Jamás la hubiese visto si no fuese por obligación. Entiéndase obligación como aceptar la democracia: cada noche, mientras pasábamos unos días en la casa de la playa, cada uno escogía película. Me temí lo peor cuando uno que dice ser mi amigo decidió que "Perdiendo el norte" era una buena opción.

Predecible, manida y rematadamente tonta. Si bien se deja ver, pues el argumento tiene su qué, es básico pero es el clásico norte frente a sur, la ejecución es tan lamentable como esperaba. Chistes y chistes muy malos, cercanos al sonrojo, las mismas bromas una y otra vez y varios personajes absolutamente infumables.

Sacristán y Machi haciendo el ridículo. Alterio sigue siendo Belén López Vázquez. Julián López es el mismo memo de siempre. Blanca Suárez es la misma típica chica buena de siempre. Afortunadamente, Esparbé saca alguna sonrisa y Yon González demuestra talento y saber estar. ¡Y vocaliza muy bien!

La conclusión es clara: si se preguntan por qué el cine español tiene mala fama es por culpa de películas como esta.

Supuestamente es una película cómica, pero a mí no me ha hecho reír. De hecho da más pena que otra cosa, con estos jóvenes que emigran con la ilusión de una vida fructífera, y terminan con trabajos basura. Las situaciones y los diálogos tienen poca chispa. Y no sé a quién se le ocurrió meter en este sarao a José Sacristán, el actor más triste de todo el panorama nacional.

Simplemente con sacar partido al choque de culturas y a los tópicos podían haber hecho algo gracioso, y no este bodrio.

Comencé a ver esta película sin esperar gran cosa, sin embargo me sorprendió.

Por empezar, una película en donde trabajan José Sacristán, Carmen Machi, Javier Cámara y Julián López, no puede ser mala, aunque los tres primeros no aparecen demasiado.

Es una comedia romántica que respeta y cumple cada uno de los preceptos (que deben estar escritos en algún lado) de las comedias románticas. Pero no solo es una comedia romántica, sino que también es una comedia de enredos.

Por supuesto que como todas estas comedias, no es una gran película, uno no espera encontrar demasiada coherencia en el comportamiento de los personajes ni tampoco en los sucesos. No obstante, plantea un problema serio y real que es el de la migración. Y cómo son considerados los emigrantes en un país más desarrollado y estable económicamente (dejo nota en la zona de spoiler).

En fin, es una comedia que cumple su cometido: te distrae un rato, quizá te haga pensar un poco y te saca alguna sonrisa, en especial López.

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Mi parecer de la película finalizó con el párrafo anterior. Ahora quiero hacer una crítica de las críticas profesionales de la película.

- FilmAffinity: fue la película más taquillera del año. ¿Eso es una crítica? Eso no dice nada.

- Fotogramas: risas a porrillo. No, Álex, risas a porrillo, no, a menos que te rías de cualquier cosa.

- Cinemanía: ...el dúo cómico que conforman Yon González... No, Andrea, Yon González no es cómico, tiene menos gracia que chupar un clavo. Está en la película porque necesitaban un cari lindo para las escenas románticas, porque con López no serían demasiado creíbles, pero no, Yon no tiene nada de gracia.

Tras haber visto la pelicula, puedo decir tanto por mi como por las tres personas que me acompañaban que es muy buena, en el sentido de que es una comedia donde no vas a parar de reir de principio a fin. Si lo que buscas es una pelicula profunda, con una historia interesante que contar, esta tal vez no sea la más adecuada, pero si lo que buscas es no parar de reir esta pelicula cumple ampliamente con las expectativas.

Vente a Alemania Pepe es la versión antigua, pero esta con mucha más gracia, Yon está divino, es que a mi me gusta mucho, es mono, tiene gracia y sabe hablar, sobre todo pronunciar, a mi es que lo del "ej que" me da mucha rabia, y hay muchos actores españoles que no saben ni vocalizar ni hablar. Aquí no hay que buscar grandes tramas ni profundidades marinas, es tal cual, simple, con unas verdades como pinos, muy preparados pero acaban fregando y enredados como tontos, ilusionados por un anuncio que nada tiene que ver con la realidad, en un país que se toma las cosas muy en serio y donde un retraso de 10 minutos es símbolo no de mala educación sino de desprestigio total. Me sorprendió eso si, Julián López, no le tenia tan visto como para valorar su capacidad, brutal ! Pues bien, yo no sé si es el guión, o los actores, o todo el paquete, pero es simplemente uno de los mejores ratos que he pasado últimamente.