Promesas del este
2007 

7.4
60,286
Thriller. Drama
El misterioso Nikolai es el chófer de una poderosa familia de la mafia rusa en Londres, un clan liderado por el veterano y frío Semyon y por su hijo Kirill, un tipo inestable muy cercano a Nikolai. Un día en el restaurante de Semyon se presenta Anna, una comadrona de hospital muy afectada por la muerte en el parto de una adolescente rusa. Anna ha decidido buscar a la familia de la chica sirviéndose del diario que ésta dejó escrito en ruso. (FILMAFFINITY) [+]
29 de marzo de 2012
29 de marzo de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Londres es una de las ciudades más importantes del mundo, su historia, su tradición, además, es uno de los centros económicos más importantes del mundo (por no decir el primero), hay gente que maneja grandes fortunas y grandes imperios, las leyes de la ciudad hacen muy atractivo para las personas que tienen capital y son extranjeros vivir allí. Además, politicamente es muy importante y por eso este retrato de Londres me pareció muy interesante. Es una de la ciudades con más diversidad cultural del mundo, hay gente de todos los países y nacionalidades. No hay dos Londres en el mundo. Pero pocas veces llegan a la gran pantalla historias como ésta basadas en Londres.
Desde que la URSS se deshizo en pedazos la mentalidad de mucha gente sobre todo en Rusia cambió. De hecho, es ahora uno de los países con más diferencias entre ricos y pobres, hay gente que maneja mucho dinero y que se han ido a vivir a Londres. Un día leí que Rusia tenía más millonarios que Estados Unidos y más pobres que Europa.
Viggo Mortensen hace un papelón, de los mejores de su vida. Naomi Watts también actúa bien, en una historia de cine negro muy bien realizada. Naomi Watts es una humilde y sencilla chica que trabaja en un hospital y un día descubre una historia sobre una niña y decide ir más allá e investigar, conocerá a un chófer (gran Viggo Mortensen) y se verá introducida en un mundo de gente muy poderosa pertenecientes a clanes mafiosos rusos.
Es una bonita historia, con un Viggo Mortensen portentoso. Es interesante.
Desde que la URSS se deshizo en pedazos la mentalidad de mucha gente sobre todo en Rusia cambió. De hecho, es ahora uno de los países con más diferencias entre ricos y pobres, hay gente que maneja mucho dinero y que se han ido a vivir a Londres. Un día leí que Rusia tenía más millonarios que Estados Unidos y más pobres que Europa.
Viggo Mortensen hace un papelón, de los mejores de su vida. Naomi Watts también actúa bien, en una historia de cine negro muy bien realizada. Naomi Watts es una humilde y sencilla chica que trabaja en un hospital y un día descubre una historia sobre una niña y decide ir más allá e investigar, conocerá a un chófer (gran Viggo Mortensen) y se verá introducida en un mundo de gente muy poderosa pertenecientes a clanes mafiosos rusos.
Es una bonita historia, con un Viggo Mortensen portentoso. Es interesante.
14 de junio de 2012
14 de junio de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con Promesas del Este el director canadiense David Cronenberg repite junto a su actor fetiche Viggo Mortensen en una película que trata sobre la mafia rusa en Londres. Una obra dura y violenta en la línea de su anterior trabajo Una historia de violencia pero con un argumento menos anónimo y más real. El film cuenta la historia de una adolescente forzada a la prostitución por la mafia rusa que la trae engañada con la promesa de trabajar como cantante en un restaurante de Londres. Sin embargo la cruda realidad que le espera a la muchacha es la explotación sexual por parte de sus jefes uno de los cuales la deja embarazada. En el momento del parto muere y su hija queda como única prueba para que la policía detenga a los responsables, para ello contarán con la ayuda de una enfermera y un chófer que trabaja para los rusos.
Promesas del Este es de esas obras que deja poso y que gana con una segunda visión. La única pega que le encuentro es que al final la trama se precipita demasiado y todo acaba muy rápido, por lo demás estamos ante una de las mejores películas de los 2000. Viggo Mortensen realiza su mejor interpretación hasta la fecha recibiendo una merecida nominación al Oscar por ello, y en su papel resulta absolutamente creíble para el cual aprendió algo de ruso.
En resumen, una obra notable que contiene algunas escenas desagradables por su violencia cruda y realista como la del comienzo en la barbería o la violenta pelea a cuchillazos en la sauna.
Promesas del Este es de esas obras que deja poso y que gana con una segunda visión. La única pega que le encuentro es que al final la trama se precipita demasiado y todo acaba muy rápido, por lo demás estamos ante una de las mejores películas de los 2000. Viggo Mortensen realiza su mejor interpretación hasta la fecha recibiendo una merecida nominación al Oscar por ello, y en su papel resulta absolutamente creíble para el cual aprendió algo de ruso.
En resumen, una obra notable que contiene algunas escenas desagradables por su violencia cruda y realista como la del comienzo en la barbería o la violenta pelea a cuchillazos en la sauna.
7 de febrero de 2013
7 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena pero insuficiente. Cronenberg, a pesar de su buena dirección, nos deja a medio camino en una película que tenía argumentos más que de sobra para haberse convertido en obra maestra del género. Todo lo bueno de la película te deja con un sabor un tanto agridulce, la duración es breve y los personajes rusos apenas son explorados, es como ir a Moscú y no ver el Kremlin. A pesar de todo la película también da gratas alegrías, nos regala al mejor Viggo Mortensen (en su mejor papel) y escenas que se te graban en la retina (la de los baños turcos para quitarse el sombrero). Cronenberg nos muestra un caviar que tenía mejor pinta de lo que sabe, y acelera todo lo bien hecho con diez minutos finales lamentables.
4 de marzo de 2015
4 de marzo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tremenda película que aunque no es perfecta si es bastante buena y entretenida, me encantó Viggo Mortensen, ese papel le quedo al pelo, la que no me gustó mucho fue la Naomi Watts, los demás todos bien, muy siniestros y atemorizantes. La historia interesante. Una ambientación perfecta, muy buenas tomas de Londres o de ese Londres tan sórdido y frío. Un ritmo narrativo muy bueno aunque el final es algo decepcionante.
15 de marzo de 2015
15 de marzo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cronenberg es especialista en sacar la anormalidad a lo normal. Sus historias de terrores corporales que salen a la luz en lo que hasta entonces era una pacífica existencia ya son historia.
Y sin embargo, muchos insisten en que pasado el tiempo se ha domesticado, "academizado", dicen, en tono despectivo.
'Promesas del Este' no es una historia de terrores corporales, pero sí es una historia de terror, y de cuerpos, sin duda. Una historia de gente machacada, que no tienen salida, pero aguantan estoicamente todas y cada una de las situaciones que el hoy les trae, soñando por un mañana mejor.
No hay diferencia entre dos Cronenbergs.
De igual manera, en esta historia de repente, bajo la normalidad, surge una anomalía, un submundo de perdición, de almas descarriadas que no encuentran su sitio y pagan su lugar en otro con sangre.
Anna vive una existencia pacífica trayendo nueva vida al mundo en un hospital, y es en uno de esos raros casos de madrugada, una madre joven y sin referencias, dónde podrá atisbar, por primera vez, una sociedad que ella no había imaginado que existía hasta ahora.
Va a parar a un restaurante descrito en el diario de la madre, donde se encuentra al patrón, el tranquilo Seymon, en un ambiente familiar y cálido, tranquilamente cotidiano, agradablemente tranquilo.
Los verdaderos monstruos, los más terroríficos, casi nunca tienen un aspecto feroz, y así es como Seymon rápidamente establece un lazo de confianza con Anna. Uno suave y generoso, que sin embargo oculta una leve punzada envenenada, muy sutil para realmente preocuparse por ella.
También conoce al hijo de Seymon, Kirill, y Nikolai, el conductor y hombre de confianza de la familia, que esconde su gesto tranquilo más resignación de la que parece.
Son las formas clásicas las que envuelven 'Promesas del Este' y la transforman en un relato sobre la inevitabilidad lo que la hace aún más valiosa.
La sensación de 'crescendo' se va haciendo cada vez más patente a medida que Anna va enturbiando cada vez más su entorno y su familia con la sociedad rusa de Seymon, que tras una cara de respetabilidad esconde toda una saga familiar dedicada al negocio de las exportaciones ilegales, y personales.
Cuando Nikolai se ve forzado a tener sexo con una joven prostituta, y en sus ojos solo ve una niña tratando de sobrevivir, se ve cual es la verdadera cara del horror. No la de un anciano adinerado y con influencias, sino un rostro inocente que solo buscaba una vida mejor en las promesas que le concedían.
Como en las mejores historias sobre la inevitabilidad, todo el mundo acaba anhelando aquello que no puede tener.
Quizá sea el precio a pagar por las promesas. Las que se hacen, a otros y a uno mismo, pero sobre todo las que nos vemos forzados a aceptar.
Y sin embargo, muchos insisten en que pasado el tiempo se ha domesticado, "academizado", dicen, en tono despectivo.
'Promesas del Este' no es una historia de terrores corporales, pero sí es una historia de terror, y de cuerpos, sin duda. Una historia de gente machacada, que no tienen salida, pero aguantan estoicamente todas y cada una de las situaciones que el hoy les trae, soñando por un mañana mejor.
No hay diferencia entre dos Cronenbergs.
De igual manera, en esta historia de repente, bajo la normalidad, surge una anomalía, un submundo de perdición, de almas descarriadas que no encuentran su sitio y pagan su lugar en otro con sangre.
Anna vive una existencia pacífica trayendo nueva vida al mundo en un hospital, y es en uno de esos raros casos de madrugada, una madre joven y sin referencias, dónde podrá atisbar, por primera vez, una sociedad que ella no había imaginado que existía hasta ahora.
Va a parar a un restaurante descrito en el diario de la madre, donde se encuentra al patrón, el tranquilo Seymon, en un ambiente familiar y cálido, tranquilamente cotidiano, agradablemente tranquilo.
Los verdaderos monstruos, los más terroríficos, casi nunca tienen un aspecto feroz, y así es como Seymon rápidamente establece un lazo de confianza con Anna. Uno suave y generoso, que sin embargo oculta una leve punzada envenenada, muy sutil para realmente preocuparse por ella.
También conoce al hijo de Seymon, Kirill, y Nikolai, el conductor y hombre de confianza de la familia, que esconde su gesto tranquilo más resignación de la que parece.
Son las formas clásicas las que envuelven 'Promesas del Este' y la transforman en un relato sobre la inevitabilidad lo que la hace aún más valiosa.
La sensación de 'crescendo' se va haciendo cada vez más patente a medida que Anna va enturbiando cada vez más su entorno y su familia con la sociedad rusa de Seymon, que tras una cara de respetabilidad esconde toda una saga familiar dedicada al negocio de las exportaciones ilegales, y personales.
Cuando Nikolai se ve forzado a tener sexo con una joven prostituta, y en sus ojos solo ve una niña tratando de sobrevivir, se ve cual es la verdadera cara del horror. No la de un anciano adinerado y con influencias, sino un rostro inocente que solo buscaba una vida mejor en las promesas que le concedían.
Como en las mejores historias sobre la inevitabilidad, todo el mundo acaba anhelando aquello que no puede tener.
Quizá sea el precio a pagar por las promesas. Las que se hacen, a otros y a uno mismo, pero sobre todo las que nos vemos forzados a aceptar.
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