JCVD
Thriller. Drama. Acción
Relato de semificción sobre Jean-Claude Van Damme, en el que el actor ironiza sobre su vida y su carrera cinematográfica, convirtiéndose en un personaje real que se encuentra en una situación ficticia, con unas consecuencias ficticias. El gran astro del cine de acción, JCVD, se encuentra disfrutando de un merecido descanso en Bruselas cuando sufre una repentina crisis existencial. De repente la gran estrella de cine que todos conocemos ... [+]
17 de enero de 2010
17 de enero de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película que, al margen de su calidad global, es valiosa por la honestidad y la valentía de Van Damme. Puede interpretarse que nuestro musculoso amigo ha tratado, en el ocaso de su carrera como repartidor (de sopapos), de mantenerse el mundo del cine explotando una faceta más dramática. O bien que ha deseado hacer un alegato sincero sobre sus decisiones y su trayectoria, una especie de testamento dignificando su (a partes iguales) vapuleado e idolatrado nombre. O simplemente ha querido hacer caja explotando el morbo de ver a un mito "recien salido de la cama".
Sea cual sea la respuesta (a mí no me queda claro), lo cierto es que puede que dentro de este Belga universal haya algo más; honestamente, no creo que ni Seagal, ni Norris, ni Lundgren, y si me apuran el actual gobernador de California (no me sale el nombre) o Stallone tendrían la solvencia para hacer una película así. JCVD transmite derrota, recapitulación y sobre todo, dignidad, y al margen de que sea una historia sencilla y sin grandes alardes narrativos no puedo sino felicitar a Jean Claude porque con esta película se distancia de la ristra de reparte-mamporros del género, ganándose la etiqueta de "actor" con todo merecimiento. Recomendada por tanto para todos sus seguidores y para todos aquellos que lo despreciaron. Por cierto, no esperen un desmadre autoparódico al estilo de "My name is Bruce".
Sea cual sea la respuesta (a mí no me queda claro), lo cierto es que puede que dentro de este Belga universal haya algo más; honestamente, no creo que ni Seagal, ni Norris, ni Lundgren, y si me apuran el actual gobernador de California (no me sale el nombre) o Stallone tendrían la solvencia para hacer una película así. JCVD transmite derrota, recapitulación y sobre todo, dignidad, y al margen de que sea una historia sencilla y sin grandes alardes narrativos no puedo sino felicitar a Jean Claude porque con esta película se distancia de la ristra de reparte-mamporros del género, ganándose la etiqueta de "actor" con todo merecimiento. Recomendada por tanto para todos sus seguidores y para todos aquellos que lo despreciaron. Por cierto, no esperen un desmadre autoparódico al estilo de "My name is Bruce".
27 de febrero de 2010
27 de febrero de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean-Claude Van Damme, en un papel que resulta bastante bizarro para todo aquel que ha seguido su tambaleante trayectoria fílmica (si se le puede llamar de esta manera).
Que buen examen introspectivo se apuntó el señor Van Damme, jamás me imaginé que un actor con las características de Jean-Claude, pudiera protagonizar una película como esta.
Yo me imagino, que para él, como persona resultó algo sumamente gratificante, el filmar una película así, ya que es puro Bélgica en su realización, actores, director, producción, etc..
Y por otro lado, es sumamente interesante en su contexto, incluidos varios lapsos del film que logran conmover a cualquiera.
Muy buena dirección, y la historia es sumamente atractiva.
Vamos, para todos aquellos fanáticos del buen cine, vale la pena que le den una mirada a este interesante proyecto belga, con un Van Damme irreconocible, pero sumamente interesante.
Buen cine, en manos de quien menos esperas.
Felicitaciones señor Van Damme, y a todo el equipo que lo acompañó en este proyecto.
Que buen examen introspectivo se apuntó el señor Van Damme, jamás me imaginé que un actor con las características de Jean-Claude, pudiera protagonizar una película como esta.
Yo me imagino, que para él, como persona resultó algo sumamente gratificante, el filmar una película así, ya que es puro Bélgica en su realización, actores, director, producción, etc..
Y por otro lado, es sumamente interesante en su contexto, incluidos varios lapsos del film que logran conmover a cualquiera.
Muy buena dirección, y la historia es sumamente atractiva.
Vamos, para todos aquellos fanáticos del buen cine, vale la pena que le den una mirada a este interesante proyecto belga, con un Van Damme irreconocible, pero sumamente interesante.
Buen cine, en manos de quien menos esperas.
Felicitaciones señor Van Damme, y a todo el equipo que lo acompañó en este proyecto.
1 de septiembre de 2010
1 de septiembre de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya película!!!.Se podría decir que es algo así como la redención de todos los pecados cometidos por Van Damme dentro y fuera del celuloide, pero vayamos por partes.
Los primeros 20' fueron de desconcierto, puesto que no sabes muy bien si la cosa va en broma, si es una especie de documental o si es una película más de Van Damme, pero poco a poco se van aclarando las cosas. La realidad es que toda la película es una especie de excusa que tiene como único objetivo ridiculizar, conmover, bajar al infierno, "descubrir", el alma/personaje que tantas veces hemos visto pegar patadas voladoras. Con un guión ágil pero simple y momentos graciosos y duros, la idea es acercarnos a un actor venido a menos y que vive de las rentas de sus películas de acción de los 80 y 90 (y que bien podría haber tenido el éxito de Stallone o Schwazeneger, aunque tuvo poco más que Steven Seagal).
La cuestión es que tal vez sea la única película en la que parece, al menos en las ocasiones que más se necesita, que realmente está interpretando algo (¿a él mismo?), y la cosa funciona bastante bien. Deja ver al hombre que está detrás de su nombre, y aunque a veces parece un tanto ridículo, termina por llegar y tocar la sensibilidad sin necesidad de utilizar un puño directo a la mandíbula (mención especial al monólogo intimista hacia el final de la película. Por momentos parece querer que le santifiquen, y por otros parece una confesión realmente sincera de un hombre con el corazón comprimido y roto).
La conclusion es que esta película es realmente extraña, tal vez no se merezca la nota que le he puesto, pero deja algo dentro, una especie de "cariño" o "compasión" hacia un personaje que nunca habría pensado que podría hacer nada mejor que correr, saltar y quitar cigarrillos de una patada voladora. Muchos actores de la vieja hornada de película de acción deberían hacer algo parecido y reivindicar su posición de actor "marrullero porque la vida me hizo así".
Los primeros 20' fueron de desconcierto, puesto que no sabes muy bien si la cosa va en broma, si es una especie de documental o si es una película más de Van Damme, pero poco a poco se van aclarando las cosas. La realidad es que toda la película es una especie de excusa que tiene como único objetivo ridiculizar, conmover, bajar al infierno, "descubrir", el alma/personaje que tantas veces hemos visto pegar patadas voladoras. Con un guión ágil pero simple y momentos graciosos y duros, la idea es acercarnos a un actor venido a menos y que vive de las rentas de sus películas de acción de los 80 y 90 (y que bien podría haber tenido el éxito de Stallone o Schwazeneger, aunque tuvo poco más que Steven Seagal).
La cuestión es que tal vez sea la única película en la que parece, al menos en las ocasiones que más se necesita, que realmente está interpretando algo (¿a él mismo?), y la cosa funciona bastante bien. Deja ver al hombre que está detrás de su nombre, y aunque a veces parece un tanto ridículo, termina por llegar y tocar la sensibilidad sin necesidad de utilizar un puño directo a la mandíbula (mención especial al monólogo intimista hacia el final de la película. Por momentos parece querer que le santifiquen, y por otros parece una confesión realmente sincera de un hombre con el corazón comprimido y roto).
La conclusion es que esta película es realmente extraña, tal vez no se merezca la nota que le he puesto, pero deja algo dentro, una especie de "cariño" o "compasión" hacia un personaje que nunca habría pensado que podría hacer nada mejor que correr, saltar y quitar cigarrillos de una patada voladora. Muchos actores de la vieja hornada de película de acción deberían hacer algo parecido y reivindicar su posición de actor "marrullero porque la vida me hizo así".
30 de junio de 2011
30 de junio de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tiempo, leí una crítica de la peli " El Padrino" en esta página. En la misma, el crítico llevaba a cabo una ofensiva contra esa gente que se deja arrastrar por las corrientes y le pone un diez a la peli de Coppola sin saber muy bien de qué va el tema.
Estoy totalmente de acuerdo, y si es malo dejarse arrastrar por corrientes positivas, más lo será hacerlo por corrientes negativas, las cuales lograron bajar la media de ésta sorprendente pelicula más de un punto.
Soy Van Dammista a muerte, y por mi falta de objetividad en el tema no voy a extenderme demasiado, pero una cosa quiero dejar clara: Es mi mayor deseo el no dejarme arrastrar nunca por uno de esos movimientos de " aplastemos a...", ni aunque se trate de personajes del tipo Seagal, Norris o Chan.
Dejad de lado la hipocresía (el que lo necesite), y no os vayais de culturetas poniendo 1 a las pelis de Van Damme y 10 a las de Visconti, Bergman o Kurosawa para luego regodearte viendo tus datos y enorgullecerte de que apenas llegas al 5 en cine de acción americano pero la rompes con un aplastante 9,5 en todas tus pelis con el topic " Japón Feudal".
Estoy totalmente de acuerdo, y si es malo dejarse arrastrar por corrientes positivas, más lo será hacerlo por corrientes negativas, las cuales lograron bajar la media de ésta sorprendente pelicula más de un punto.
Soy Van Dammista a muerte, y por mi falta de objetividad en el tema no voy a extenderme demasiado, pero una cosa quiero dejar clara: Es mi mayor deseo el no dejarme arrastrar nunca por uno de esos movimientos de " aplastemos a...", ni aunque se trate de personajes del tipo Seagal, Norris o Chan.
Dejad de lado la hipocresía (el que lo necesite), y no os vayais de culturetas poniendo 1 a las pelis de Van Damme y 10 a las de Visconti, Bergman o Kurosawa para luego regodearte viendo tus datos y enorgullecerte de que apenas llegas al 5 en cine de acción americano pero la rompes con un aplastante 9,5 en todas tus pelis con el topic " Japón Feudal".
2 de diciembre de 2011
2 de diciembre de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya que en ocasiones la caída de los famosos es extremadamente dura; el medio del cine y la televisión como generadores de divisas son sumamente crueles con aquéllos que fabrican como productos de aparador, a quienes no se les perdonan el paso y los estragos del tiempo y peor aun cuando el talento no es característico de ellos, su fama se vuelve efímera.
¿Quién no vio una película del Jean-Cluade Van Damme? Indiscutible, creo que la mayoría vimos por lo menos una de este hombre, a quien después de muchísimos años no veía, y que en primeros cuadros de este nuevo filme causa un shock, un madrazo a la vista (será porque nos quedamos con la imagen de sus películas). De entrada ha perdido condición física, se nota cansado, fastidiado, –hecho marca un guión, pero que sin duda se apega a su realidad– abatido por el olvido de su manager y las productoras. Un JCVD totalmente diferente que en 2008 se protagoniza.
Es la película más formal de su carrera, en la que expresa su necesidad de afrontarse como ser humano, como actor y no como la máquina de patadas y poses que generaba billetes. Hoy la realidad sea cual fuere la versión oficial, el tiempo ha transcurrido y él pasó al recuerdo, no hay vigencia y esta película lo demuestra.
No te hace llorar, solo te lleva a la reflexión de lo injusta que es la cultura del consumismo; antes los viejos eran sabios, hoy son parte del olvido. Aunque este tipo no mostraba dotes de talento histriónico, pero sí las ganas de incursionar en otro género, es justa la oportunidad e irónicamente la encontró en su país natal.
Película interesante.
¿Quién no vio una película del Jean-Cluade Van Damme? Indiscutible, creo que la mayoría vimos por lo menos una de este hombre, a quien después de muchísimos años no veía, y que en primeros cuadros de este nuevo filme causa un shock, un madrazo a la vista (será porque nos quedamos con la imagen de sus películas). De entrada ha perdido condición física, se nota cansado, fastidiado, –hecho marca un guión, pero que sin duda se apega a su realidad– abatido por el olvido de su manager y las productoras. Un JCVD totalmente diferente que en 2008 se protagoniza.
Es la película más formal de su carrera, en la que expresa su necesidad de afrontarse como ser humano, como actor y no como la máquina de patadas y poses que generaba billetes. Hoy la realidad sea cual fuere la versión oficial, el tiempo ha transcurrido y él pasó al recuerdo, no hay vigencia y esta película lo demuestra.
No te hace llorar, solo te lleva a la reflexión de lo injusta que es la cultura del consumismo; antes los viejos eran sabios, hoy son parte del olvido. Aunque este tipo no mostraba dotes de talento histriónico, pero sí las ganas de incursionar en otro género, es justa la oportunidad e irónicamente la encontró en su país natal.
Película interesante.
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