Juventud
2015 

7.0
21,806
Drama. Comedia
Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
18 de febrero de 2016
18 de febrero de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “Youth” (Italia, 2015) dirigida y escrita por el reconocido maestro Paolo Sorrentino (muy recordado, entre otras cosas, por su filme “la gran belleza”, 2013). Cuenta con un elenco de lujo que da lo mejor de sí, hasta donde puede, dado que es una obra-de-autor, esto es, un filme donde la fuerza dramática está centrada en lo que hace y no deja hacer el director. La cinta se centra en las vacaciones, en los Alpes Suizos, de dos grandes amigos: un director de orquesta retirado y un director de cine con dificultades para terminar su película que sería su testamento para el séptimo arte. Ahora bien, el filme es profundamente contradictorio en el sentido de que logra ser grande a pesar de sus imperfecciones. Tal vez pueda pensarse que estas últimas, al estar bien articuladas, logran dar con la grandeza. Resulta que es una película petulante, especialmente en el manejo de cámara y la fotografía. Parece que hay una clara intención del director de mostrar su propia grandeza haciendo cosas que no tienen que ver con la historia que se cuenta. No hay un ritmo constante y ese ir y venir en la cadencia de la narración podría agotar a cualquiera. En fin, es una cinta ensimismada, sin el ritmo al que nos hemos acostumbrado, con escenas que siguen su camino diferente al de la narración, sin aportar al quid dramático. Pero a pesar de todo ello, es un filme grandioso, con una muy buena banda sonora, con un pulimiento en la imagen que provoca aplaudir y que toca el corazón del espectador. Sorprende al auditorio y logra, pienso yo, como pocas películas lo hacen, que el alma se sienta testigo de sus propios sentimientos. Lo deja a uno pensando, incluso pasado un buen tiempo de terminar la película, en especial sobre lo que implica la vejez y la amistad. Estas imprecisiones tan perfectas solo le salen bien a directores de la talla de Sorrentino. Entiendo claramente porque ha sido nominada a muchos premios, como mejor película, mejor director y mejor banda sonora. Aún es temprano para adelantar si los ganará, pero parecería que sí. En este sentido, no puedo dejar de recomendarla para quien está dispuesto a ser retado en sus cosmovisiones de lo que puede ser el cine. 18-02-2016.
18 de julio de 2016
18 de julio de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un hotel de lujo perdido en las montañas, un semi retirado director de orquesta y un talludito director de cine conversan sobre su vida, pasada y presente, desde un prisma común: La añoranza de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
No me gustó un pelo La gran belleza y tampoco merece la pena lo más mínimo invertir dos horas de tu vida para ver esta continuación de lo ampuloso y lo pedante. Imagino que en no mucho tiempo, el director Paolo Sorrentino cerrará su trilogía pija con un título del tipo “El lujo” o “Lo divino. Y desgraciadamente será igual de mediocre y sobrevalorada que sus predecesoras. Aquí, dos crápulas en el ocaso de sus faustas carreras debaten y recuerdan sus vidas mientras se bañan en una piscina o reciben un masaje. Ambos dos han vivido muy intensamente y han sido tan egoístas que se han centrado tanto en ellos y sus sueños que han antepuesto todo para ser reconocidos. Y ahora, desde la distancia y sabedores que les queda un fino hilo de vida, no parecen que hayan aprendido de sus errores puesto que cambiarían todo por volver atrás en el tiempo una última vez pero no para cuidar de los suyos, sino para volver a ser bellos y jóvenes. El declive y el renecer, tan lejos y tan cerca. Y esas manos de la masajista que expresan mejor que cualquier discurso y que cualquier mitin con finas palabras, y que no nos dicen otra cosa más que es mejor el disfrute ajeno que el propio…salvo que seas un mísero egoísta de tomo y lomo.
Lo mejor: La escena donde la hija le dice todo lo que piensa a su padre y éste no puede más que guardar silencio. El gran reparto, con Michael Caine, Harvey Keitel y Rachel Weisz a la cabeza.La canción que abre el film, pegadiza, y la canción que lo cierra, nominada al Oscar. Que los mejores consejos siempre los den los niños (y los borrachos). Las cómicas escenas con el doble de Maradona.
Lo peor: No hay mucho que contar porque es una historia repetida y ya vista en La gran belleza, solo que como ésta ganó un Oscar, se le han subido los aires de grandeza al director y nos quiere volver a tomar por tontos a través de dos pares de ojos que parecen que lo han visto todo pero que nunca han sabido disfrutar de la verdadera belleza, como es la que emanan los seres queridos y cercanos.
Nota: 4 Sacapuntas.
No me gustó un pelo La gran belleza y tampoco merece la pena lo más mínimo invertir dos horas de tu vida para ver esta continuación de lo ampuloso y lo pedante. Imagino que en no mucho tiempo, el director Paolo Sorrentino cerrará su trilogía pija con un título del tipo “El lujo” o “Lo divino. Y desgraciadamente será igual de mediocre y sobrevalorada que sus predecesoras. Aquí, dos crápulas en el ocaso de sus faustas carreras debaten y recuerdan sus vidas mientras se bañan en una piscina o reciben un masaje. Ambos dos han vivido muy intensamente y han sido tan egoístas que se han centrado tanto en ellos y sus sueños que han antepuesto todo para ser reconocidos. Y ahora, desde la distancia y sabedores que les queda un fino hilo de vida, no parecen que hayan aprendido de sus errores puesto que cambiarían todo por volver atrás en el tiempo una última vez pero no para cuidar de los suyos, sino para volver a ser bellos y jóvenes. El declive y el renecer, tan lejos y tan cerca. Y esas manos de la masajista que expresan mejor que cualquier discurso y que cualquier mitin con finas palabras, y que no nos dicen otra cosa más que es mejor el disfrute ajeno que el propio…salvo que seas un mísero egoísta de tomo y lomo.
Lo mejor: La escena donde la hija le dice todo lo que piensa a su padre y éste no puede más que guardar silencio. El gran reparto, con Michael Caine, Harvey Keitel y Rachel Weisz a la cabeza.La canción que abre el film, pegadiza, y la canción que lo cierra, nominada al Oscar. Que los mejores consejos siempre los den los niños (y los borrachos). Las cómicas escenas con el doble de Maradona.
Lo peor: No hay mucho que contar porque es una historia repetida y ya vista en La gran belleza, solo que como ésta ganó un Oscar, se le han subido los aires de grandeza al director y nos quiere volver a tomar por tontos a través de dos pares de ojos que parecen que lo han visto todo pero que nunca han sabido disfrutar de la verdadera belleza, como es la que emanan los seres queridos y cercanos.
Nota: 4 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en mi blog, El Sacapuntas del cine.
23 de julio de 2016
23 de julio de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorrentino cree que tiene que hacer películas donde de lecciones de cine y eso le lleva a hacer la misma película que en La Gran Belleza Dando la sensación de que los descartes de esta, le han servido para su nueva obra. Es como un museo, muy bonito todo pero no te quedarías a vivir.
Lo mejor Madalina Ghenea y la canción de Florence and the machine al comienzo
Lo mejor Madalina Ghenea y la canción de Florence and the machine al comienzo
26 de julio de 2016
26 de julio de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los problemas que aquejan a los cinéfilos (cuando hable de 45 años comentaré otro) es esperar siempre más de los cineastas que aman. Por eso a Woody Allen lo ponemos más a parir cuando no le sale bien la jugada: él no debería infligirnos esos males. De Paolo Sorrentino yo espero cada vez más, no en vano es el autor de una de las películas más bellas de todos los tiempos, Las consecuencias del amor, que nos reveló a un actor sin límites, el gran Toni Servillo. Il divo es uno de los retratos más acerados y logrados de un gran sinvergüenza Giulio Andreotti), pasaremos piadosamente por alto Un lugar donde quedarse, y llegaremos a La grande belleza, una película irregular con momentos sublimes (Toni Servillo de nuevo), y ahora la esperada con impaciencia La juventud. De nuevo irregular, sostenida por dos monstruos de la interpretación en un cara a cara espectacular, Caine y Keitel, Keitel y Caine, dos amigos de toda la vida que pasan unos días en un spa que podría ser el de La montaña mágica. Son viejos y están cansados, han de aguantar los problemas de sus hijos, uno ha dado por clausurada su carrera (Caine era director de orquesta y compositor), y el otro aún sueña con la gran película que será su canto de cisne (Keitel es director de cine), hablan en voz alta, reflexionan sobre el (sin)sentido de la vida, nos acercan a la comedia geriátrica, género muy en boga ahora. Pero algo chirría, algo no acaba de cuajar. La fotografía es bellísima, ellos están que se salen, aparece el fantasma de Jane Fonda en el tramo final, Paul Dano es todo un descubrimiento, Rachel está tan guapa y acertada como siempre... Pero algo se le escapa a Sorrentino, no acaba de empaquetar el gran film que todos esperábamos. Tal vez demasiado pedante, demasiado pagado de sí mismo, el-gran-autor-de-moda... Por supuesto, contiene grandes momentos: la última conversación entre Caine y Keitel, de abrupto desenlace; la confesión de Weisz a su padre, que desnuda la relación entre padre e hija; el momento en que vemos por primera vez a la esposa de Caine... Pero esperábamos más de Sorrentino y de toda la publicidad desplegada alrededor de esta película. Para mis queridos obsesos, consignar la espectacular aparición de Madalina Diana Ghenea, capaz de perturbar y conturbar al santo Job. Tenéis la escena completa en YouTube, por si no os apetece ver la película entera...
6 de septiembre de 2016
6 de septiembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las películas más extrañas que he visto. me lo imaginaba después de ver las críticas tan dispares que tiene de los "expertos", y una nota inusualmente alta de los compañeros foreros.
Juntas en un balneario precioso situado en unas bonitas montañas a un montón de personajes raros, entre ellos un ex compositor (Caine) junto con su hija (Rachel Weisz) a la que ha dejado su marido, un director de cine (Keitel) con su equipo de gente rara, y que habla con el ex compositor acerca de las meadas que echan o dejan de echar, un híbrido entre Maradona y Gadafi de unos 150 kilos y que resulta ser el primero, un niño que toca fatal el violín, una pareja de unos 70 años que se dedican a cenar sin hablarse todos los días hasta que la señora le mete un guantazo y echan un polvo en el bosque gritando como locos, un monje budista, un actor joven con un bigote ridículo y melena que más tarde aparecerá caracterizado como Hitler, un profesor de escalada, un montón de gente con albornoces blancos y alguna masajista, e incluso Madalina Ghenea en pelotas (increíble).
Las escenas se van sucediendo sin mucho orden tratando la interacción entre varios de estos personajes.
Me ha faltado un hilo conductor que te meta más en la película, que no he notado hasta muy pasados los 80 minutos. Me ha gustado mucho la música y la fotografía correcta.
La película no.
Juntas en un balneario precioso situado en unas bonitas montañas a un montón de personajes raros, entre ellos un ex compositor (Caine) junto con su hija (Rachel Weisz) a la que ha dejado su marido, un director de cine (Keitel) con su equipo de gente rara, y que habla con el ex compositor acerca de las meadas que echan o dejan de echar, un híbrido entre Maradona y Gadafi de unos 150 kilos y que resulta ser el primero, un niño que toca fatal el violín, una pareja de unos 70 años que se dedican a cenar sin hablarse todos los días hasta que la señora le mete un guantazo y echan un polvo en el bosque gritando como locos, un monje budista, un actor joven con un bigote ridículo y melena que más tarde aparecerá caracterizado como Hitler, un profesor de escalada, un montón de gente con albornoces blancos y alguna masajista, e incluso Madalina Ghenea en pelotas (increíble).
Las escenas se van sucediendo sin mucho orden tratando la interacción entre varios de estos personajes.
Me ha faltado un hilo conductor que te meta más en la película, que no he notado hasta muy pasados los 80 minutos. Me ha gustado mucho la música y la fotografía correcta.
La película no.
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