12 horas para sobrevivir
2014 

5.7
21,573
Thriller. Terror. Acción
El crimen hace estragos en Estados Unidos y las cárceles están llenas. El gobierno decide que una noche al año, durante doce horas, cualquier actividad criminal, incluso el asesinato, será legal. No se puede llamar a la policía, los hospitales no admiten pacientes, los ciudadanos deben arreglárselas solos porque cometer un delito no está castigado. Durante esa noche plagada de peligros, 5 personas que se han quedado fuera de sus casas ... [+]
13 de agosto de 2014
13 de agosto de 2014
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Por si todavía no conocéis de que va la historia el argumento es el siguiente, en Estados Unidos los niveles de delincuencia están por las nubes. El gobierno decide, que una noche al año, cualquier actividad criminal será legal, no habrá policía y los hospitales permanecerán cerrados, los ciudadanos deben arreglárselas solos, como puedan porque durante esa noche, no existe el delito. En principio, la idea aunque parezca interesante, es tan absurda como contradictoria, la “purga” solo serviría para fomentar aún más el crimen, puesto que la venganza es un acto tan humano como en ocasiones necesario para muchas personas, nadie en su sano juicio, puede ser tan ingenuo de pensar que un individuo pueda acceder a tu vivienda, pueda quitar la vida a tu mujer y matar a tu hija bajo un amparo legal y al día siguiente, no vaya a existir una merecida respuesta en forma de represalia por parte del entorno de la víctima, partiendo de esa base, la idea cojea como una mesa de tres patas, pero, se tambalea todavía más cuando los hechos, en el film, transcurren sin ahondar en el fondo de cada caso, el por qué de los hechos es el detonante de cualquier suceso, tanto para bien como para mal, no voy a ser maquiavélico, y no voy a defender la postura que se extrae de su famosa frase “el fin justifica los medios”, porque no todo vale, pero hay que desarrollar una historia antes de que ocurra una acción para que el espectador le pueda otorgar un sentido, el director debería de indagar y profundizar en esos aspectos para poder otorgar un motivo de peso o simplemente circunstancial..
De lo que no hay duda, es de que algún indeseable, se pensaría las cosas tres veces antes de “engañar” o corromper, aunque por otro lado sería también una forma de conceder al poder la potestad de ejecutar un genocidio en pro de sus intereses personales o los de un entorno de dudosa ética y moral. El director en esta ocasión ha sabido explotar mejor los elementos que tanto se utilizan en la serie “b” y ha conseguido un producto final con buena dosis de sangre y violencia. Una lucha de clases sostiene con pinzas el argumento, que aunque algo más evolucionado que en la anterior sigue siendo flojo y deja en el tintero muchas incógnitas en cuanto al trasfondo de todo lo sucedido, incógnitas que no son resueltas.
En cualquier caso y bajo la misma premisa que su antecesora, esta segunda parte logra mejorar a la primera, tengo que decir que no era difícil, la acción es mucho más intensa y dinámica que en la anterior, con unas vueltas de tuerca destacables, especialmente al final, aunque esa vuelta de tuerca final me haya parecido un guiño o una mirada de reojo a films como “Perseguido” (1987),el film consigue cubrirnos de tensión y se agradece una mejora en la propuesta narrativa, unos personajes más atrayentes y unos villanos más oscuros, aunque sigue sabiendo a poco. Frank Grillo cumple en el papel, creo que es un acierto aunque tengo que decir que no es santo de mi devoción pero es un punto a favor pues le concede credibilidad, está bien metido en el papel y su físico acompaña al perfil requerido.
http://www.filmadictos.com/anarchy-la-noche-de-las-bestias/
De lo que no hay duda, es de que algún indeseable, se pensaría las cosas tres veces antes de “engañar” o corromper, aunque por otro lado sería también una forma de conceder al poder la potestad de ejecutar un genocidio en pro de sus intereses personales o los de un entorno de dudosa ética y moral. El director en esta ocasión ha sabido explotar mejor los elementos que tanto se utilizan en la serie “b” y ha conseguido un producto final con buena dosis de sangre y violencia. Una lucha de clases sostiene con pinzas el argumento, que aunque algo más evolucionado que en la anterior sigue siendo flojo y deja en el tintero muchas incógnitas en cuanto al trasfondo de todo lo sucedido, incógnitas que no son resueltas.
En cualquier caso y bajo la misma premisa que su antecesora, esta segunda parte logra mejorar a la primera, tengo que decir que no era difícil, la acción es mucho más intensa y dinámica que en la anterior, con unas vueltas de tuerca destacables, especialmente al final, aunque esa vuelta de tuerca final me haya parecido un guiño o una mirada de reojo a films como “Perseguido” (1987),el film consigue cubrirnos de tensión y se agradece una mejora en la propuesta narrativa, unos personajes más atrayentes y unos villanos más oscuros, aunque sigue sabiendo a poco. Frank Grillo cumple en el papel, creo que es un acierto aunque tengo que decir que no es santo de mi devoción pero es un punto a favor pues le concede credibilidad, está bien metido en el papel y su físico acompaña al perfil requerido.
http://www.filmadictos.com/anarchy-la-noche-de-las-bestias/
8 de septiembre de 2014
8 de septiembre de 2014
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“Anarchy: la noche de las bestias” es una entretenida película de género que juega a la ambigüedad moral. Los nuevos padres de la patria (yanqui, se sobreentiende) han instaurado una purga anual, según la cual todos los delitos, incluyendo el crimen, serán legales durante 12 horas. La despenalización eventual del asesinato provoca que la gente libere la bestia que lleva dentro, a la par que disminuya el crimen durante los 364 días siguientes, y que florezca la economía de una nación renacida tras un crack financiero. Un acontecimiento que encubre la eliminación de los estratos sociales más desfavorecidos (donde la raza negra se lleva la peor parte).
Esta distopía futurista está a la vuelta de la esquina, ya que está ambientada en Los Ángeles del 2023, y se nutre de la realidad actual como demuestran los recientes disturbios raciales en Ferguson (ciudad situada en el Medio Oeste de los Estados Unidos), en los que la mayoría afroamericana se ha alzado contra la policía blanca, y en el hecho de que casi el 90% de la población estadounidense posea armas de fuego, amparándose en la Segunda Enmienda de la Constitución. Al igual que “El club de la lucha” (1999) este ejercicio de anarquía cinematográfica, que refleja el lado oscuro de los seres humanos, viene de la mano de una de las “majors” de Hollywood.
El tercer largometraje de James DeMonaco bebe de la fuente del John Carpenter de “1997: Rescate en Nueva York” (1981), no en balde, DeMonaco fue el guionista del remake del 2005 de uno de los clásicos de Carpenter: “Asalto en la comisaría del distrito 13” (1976). Hasta ahí las similitudes ya que DeMonaco se queda en la fachada sin llegar a profundizar demasiado. La secuela de “The Purge” (2013) presenta el mismo planteamiento que su predecesora (comienza horas antes de la cacería nocturna), pero, afortunadamente, el desarrollo es diferente. Mientras la primera se reducía a un peculiar secuestro de una familia adinerada en su propia casa (siguiendo la línea de “Perros de paja”, 1971, o “Funny Games”, 1997/2007), la continuación opta por el punto de vista de una madre y una hija de clase obrera y por desarrollar los acontecimientos en plena calle. “Anarchy: la noche de las bestias” recurre al recurso del subgénero de cine de zombis, en el que el protagonismo recae en un pequeño grupo de cinco personas liderado por un héroe (en este caso antihéroe) al que se suma una pareja joven a punto de separarse.
Esta especie de Halloween salvaje incluye toda una fauna de asesinos noctámbulos que abarcan desde francotiradores a iluminados que se creen Jesucristo, pasando por una banda de vándalos que únicamente persiguen lucrarse o una subastadora de carne humana. La breve escena del interior de un piso revela que ningún lugar es seguro porque allí donde hay seres humanos hay pulsiones que pueden hacer saltar la chispa en cualquier momento. La ira contenida durante un año se desata en esta sangrienta noche. Aunque aquí no se busca lo intencionadamente desagradable y malsano como en la serie “American Horror Story” (que transita por el lado más sórdido del ser humano). Tampoco tiene nada que ver con sanguinolentos filmes tipo “Hostel” (2005) o las propuestas descarnadas de Rob Zombie. No hay nada original en esta “survival horror” con ecos resonantes de “Mad Max” (1979), “Perseguido” (1987, la secuencia de la caza en el búnker es calcada), “Blanco humano” (1993) o “Battle Royale” (2000); pero es cine perturbador que remueve conciencias y plantea dilemas morales (apoyado en una banda sonora que describe momentos punzantes y desquiciantes): los seres humanos somos capaces de lo mejor y de lo peor, por eso en situaciones extremas siempre hay alguien que ayuda a los demás. Concluye con unos sugestivos y demoledores títulos de créditos finales. “Anarchy: la noche de las bestias” tiene mucho que ver con la frase final de la reciente “Mátalos suavemente” (2012): “Estados Unidos no es un país, es un negocio. Así que paga, hijo de puta”.
Esta distopía futurista está a la vuelta de la esquina, ya que está ambientada en Los Ángeles del 2023, y se nutre de la realidad actual como demuestran los recientes disturbios raciales en Ferguson (ciudad situada en el Medio Oeste de los Estados Unidos), en los que la mayoría afroamericana se ha alzado contra la policía blanca, y en el hecho de que casi el 90% de la población estadounidense posea armas de fuego, amparándose en la Segunda Enmienda de la Constitución. Al igual que “El club de la lucha” (1999) este ejercicio de anarquía cinematográfica, que refleja el lado oscuro de los seres humanos, viene de la mano de una de las “majors” de Hollywood.
El tercer largometraje de James DeMonaco bebe de la fuente del John Carpenter de “1997: Rescate en Nueva York” (1981), no en balde, DeMonaco fue el guionista del remake del 2005 de uno de los clásicos de Carpenter: “Asalto en la comisaría del distrito 13” (1976). Hasta ahí las similitudes ya que DeMonaco se queda en la fachada sin llegar a profundizar demasiado. La secuela de “The Purge” (2013) presenta el mismo planteamiento que su predecesora (comienza horas antes de la cacería nocturna), pero, afortunadamente, el desarrollo es diferente. Mientras la primera se reducía a un peculiar secuestro de una familia adinerada en su propia casa (siguiendo la línea de “Perros de paja”, 1971, o “Funny Games”, 1997/2007), la continuación opta por el punto de vista de una madre y una hija de clase obrera y por desarrollar los acontecimientos en plena calle. “Anarchy: la noche de las bestias” recurre al recurso del subgénero de cine de zombis, en el que el protagonismo recae en un pequeño grupo de cinco personas liderado por un héroe (en este caso antihéroe) al que se suma una pareja joven a punto de separarse.
Esta especie de Halloween salvaje incluye toda una fauna de asesinos noctámbulos que abarcan desde francotiradores a iluminados que se creen Jesucristo, pasando por una banda de vándalos que únicamente persiguen lucrarse o una subastadora de carne humana. La breve escena del interior de un piso revela que ningún lugar es seguro porque allí donde hay seres humanos hay pulsiones que pueden hacer saltar la chispa en cualquier momento. La ira contenida durante un año se desata en esta sangrienta noche. Aunque aquí no se busca lo intencionadamente desagradable y malsano como en la serie “American Horror Story” (que transita por el lado más sórdido del ser humano). Tampoco tiene nada que ver con sanguinolentos filmes tipo “Hostel” (2005) o las propuestas descarnadas de Rob Zombie. No hay nada original en esta “survival horror” con ecos resonantes de “Mad Max” (1979), “Perseguido” (1987, la secuencia de la caza en el búnker es calcada), “Blanco humano” (1993) o “Battle Royale” (2000); pero es cine perturbador que remueve conciencias y plantea dilemas morales (apoyado en una banda sonora que describe momentos punzantes y desquiciantes): los seres humanos somos capaces de lo mejor y de lo peor, por eso en situaciones extremas siempre hay alguien que ayuda a los demás. Concluye con unos sugestivos y demoledores títulos de créditos finales. “Anarchy: la noche de las bestias” tiene mucho que ver con la frase final de la reciente “Mátalos suavemente” (2012): “Estados Unidos no es un país, es un negocio. Así que paga, hijo de puta”.
25 de septiembre de 2014
25 de septiembre de 2014
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Es curioso, pero esta segunda parte me parece mejor que la primera. En mi crítica a la primera ya dije que el planteamiento me parecía bastante absurdo. Curioso, y quizá en la literatura habría sido más creíble; pero en cine yo creo que no funciona del todo. Dudo mucho que en nuestra sociedad cupiese algo semejante. Es cierto que se cometen muchas atrocidades por parte de poderosas multinacionales y potencias (y no quiero ponerme conspiranóico), pero creo que esta sociedad jamás aprobaría algo así ni de lejos. Como tampoco creo que eso supusiera menores índices de criminalidad. El criminal lo es y punto. No se espera un año para matar, violar, etc.
Al margen de esto, creo que la película tiene un buen ritmo a caballo entre la tensión y la acción. De nuevo vemos escenas bastante crudas de cinismo extremo y falta de empatía, lo cual muestra una sociedad enferma de psicopatía, lo cual explicaría que se aceptase esta "fiesta nacional".
Los actores están muy bien en conjunto y la cinta es bastante entretenida.
En fin, me ha gustado más que la primera y deja la puerta abierta a más entregas con una trama más complicada.
Lo que más me ha gustado es ese regustillo de ácida crítica al american way of life, en la que el patriotismo se confunde con la psicopatía pura y dura. Y también que esta película no pretende repartir moralina, aunque lo consigue sin resultar cargante u obvio.
Bueno, estas son mis impresiones acerca de esta película.
Al margen de esto, creo que la película tiene un buen ritmo a caballo entre la tensión y la acción. De nuevo vemos escenas bastante crudas de cinismo extremo y falta de empatía, lo cual muestra una sociedad enferma de psicopatía, lo cual explicaría que se aceptase esta "fiesta nacional".
Los actores están muy bien en conjunto y la cinta es bastante entretenida.
En fin, me ha gustado más que la primera y deja la puerta abierta a más entregas con una trama más complicada.
Lo que más me ha gustado es ese regustillo de ácida crítica al american way of life, en la que el patriotismo se confunde con la psicopatía pura y dura. Y también que esta película no pretende repartir moralina, aunque lo consigue sin resultar cargante u obvio.
Bueno, estas son mis impresiones acerca de esta película.
30 de octubre de 2014
30 de octubre de 2014
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James DeMonaco tuvo una idea realmente buena y original, desde la teoría, al engendrar todo lo que rodea a ese peculiar universo de purgadores. El vuelco a la práctica no resultó tan impactante como lo que prometía y, The Purge, en 2013, terminó dejando en muchos espectadores un sabor semi amargo, dada la cantidad de resoluciones discutibles y ridículas que se desentramaron principalmente desde la mitad del film hasta el desenlace. Sin embargo, los números arrojaron un gran resultado en lo que concierne a la taquilla, permitiendo que el realizador realice una nueva apuesta con esta secuela denominada The Purge: Anarchy.
En esta segunda entrega, las cosas parecen ponerse un poco más turbias y el ojo de la cámara pone más énfasis en lo que acontece en las calles, diferenciándose del escenario que predominaba en su predecesora, es decir, en la casa una familia. Allí en las afueras es en donde la acción se lleva a cabo a troche y moche, algo que nuevamente desde el concepto se presume, cuanto mínimo, inquietante y tenso. Pero, como si la saga fuese presa de aquella dificultad para desarrollar con firmeza los eventos a la pantalla, el asunto peca otra vez por su previsibilidad y por el carácter irrisorio de un gran número de cuestiones carentes de la fuerza y la rigidez necesarias como para mantener la expectación.
DeMonaco innova un poco y sazona la narración al añadir personajes cuyas historias se entrecrucen, ya sean de un flanco o de otro. Purgadores que quieren limpiar sus almas, por venganza, por gusto, por ira contenida, por convicciones; a estos se le suman personas que por razones del destino (e inverosímiles) no tenían interés alguno en participar pero quedan atrapadas en la guerra callejera, intentando sobrevivir hasta que el reloj marque el cierre de la purga anual.
Todo suena interesante y llamativo desde la imaginación; no obstante, las sensaciones cambian a medida que el relato toma forma y avanza. La secuela pedía a gritos una cuota mayor de salvajismo, de crudeza, y si bien de ello se ocupa su director, nunca es suficiente cuando las escenas van perdiendo credibilidad por sus absurdas y cuestionables determinaciones.
Quizás no sería totalmente acertado clasificar la cinta dentro del género de terror, puesto que esta edición está abocada más al thriller, a la acción y a un suspenso que, lamentablemente, se torna cada vez más anunciado y menos alarmante de lo que se podía suponer.
The Purge: Anarchy es distinta pero a la vez similar a la proyección que ofició de apertura. Encuentra las mismas buenas intenciones que su precursora, esas con las que, también aquí, se estampa cuando son mal llevadas a la práctica.
LO MEJOR: Frank Grillo. El inicio, algunas secuencias de acción.
LO PEOR: resoluciones cuestionables, ridículas. Pierde fuerza de la mitad hacia el final.
PUNTAJE: 5
http://cinefiloclub.blogspot.com.ar/2014/10/12-horas-para-sobrevivir-purge-anarchy.html
En esta segunda entrega, las cosas parecen ponerse un poco más turbias y el ojo de la cámara pone más énfasis en lo que acontece en las calles, diferenciándose del escenario que predominaba en su predecesora, es decir, en la casa una familia. Allí en las afueras es en donde la acción se lleva a cabo a troche y moche, algo que nuevamente desde el concepto se presume, cuanto mínimo, inquietante y tenso. Pero, como si la saga fuese presa de aquella dificultad para desarrollar con firmeza los eventos a la pantalla, el asunto peca otra vez por su previsibilidad y por el carácter irrisorio de un gran número de cuestiones carentes de la fuerza y la rigidez necesarias como para mantener la expectación.
DeMonaco innova un poco y sazona la narración al añadir personajes cuyas historias se entrecrucen, ya sean de un flanco o de otro. Purgadores que quieren limpiar sus almas, por venganza, por gusto, por ira contenida, por convicciones; a estos se le suman personas que por razones del destino (e inverosímiles) no tenían interés alguno en participar pero quedan atrapadas en la guerra callejera, intentando sobrevivir hasta que el reloj marque el cierre de la purga anual.
Todo suena interesante y llamativo desde la imaginación; no obstante, las sensaciones cambian a medida que el relato toma forma y avanza. La secuela pedía a gritos una cuota mayor de salvajismo, de crudeza, y si bien de ello se ocupa su director, nunca es suficiente cuando las escenas van perdiendo credibilidad por sus absurdas y cuestionables determinaciones.
Quizás no sería totalmente acertado clasificar la cinta dentro del género de terror, puesto que esta edición está abocada más al thriller, a la acción y a un suspenso que, lamentablemente, se torna cada vez más anunciado y menos alarmante de lo que se podía suponer.
The Purge: Anarchy es distinta pero a la vez similar a la proyección que ofició de apertura. Encuentra las mismas buenas intenciones que su precursora, esas con las que, también aquí, se estampa cuando son mal llevadas a la práctica.
LO MEJOR: Frank Grillo. El inicio, algunas secuencias de acción.
LO PEOR: resoluciones cuestionables, ridículas. Pierde fuerza de la mitad hacia el final.
PUNTAJE: 5
http://cinefiloclub.blogspot.com.ar/2014/10/12-horas-para-sobrevivir-purge-anarchy.html
2 de noviembre de 2014
2 de noviembre de 2014
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Si en la malograda, y aburrida, primera parte, su director nos proponía una noche de purga en la vida de una familia adinerada, esta vez nos propone un viaje por la ciudad a través de un hombre que busca venganza, una madre y una hija de color, y una pareja que no aporta nada a la película. Además de una organización "anti purga", poco participativa, y unos americanos "pro purga" que matan a diestro y siniestro.
Pero en esta ocasión si, James DeMonaco consigue aprovechar la gran idea de partida de la película, manteniendo el interés y la tensión durante toda la película. Sumándole un mejor guión, mejores personajes y mejores actores que su predecesora.
En resumen, una noche de purga con mucha acción y mucho más desarrollada. Recomendada.
Pero en esta ocasión si, James DeMonaco consigue aprovechar la gran idea de partida de la película, manteniendo el interés y la tensión durante toda la película. Sumándole un mejor guión, mejores personajes y mejores actores que su predecesora.
En resumen, una noche de purga con mucha acción y mucho más desarrollada. Recomendada.
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