El último Boy Scout
6.2
38,979
Acción. Comedia
Joe Hallenbeck, un detective privado en horas bajas, había sido uno de los más importantes agentes del servicio secreto norteamericano, pero su carrera terminó al enfrentarse a un político corrupto. Por su parte, Jimmy Dix, una gran estrella del fútbol, cae en desgracia al verse involucrado en un escándalo. Ambos unirán sus fuerzas para resolver un turbio caso en el que se ven implicados. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2021
6 de diciembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo que empezar esta crítica explicando una debilidad y su causa para entender esta crítica.
De pequeño una de las primeras películas que vi fue la jungla de cristal y sin duda me marcó. Ese personaje honorable pero realista, no es el prototipo de héroe, pero tampoco es un antihéroe clásico de muchas películas de western o detective cine negro. Es simplemente un personaje idílico con valores pero que se mancha, los golpes le duelen, habla mal, le va de pena con su familia, en general las cosas le van mal, pero el nunca se canse, de hecho lo llamaría el maleducado incansable.
Pues bueno, estoy casi seguro que tanto Tonny Scott como el guionista Shane Black cuando preparaban esta película no sólo pensaban únicamente en Bruce Willis para el personaje principal sino que directamente pensaron en su personaje John Mcclane y quisieron directamente trasladarlo a esta película con tramas parecidas pero quizás con otro enfoque.
Y vaya si funcionó, la película te da lo que te promete, John Mcclane, perdón, Joe Hallenbeck es el detective malhumorado a punto del divorcio, mal hablado y con ese humor sarcástico en las situaciones límites que tanto habíamos en la saga de la jungla. Pero aquí si cabe es aún más exagerado, hasta el punto que casi se trasforma de género de una película de acción a una comedia negra. Y si, entiendo que una Buddy film no es nada innovador, pero no pretende serlo.
Supongo que tendría que hablar algo de la trama, los otros personajes (Damon Wayans lo hace muy bien) o los antagonistas; pero yo fui a ver lo que vi; a Buce Willis soltando insultos, chistes y frases ingeniosas mientras cojea, sangra y se fuma un cigarrillo; así tampoco os voy a engañar.
De pequeño una de las primeras películas que vi fue la jungla de cristal y sin duda me marcó. Ese personaje honorable pero realista, no es el prototipo de héroe, pero tampoco es un antihéroe clásico de muchas películas de western o detective cine negro. Es simplemente un personaje idílico con valores pero que se mancha, los golpes le duelen, habla mal, le va de pena con su familia, en general las cosas le van mal, pero el nunca se canse, de hecho lo llamaría el maleducado incansable.
Pues bueno, estoy casi seguro que tanto Tonny Scott como el guionista Shane Black cuando preparaban esta película no sólo pensaban únicamente en Bruce Willis para el personaje principal sino que directamente pensaron en su personaje John Mcclane y quisieron directamente trasladarlo a esta película con tramas parecidas pero quizás con otro enfoque.
Y vaya si funcionó, la película te da lo que te promete, John Mcclane, perdón, Joe Hallenbeck es el detective malhumorado a punto del divorcio, mal hablado y con ese humor sarcástico en las situaciones límites que tanto habíamos en la saga de la jungla. Pero aquí si cabe es aún más exagerado, hasta el punto que casi se trasforma de género de una película de acción a una comedia negra. Y si, entiendo que una Buddy film no es nada innovador, pero no pretende serlo.
Supongo que tendría que hablar algo de la trama, los otros personajes (Damon Wayans lo hace muy bien) o los antagonistas; pero yo fui a ver lo que vi; a Buce Willis soltando insultos, chistes y frases ingeniosas mientras cojea, sangra y se fuma un cigarrillo; así tampoco os voy a engañar.
5 de abril de 2022
5 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último Boy Scout es la imagen perfecta de las películas de acción de los años 90. Con todas las facilidades que el género permitía en pro del divertimiento y entretenimiento. Tony Scott se hizo con este guion que como curiosidad fue el guion más caro nunca antes comprado en su momento. Luego apareció el guion de la conocida Bajos Instintos y todo cambio. The Last Boy Scout tiene serios fallos en su argumento, resoluciones y desarrollo de personajes, pero es un cine comercial muy competente y entretenido en medio del todo caos que representa su dirección y plot. Willis y Wayans son la típica pareja protagonista de este tipo de filmes allá por los 90s, nada se lo toman en serio y pasan compartiendo maldiciones y chistes en el momento menos adecuado, pero de alguna manera a mí en este filme me funciona. Cine pura pirotecnia sin mucho ceso pero muy divertido. Con buenísimas secuencias de acción , los villanos estereotipados y el final imposible. The Last Boy Scout tiene a Willis en uno de sus papeles repetidos y reciclados pero el hombre nació para esos personajes. Muy disfrutable para los que saben a lo que van.
15 de septiembre de 2022
15 de septiembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tiempo ha hecho de ella lo que no logró hacer en su momento, no es tan extraordinario tampoco, incentivándola como una intrépida travesura muy amena para engrandecer la figura de Willis como héroe de acción. Existen evidentes rasgos similares entre el McClane de McTiernan y el carácter y la consumación del Hallenbeck de Tony Scott que vendría después, como para ser obviados: uno y otro se dan la mano como personajes desganados contradictorios a ser lo que terminan por ser, gracias a un lance a trompicones con el que prácticamente se dan de bruces y se revela como crucial para una reconciliación de lo personal y lo profesional.
La nota distinta, de color que dirían los cursis, y no va con segundas si tenemos en cuenta el color de la piel de su protagonista, la pone Jimmy Dix, un Damon Wayans que toca techo cinematográfico, lo que no es mucho decir, con este papel en el que encarna a una estrella del fútbol americano desestimado por sus compañeros y envuelto en sus propias miserias personales. Un tipo perfecto para formar tándem con el policía Hallenbeck (Bruce Willis), dos renegados, cada uno en su profesión, cada uno en su estilo, aliados involuntarios para desentrañar la investigación acostumbrada a señalar hacia peces gordos y dispuestos a recibir más palos físicos de los que el cuerpo humano sea capaz de soportar, bueno, salvo si eres el mismo Willis y llevas una camiseta blanca de algodón.
Los modestos resultados minimizaron el valor de una cinta que compartía estilo con algunas de sus contemporáneas como 'Arma letal', 'Límite 48 horas', 'Tango & Cush' o la mencionada 'Jungla de cristal' de John McTiernan con el propio Bruce Willis. Acción con puntuales toques de comedia, muchas de ellas con un obvio vínculo en común al juntar por imperiosa necesidad a su pareja protagonista, tan rocambolesca y chocante como puedan ser, con procedencias y personalidades obligadamente distintas que forjen la extraña y, a la postre, precisa pareja. Una fórmula utilizada con reiteración en el tiempo que suele funcionar con suficiencia.
El caso de la película de Tony Scott, un director que siempre ha estado bastante ensombrecido por su hermano Ridley aun contando con obras destacables, presenta a una especie de vaquero urbanita y cascarrabias (Willis) y a un deportista de élite prepotente y endiosado por sus triunfos (Wayans), en el fondo tan pasota el uno como el otro. Un policía y un atleta, dos gallitos de distinto corral obligados a entenderse para acabar necesitándose. Pese a las distancias evidentes entre ambos, concurren para que se estrechen cuando las circunstancias ocasionen una situación incontrolable que afecte a sus vidas personales y profesionales, lo que me lleva a recordar lo mencionado más arriba: sus vidas cruzadas por el repudio encuentran un camino tortuoso a la redención con sangre, sudor y, seguramente, alguna lágrima que no vemos.
La nota distinta, de color que dirían los cursis, y no va con segundas si tenemos en cuenta el color de la piel de su protagonista, la pone Jimmy Dix, un Damon Wayans que toca techo cinematográfico, lo que no es mucho decir, con este papel en el que encarna a una estrella del fútbol americano desestimado por sus compañeros y envuelto en sus propias miserias personales. Un tipo perfecto para formar tándem con el policía Hallenbeck (Bruce Willis), dos renegados, cada uno en su profesión, cada uno en su estilo, aliados involuntarios para desentrañar la investigación acostumbrada a señalar hacia peces gordos y dispuestos a recibir más palos físicos de los que el cuerpo humano sea capaz de soportar, bueno, salvo si eres el mismo Willis y llevas una camiseta blanca de algodón.
Los modestos resultados minimizaron el valor de una cinta que compartía estilo con algunas de sus contemporáneas como 'Arma letal', 'Límite 48 horas', 'Tango & Cush' o la mencionada 'Jungla de cristal' de John McTiernan con el propio Bruce Willis. Acción con puntuales toques de comedia, muchas de ellas con un obvio vínculo en común al juntar por imperiosa necesidad a su pareja protagonista, tan rocambolesca y chocante como puedan ser, con procedencias y personalidades obligadamente distintas que forjen la extraña y, a la postre, precisa pareja. Una fórmula utilizada con reiteración en el tiempo que suele funcionar con suficiencia.
El caso de la película de Tony Scott, un director que siempre ha estado bastante ensombrecido por su hermano Ridley aun contando con obras destacables, presenta a una especie de vaquero urbanita y cascarrabias (Willis) y a un deportista de élite prepotente y endiosado por sus triunfos (Wayans), en el fondo tan pasota el uno como el otro. Un policía y un atleta, dos gallitos de distinto corral obligados a entenderse para acabar necesitándose. Pese a las distancias evidentes entre ambos, concurren para que se estrechen cuando las circunstancias ocasionen una situación incontrolable que afecte a sus vidas personales y profesionales, lo que me lleva a recordar lo mencionado más arriba: sus vidas cruzadas por el repudio encuentran un camino tortuoso a la redención con sangre, sudor y, seguramente, alguna lágrima que no vemos.
24 de junio de 2010
24 de junio de 2010
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Película que está dirigida a un público que solo busca pasar el rato viendo disparos y chistes.
Para mí un subgénero de la pelis policíacas que solo Willis sabe dar ese toque de humor que se puede ver en JUNGLA DE CRISTAL.
¿Podría funcionar esta película con un Van Damme o Arnold Swarzeneger??????????
Para mí un subgénero de la pelis policíacas que solo Willis sabe dar ese toque de humor que se puede ver en JUNGLA DE CRISTAL.
¿Podría funcionar esta película con un Van Damme o Arnold Swarzeneger??????????
20 de julio de 2014
20 de julio de 2014
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No será de los mejores películas, pero tiene un cúmulo de cosas que de verdad te llevan a verla, divertirte, pasar un buen rato, ver buen cine y un actor que se debería de escribir con mayúsculas (Bruce Willis).
Hasta 1992 que llegó Instinto Básico, el guión de esta película había sido el mas caro de la historia (tampoco es para tanto, pero se pagó una pasta). Es una trama convencional, que arranca con un caso sin importancia y va cobrando envergadura a modo de bola de nieve. Es una película con violencia y frases mal sonantes, algo que se echa en faltas en muchas películas actuales, en donde los protagonista parecen académicos de la lengua. Y porque el héroe, las pasa canutas para salir airoso, sangra y sufre y no como en las películas de ahora en la que metro sexuales musculitos no se llevan una buena hostia.
Muchas de sus frases se han convertido en inolvidables y eso ya merece, por lo menos, algo de respeto.
Salu2
Hasta 1992 que llegó Instinto Básico, el guión de esta película había sido el mas caro de la historia (tampoco es para tanto, pero se pagó una pasta). Es una trama convencional, que arranca con un caso sin importancia y va cobrando envergadura a modo de bola de nieve. Es una película con violencia y frases mal sonantes, algo que se echa en faltas en muchas películas actuales, en donde los protagonista parecen académicos de la lengua. Y porque el héroe, las pasa canutas para salir airoso, sangra y sufre y no como en las películas de ahora en la que metro sexuales musculitos no se llevan una buena hostia.
Muchas de sus frases se han convertido en inolvidables y eso ya merece, por lo menos, algo de respeto.
Salu2
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