La chica del dragón tatuado
2011 

7.0
38,129
Thriller. Intriga. Drama
Mientras espera poder librarse de una acusación de difamación que puede hundir su carrera, el periodista Mikael Blomkvist recibe un extraño encargo: trasladarse a una remota isla del norte de Suecia, donde la muerte no esclarecida de una joven cuarenta años atrás atormenta aún a su tío, el patriarca de una de conocida familia. Sospechando que el asesino puede seguir aún en la isla, Blomkvist emprende una investigación que lo lleva a ... [+]
22 de enero de 2012
22 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aún guardo en mi memoria las imágenes de la versión sueca del betseller Millennium, una historia poderosa que cautiva, y que aun sabiendo de antemano lo que va a ocurrir, te mantiene atento a la pantalla. En este remake, o versión americana del libro nos encontramos muchos puntos comunes con su versión sueca, quizás por qué las dos son adaptaciones muy fieles al libro en que se basa. En esta como en la versión sueca la actriz que encarna a Lisbeth Salander, le roba todo el protagonismo al actor principal, su presencia es imponente y nos causa bastante respeto, aunque en la que no os ocupa ahora muestra un poco de debilidad.
El resto del reparto bastante correcto, aunque Daniel Craig se convierte en un secundario en el momento en que entra en escena Rooney Mara, seguramente por qué en el libro en que se basa sea así. Nada que objetar a la actuación de veteranos como Christopher Plummer, Stellan Skarsgard, o Steven Berkoff.
El conjunto del largometraje está bastante logrado y lo demuestra el hecho de que a pesar de sus ciento sesenta minutos de duración, en ningún momento se hace largo ni pesado. Recomiendo no perderse los créditos iniciales, pues son un espectáculo en sí mismos.
El resto del reparto bastante correcto, aunque Daniel Craig se convierte en un secundario en el momento en que entra en escena Rooney Mara, seguramente por qué en el libro en que se basa sea así. Nada que objetar a la actuación de veteranos como Christopher Plummer, Stellan Skarsgard, o Steven Berkoff.
El conjunto del largometraje está bastante logrado y lo demuestra el hecho de que a pesar de sus ciento sesenta minutos de duración, en ningún momento se hace largo ni pesado. Recomiendo no perderse los créditos iniciales, pues son un espectáculo en sí mismos.
29 de enero de 2012
29 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos días vi la última película de David Fincher, la nueva adaptación del libro de Stieg Larsson: The Girl with the Dragon Tatoo (Los Hombres que no amaban a las mujeres). Sólo puedo decir, que disfruté mucho la trilogía Millennium de Larsson. La versión sueca no me gustó mucho, pero el gran Fincher ha hecho el verdadero homenaje a la obra. Me ha gustado mucho su película, y se nota la mano de un buen director en adaptar un libro.
Sobre el argumento, muchos ya lo conocerán, por lo que no es de las partes más importantes. Ya que Fincher sigue contando la misma historia del libro de Larsson. Las comparaciones son inevitables, la versión sueca que trató de ser muy fiel al libro, tenía algunos aspectos positivos y fue un aceptable primer intento. De igual forma me pareció que se dedicaron a mostrar un suceso de imágenes, sin ningún tipo de hilo conductor fuerte. En cambio, la versión de Fincher (en donde además se nota un mayor presupuesto), no cae en esa trampa, aunque en algunos momentos sentí que algunas pocas escenas pasaban muy rápido. Pero en general, la película de Fincher transcurre más lentamente, algo que se ve reflejado en su duración general (dos horas y media), que en ningún momento resultan pesadas, al contrario, agradeces ese detenimiento. Fincher ha hecho una adaptación más que aceptable.
Desde el inicio de los créditos de la película, con unas imágenes muy provocativas y fascinantes, Fincher como lo hará posteriormente con la excelente ambientación del filme, trasmite una atmósfera fría y oscura que imperará en toda la trama. Además es fiel al libro, y algunos detalles que omite (muy pocos), en realidad no me hicieron mucha falta. Creo que Fincher luchó por mantener coherencia, y lo logró de maravilla. Por eso pienso que este es el homenaje y la adaptación que se merecía la obra de Larsson. (Más en Spoiler)
Sobre el argumento, muchos ya lo conocerán, por lo que no es de las partes más importantes. Ya que Fincher sigue contando la misma historia del libro de Larsson. Las comparaciones son inevitables, la versión sueca que trató de ser muy fiel al libro, tenía algunos aspectos positivos y fue un aceptable primer intento. De igual forma me pareció que se dedicaron a mostrar un suceso de imágenes, sin ningún tipo de hilo conductor fuerte. En cambio, la versión de Fincher (en donde además se nota un mayor presupuesto), no cae en esa trampa, aunque en algunos momentos sentí que algunas pocas escenas pasaban muy rápido. Pero en general, la película de Fincher transcurre más lentamente, algo que se ve reflejado en su duración general (dos horas y media), que en ningún momento resultan pesadas, al contrario, agradeces ese detenimiento. Fincher ha hecho una adaptación más que aceptable.
Desde el inicio de los créditos de la película, con unas imágenes muy provocativas y fascinantes, Fincher como lo hará posteriormente con la excelente ambientación del filme, trasmite una atmósfera fría y oscura que imperará en toda la trama. Además es fiel al libro, y algunos detalles que omite (muy pocos), en realidad no me hicieron mucha falta. Creo que Fincher luchó por mantener coherencia, y lo logró de maravilla. Por eso pienso que este es el homenaje y la adaptación que se merecía la obra de Larsson. (Más en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto a los personajes, Daniel Craig interpreta a un más que correcto Mikael Blomkvist. Creo que siempre me imagine, que él interpretaría la versión americana. Además de las actuaciones destacables de Plummer y Skarsgard. Pero el personaje más importante, el de Lisbeth Salander, uno de los personajes más exquisitos que he visto en mucho tiempo en la literatura. En su versión sueca, la actriz Naomi Rapace la bordó increíblemente. Hasta creo que incluso marcó un precedente y una base para la caracterización de Rooney Mara. La actuación de Mara también me pareció muy buena. Pero creo que tomó mucho de lo hecho por Rapace. Por lo que, personalmente pienso que lo hecho por Rapace fue por poco mejor. De igual forma, es destacable la interpretación de Mara, que carga al personaje con un poco más de sensibilidad y fragilidad, como Larsson describe a su Lisbeth en la obra, con una mujer con cuerpo de niña, aparentemente frágil.
En síntesis, aunque no es una de las mayores obras de este excelente director, hizo una excelente adaptación, y una película sobresaliente, la dirección, la fotografía, las actuaciones, el montaje, en fin, todo es de muy buena calidad. Y lo mejor, es que no da la sensación de que tenga que proseguir con la segunda parte del libro. Fincher la supo cerrar correctamente, no sé si planeé hacer las otras dos secuelas. Muy recomendada, para amantes de la saga y para los que no.
En síntesis, aunque no es una de las mayores obras de este excelente director, hizo una excelente adaptación, y una película sobresaliente, la dirección, la fotografía, las actuaciones, el montaje, en fin, todo es de muy buena calidad. Y lo mejor, es que no da la sensación de que tenga que proseguir con la segunda parte del libro. Fincher la supo cerrar correctamente, no sé si planeé hacer las otras dos secuelas. Muy recomendada, para amantes de la saga y para los que no.
4 de marzo de 2012
4 de marzo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parto de una premisa, respecto a la cual, reconociendo que he leído la trilogía literaria de Larsson, y que he disfrutado de su lectura como hacía tiempo que no me hacía disfrutar un libro (y ya no digo 3), también creo que por justicia, hay que separar de su antecedente literario, la propia obra cinematográfica que recrea.
Fincher es un genio de la técnica, impecable, perfecto, elegante, ... uno de los grandes directores contemporáneos, cuyo siguiente estreno siempre debe causarnos una merecida expectación.
Con este film, Fincher no nos defrauda, hace lo que se espera de él, un producto de factura impecable, pero al mismo tiempo, también nos muestra lo que creo que es su Talón de Aquiles, y es la parte emotiva de sus películas, esa chispa indeterminada que diferencia un sobresaliente de una matrícula.
Fincher nos describe con solvencia y en formato de gran thriller, esa historia que a medio mundo nos ha entusiasmado, lo hace bien, elegantemente, y con una factura visual impecable, pero al mismo tiempo, nada de lo que nos muestra deja una huella indeleble en nuestra retina, disfrutamos del momento en que vemos el film, de la misma manera que no tardamos demasiado en olvidarlo, aunque no por ello no deje de recordarnos un buen sabor en su conjunto.
Por ir a los detalles, espectacular los títulos de crédito, aunque no se si muy pertinentes con la propia historia, correcto Craig, elegantísimo diseño de producción, y solvente Mara en el papel femenino más atractivo de este siglo (como lo fue Scarlatta O´Hara en el pasado).
Fincher es un genio de la técnica, impecable, perfecto, elegante, ... uno de los grandes directores contemporáneos, cuyo siguiente estreno siempre debe causarnos una merecida expectación.
Con este film, Fincher no nos defrauda, hace lo que se espera de él, un producto de factura impecable, pero al mismo tiempo, también nos muestra lo que creo que es su Talón de Aquiles, y es la parte emotiva de sus películas, esa chispa indeterminada que diferencia un sobresaliente de una matrícula.
Fincher nos describe con solvencia y en formato de gran thriller, esa historia que a medio mundo nos ha entusiasmado, lo hace bien, elegantemente, y con una factura visual impecable, pero al mismo tiempo, nada de lo que nos muestra deja una huella indeleble en nuestra retina, disfrutamos del momento en que vemos el film, de la misma manera que no tardamos demasiado en olvidarlo, aunque no por ello no deje de recordarnos un buen sabor en su conjunto.
Por ir a los detalles, espectacular los títulos de crédito, aunque no se si muy pertinentes con la propia historia, correcto Craig, elegantísimo diseño de producción, y solvente Mara en el papel femenino más atractivo de este siglo (como lo fue Scarlatta O´Hara en el pasado).
14 de marzo de 2012
14 de marzo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La trilogía literaria de Millennium ha supuesto uno de los fenómenos editoriales más impactantes de este Siglo XXI. Gracias a un misterioso argumento, pero con un pésimo estilo escribiendo, Stieg Larsson no pudo ver cómo sus obras alcanzaban una espectacular cifra de ventas en Europa ante su repentina muerte. Ante tamaño éxito, en Suecia se animaron a realizar una película para cada libro, pero su calidad pareció quedarse lejos de lo previsto. O al menos así lo entendieron en Hollywood, viendo la ocasión de sacar tajada con un thriller que podía resultar poderoso en aquellas tierras. Para ello, pusieron al mando del proyecto a todo un mesías en este género: David Fincher.
Así, en Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, se nos cuenta cómo el periodista Mikael Blomkvist, que acaba de perder un juicio contra el empresario Wennerström, recibe la llamada de Henrik Vanger, líder de la mayor empresa familiar sueca y que pretende resolver un misterio que le ha tenido cuarenta años en vilo: la muerte de su sobrina Harriet. Para contratar a Mikael, Henrik se servirá de un informe realizado por la joven Lisbeth Salander, toda una experta en el arte de la investigación, pero que sin embargo se encuentra desde hace mucho tiempo bajo tutela judicial.
Lo cierto es que la adaptación no era, a priori, excesivamente complicada. En muchas ocasiones, diríamos que es imposible adaptar un libro de setecientas páginas a la gran pantalla sin escapar del formato serie. Sin embargo, dada la cantidad de morralla que presenta entre sus páginas esta primera parte de Millennium (ni hablemos ya de los otros dos volúmenes), Fincher ha tenido muy fácil la tarea de adivinar dónde meter la tijera para que la duración de la obra no se disparase. Y lo cierto es que le ha quedado muy bien, en dos horas y media es capaz de presentar a los personajes, crear una trama como pocos saben hacerlo, y resolverla sin tomar por tonto al espectador. Aquí hay que mencionar los cambios introducidos en el final, sin duda más creíbles que los originales de Larsson.
Para el papel de Lisbeth, que en las películas suecas recayó en una excepcional Noomi Rapace, se eligió a la casi inexperta Rooney Mara, la cual da un recital de interpretación. Construye un personaje memorable, un canto al feminismo bajo cuya dura fachada se esconde un pasado que ningún ser humano querría haber tenido. Daniel Craig quizá no llega a realizar un papel óptimo, pero cumple con el cometido de representar a un personaje tan plano como Blomkvist.
Acabo en spoiler sin ningún destripe.
Así, en Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, se nos cuenta cómo el periodista Mikael Blomkvist, que acaba de perder un juicio contra el empresario Wennerström, recibe la llamada de Henrik Vanger, líder de la mayor empresa familiar sueca y que pretende resolver un misterio que le ha tenido cuarenta años en vilo: la muerte de su sobrina Harriet. Para contratar a Mikael, Henrik se servirá de un informe realizado por la joven Lisbeth Salander, toda una experta en el arte de la investigación, pero que sin embargo se encuentra desde hace mucho tiempo bajo tutela judicial.
Lo cierto es que la adaptación no era, a priori, excesivamente complicada. En muchas ocasiones, diríamos que es imposible adaptar un libro de setecientas páginas a la gran pantalla sin escapar del formato serie. Sin embargo, dada la cantidad de morralla que presenta entre sus páginas esta primera parte de Millennium (ni hablemos ya de los otros dos volúmenes), Fincher ha tenido muy fácil la tarea de adivinar dónde meter la tijera para que la duración de la obra no se disparase. Y lo cierto es que le ha quedado muy bien, en dos horas y media es capaz de presentar a los personajes, crear una trama como pocos saben hacerlo, y resolverla sin tomar por tonto al espectador. Aquí hay que mencionar los cambios introducidos en el final, sin duda más creíbles que los originales de Larsson.
Para el papel de Lisbeth, que en las películas suecas recayó en una excepcional Noomi Rapace, se eligió a la casi inexperta Rooney Mara, la cual da un recital de interpretación. Construye un personaje memorable, un canto al feminismo bajo cuya dura fachada se esconde un pasado que ningún ser humano querría haber tenido. Daniel Craig quizá no llega a realizar un papel óptimo, pero cumple con el cometido de representar a un personaje tan plano como Blomkvist.
Acabo en spoiler sin ningún destripe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por tanto, Fincher ha conseguido un excepcional trabajo con una obra que no daba más de sí. Ha introducido cambios, pero su obligación era mantenerse lo más fiel posible a la novela, y eso sin duda influye en que algunos de sus fans hayan quedado un poco decepcionados. Pero resulta una gozada comprobar que el verdadero crimen del libro se encontraba en la prosa de Larsson y no tanto en el propio argumento. No está claro todavía si habrá secuela, pero a día de hoy parece poco probable, tanto por el bajón argumental del segundo libro como, sobre todo, porque Fincher parece embarcado en otros proyectos ajenos a esta saga. Y bien que hace, dado que ni siquiera él podría mejorar lo que viene a continuación.
20 de marzo de 2012
20 de marzo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás ésta sea una de esas historias que conectan con la complejidad de la realidad presente. El cómo la degradación moral va asociada a una clase de privilegiados que se sienten por encima de cualquier tipo de ética, salvo la suya propia, que es una doctrina del desprecio absoluto por la dignidad humana, cayendo en una especie de exaltación fundamentalista de una raza superior con proclamas bíblicas. Los hombres que no amaban a las mujeres es un relato que nos adentra en el horror de la pérdida de todo aquello que nos califica como humanos. Poco a poco David Fincher va desmigajando el misterio de la desaparición de Harriet, sobrina de un poderoso potentado sueco. Lo hace a través de la investigación del periodista Mikel Blomkivst, eficazmente interpretado por Daniel Craig. A su lado, un personaje de magnetismo poderoso: Lisbeth Salander; su estética gore, su turbio pasado, sus habilidades de hacker e investigadora, su sociopatía, los abusos a los que se ve sometida, etc, la convierten en un poderoso catalizador a nuestra mirada. Su sufrimiento y su capacidad para luchar contra la injusticia la convierten en una heroína atípica moderna. Rooney Mara no consigue que nos olvidemos de Noomi Rapace, la actriz sueca que interpretó a Lisbeth en la adaptación fílmica de 2009. A pesar de ello, mantiene el nivel suficiente para que el personaje no pierda su aureola. La fotografía se adapta perfectamente al ambiente gris y oscuro que requería la historia, facilitado por el hecho de rodar en la propia Suecia. En algún momento, se produce cierta confusión por la concatenación abusiva de hechos, pero en general, destaca la habilidad de Fincher para reunir las numerosas piezas del puzzle en que se convierte la investigación. El final, con la victoria del débil-bueno sobre el fuerte-malo, consigue adentrarnos en una catarsis necesaria para aliviar la oscuridad que algunos espíritus pueden llegar a albergar en su interior, tal y como muestra la preciosista y virtuosa introducción de los títulos de crédito. En definitiva, la mano artesana del director consigue un homenaje de altos vuelos a la obra literaria de un autor sensible con la problemática de su época; por ello, ¡larga vida a Stieg Larsson!.
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