, enamorador, adolable y simpático, dan ganas continuas de achucharle. Es una cosita tan tierna, buena, graciosa, indefensa y mona, que resulta imposible no conectar con su protagonista cuidador. No hay espectador que no confíe en Gizmo, que no quiera cuidarle y enseñarle cosas. El resto de gremlins son unos bichejos gamberros que solo hacen trastadas y generan desconfianza durante toda la cinta, hasta que se transforman y realmente se desmadran tornando a la película (que antes era de misterio realista) en algo surrealista de humor negro, donde los bichejos (que no resultan terroríficos sino gamberros) asesinan o atacan de manera macabra pero con un toque cómico que puede resultar más o menos gracioso.
La trama realmente es lo de menos ya que intriga genera la justita (las escenas de "terror" son excesivamente previsibles, y continuamente se nos dan pistas evidentes e insinuaciones de que los bichejos no son de fiar, que son bestias sin despertar y se convertirán en algo peligroso, y que lo que nos espera no es un cuento de Navidad alegre. Todos sabemos que esas tres reglas, tan sencillas de recordar como de descuidar, se incumpliran y que pasará lo que tenga que pasar. Y... seamos realistas, esta película no da ningún miedo (ni siquiera producirá pavor en los niños... tal vez a un niño muy pequeño con extrema sensibilidad). La cosa solo consiste en ver a los Gremlins crear el caos por el pueblo.
En fin, tiene de todo muy bien mezclado: humor, un poco de intriga de lo más típica, un pelín de terror descafeinado y, sobre todo, mucho de autoparodia al cine de terror de aquella época. Es una de esas películas navideñas de tradición, es raro una Navidad sin los Gremlins y sus inolvidables trastadas. ¿Dan miedo? pues evidentemente no, pero no se puede evitar el recordar su look y su personalidad.
Lo mejor (y lo que la hace especial): ¿Pues que va a ser? Los Gremlins.
Lo peor: Sus primeros 10 minutos.
La trama realmente es lo de menos ya que intriga genera la justita (las escenas de "terror" son excesivamente previsibles, y continuamente se nos dan pistas evidentes e insinuaciones de que los bichejos no son de fiar, que son bestias sin despertar y se convertirán en algo peligroso, y que lo que nos espera no es un cuento de Navidad alegre. Todos sabemos que esas tres reglas, tan sencillas de recordar como de descuidar, se incumpliran y que pasará lo que tenga que pasar. Y... seamos realistas, esta película no da ningún miedo (ni siquiera producirá pavor en los niños... tal vez a un niño muy pequeño con extrema sensibilidad). La cosa solo consiste en ver a los Gremlins crear el caos por el pueblo.
En fin, tiene de todo muy bien mezclado: humor, un poco de intriga de lo más típica, un pelín de terror descafeinado y, sobre todo, mucho de autoparodia al cine de terror de aquella época. Es una de esas películas navideñas de tradición, es raro una Navidad sin los Gremlins y sus inolvidables trastadas. ¿Dan miedo? pues evidentemente no, pero no se puede evitar el recordar su look y su personalidad.
Lo mejor (y lo que la hace especial): ¿Pues que va a ser? Los Gremlins.
Lo peor: Sus primeros 10 minutos.
28 de diciembre de 2009
28 de diciembre de 2009
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que es muy difícil criticar una película sin verse influido por los recuerdos y la nostalgia. Ésto es lo que me pasa a mí con Gremlins. De enano me encantaba, por eso la veo como una buena película, aunque, sinceramente, si la viese ahora por primera vez no opinaría lo mismo.
Crítica (con Nostalgia): Buena
Crítica (sin sentimiento, visceral): Mala
Eso es todo.
Crítica (con Nostalgia): Buena
Crítica (sin sentimiento, visceral): Mala
Eso es todo.
11 de mayo de 2012
11 de mayo de 2012
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno como Gizmo, claro. Un animalito de pelo suave, ojos grandes y tiernos; miembros cortos, orejas enormes, voz cantarina y temperamento cálido. El hecho de que se note a las claras que es un muñeco juega en su favor: sentimos hacia él la ternura que nos provocan los peluches. Adorable, realmente adorable.
El problema es que el pobre exige unos cuidados que no veas, así que tendría que pensarme mucho el aceptarlo como regalo de Navidad. Si no lo haces bien, ya tenemos al Gremlin: una especie de lagarto bípedo con dientes afilados y con ganas de juerga. Y para juerga, la que se montan en la taberna del pueblo, con una Kate obligada a servirles. Una frikada con mucha gracia, la verdad.
Porque «Gremlins» es eso: una película absurda, rara, entre la comedia y la aventura, pero siempre con mucha simpatía, que es lo que se le pide a una peli de este estilo. Mucho desenfado, muchas risas, un poco de amor, otro poco de acción y unos seres mitad duendes mitad diablillos contra los que tienen que luchar el chico guapo y la chica guapa. Admirable la retahíla de guiños cinematográficos que van apareciendo a lo largo de toda la historia; por destacar uno, ahí tenemos a «Que bello es vivir», que no sólo sale por la tele, sino que queda homenajeada a lo grande con un pueblo encantador, un banco donde trabaja el protagonista y una avara que hace la vida imposible a sus habitantes.
Todo junto hace de «Gremlins» una película familiar muy entretenida que queda para siempre en el recuerdo. Gizmo es inolvidable, pero también la tienda china, los propios Gremlins bebiendo y fumando; el mensaje de responsabilidad que subyace a la trama y, cómo no, la explicación que nos dan para todos nuestros descalabros en casa.
No es que se haya quedado sin pilas, no es que el cable no funcione, no es que se te haya caído por la calle, no: es un Gremlin que se está riendo de ti. Prueba a encender las luces.
El problema es que el pobre exige unos cuidados que no veas, así que tendría que pensarme mucho el aceptarlo como regalo de Navidad. Si no lo haces bien, ya tenemos al Gremlin: una especie de lagarto bípedo con dientes afilados y con ganas de juerga. Y para juerga, la que se montan en la taberna del pueblo, con una Kate obligada a servirles. Una frikada con mucha gracia, la verdad.
Porque «Gremlins» es eso: una película absurda, rara, entre la comedia y la aventura, pero siempre con mucha simpatía, que es lo que se le pide a una peli de este estilo. Mucho desenfado, muchas risas, un poco de amor, otro poco de acción y unos seres mitad duendes mitad diablillos contra los que tienen que luchar el chico guapo y la chica guapa. Admirable la retahíla de guiños cinematográficos que van apareciendo a lo largo de toda la historia; por destacar uno, ahí tenemos a «Que bello es vivir», que no sólo sale por la tele, sino que queda homenajeada a lo grande con un pueblo encantador, un banco donde trabaja el protagonista y una avara que hace la vida imposible a sus habitantes.
Todo junto hace de «Gremlins» una película familiar muy entretenida que queda para siempre en el recuerdo. Gizmo es inolvidable, pero también la tienda china, los propios Gremlins bebiendo y fumando; el mensaje de responsabilidad que subyace a la trama y, cómo no, la explicación que nos dan para todos nuestros descalabros en casa.
No es que se haya quedado sin pilas, no es que el cable no funcione, no es que se te haya caído por la calle, no: es un Gremlin que se está riendo de ti. Prueba a encender las luces.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here