Perdiendo el norte
2015 

5.0
19,684
Comedia
Hugo y Braulio, dos jóvenes con formación universitaria, hartos de no encontrar ni trabajo ni futuro en España, deciden emigrar a Alemania siguiendo los cantos de sirena de un programa de televisión tipo "Españoles por el mundo". Pero pronto descubrirán que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro, y que perseguir el sueño alemán puede tener mucho de pesadilla. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2015
24 de marzo de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué espera un español de una película española?
Un español de a pie, no lo sé, sólo puedo decir lo que espero yo, y es: poco, muy poco o nada.
Lo que más me fastidia es que cada vez que acudo a las salas mis pronósticos suelen hacerse realidad, y las comedias acaban siendo ridículas y manidas, muy pocas son las ocasiones donde uno se encuentra algo diferente, todo suele estar envuelto en los mismos clichés, las mismas bromas, los mismos tópicos.
Y en éste caso no es diferente, "Perdiendo el norte" es una película que empieza de menos a más, para mantenerse a un nivel aceptable en la parte media y bajar de forma estrepitosa en su cénit y final, es muy previsible.
De los actores sólo se salvan: Julián López, Blanca Suárez y José Sacristán.
No obstante se deja ver pero no esperéis mucho de la misma, yo no malgastaria mi dinero para verla, esperaría para verla en la televisión y pasar un domingo agradable en el sofá.
Pero los que tenéis que juzgar sois vosotros.
Un español de a pie, no lo sé, sólo puedo decir lo que espero yo, y es: poco, muy poco o nada.
Lo que más me fastidia es que cada vez que acudo a las salas mis pronósticos suelen hacerse realidad, y las comedias acaban siendo ridículas y manidas, muy pocas son las ocasiones donde uno se encuentra algo diferente, todo suele estar envuelto en los mismos clichés, las mismas bromas, los mismos tópicos.
Y en éste caso no es diferente, "Perdiendo el norte" es una película que empieza de menos a más, para mantenerse a un nivel aceptable en la parte media y bajar de forma estrepitosa en su cénit y final, es muy previsible.
De los actores sólo se salvan: Julián López, Blanca Suárez y José Sacristán.
No obstante se deja ver pero no esperéis mucho de la misma, yo no malgastaria mi dinero para verla, esperaría para verla en la televisión y pasar un domingo agradable en el sofá.
Pero los que tenéis que juzgar sois vosotros.
9 de abril de 2015
9 de abril de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Efímera y banal. Se queda en el guión simplista, la historia es recargante y no logra ni hacernos reír más allá de la obviedad ni interesarnos más allá del final. Malgasto de actores, los interesantes no tienen ni presencia ni peso ni lugar a interpretar, los que salen no pisan donde tienen que pisar, adolece ver interpretar ciertos momentos puntuales. Unos malos cimientos destruyen las posibilidades, un mal guión, arcaico, simple, chabacano y poco irreverente pasa de soslayo al lado del humor inteligente. Al final, la nueva ola de humor español queda en una leve brisa pasajera de instantes aún no vividos.
1 de septiembre de 2015
1 de septiembre de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos son los que desprecian el cine español moderno. Curiosamente, los que lo hacen sienten una gran predilección por el de los años cincuenta y sesenta, siempre y cuando sea antifranquista. Pero claro, no todo lo que se hacía antes era bueno, ni todo lo de ahora malo. Teniendo lo dicho en cuenta, nos llega esta comedia romántica de producción nacional, "Perdiendo el norte", que encima pretende abordar de forma crítica la crisis económica, el desempleo y la emigración, con un punto de drama nostálgico. La verdad, que en ninguno de estos capítulos, aunque bienintencionados, pasan de lo obvio. Tampoco es que tenga una gran trama, es más, se ve venir lo que va a pasar.
Ahora bien, cuenta con unos personajes simpáticos, actores con gancho, Yon González y cia, y unos cuantos puntos que se traducen en carcajadas. Sí, me ha hecho reír, en especial, Julián López (en el papel de Braulio). Además, no por esperada la historia es fea, incluso evita una subtrama "romántica" escalofriante. Otro acierto es contar con la bella Blanca Suárez, que se impone a la también atractiva Úrsula Corberó, pero eso sí, sus respectivos personajes son un poco bobos. Diría que en el cine contemporáneo, especialmente en la comedia, hay una postura sistemática de rebajar el estatus femenino, posiblemente para evitar todo lo que huela a rígido conservadurismo (SPOILER).
Ahora bien, cuenta con unos personajes simpáticos, actores con gancho, Yon González y cia, y unos cuantos puntos que se traducen en carcajadas. Sí, me ha hecho reír, en especial, Julián López (en el papel de Braulio). Además, no por esperada la historia es fea, incluso evita una subtrama "romántica" escalofriante. Otro acierto es contar con la bella Blanca Suárez, que se impone a la también atractiva Úrsula Corberó, pero eso sí, sus respectivos personajes son un poco bobos. Diría que en el cine contemporáneo, especialmente en la comedia, hay una postura sistemática de rebajar el estatus femenino, posiblemente para evitar todo lo que huela a rígido conservadurismo (SPOILER).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Resulta que a Carla (Blanca Suárez) su novio alemán la engaña como una china. No se entera de nada hasta que lo descubre que se está casando con otra. El planteamiento puede tener varias lecturas, incluso intenciones diferentes según el personaje, pero en todo caso ponen a la chica en un plano psicológico de inferioridad. Es decir, la que creíamos que era una diosa inalcanzable, resulta que va llorando por las esquinas porque cualquier fresco la trata a patadas.
5 de septiembre de 2015
5 de septiembre de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las comedias revelación españolas de los últimos tiempos y de la que me cuentan por ahí que podría convertirse en serie. Me han quitado la idea. Estaba viendo la película y me decía que era carne de televisión. Esto es muy positivo, que nadie se lleve a engaños. «Perdiendo el norte» tiene algo que es difícil de encontrar en las producciones de hoy en día: encanto.
Desde las localizaciones exteriores e interiores, pasando por el estilismo y la puesta en escena, y llegando por supuesto a los personajes y sus actores, «Perdiendo el norte» destila un costumbrismo moderno cargado de nostalgia, pasión, humor, carisma y crítica social que posiblemente siga vigente durante muchos años. Logra así aportar frescura y personalidad para un siglo veintiuno falto de imaginación y referencias generacionales con clase. El drama objetivo de la emigración española es el punto de partida para una historia tan graciosa como sentimental. Mejor reírse que llorar cuando ves perdida la inocencia y la vida no es como soñabas. Cuando la realidad te pega un puñetazo en la nariz, cuando los recuerdos empiezan a borrarse, cuando te duele el pasado, cuando no ves futuro, cuando dudas, cuando cambias, cuando estás perdido en medio de un mundo en el que tienes que tomar tus propias decisiones. Mejor llorar de risa.
José Sacristán pone la nota veterana y altísima en un reparto que reúne a un buen puñado de actores jóvenes y no tan jóvenes de calidad. Los muy divertidos Javier Cámara y Carmen Machi son los papis oficiales, progenitores orgullosos del creído protagonista Hugo, interpretado por un Yon González por el que siento debilidad con su voz áspera, su frágil rostro y su brutal versatilidad interpretativa. Le acompaña la belleza incontestable Blanca Suárez, de quien algunos dudan que sea buena actriz, pero lo cierto es que yo la he visto en muy distintos papeles y nunca desentona. Julián López es el tercer protagonista, el «no tan guapito», como dirán en una ocasión, y realmente desternillante como Braulio; no os perdáis el epílogo, por favor os lo pido. Miki Esparbé, Younes Bachir o la achispada y atractiva Úrsula Corberó completan el formidable elenco.
Risas, corazón y optimismo en una película que no cuenta nada nuevo pero que lo cuenta muy bien.
Desde las localizaciones exteriores e interiores, pasando por el estilismo y la puesta en escena, y llegando por supuesto a los personajes y sus actores, «Perdiendo el norte» destila un costumbrismo moderno cargado de nostalgia, pasión, humor, carisma y crítica social que posiblemente siga vigente durante muchos años. Logra así aportar frescura y personalidad para un siglo veintiuno falto de imaginación y referencias generacionales con clase. El drama objetivo de la emigración española es el punto de partida para una historia tan graciosa como sentimental. Mejor reírse que llorar cuando ves perdida la inocencia y la vida no es como soñabas. Cuando la realidad te pega un puñetazo en la nariz, cuando los recuerdos empiezan a borrarse, cuando te duele el pasado, cuando no ves futuro, cuando dudas, cuando cambias, cuando estás perdido en medio de un mundo en el que tienes que tomar tus propias decisiones. Mejor llorar de risa.
José Sacristán pone la nota veterana y altísima en un reparto que reúne a un buen puñado de actores jóvenes y no tan jóvenes de calidad. Los muy divertidos Javier Cámara y Carmen Machi son los papis oficiales, progenitores orgullosos del creído protagonista Hugo, interpretado por un Yon González por el que siento debilidad con su voz áspera, su frágil rostro y su brutal versatilidad interpretativa. Le acompaña la belleza incontestable Blanca Suárez, de quien algunos dudan que sea buena actriz, pero lo cierto es que yo la he visto en muy distintos papeles y nunca desentona. Julián López es el tercer protagonista, el «no tan guapito», como dirán en una ocasión, y realmente desternillante como Braulio; no os perdáis el epílogo, por favor os lo pido. Miki Esparbé, Younes Bachir o la achispada y atractiva Úrsula Corberó completan el formidable elenco.
Risas, corazón y optimismo en una película que no cuenta nada nuevo pero que lo cuenta muy bien.
26 de marzo de 2015
26 de marzo de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia que nos cuenta las tribulaciones de unos españolitos que siguiendo las tradiciones más arraigadas y hartos de no ser nadie en este pais, deciden irse a otro a seguir siendo lo mismo, nadie. Desgraciadamente, a día de hoy, que sobremos en este país unos cuantos, no quiere decir que hagamos falta en otro.
Flojo en líneas generales, busca los gags de risa fácil y hurga en los tópicos más genuinos, como lo hace 8 apellidos vascos, pero en este caso con suerte dispar.
Previsible, le falta gancho y situaciones más mordaces, aunque los papeles de Machi, haciendo una vez más de lo que mejor se le da, hacer de Machi y sobre todo un Cámara que pone el contrapunto a una realidad muy bien reflejada y para muchos inexistente, la más desconocida ruina absoluta por encima de cualquier otra cosa, son lo más brillante del film..
5.5/10
Flojo en líneas generales, busca los gags de risa fácil y hurga en los tópicos más genuinos, como lo hace 8 apellidos vascos, pero en este caso con suerte dispar.
Previsible, le falta gancho y situaciones más mordaces, aunque los papeles de Machi, haciendo una vez más de lo que mejor se le da, hacer de Machi y sobre todo un Cámara que pone el contrapunto a una realidad muy bien reflejada y para muchos inexistente, la más desconocida ruina absoluta por encima de cualquier otra cosa, son lo más brillante del film..
5.5/10
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