Resacón en Las Vegas 3 es la tercera y última entrega de la exitosa franquicia que comenzó con la comedia original de 2009. A diferencia de las dos películas anteriores, esta entrega toma un enfoque diferente y decide alejarse de la estructura de amnesia y desenfreno nocturno que caracterizó a las primeras películas. Si bien esto representa un intento de refrescar la fórmula, también marca un cambio que podría no ser del agrado de todos los fanáticos.

La trama sigue a los personajes principales, interpretados por Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis y Justin Bartha, mientras tratan de ayudar a su amigo Alan (Galifianakis) a superar sus problemas emocionales al llevarlo a una institución de rehabilitación. Sin embargo, durante el viaje, se topan con problemas inesperados y se ven envueltos en una serie de situaciones cómicas y peligrosas.

Resacón en Las Vegas 3 se aparta de la estructura de sus predecesoras, y esto podría ser un riesgo para los fanáticos que disfrutaron de la premisa original. En lugar de centrarse en una noche de locura y las consecuencias de la amnesia, la película se convierte en una especie de road trip que presenta situaciones cómicas pero en un contexto más lineal. Esto puede sentirse un poco extraño para quienes esperaban más de lo mismo.

Zach Galifianakis continúa destacando con su interpretación de Alan, y es su personaje el que proporciona la mayoría de las risas en la película. Además, el regreso de Ken Jeong como Leslie Chow, un personaje icónico de la franquicia, agrega un toque adicional de locura y humor.

La película también explora un poco más a fondo las relaciones entre los personajes, lo que le da un tono más emotivo en comparación con las entregas anteriores. Sin embargo, esta profundización emocional podría sentirse desplazada en una película que se promocionó principalmente como una comedia.

En resumen, Resacón en Las Vegas 3 es una despedida mixta para la franquicia. Si bien intenta refrescar la fórmula y ofrece algunas risas, es posible que no cumpla las expectativas de quienes esperaban más de la misma locura de las dos primeras películas. Aunque tiene momentos divertidos y un intento de darle un cierre emocional a la historia de los personajes, no logra igualar la frescura y la sorpresa de la película original.

Nota: 5/10

Regresa la manada (Bradley Cooper como Phil, Ed Helms como Stuart, Zach Galifianakis como Alan y Justin Bartha como Doug) para una última y apasionante aventura en el que se les añade el gran John Goodman y la actriz Melissa McCarthy, que parece que se apunta a todas. Yo la veo como la mejor de las tres, un broche de oro para finiquitar la trilogía. Todo el reparto está genial. Una comedia bastante negra en muchos momentos. Muy entretenida y que su metraje se pasa volando. Ese inicio entre Fuga de Alcatraz y El Fugitivo se sale, muy bien traído y Ken Jeong de nuevo como el Sr. Chow está genial, como siempre. Parece que Alan ha madurado un poco, cosa harto difícil viendo a ese personaje, pero sí, da el paso. Lo de la jirafa y la autopista, momento bastante sobado y revisto en todos los trailers, como tantas otras escenas, me hanb hecho reir, me lo han hecho pasar en grande. Ah, sí, también hay cameo como en las anteriores del propio director y se recupera a Heather Graham, que se la echaba de menos en la segunda entrega. La secuencia post-créditos es hilarante, no voy a decir nada, para quién la vaya a ver, pero es apoteósica. Ese Stu siempre acaba recibiendo. En la primera entrega lo del diente, en la segunda el tatuaje en la cara y ahora... Bueno, digamos que la cara está a salvo.
Quería meterle un nueve, lo digo porqué un diez me parecía excesivo, pero ¿qué caray? Le dejo el diez, se lo merece. Es una trilogía que se acaba como debe, a lo grande.

Aunque al final, final, sí que hay otra monumental e inesperada juerga con su correspondiente resacón. Pero en efecto, en esta ocasión Todd Philips altera el esquema de lo visto en las entregas predecesoras para mostrarnos, en vez de una noche loca, una trama mafiosa con secuestros, lingotes de oro robados, persecuciones y ultimatums mortales. Como se ve, más acción y posiblemente menos comedia. Ahora bien, la franquicia de "Resacón" siempre ha sido un thriller y siempre ha ido muy ajustada con el humor, con lo que ni el cambio la perjudica en este plano, ni tampoco rompe las "esencias" porque se altere de esta forma el esquema, al no ser que seamos muy muy fans, que desde luego, no es ese mi caso.

La película tuvo una recaudación internacional en los cines de 362 millones de dólares, que no está mal, pero en comparación queda muy detrás de los anteriores resacones. Si la original del 2009 fue la décima más taquillera del mundo y su continuación del 2011 la octava, la presente ha descendido al puesto 19. No obstante, aunque el público ha sido menos entusiasta y la crítica la ha castigado con dureza, tiene hasta nominaciones a los Razzies, "R3sacón" es una comedia pasable, no muy graciosa pero que despierta cierta simpatía y aunque no de guante fino, tampoco es soez o de mal gusto, sobre todo comparado con lo que se rueda por ahí. En fin, más de lo mismo. Pero ni las anteriores eran tan buenas, ni ésta tan mala.

Decepcionante final para una serie de películas que se caracterizan por la risa fácil pero que terminaron en un intento fallido. Lo mejor Zach Galifianakis.

Te da igual el motivo, la excusa -por cutre que sea-, sólo quieres que empiece la diversión, la distracción irrelevante que has ido a ver. Puedes perdonar la trilogía -resulta que lo era!!!- sacada de la manga siempre que vuelvan las escenas destornillantes, las salidas de madre y esa risa espontánea que te conquistó en la primera parte. Sabes lo que quieres ver y esperas que te lo ofrezcan. De modo que te sientas a esperar..., y no llega!!! No es ningún rollo, te mantiene distraído y dura poco pero, teniendo en cuenta el título que lleva..., se espera mucho más, pero mucho, mucho más!!! Debilidad en el relato, flojera en las situaciones cómicas, ausencia de chispa, poca gracia que no sea forzada, bla, bla, bla. No hablaría de fraude pero si de decepción ante un producto hecho con prisas, sin cuidado ni perfección que arruina el recordatorio de cualquier pasado mejor; y cualquier pasado fue mejor, seguro!!!