Extraterrestre
Ciencia ficción. Comedia. Romance
Aunque Julia y Julio no se conocen, despiertan en la misma cama, después de una borrachera de la que no recuerdan nada. Él se enamora al instante; ella, no. En esta incómoda situación, se enteran de que no pueden salir de casa porque un gigantesco OVNI flota sobre la ciudad. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2013
1 de junio de 2013
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De la absurda excusa se extrae una conclusión rimbombante cuando una mañana los principales protagonistas de esta broma del cántabro Nacho Vigalondo (Los Cronocrímenes) se despiertan sin tener idea de lo que habían hecho la noche anterior. Así, después del resultado de una noche loca, Julio (Julián Villagrán) podría despedirse sin más de su amiguita Julia (Michelle Jenner). Pero la presencia de una descomunal nave del espacio exterior sobre los cielos de Madrid les obliga a tomar precauciones antes de tomar la decisión de salir a la calle, pero que no van a impedir que el enredo se materialice cuando se vean implicado más personajes en ésta función algo pasiva: desde el novio de la chica, Carlos (Raúl Cimas) hasta Ángel (Carlos Areces) un acomplejado vecino que también siente atracción por ella a pesar de que lo tiene muy crudo.
Ésta propuesta alargada de Vigalondo es a mi parecer el resultado descompuesto de uno de sus cortometrajes más absurdos de su breve filmografía: “Domingo”. Aunque aquí el asunto se le va de rositas en forma de pequeña y humilde comedia de situación.
Ésta propuesta alargada de Vigalondo es a mi parecer el resultado descompuesto de uno de sus cortometrajes más absurdos de su breve filmografía: “Domingo”. Aunque aquí el asunto se le va de rositas en forma de pequeña y humilde comedia de situación.
4 de noviembre de 2013
4 de noviembre de 2013
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La ciencia ficción nunca ha sido uno de los géneros predilectos en el cine español. Quitando algún experimento aislado de Jesús Franco o la reciente Eva, en nuestro país siempre se ha preferido más lo palpable, lo real, en muchos casos lo obscenamente real (chistes de bar, se podrían llamar) en vez de reflejar lo que podría pasar en un momento dado si los elementos paranormales penetrasen en el día a día del ciudadano.
Uno de los personajes que más ha apostado por este género en España es el polifacético Nacho Vigalondo, anteriormente guionista de programas televisivos de tono humorístico (Vaya semanita, Agitación+IVA) y que tuvo un debut en el largometraje cinematográfico bien valorado por la crítica con Los cronocrímenes. En 2011, el cántabro se enfrentó a una reválida con el género a través de Extraterrestre, una cinta que intenta explorar lo que pasaría en Madrid tras una invasión alienígena.
La acción nos sitúa en un piso cualquiera, donde Julio y Julia se despiertan tras una noche de embriaguez. Ya desde el principio notan que nada transcurre como debería, hasta que descubren que el motivo no es otro que la presencia de un platillo volante en el cielo de la capital. La ciudad ha sido desalojada casi por completo, por lo que deberán hacer frente al nuevo escenario junto a Ángel, su peculiar vecino, y Carlos, novio de Julia.
Así, Vigalondo pretende usar Extraterrestre como un telón de fondo en el que reflejar las conductas de sus personajes: tres hombres y una mujer que se comportan de una manera a cada cuál más extraña. Entre medias, se percibe un intento de humor negro que no llegará a calar en ningún momento. Poco a poco, surgen nuevas noticias en torno a la nave alienígena y el impacto de su presencia en las calles capitalinas.
Sin embargo, lo que se plantea como un guión de sci-fi a la vieja usanza, deriva en la segunda mitad de película hacia un terreno muy alejado de cualquier similitud con el género. La amenaza alienígena da paso a líos románticos propios de una comedia empalagosa de Katherine Heigl. Vigalondo se olvida del contexto y se centra en la evolución de sus personajes, cosa loable si estos tuvieran algo que ofrecer, pero desgraciadamente éste no es el caso. Ninguno de los actores destaca ante lo liviano de sus respectivos papeles. Es cierto que provoca una ligera intriga el que desconozcamos el origen de todos ellos (muy interesante la duda que se provoca en torno a Ángel), algo que quedará resuelto en buena parte con el giro de guión final.
Aunque el contenido deje que desear por su escaso parecido con lo que pretendía llegar a ser, el envoltorio que utiliza Vigalondo es más que interesante. El director crea una atmósfera que, al menos hasta que el guión empieza a flojear, cumple con nota para lo que debe ser una ambientación digna de ciencia-ficción. La pálida fotografía, las calles desiertas, el retrato del líder de la resistencia… Todo está plasmado de manera notable y nos sumergiría de pleno en la acción de no ser porque estos aspectos quedan relevados a favor de unos diálogos insustanciales y una trama que se desvía hasta caer en los límites de lo convencional. Extraterrestre es un buen intento para que en la industria del cine nacional se apueste más por el sci-fi y quedará señalada como uno de los referentes del género en nuestro país, pero desgraciadamente esto se deberá a la escasísima cantidad de títulos y no a la discutible calidad de la obra dirigida por Vigalondo.
Álvaro Casanova
Crítica para www.cinemaldito.com
@CineMaldito
Uno de los personajes que más ha apostado por este género en España es el polifacético Nacho Vigalondo, anteriormente guionista de programas televisivos de tono humorístico (Vaya semanita, Agitación+IVA) y que tuvo un debut en el largometraje cinematográfico bien valorado por la crítica con Los cronocrímenes. En 2011, el cántabro se enfrentó a una reválida con el género a través de Extraterrestre, una cinta que intenta explorar lo que pasaría en Madrid tras una invasión alienígena.
La acción nos sitúa en un piso cualquiera, donde Julio y Julia se despiertan tras una noche de embriaguez. Ya desde el principio notan que nada transcurre como debería, hasta que descubren que el motivo no es otro que la presencia de un platillo volante en el cielo de la capital. La ciudad ha sido desalojada casi por completo, por lo que deberán hacer frente al nuevo escenario junto a Ángel, su peculiar vecino, y Carlos, novio de Julia.
Así, Vigalondo pretende usar Extraterrestre como un telón de fondo en el que reflejar las conductas de sus personajes: tres hombres y una mujer que se comportan de una manera a cada cuál más extraña. Entre medias, se percibe un intento de humor negro que no llegará a calar en ningún momento. Poco a poco, surgen nuevas noticias en torno a la nave alienígena y el impacto de su presencia en las calles capitalinas.
Sin embargo, lo que se plantea como un guión de sci-fi a la vieja usanza, deriva en la segunda mitad de película hacia un terreno muy alejado de cualquier similitud con el género. La amenaza alienígena da paso a líos románticos propios de una comedia empalagosa de Katherine Heigl. Vigalondo se olvida del contexto y se centra en la evolución de sus personajes, cosa loable si estos tuvieran algo que ofrecer, pero desgraciadamente éste no es el caso. Ninguno de los actores destaca ante lo liviano de sus respectivos papeles. Es cierto que provoca una ligera intriga el que desconozcamos el origen de todos ellos (muy interesante la duda que se provoca en torno a Ángel), algo que quedará resuelto en buena parte con el giro de guión final.
Aunque el contenido deje que desear por su escaso parecido con lo que pretendía llegar a ser, el envoltorio que utiliza Vigalondo es más que interesante. El director crea una atmósfera que, al menos hasta que el guión empieza a flojear, cumple con nota para lo que debe ser una ambientación digna de ciencia-ficción. La pálida fotografía, las calles desiertas, el retrato del líder de la resistencia… Todo está plasmado de manera notable y nos sumergiría de pleno en la acción de no ser porque estos aspectos quedan relevados a favor de unos diálogos insustanciales y una trama que se desvía hasta caer en los límites de lo convencional. Extraterrestre es un buen intento para que en la industria del cine nacional se apueste más por el sci-fi y quedará señalada como uno de los referentes del género en nuestro país, pero desgraciadamente esto se deberá a la escasísima cantidad de títulos y no a la discutible calidad de la obra dirigida por Vigalondo.
Álvaro Casanova
Crítica para www.cinemaldito.com
@CineMaldito
5 de abril de 2014
5 de abril de 2014
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Nacho por favor, no vuelvas tus películas a los tópicos españoles, si por algo te diferencias es por eso. En este film, personalmente, has perdido gran parte del crédito ganado con tus originales cortos y Cronocrímenes.
Si todas tus películas o cortos fuera una patata (en el buen sentido) con esta lo que has hecho es trocearla y mezclarla con huevo, vamos, lo que hace todo el mundo, una tortillita española. Sabemos que tú puedes hacer mucho más, conoces cientos de usos más, variados y sabrosos que el clásico.
Que no se vuelva a repetir. Se original. Sigue cocinando.
Si todas tus películas o cortos fuera una patata (en el buen sentido) con esta lo que has hecho es trocearla y mezclarla con huevo, vamos, lo que hace todo el mundo, una tortillita española. Sabemos que tú puedes hacer mucho más, conoces cientos de usos más, variados y sabrosos que el clásico.
Que no se vuelva a repetir. Se original. Sigue cocinando.
6 de mayo de 2014
6 de mayo de 2014
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Ver una película de Nacho Vigalondo y que sea una pastelada es ya de por sí un tanto difícil de encajar. Si además se trata de un relato dilatado, pues la historia daba para un cortometraje y poco más, pues nos encontramos con una historia de amor-sexo sencilla, un tanto vaga y sin muchos momentos de buen humor.
En cuanto al apartado interpretativo, la señorita Jenner les da un repaso al resto del elenco, salvo a Carlos Areces, que si bien en tareas dramáticas no me convence, en los personajes cómicos se siente como pez en el agua. Raúl Cimas no termina de identificarse con su personaje, pese a tener escenas divertidas bien trabajadas y Julián Villagrán está poco creíble en la mayoría de las secuencias, no logra empatizar y da la sensación de que se le queda grande tanto papel protagonista.
En definitiva, una historia de ciencia ficción por la diégesis en que se instala, pero con alma de comedia romántica un tanto pastel.
En cuanto al apartado interpretativo, la señorita Jenner les da un repaso al resto del elenco, salvo a Carlos Areces, que si bien en tareas dramáticas no me convence, en los personajes cómicos se siente como pez en el agua. Raúl Cimas no termina de identificarse con su personaje, pese a tener escenas divertidas bien trabajadas y Julián Villagrán está poco creíble en la mayoría de las secuencias, no logra empatizar y da la sensación de que se le queda grande tanto papel protagonista.
En definitiva, una historia de ciencia ficción por la diégesis en que se instala, pero con alma de comedia romántica un tanto pastel.
11 de julio de 2015
11 de julio de 2015
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Tras los cronocrímenes éramos muchos los que teníamos ganas de ver el siguiente proyecto de Vigalondo y nos hemos encontrado con una comedia romántica en la que hay un ovni ahí en el cielo, en la que hay una mujer casada que se lía con un hombre y hay un ovni, en la que hay un vecino pesado y bobo y hay un ovni, en la que bla bla bla y... ahh se me olvidaba, ¡¡¡En el cielo hay un ovni!!!.
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