Una falsa denuncia de la doblez moral de la sociedad americana sirve de excusa para contar poco, en demasiado metraje. La displicente actitud de Rachel McAdamns, la diminuta caracterización de Sara Jessica Parker,(Que pese a todo hace un trabajo soberbio) haciendo las veces de perrito apaleado, y la repelente pseudoprogresía, tanto de Diane Keaton, como de Craig. T. Nelson (patriarca abusivo del privilegio de estar en su casa, para incurrir impunemente en lo que es una maltrato sicológico, y casi físico en toda regla, por el hecho de haber manifestado la parte contraria una partícula subatómica de discordancia con el programa ideológico impuesto.) hubiera dado mucho juego para dar relevancia a la curiosa idea de hasta que punto los libertarios del ayer, son los bien "pensantes" del hoy, de no ser porque la estrategia de Thomas Bezucha, no es otra que la de dar complacencia a todo tipo de públicos, situándose en una feliz e impostora equidistancia.

Al final, todo se resuelve a favor de unos y en contra de todos, dando la imagen, siempre complaciente (de postal navideña) de la familia unida, incluso en las peores circunstancias, y del amor fraternal y maternal, que se excusa a si mismo, por su trascendencia, incluso cuando en su invocación se cometan las peores tropelías.

Con todo ello, Bezucha, no sólo no toma un partido audaz y valiente, sino que de hecho, aborda la cuestión de la forma más pusilánime posible, para construir, casi sin proponérselo, un triste "show" que a pesar de mostrar al público, el epítome de la tolerancia "intolerante" (quizás la peor que existe, porque es la que se disfraza de "pamplinas" morales), prescinde de cualquier toma de postura para justificar la miseria con las chorraditas en plan "todos eran buenos" y la peor de todos se está muriendo de cáncer. (La panacea contra el reproche más elemental y merecido, el superimán para el amor que todo lo perdona)

Demasiada azúcar y miel, y falta absoluta de compromiso. Ese compromiso que el espectador espera, y que el director afronta con lagrimitas, resbalones "slapstick" en salsa amarilla, gracietas y arbolitos de navidad. Si no lo vas a terminar, no lo empieces, ...imbécil..

Un coñazo, no hay otra manera de definirla. Salvo algunas escenas dramáticas (muy cortas) en las que la película gana enteros, pero que lamentablemente desaparecen como la credibilidad de los guionistas. Coñas repetidas, estúpidas y un final demasiado predecible.

Lo peor de todo: un cine entero riendo las bromas y disfrutando como niños (porque parece escrita para niños). ¿La especie humana involuciona? ¿Nos dirigimos a los monos? Después de ver esta peli, puedo asegurar que SI.

Mala. Muy mala. No se puede decir que es previsible, porque realmente no llega a ser ni eso, se sabe desde un principio lo que va a pasar. Personajes vacíos, guión pésimo y actuaciones más que flojas. No hay nada que se salve. Mala mala.
Me quedo con el comentario de otro usuario, el cual destaca como único aliciente las escenas dramáticas, que son lo poco que puede llegar a ser pasable y apenas se muestra.
Resumiendo, no hay nada bueno en este filme, que no tiene ni la categoría suficiente para alquilarla en un videoclub a mitad de precio en la sección de ofertas...Pésimo.

A veces uno se deja llevar por un cartel, unos actores, una intuición... y es entonces cuando uno se da un tortazo, como el que me di yo, viendo esta lamentable historia. Pomposa, absurda, previsible, conservadora, tópica, sin gracia, con una carga dramática desmesurada y una guinda navideña que provoca arcadas. Es esta, una de esas propuestas en donde una familia caótica rebelde (Va de eso pero esta años luz, creen que por poner una pareja gay con un negro ya cubren la cuota progre) recibe la visita de un nuevo miembro que entra con mal pie, aunque que toda la sala sabe que se va a quedar. Después de un sin fin de escenas de una estupidez supina, donde se mezcla, muy mal, drama-comedia-familia-amor-navidad... tenemos una súper familia donde todos tienen su pareja perfecta y todos se llevan divinamente... vamos como todas…
Toda una lección para aprender que a veces la intuición es como si un mono entrara una biblioteca… He fallado
ibg

Lo dicho: el aparente ingenio y chispa de SJ Parker en Sexo en NY, aquí se esfuman como por arte de magia, y aparece en su lugar una especie de bruja malvada, reprimida, sosa y repelente, que nos hace olvidar de inmediato el papel de SJP en la mencionada serie. Para mí, que su imagen no sale muy bien parada de esta película. Más que interpretar, SJP da la impresión de ser ella misma un día que se levantó con mal pie. Expresiones de rostro demasiado duras, demasiado antipáticas, un guión plagado de maldades que los personajes se intercambian entre ellos, todos la toman con la pobre Sarah, en fin... Que de comedia: nada de nada. Más bien tragicomedia, y encima con un ritmo más que discutible, aparte de que el guión no es nada del otro mundo y sí, sin embargo, bastante amargo.
No merece la pena, es una reflexión sobre los problemas humanos de una familia media norteamericana, pero contada de una manera que no dan ganas de quedarse delante de la pantalla. ¡Y el reclamo SJ Parker engaña! Nada de glamour.