Un monstruo viene a verme
2016 

6.6
39,157
Fantástico. Drama
Tras la separación de sus padres, Connor (Lewis MacDougall), un chico de 12 años, tendrá que ocuparse de llevar las riendas de la casa, pues su madre (Felicity Jones) está enferma de cáncer. Así las cosas, el niño intentará superar sus miedos y fobias con la ayuda de un monstruo (Liam Neeson), pero sus fantasías tendrán que enfrentarse no sólo con la realidad, sino con su fría y calculadora abuela (Sigourney Weaver). Con este nuevo ... [+]
12 de octubre de 2016
12 de octubre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La figura de una conciencia infantil no es tan extraña como pudiera parecer.
Al fin y al cabo, ¿qué sería de un niño si no pudiera contar con un amigo inseparable con el que compartir miserias y alegrías?
Y si además puede estar ahí incondicionalmente, de la manera en que los adultos no van a estar, mejor que mejor.
'Un Monstruo viene a Verme' es esa clase de historia, salvo por una pequeña cosa: la conciencia infantil que podría tomar forma amable es un horripilante monstruo de varios pisos de alto, compuesto de ramas nudosas y ojos que parecen carbones al rojo. La conciencia apropiada para un joven, Connor O'Malley, que como dice el propio narrador, es "demasiado mayor para ser un niño, demasiado pequeño para ser un hombre".
Él mismo también deja claras sus preferencias cuándo elige ver a King Kong como el héroe de su propia historia en vez de la bestia de la que huir: quizá porque, en el fondo, comprende perfectamente el sentimiento de aislamiento y acoso que aquel experimentó en su viaje a Nueva York.
Tampoco es él tan notorio como el gran gorila, pero se encuentra los mismos problemas: un desarraigo existencial que se transluce en una cama y un desayuno que hacer en completa soledad cada mañana, un acoso continuado de aquellos que no tienen tiempo ni ganas para comprender, y una persona por la que sentir un afecto ciego, su único refugio en mar de grises, su madre. Nadie puede decir que Connor sea un monstruo, pero a su manera no le queda otra elección que serlo, en esa difícil edad sin ninguna certeza sobre la propia identidad.
(Monstruo e invisible además, porque los problemas son demasiado grandes para descargarlos sobre la pequeña fragilidad de su madre)
Quizá por eso es por lo que viene a visitarle el Monstruo, porque entre iguales uno se comprende y escucha.
Como si fuera otro de esos adultos desconsiderados, callados y autoritarios a los que constantemente debe hacer frente, al principio la criatura no trata con amabilidad a Connor. No viene para enjuagarle las lágrimas, no está para hacerle olvidar sus penas y no se lo llevará a alguna tierra mágica en la que ser feliz.
Solo viene para contarle historias, plasmadas en tinta aguada y papel correoso de una imaginación fértil, pero en apariencia desconectadas del drama que está viviendo. ¿De qué me sirve conocer que incluso en relatos imaginarios los reyes y príncipes obraron mal en sus responsabilidades? ¿Qué efecto sanador tiene la fantasía cuándo no inspira o pinta que las cosas serán mejores?
Preguntas que Connor se hace constantemente, solo preguntas, sin apenas ninguna respuesta, lo mismo que ocurre cuando el Monstruo desaparece: nadie sabe si su madre mejorará, si su padre se le llevará lejos de allí, si terminará viviendo en la atrapante casa de su abuela. Dudas con consecuencias reales a las que hasta hace poco un niño no tenía que responder, y de las que desea evadirse soñando que un Monstruo viene a buscarle (aunque a la hora de la verdad no tenga nada mejor que ofrecerle).
Es acierto de la historia pintar la fantasía no como una vía de escape, sino como catalizador: no nos enseña a "no vivir", sino que podría decirse que gracias a ella aprendemos a hacerlo.
Normalmente disfrazamos nuestros errores de monstruos a los que hacemos frente en asombrosos cuentos, pero esto sucede cuándo somos niños, cuándo no alcanzamos a adivinar los bordes de una realidad doliente que Connor se ha visto obligado a ver, por culpa de una abuela con la que no se lleva demasiado bien o unos compañeros de clase que le recuerdan lo indefenso que está.
Solo cuándo él admite estas imperfecciones de su naciente vida adulta, sin asideros fantásticos en los que se alza héroe intachable, es capaz de afrontar la enfermedad de su madre de la única manera que se confronta el dolor: queriéndolo, lavándolo con cariño, y aceptándolo.
Nadie es perfecto, nadie se libra del dolor.
Y ese Monstruo que nos viene a buscar bien podría ser un vago eco de nuestra infancia pidiendo que la volvamos adulta.
Aprendamos a aceptarle, mientras aún nos quede tiempo.
Al fin y al cabo, ¿qué sería de un niño si no pudiera contar con un amigo inseparable con el que compartir miserias y alegrías?
Y si además puede estar ahí incondicionalmente, de la manera en que los adultos no van a estar, mejor que mejor.
'Un Monstruo viene a Verme' es esa clase de historia, salvo por una pequeña cosa: la conciencia infantil que podría tomar forma amable es un horripilante monstruo de varios pisos de alto, compuesto de ramas nudosas y ojos que parecen carbones al rojo. La conciencia apropiada para un joven, Connor O'Malley, que como dice el propio narrador, es "demasiado mayor para ser un niño, demasiado pequeño para ser un hombre".
Él mismo también deja claras sus preferencias cuándo elige ver a King Kong como el héroe de su propia historia en vez de la bestia de la que huir: quizá porque, en el fondo, comprende perfectamente el sentimiento de aislamiento y acoso que aquel experimentó en su viaje a Nueva York.
Tampoco es él tan notorio como el gran gorila, pero se encuentra los mismos problemas: un desarraigo existencial que se transluce en una cama y un desayuno que hacer en completa soledad cada mañana, un acoso continuado de aquellos que no tienen tiempo ni ganas para comprender, y una persona por la que sentir un afecto ciego, su único refugio en mar de grises, su madre. Nadie puede decir que Connor sea un monstruo, pero a su manera no le queda otra elección que serlo, en esa difícil edad sin ninguna certeza sobre la propia identidad.
(Monstruo e invisible además, porque los problemas son demasiado grandes para descargarlos sobre la pequeña fragilidad de su madre)
Quizá por eso es por lo que viene a visitarle el Monstruo, porque entre iguales uno se comprende y escucha.
Como si fuera otro de esos adultos desconsiderados, callados y autoritarios a los que constantemente debe hacer frente, al principio la criatura no trata con amabilidad a Connor. No viene para enjuagarle las lágrimas, no está para hacerle olvidar sus penas y no se lo llevará a alguna tierra mágica en la que ser feliz.
Solo viene para contarle historias, plasmadas en tinta aguada y papel correoso de una imaginación fértil, pero en apariencia desconectadas del drama que está viviendo. ¿De qué me sirve conocer que incluso en relatos imaginarios los reyes y príncipes obraron mal en sus responsabilidades? ¿Qué efecto sanador tiene la fantasía cuándo no inspira o pinta que las cosas serán mejores?
Preguntas que Connor se hace constantemente, solo preguntas, sin apenas ninguna respuesta, lo mismo que ocurre cuando el Monstruo desaparece: nadie sabe si su madre mejorará, si su padre se le llevará lejos de allí, si terminará viviendo en la atrapante casa de su abuela. Dudas con consecuencias reales a las que hasta hace poco un niño no tenía que responder, y de las que desea evadirse soñando que un Monstruo viene a buscarle (aunque a la hora de la verdad no tenga nada mejor que ofrecerle).
Es acierto de la historia pintar la fantasía no como una vía de escape, sino como catalizador: no nos enseña a "no vivir", sino que podría decirse que gracias a ella aprendemos a hacerlo.
Normalmente disfrazamos nuestros errores de monstruos a los que hacemos frente en asombrosos cuentos, pero esto sucede cuándo somos niños, cuándo no alcanzamos a adivinar los bordes de una realidad doliente que Connor se ha visto obligado a ver, por culpa de una abuela con la que no se lleva demasiado bien o unos compañeros de clase que le recuerdan lo indefenso que está.
Solo cuándo él admite estas imperfecciones de su naciente vida adulta, sin asideros fantásticos en los que se alza héroe intachable, es capaz de afrontar la enfermedad de su madre de la única manera que se confronta el dolor: queriéndolo, lavándolo con cariño, y aceptándolo.
Nadie es perfecto, nadie se libra del dolor.
Y ese Monstruo que nos viene a buscar bien podría ser un vago eco de nuestra infancia pidiendo que la volvamos adulta.
Aprendamos a aceptarle, mientras aún nos quede tiempo.
17 de octubre de 2016
17 de octubre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al salir del cine, me sentía extraño porque la película había conseguido remover mis entrañas. Eso, hoy en día en que creo que hay mejores series que películas, es un logro. Hacía tiempo que una película no despertaba tantas emociones en mí.
Muchos han acusado a esta película de sensiblera, de explotar al máximo los sentimientos como si fuera algo malo. Creo que un buen artista, en cierta medida, no deja de ser un hábil manipulador. Si, nos manipula, pero es que cualquier película o novela no es más que una manipulación, una mentira disfrazada de realidad.
Al verla, me recordó al Laberinto del Fauno por esa mezcla de realidad y fantasía, horror y ternura. Son diferentes pero comparten muchas cosas, aunque, quizás, el Fauno es más oscura en su concepción de la infancia.
Conseguir que todo un cine llore a moco tendido no es tarea fácil y Bayona no solo lo consigue, si no que hace que recuerdes esta película durante mucho tiempo.
Muchos han acusado a esta película de sensiblera, de explotar al máximo los sentimientos como si fuera algo malo. Creo que un buen artista, en cierta medida, no deja de ser un hábil manipulador. Si, nos manipula, pero es que cualquier película o novela no es más que una manipulación, una mentira disfrazada de realidad.
Al verla, me recordó al Laberinto del Fauno por esa mezcla de realidad y fantasía, horror y ternura. Son diferentes pero comparten muchas cosas, aunque, quizás, el Fauno es más oscura en su concepción de la infancia.
Conseguir que todo un cine llore a moco tendido no es tarea fácil y Bayona no solo lo consigue, si no que hace que recuerdes esta película durante mucho tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La alternancia de dibujos e imágenes reales es sencillamente increíble. Sin palabras.
El final, con ese descubrimiento final en el cual se sabe que su madre fue visitada por el monstruo es sencillamente impresionante.
El final, con ese descubrimiento final en el cual se sabe que su madre fue visitada por el monstruo es sencillamente impresionante.
31 de octubre de 2016
31 de octubre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tenía expectativas favorables para ver la película. El aparato propagandístico, algún dibujo del "monstruo" (¿pero no os recuerda a los Ents de El Señor de los anillos?), la advertencia de que la gente lloraba al final...no era nada que me llevara a verla. Esas bajas expectativas, sin embargo, hacían que deseara que me sorprendiese, casi lo intuia.
Pero no. Excepto las acuarelas y el aspecto plástico de la película todo me parece manido, superficial, con una insolente sensación de dèjá vu, una ausencia total de sorpresa. Historia floja que quiere aunar reflexión sobre la muerte, acoso escolar, separación matrimonial e incorporación de elemanto fantástico en realidad odiosa. En ningún momento me ha interesado y en muchos me ha aburrido. Una vez más me sorprende la crítica casi unánime de un producto para mí mediocre. Si de cuentos se trata, El cuento de los cuentos lleva de verdad a una fantasía prodigiosa, pero ahí la crítica no fue tan dadivosa y la gente, bueno, la gente prefiere llorar a extasiarse.
Pero no. Excepto las acuarelas y el aspecto plástico de la película todo me parece manido, superficial, con una insolente sensación de dèjá vu, una ausencia total de sorpresa. Historia floja que quiere aunar reflexión sobre la muerte, acoso escolar, separación matrimonial e incorporación de elemanto fantástico en realidad odiosa. En ningún momento me ha interesado y en muchos me ha aburrido. Una vez más me sorprende la crítica casi unánime de un producto para mí mediocre. Si de cuentos se trata, El cuento de los cuentos lleva de verdad a una fantasía prodigiosa, pero ahí la crítica no fue tan dadivosa y la gente, bueno, la gente prefiere llorar a extasiarse.
21 de enero de 2017
21 de enero de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
*********** Nota de cabecera (puedes saltarla) ************
Siempre que he leído críticas he esperado lo mismo de ellas, explicaciones con objetividad, criterio y concreción, tal vez por no encontrarlas mayoritariamente de este modo, me he decidido a registrarme como usuario.
Yo no tengo la razón absoluta pero intento aplicar toda la coherencia posible y considero que todo el que ama el cine puede criticarlo.
A mí personalmente, me fascina el amor con lógica.
******************************************************************
Esta es una de esas películas que me encantan por su gran potencial psicoanalítico para identificar espectadores y es que al igual que Memento o la Naranja Mecánica, esta película sirve para clasificar a tontos y listos y no quisiera ofender, pero hay quien la entiende y hay quien no, hay quien se queda en la superficie y hay quien ve el trasfondo, hay quien juzga el todo y quien descubre el mensaje, pero una cosa está clara, esa diversidad hace que muchos la mal puntúen y sinceramente las películas con mensaje deberían ser valoradas en otra categoría, en otro nivel y solo por aquellos que creen en la superación, en las dudas existenciales o en el poder de la mente y con riesgo de parecer un chiflado puedo asegurar que esta película no debería haceros llorar mucho más que pensar.
CRÍTICA en 3 puntos:
1) La historia:
Un monstruo viene a verme está compuesta por 3 fábulas y sus respectivas moralejas que sirven para crear una cuarta historia con el gran mensaje de la película, para los que dicen que trata sobre bullying, error, sobre cáncer, error, sobre el duelo, la aceptación, error y si descartas todas estas variables ¿que te queda?, ¿de que va?, obviamente y de manera muy superficial podemos pensar que Bayona ha ido a lo fácil, una madre enferma de cáncer, un niño con problemas en la escuela, pero si cambiamos los patrones, la madre bien podría haber sido atropellada, asaltada en un atraco y herida de muerte o en estado de coma tras un accidente en barco, da igual, lo importante de la madre es el camino entre la vida y la muerte, no va de cáncer la película, y tampoco de bullying, el acoso por compañeros de escuela que sufre Lewis MacDougall es otra excusa argumental para exponer el enfrentamiento a un problema, tal vez es mucho más difícil identificar que la película tampoco trata sobre el duelo o la aceptación de una persona ante la posible perdida de un ser querido, sin intención de hacer spoiler, la historia de Un monstruo viene a verme trata sobre el concepto del bien y del mal, los pensamientos oscuros y la verdad y la carga de conciencia y cuando identificas estos mensajes sabes que no puedes dudar, esta película bien merece ser aplaudida, lástima que su formula narrativa y su impecable puesta en escena te distraiga de su mensaje y tenga como consecuencia tantas y tantas críticas sobre su ritmo o su descarada intención de hacerte llorar, los que no vieron el mensaje, los que la puntúan mal, se han perdido una gran película, como todos aquellos que solo vieron en Sucker Punch era una fallida película de acción y para que sirva de agitación mental citaré el día en que un profesor de guión preguntó a toda una clase, ¿de que trata la película E.T.? y un alumno respondió, es la historia de Jesús.
Lo que está claro es que en el buen cine, siempre debes mirar más allá de lo que te muestran.
2) La técnica:
Bueno, podría haber trazado mejor la relación de la madre e hijo, la figura del padre, que poco o nada pinta, la realidad del futuro que representa la abuela, posiblemente la película podría haber sido redonda de marcar bien a cada personaje, cada sub-trama, pero ¿para que?, es un cuento de superación, una fábula dentro de fábulas con moralejas que forma otra moraleja y eso señores, lo hace perfecto y perfectas las animaciones, perfecta la sencillez de cada historia relatada y tanto peso tiene su mensaje que nos hace entrar en otro tipo de cine, comparable puede con Ben X, la muy recomendable cinta alemana del 2007.
Bayona sin duda se gusta en esta película recordándome a los mejores tiempos de Burton cuando el cine y las fábulas como Big Fish o Eduardo manostijeras eran pura poesía narrativa, correcta su dirección, buenas las actuaciones, increíbles los paisajes y la banda sonora y un monstruo que es un despliegue de perfección técnica, sin duda una película para disfrutar.
3) Llorar o no llorar:
No es lo importante, Bayona hace ante todo cine y el olor a drama está presente en todo el metraje, sabemos a lo que hemos venido, pero si no lloras, no la juzgues, no era el auténtico motivo de la cinta, que si busca agitarte, pero mentalmente más que emocionalmente
CONCLUSIÓN:
Original propuesta para hablar sobre tu verdad tus miedos y tus atormentados pensamientos.
OTRAS PELÍCULAS INTERESANTES:
Ben X, Elegir un amor, Sucker Punch, La naranja mecánica, Cisne negro, Shutter Island, Following, El maquinista, La vida es bella, El club de la lucha.
RECOMENDACIÓN PERSONAL:
El cuento del Príncipe feliz de Oscar Wilde (ver en Youtube)
Gracias por entender mis maneras.
Siempre que he leído críticas he esperado lo mismo de ellas, explicaciones con objetividad, criterio y concreción, tal vez por no encontrarlas mayoritariamente de este modo, me he decidido a registrarme como usuario.
Yo no tengo la razón absoluta pero intento aplicar toda la coherencia posible y considero que todo el que ama el cine puede criticarlo.
A mí personalmente, me fascina el amor con lógica.
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Esta es una de esas películas que me encantan por su gran potencial psicoanalítico para identificar espectadores y es que al igual que Memento o la Naranja Mecánica, esta película sirve para clasificar a tontos y listos y no quisiera ofender, pero hay quien la entiende y hay quien no, hay quien se queda en la superficie y hay quien ve el trasfondo, hay quien juzga el todo y quien descubre el mensaje, pero una cosa está clara, esa diversidad hace que muchos la mal puntúen y sinceramente las películas con mensaje deberían ser valoradas en otra categoría, en otro nivel y solo por aquellos que creen en la superación, en las dudas existenciales o en el poder de la mente y con riesgo de parecer un chiflado puedo asegurar que esta película no debería haceros llorar mucho más que pensar.
CRÍTICA en 3 puntos:
1) La historia:
Un monstruo viene a verme está compuesta por 3 fábulas y sus respectivas moralejas que sirven para crear una cuarta historia con el gran mensaje de la película, para los que dicen que trata sobre bullying, error, sobre cáncer, error, sobre el duelo, la aceptación, error y si descartas todas estas variables ¿que te queda?, ¿de que va?, obviamente y de manera muy superficial podemos pensar que Bayona ha ido a lo fácil, una madre enferma de cáncer, un niño con problemas en la escuela, pero si cambiamos los patrones, la madre bien podría haber sido atropellada, asaltada en un atraco y herida de muerte o en estado de coma tras un accidente en barco, da igual, lo importante de la madre es el camino entre la vida y la muerte, no va de cáncer la película, y tampoco de bullying, el acoso por compañeros de escuela que sufre Lewis MacDougall es otra excusa argumental para exponer el enfrentamiento a un problema, tal vez es mucho más difícil identificar que la película tampoco trata sobre el duelo o la aceptación de una persona ante la posible perdida de un ser querido, sin intención de hacer spoiler, la historia de Un monstruo viene a verme trata sobre el concepto del bien y del mal, los pensamientos oscuros y la verdad y la carga de conciencia y cuando identificas estos mensajes sabes que no puedes dudar, esta película bien merece ser aplaudida, lástima que su formula narrativa y su impecable puesta en escena te distraiga de su mensaje y tenga como consecuencia tantas y tantas críticas sobre su ritmo o su descarada intención de hacerte llorar, los que no vieron el mensaje, los que la puntúan mal, se han perdido una gran película, como todos aquellos que solo vieron en Sucker Punch era una fallida película de acción y para que sirva de agitación mental citaré el día en que un profesor de guión preguntó a toda una clase, ¿de que trata la película E.T.? y un alumno respondió, es la historia de Jesús.
Lo que está claro es que en el buen cine, siempre debes mirar más allá de lo que te muestran.
2) La técnica:
Bueno, podría haber trazado mejor la relación de la madre e hijo, la figura del padre, que poco o nada pinta, la realidad del futuro que representa la abuela, posiblemente la película podría haber sido redonda de marcar bien a cada personaje, cada sub-trama, pero ¿para que?, es un cuento de superación, una fábula dentro de fábulas con moralejas que forma otra moraleja y eso señores, lo hace perfecto y perfectas las animaciones, perfecta la sencillez de cada historia relatada y tanto peso tiene su mensaje que nos hace entrar en otro tipo de cine, comparable puede con Ben X, la muy recomendable cinta alemana del 2007.
Bayona sin duda se gusta en esta película recordándome a los mejores tiempos de Burton cuando el cine y las fábulas como Big Fish o Eduardo manostijeras eran pura poesía narrativa, correcta su dirección, buenas las actuaciones, increíbles los paisajes y la banda sonora y un monstruo que es un despliegue de perfección técnica, sin duda una película para disfrutar.
3) Llorar o no llorar:
No es lo importante, Bayona hace ante todo cine y el olor a drama está presente en todo el metraje, sabemos a lo que hemos venido, pero si no lloras, no la juzgues, no era el auténtico motivo de la cinta, que si busca agitarte, pero mentalmente más que emocionalmente
CONCLUSIÓN:
Original propuesta para hablar sobre tu verdad tus miedos y tus atormentados pensamientos.
OTRAS PELÍCULAS INTERESANTES:
Ben X, Elegir un amor, Sucker Punch, La naranja mecánica, Cisne negro, Shutter Island, Following, El maquinista, La vida es bella, El club de la lucha.
RECOMENDACIÓN PERSONAL:
El cuento del Príncipe feliz de Oscar Wilde (ver en Youtube)
Gracias por entender mis maneras.
11 de octubre de 2016
11 de octubre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los fabulosos créditos iniciales de “Un monstruo viene a verme” hacen pensar al espectador que verán una excelente película, pero el inicio es un poco decepcionante y pueda que cueste entrar en la trama. Pero todos sabemos que J. A. Bayona tiene un don para tratar el lenguaje cinematográfico a la perfección y también sabe dirigir muy bien a los intérpretes. Es un maestro a la hora de enfocar todos los planos de cámara, de hacer las transiciones de escena y de explicar historias. Eso es lo que hace que “Un monstruo viene a verme” no acabe fallando y que la cinta sea una mezcla casi perfecta de drama y fantasía que acabará por hacer emocionar al espectador. Al final, pero, como siempre, terminará dominado el drama. Aun así, sin duda la nueva película de Bayona es notable.
Lo más genial de toda la película son las historias que explica el Monstruo al protagonista, Connor. Estas historias están narradas con una animación muy bien conseguida, diferente por ambas historias, pero de una gran belleza visual. Las dos podrían funcionar perfectamente como cortometrajes independientes. Además, a lo largo de la película la infinidad de efectos especiales y visuales es espectacular. No es que se abuse de ellos. Son completamente necesarios para explicar la historia a la perfección. Todo eso, acompañado de una muy buena banda sonora que conduce con ternura cada una de las escenas. También destacar todos los aspectos técnicos que están muy bien conseguidos. Ya lo hemos dicho. El montaje, los planos, la ambientación y el sonido están tratados de una forma extraordinaria.
Por otro lado también se han de destacar las buenas interpretaciones que podemos ver en la cinta. El joven Lewis MacDougall hace una actuación bastante correcta a pesar de la dificultad de hacer un papel tan dramático. La veterana Sigouney Weaver hacer una notable interpretación, tierna y cruda al mismo tiempo. Posiblemente el papel más difícil de toda la película y del que podemos ver mejores resultados. Por último, Felicity Jones también hacer una buena actuación. Totalmente creíble todo su sufrimiento como enferma de cáncer. Aun así, en estas actuaciones principales les falta un poco de fuerza según en qué escenas.
Por el contrario, el aspecto que no termina de funcionar del todo es el guion. Al principio es un poco aburrido y lento. Cuesta que el espectador se pueda enganchar a la trama. Después, todo resulta bastante previsible. Lástima. Si no hubiese podido salir una película brillante. Sin embargo sí que, en cierto modo, nos deja en suspense con el desenlace de la película, pero si piensas un poco, esta cuestión se resuelve rápidamente.
En conclusión, “Un monstruo viene a verme” es la confirmación de Bayona como uno de los grandes directores españoles del momento. Una película elegante, sensible y muy conmovedora y, sin duda, la mejor película de este director que sabe tratar la maternidad y la muerte de forma correcta, dolorosa y totalmente creíble.
Ya lo hizo con “El orfanato” (2007) y posteriormente con “Lo imposible” (2012), pero en “Un monstruo viene a verme” esta relación cruda entre madre e hijo aun se ve de forma más clara. Una película totalmente recomendable pero que falla per tener un guion lento y previsible, aunque bastante correcto por la forma como se nos explica. De lo que no podemos dudar es de la notable dirección e interpretación y de unos aspectos técnicos excelentes.
Lo más genial de toda la película son las historias que explica el Monstruo al protagonista, Connor. Estas historias están narradas con una animación muy bien conseguida, diferente por ambas historias, pero de una gran belleza visual. Las dos podrían funcionar perfectamente como cortometrajes independientes. Además, a lo largo de la película la infinidad de efectos especiales y visuales es espectacular. No es que se abuse de ellos. Son completamente necesarios para explicar la historia a la perfección. Todo eso, acompañado de una muy buena banda sonora que conduce con ternura cada una de las escenas. También destacar todos los aspectos técnicos que están muy bien conseguidos. Ya lo hemos dicho. El montaje, los planos, la ambientación y el sonido están tratados de una forma extraordinaria.
Por otro lado también se han de destacar las buenas interpretaciones que podemos ver en la cinta. El joven Lewis MacDougall hace una actuación bastante correcta a pesar de la dificultad de hacer un papel tan dramático. La veterana Sigouney Weaver hacer una notable interpretación, tierna y cruda al mismo tiempo. Posiblemente el papel más difícil de toda la película y del que podemos ver mejores resultados. Por último, Felicity Jones también hacer una buena actuación. Totalmente creíble todo su sufrimiento como enferma de cáncer. Aun así, en estas actuaciones principales les falta un poco de fuerza según en qué escenas.
Por el contrario, el aspecto que no termina de funcionar del todo es el guion. Al principio es un poco aburrido y lento. Cuesta que el espectador se pueda enganchar a la trama. Después, todo resulta bastante previsible. Lástima. Si no hubiese podido salir una película brillante. Sin embargo sí que, en cierto modo, nos deja en suspense con el desenlace de la película, pero si piensas un poco, esta cuestión se resuelve rápidamente.
En conclusión, “Un monstruo viene a verme” es la confirmación de Bayona como uno de los grandes directores españoles del momento. Una película elegante, sensible y muy conmovedora y, sin duda, la mejor película de este director que sabe tratar la maternidad y la muerte de forma correcta, dolorosa y totalmente creíble.
Ya lo hizo con “El orfanato” (2007) y posteriormente con “Lo imposible” (2012), pero en “Un monstruo viene a verme” esta relación cruda entre madre e hijo aun se ve de forma más clara. Una película totalmente recomendable pero que falla per tener un guion lento y previsible, aunque bastante correcto por la forma como se nos explica. De lo que no podemos dudar es de la notable dirección e interpretación y de unos aspectos técnicos excelentes.
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