Los últimos días
2013 

5.4
14,783
Ciencia ficción. Thriller
Año 2013. Una misteriosa enfermedad se extiende por todo el planeta. La población, dominada por el pánico, se niega a salir a la calle para evitar una muerte fulminante. Mientras la civilización se desmorona, Marc emprende una misión casi imposible: la búsqueda de Julia, su novia desaparecida. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2013
29 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque sea un frase realmente peyorativa para el cine español, le va como anillo al dedo a esta peli, "para ser española no está mal". El film logra un ambiente realmente denso, espeso, consigue transmitir por momentos lo insoportable que debe ser vivir en unas circunstancias como esas. Sin grandes alardes técnicos, y con el peso que pone Coronado al servicio de la película (no es santo de mi devoción pero hay que reconocérselo), la hora y cincuenta minutos de metraje discurren de manera entretenida e interesante.
4 de agosto de 2013
4 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los últimos tiempos el cine español ha desarrollado una querencia importante por un nuevo género, el Apocalíptico, que facura películas que tratan sobre el fin de la sociedad tal y como la conocemos. Y lo hacen con películas que cuentan con estimables recursos técnicos que son totalmente desaprovechados y lastrados por guiones pobres y lamentables puestas en escena.
Si la película "Fin" ya dejaba entrever una sociedad sin la raza humana de una manera torpe y con muchas dudas en el aire, "Los últimos días" intenta describir cómo la sociedad no puede salir a la calle debido a una extraña agorafobia que le ataca nada mas poner un pie en la acera. Es curioso cómo la película se olvida de dar cualquier explicación plausible cayendo en los errores más absurdos (las ventanas pueden estar de par en par sin miedo a caer enfermo) sin justificación alguna, y obviando algunas secuencias que podrían haber causado más efecto. Solo se preocupa de que los protagonistas prosigan con su historia a pesa de los obstáculos, pero sin una pizca de cuidado en el cómo.
Si bien Coronado aguanta con dignidad el peso que se le concede a su personaje, está a años luz de otros que ha encarnado últimamente, y da la sensación de que se trata más de un trabajo por encargo que de un personaje que le haya cautivado. Gutiérrez, como suele ser habitual en sus roles, cae en la rutina y pone cara de no enterarse de nada, de estar fuera de la realidad que ya se gastaba en la fallida "Primos". Junto a ellos Etura apenas tiene relevancia a pesar de que su encuentro es el objetivo principal, el leiv motiv que mueve la película.
Ese reencuentro, que se hace esperar demasiado a pesar de que la película no dura mucho, es el núcleo principal de una película que desaprovecha un comienzo prometedor para caer en tópicos, rutinas y fallos de guión que dejan al incipiente género en algo que debemos tener en cuenta, pero que por ahora deja mucho que desear.
Si la película "Fin" ya dejaba entrever una sociedad sin la raza humana de una manera torpe y con muchas dudas en el aire, "Los últimos días" intenta describir cómo la sociedad no puede salir a la calle debido a una extraña agorafobia que le ataca nada mas poner un pie en la acera. Es curioso cómo la película se olvida de dar cualquier explicación plausible cayendo en los errores más absurdos (las ventanas pueden estar de par en par sin miedo a caer enfermo) sin justificación alguna, y obviando algunas secuencias que podrían haber causado más efecto. Solo se preocupa de que los protagonistas prosigan con su historia a pesa de los obstáculos, pero sin una pizca de cuidado en el cómo.
Si bien Coronado aguanta con dignidad el peso que se le concede a su personaje, está a años luz de otros que ha encarnado últimamente, y da la sensación de que se trata más de un trabajo por encargo que de un personaje que le haya cautivado. Gutiérrez, como suele ser habitual en sus roles, cae en la rutina y pone cara de no enterarse de nada, de estar fuera de la realidad que ya se gastaba en la fallida "Primos". Junto a ellos Etura apenas tiene relevancia a pesar de que su encuentro es el objetivo principal, el leiv motiv que mueve la película.
Ese reencuentro, que se hace esperar demasiado a pesar de que la película no dura mucho, es el núcleo principal de una película que desaprovecha un comienzo prometedor para caer en tópicos, rutinas y fallos de guión que dejan al incipiente género en algo que debemos tener en cuenta, pero que por ahora deja mucho que desear.
5 de agosto de 2013
5 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una propuesta interesante la que nos ofrecen los hermanos Pastor. Se trata de una película apocalíptica muy peculiar en la que el fin del mundo es una epidemia de agorafobia que hace que nadie pueda salir a la calle, con lo cual la sociedad se derrumba.
El diseño de producción y los escenarios están bastante conseguidos. No tiene mucho que envidiar a cualquier título de Hollywood de estas características.
Vemos una Barcelona abandonada a su suerte, al estilo del Nueva York de "Soy leyenda".
Los protagonistas se mueven por el metro, las alcantarillas y los edificios, sin poder salir fuera y en un entorno hostil y agobiante.
De los actores, el mejor es José Coronado, que empieza siendo un tipo detestable para mostrar mucha más humanidad cuando las cosas se ponen feas.
Hay incluso algunas escenas de acción muy bien realizadas.
Lo que menos me gusta es ese estilo narrativo de saltos en el tiempo. No sabemos si estamos en un flashback o un flashforward con tanto cambio. Deberían haber contado la historia de una manera más lineal.
Y como suele suceder en este tipo de films, lo importante es comprobar como la especie humana se enfrenta consigo mismo en situaciones límite. Casi nadie es amigo de nadie cuando se juega uno el pellejo.
El diseño de producción y los escenarios están bastante conseguidos. No tiene mucho que envidiar a cualquier título de Hollywood de estas características.
Vemos una Barcelona abandonada a su suerte, al estilo del Nueva York de "Soy leyenda".
Los protagonistas se mueven por el metro, las alcantarillas y los edificios, sin poder salir fuera y en un entorno hostil y agobiante.
De los actores, el mejor es José Coronado, que empieza siendo un tipo detestable para mostrar mucha más humanidad cuando las cosas se ponen feas.
Hay incluso algunas escenas de acción muy bien realizadas.
Lo que menos me gusta es ese estilo narrativo de saltos en el tiempo. No sabemos si estamos en un flashback o un flashforward con tanto cambio. Deberían haber contado la historia de una manera más lineal.
Y como suele suceder en este tipo de films, lo importante es comprobar como la especie humana se enfrenta consigo mismo en situaciones límite. Casi nadie es amigo de nadie cuando se juega uno el pellejo.
11 de agosto de 2013
11 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo aquel recibimiento del año 2000 entre chistes, burlas y -por qué no- cierta expectativa temerosa respecto de una profecía -mundialmente híper mediatizada- que indicaba el fin del mundo. El 2 de enero de ese año el planeta entero (salvo los que se tomaron vacaciones en la primer quincena) volvía a trabajar y todo quedó en el anecdotario terrestre (que incluyó varios suicidios por cierto). El cine, por su parte, vio la veta económica y dio rienda suelta a un montón de proyectos gigantescos en los años siguientes que fantaseaban con el apocalipsis. La moda pasó y la industria volvió a apostar como caballito de batalla al género terror para que el negocio sea rentable.
En 2012, las ambiguas interpretaciones del calendario Maya, el auge mediático de la Cienciología y el movimiento New Age, entre otros, volvieron a preparar el terreno para el que el cine se despache en 2013 con muchísimos proyectos de ciencia ficción vinculados de alguna manera con el fin de la humanidad. ‘After Earth’, ‘Oblivion’, ‘Guerra Mundial Z’, ‘Titanes del Pacífico’, etc. La ventaja de este tipo de películas -y del género- es la posibilidad de transmitir mensajes sin la necesidad de ser explícitas, es decir, metafóricamente. El problema es que estos mensajes -casi siempre- se transmiten como axiomas, con una característica aleccionadora que a mí particularmente me molesta. Por otra parte, los mensajes no siempre son claros y, si uno lo piensa, seguramente dudaría de la intencionalidad de las productoras, aunque sabemos, gracias a la semiótica, que la producción de sentido y la circulación de un texto (fílmico en este caso, aunque es válido para cualquier tipo) en la cultura y la sociedad no tiene que ver solamente con el propósito de su creador.
‘Los últimos días’ no escapa a mi valoración negativa de la existencia de mensajes aleccionadores, a la que sumo cierta grandilocuencia New Age y algunas metáforas de significante vulgar (el final sobre todo, que le baja varios puntos). Sin embargo, a diferencia de las otras películas mencionadas, creo que es la que propone, con mejor precisión, el foco del problema que plantea. Con esto no estoy diciendo que estoy de acuerdo con el problema en sí mismo (aunque, de hecho, me parece bastante acertado), pero sí con la claridad y coherencia entre la tesis y la hipótesis. El mundo actual híper ultra archi conectado es en realidad una gran plancha de ravioles donde cada uno está aislado. Las redes sociales son, en realidad, antisociales. No vivimos en un mundo mejor ni más conectado. Al menos, no siempre.
David y Alex Pastor (‘Carriers’, 2009) plantean un mundo emocionalmente fóbico (y lo dejan en claro, no se trata de una enfermedad virósica ni psicológica), donde los adultos (es una cuestión sobre todo generacional), básicamente, temen. No hay cura para los enfermos (y en este coincide con ‘Guerra mundial Z’), es una situación irreversible para una generación individualista que, ante la pérdida de todo lo material, ante el desmoronamiento del mundo -occidental diría- tal cual lo conocemos mediante el tacto, recuerda que lo más importante son los afectos. Y el mundo se desespera porque sabe que es tarde (no para Marc, sino no habría película) y decide volver al principio, al principio de todo: el agua.
‘Los últimos días’ apela a cierto realismo que garpa. La violenta puesta en escena de las miserias humanas se contrastan efectivamente con escenas de humanismo solidario (lástima la música que intenta guiar nuestros sentimientos como si fuésemos imbéciles insensibles) entre el thriller, el suspenso y el drama. El juego temporal del film, el ir y venir entre pasado y presente, no sólo es un elemento para mantener la atención del espectador, sino que es fundamental a la hora de clarificar el mensaje. Este film español aprovecha las posibilidades que otros films desperdiciaron con esta misma temática, a saber: reflexionar sobre lo que somos cuando no “tenemos” nada.
Lee más en www.quecinemirar.blogspot.com.ar
En 2012, las ambiguas interpretaciones del calendario Maya, el auge mediático de la Cienciología y el movimiento New Age, entre otros, volvieron a preparar el terreno para el que el cine se despache en 2013 con muchísimos proyectos de ciencia ficción vinculados de alguna manera con el fin de la humanidad. ‘After Earth’, ‘Oblivion’, ‘Guerra Mundial Z’, ‘Titanes del Pacífico’, etc. La ventaja de este tipo de películas -y del género- es la posibilidad de transmitir mensajes sin la necesidad de ser explícitas, es decir, metafóricamente. El problema es que estos mensajes -casi siempre- se transmiten como axiomas, con una característica aleccionadora que a mí particularmente me molesta. Por otra parte, los mensajes no siempre son claros y, si uno lo piensa, seguramente dudaría de la intencionalidad de las productoras, aunque sabemos, gracias a la semiótica, que la producción de sentido y la circulación de un texto (fílmico en este caso, aunque es válido para cualquier tipo) en la cultura y la sociedad no tiene que ver solamente con el propósito de su creador.
‘Los últimos días’ no escapa a mi valoración negativa de la existencia de mensajes aleccionadores, a la que sumo cierta grandilocuencia New Age y algunas metáforas de significante vulgar (el final sobre todo, que le baja varios puntos). Sin embargo, a diferencia de las otras películas mencionadas, creo que es la que propone, con mejor precisión, el foco del problema que plantea. Con esto no estoy diciendo que estoy de acuerdo con el problema en sí mismo (aunque, de hecho, me parece bastante acertado), pero sí con la claridad y coherencia entre la tesis y la hipótesis. El mundo actual híper ultra archi conectado es en realidad una gran plancha de ravioles donde cada uno está aislado. Las redes sociales son, en realidad, antisociales. No vivimos en un mundo mejor ni más conectado. Al menos, no siempre.
David y Alex Pastor (‘Carriers’, 2009) plantean un mundo emocionalmente fóbico (y lo dejan en claro, no se trata de una enfermedad virósica ni psicológica), donde los adultos (es una cuestión sobre todo generacional), básicamente, temen. No hay cura para los enfermos (y en este coincide con ‘Guerra mundial Z’), es una situación irreversible para una generación individualista que, ante la pérdida de todo lo material, ante el desmoronamiento del mundo -occidental diría- tal cual lo conocemos mediante el tacto, recuerda que lo más importante son los afectos. Y el mundo se desespera porque sabe que es tarde (no para Marc, sino no habría película) y decide volver al principio, al principio de todo: el agua.
‘Los últimos días’ apela a cierto realismo que garpa. La violenta puesta en escena de las miserias humanas se contrastan efectivamente con escenas de humanismo solidario (lástima la música que intenta guiar nuestros sentimientos como si fuésemos imbéciles insensibles) entre el thriller, el suspenso y el drama. El juego temporal del film, el ir y venir entre pasado y presente, no sólo es un elemento para mantener la atención del espectador, sino que es fundamental a la hora de clarificar el mensaje. Este film español aprovecha las posibilidades que otros films desperdiciaron con esta misma temática, a saber: reflexionar sobre lo que somos cuando no “tenemos” nada.
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4 de octubre de 2013
4 de octubre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
+1 Esta película existe. Cine apocalíptico en España de factura magnífica, sin nada que envidiar por ejemplo a "El Incidente" de Shyamalan.
+1 La dirección de los hermanos Pastor, mucho oficio.
+1 Barcelona como un personaje más.
+1 El concepto mismo del personaje de Coronado, brillantemente concebido.
+1 Ese aire de estar jugando al Silent Hill, que haría las delicias de la gente joven si hubieran entrada a ver la película.
-1 La inexpresividad de Quim Gutiérrez.
-1 Marta Etura haciendo OTRA VEZ el mismo papel.
-1 La película no consigue emocionar todo lo que podría con los mimbres que tiene. Ni todo lo que prometía el trailer.
+1 La dirección de los hermanos Pastor, mucho oficio.
+1 Barcelona como un personaje más.
+1 El concepto mismo del personaje de Coronado, brillantemente concebido.
+1 Ese aire de estar jugando al Silent Hill, que haría las delicias de la gente joven si hubieran entrada a ver la película.
-1 La inexpresividad de Quim Gutiérrez.
-1 Marta Etura haciendo OTRA VEZ el mismo papel.
-1 La película no consigue emocionar todo lo que podría con los mimbres que tiene. Ni todo lo que prometía el trailer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
+1 El epílogo con "los niños salvajes". Hace desear con mucha fuerza una segunda parte que, no nos engañemos, jamás llegará.
-1 José Coronado muriendo a lo Marion Cotillard.
-1 José Coronado muriendo a lo Marion Cotillard.
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