The Wire (Bajo escucha)Serie
2002 

David Simon (Creador), Joe Chappelle ...
8.8
50,574
Serie de TV. Thriller. Drama
Serie de televisión (2002-2008). 5 temporadas. 60 episodios. Serie que sigue a lo largo de varias temporadas las investigaciones sobre drogas y asesinatos en la ciudad de Baltimore, en especial la de un grupo de policías contra una red de narcotraficantes dirigida por Avon Barksdale en el conflictivo barrio de Baltimore Oeste. La corrupción policial, las frágiles lealtades dentro de los cárteles y la miseria vinculada al narcotráfico ... [+]
5 de mayo de 2011
5 de mayo de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Necesitaría más espacio del que existe en Internet para expresar la naturaleza de un personaje como Bubbles. No es una serie de personajes, son toda una serie de personajes. Tardaría más que Galdós en escribir los Espisodios Nacionales que en describir las corruptelas de Clay Davis. Llevo mucho tiempo relamiéndome con las palabras que necesitaría este post. Qué se puede decir. Desde luego que “The Wire” no es una serie de entretenimiento y no sé si se podría decir con claridad que es arte.
Si hacer de lo particular algo universal es una de las grandes quimeras del cine, misión cumplida. Si hay que hacer de los créditos de inicio en una serie una carta de presentación brillante, no se puede hacer mejor. Las drogas, el periodismo, la política y el resto de pandemias y miserias varias del mundo occidental en una versión actualizada. A mi personalmente Frank Sobotka me ha recordado mucho a Felipe González y Tommy Carcetti a Zapatero, pero carcajadas aparte, eso es personal.
No hay cánones, no hay patrones, es lo que hay. Hay violencia y miseria. Hay calles, pero no son como las de Taxi Driver. Hay sindicatos, pero no es como la Ley del silencio. Es realismo, pero ni siquiera es social, es otra cosa. Esta no es una serie ni de sobresaltos, ni de finales en alto. Cada vez que llegan los títulos de crédito se sienta una cátedra que todavía no está en las universidades, pero si en las esquinas de Baltimore.
Como si esto fuera la presentación de un disco de Hip-hop, solo puedo decir que: me cago en la madre que parió a Scott Templeton por no respetar, y que grande eres Gus. Me quedo con Kima, con Carver y con Bunk. Aprecio el estilo de Avon y descorché un botella de cava a la salud de Stringer Bell. Quién coño necesita héroes cuando existe alguien como Omar Little. Te gusta el western, espera a ver el duelo con el hermano Mouzone. Huye a Nueva York o a Filadelfia, escóndete en el campo o emborráchate encima de un ataúd y sal a la calle a vomitar. Haz lo que quieras, y si quieres darte una vuelta por Baltimore pásate por “The Wire”, quizás al principio no lo tengas muy claro, pero descuida; que penetrará por todos tus poros.
Si hacer de lo particular algo universal es una de las grandes quimeras del cine, misión cumplida. Si hay que hacer de los créditos de inicio en una serie una carta de presentación brillante, no se puede hacer mejor. Las drogas, el periodismo, la política y el resto de pandemias y miserias varias del mundo occidental en una versión actualizada. A mi personalmente Frank Sobotka me ha recordado mucho a Felipe González y Tommy Carcetti a Zapatero, pero carcajadas aparte, eso es personal.
No hay cánones, no hay patrones, es lo que hay. Hay violencia y miseria. Hay calles, pero no son como las de Taxi Driver. Hay sindicatos, pero no es como la Ley del silencio. Es realismo, pero ni siquiera es social, es otra cosa. Esta no es una serie ni de sobresaltos, ni de finales en alto. Cada vez que llegan los títulos de crédito se sienta una cátedra que todavía no está en las universidades, pero si en las esquinas de Baltimore.
Como si esto fuera la presentación de un disco de Hip-hop, solo puedo decir que: me cago en la madre que parió a Scott Templeton por no respetar, y que grande eres Gus. Me quedo con Kima, con Carver y con Bunk. Aprecio el estilo de Avon y descorché un botella de cava a la salud de Stringer Bell. Quién coño necesita héroes cuando existe alguien como Omar Little. Te gusta el western, espera a ver el duelo con el hermano Mouzone. Huye a Nueva York o a Filadelfia, escóndete en el campo o emborráchate encima de un ataúd y sal a la calle a vomitar. Haz lo que quieras, y si quieres darte una vuelta por Baltimore pásate por “The Wire”, quizás al principio no lo tengas muy claro, pero descuida; que penetrará por todos tus poros.
2 de septiembre de 2009
2 de septiembre de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parafraseando a Ricky (West Bentley), el hijo del Conorel Frank Fitts (Chris Cooper), en American Beauty: "A veces hay tantísima belleza en el mundo que siento que no lo aguanto". Es lo que me ocurre con HBO. Después de ver Los Soprano crees que jamás verás algo mejor y entonces descubres SIX FEET UNDER. Entonces piensas y llegas a la conclusión de que no habrá serie capaz de alcanzar su nivel. Y entonces, para deleite de tus sentidos, das con The Wire. Llega a ti por casualidad. Sin prejuicios, sin criticas que enturbien tu opinión... Simplemente llega; cómo cuando pierdes tu virginidad. Y en tu interior das las gracias a la HBO y a su arriesgada apuesta de calidad y contundencia.
El repaso que esta maravilla de serie da a todos los estamentos de la sociedad es preciso, inteligente y sublime. No nos engañemos. The Wire dice todo lo que nadie quiere decir y muestra todo lo que no queremos ver. Y lo hace de una forma tan sutil y paciente que alcanza la perfección. En este caso deconstruye la ciudad y la sociedad de Baltimore, pero podría ser cualquier sitio.
The Wire adquiere dimensiones épicas. Muchos de sus personajes están al nivel de las grandes leyendas de la historia del cine: Stringer Bell, Ommar Little, Jimmy McNulty, Lester Freamon, Marlo Stanfield... Es como paladear western crepuscular; donde los buenos no lo son tanto y los malos no dejan de regalar lecciones de ética y moral envueltas en papel de violencia. Hay momentos de esta serie que no tienen nada que envidiarle a "Sin Perdón".
Como le dice Stringer Bell a Avon Barksdale, y en referencia a todo el caudal de calidad que nos ha ofrecido HBO con series de este calibre:
"We ain´t gotta dream no more, man"...
El repaso que esta maravilla de serie da a todos los estamentos de la sociedad es preciso, inteligente y sublime. No nos engañemos. The Wire dice todo lo que nadie quiere decir y muestra todo lo que no queremos ver. Y lo hace de una forma tan sutil y paciente que alcanza la perfección. En este caso deconstruye la ciudad y la sociedad de Baltimore, pero podría ser cualquier sitio.
The Wire adquiere dimensiones épicas. Muchos de sus personajes están al nivel de las grandes leyendas de la historia del cine: Stringer Bell, Ommar Little, Jimmy McNulty, Lester Freamon, Marlo Stanfield... Es como paladear western crepuscular; donde los buenos no lo son tanto y los malos no dejan de regalar lecciones de ética y moral envueltas en papel de violencia. Hay momentos de esta serie que no tienen nada que envidiarle a "Sin Perdón".
Como le dice Stringer Bell a Avon Barksdale, y en referencia a todo el caudal de calidad que nos ha ofrecido HBO con series de este calibre:
"We ain´t gotta dream no more, man"...
6 de noviembre de 2010
6 de noviembre de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Señores, Señoras, Damas, Caballeros,
el buen arte ha perdido todo el prestigio. Recuerden a Homero, el gran poeta, que para los griegos era poco menos que un dios. Había un escritor, ya a caballo de los siglos XIX y XX, que decía que una buena novela es aquella que tiene una responsabilidad para con la vida. Que si una novela no conecta de manera inextricable con eso que borbotea ahí fuera, que se siente, pero no se ve, no vale para nada. Henry James hablaba de la novela, pero supongo que estaría de acuerdo, si viviera hoy en día, que para el cine o la ficción en televisión, es más de lo mismo.
Y, señores, señoras, damas, caballeros, en estos días en que consumir cultura es un pasatiempo más, no importa mucho, no demasiado, como todo ahora, nada es demasiado importante, en estos días en los que uno se puede echar a temblar cuando oye el término "cultura" o "artista" lanzado al aire con un chirriante orgullo, desde una institución pública o una tertulia de la televisión, en estos días uno puede perder la fe.
Pues bien, llegan estas series de televisión (y quién creía que la televisión iba a dar algo bueno) llamadas The Sopranos, Mad Men, The Wire... hacen que nos olvidemos del cine y le dan algo de esperanza a un servidor. Vuelve la vida, la tensión entres naturalezas, y se acercan, señores, señoras, damas, caballeros, pueden oler ese aroma a sienes sudadas, rostros difíciles, calamitoso libre albedrío... Pero sobre todo, les digo, que lo que van a oler es respeto. Es responsabilidad. Es no confomarse con un esperpento amanerado, es no conformarse con un retrato maniqueo, ni con una visión superficial. Ahí está nuestro gran mal, o así lo cree el que escribe estas líneas. La superficialidad. Va ser ella lo que va a acabar con nosotros.
No es fácil. Ahondar en cada situación, en cada personaje, no es fácil. Pero no debemos rendirnos. La voluntad y el talento pueden hacerlo. "The Wire" lo ha hecho (otras lo han hecho también). Ergo, es posible.
Y es The Wire que recupera esa voluntad que me recuerda a los Dostoievski y compañía, cuando cortaban bisturí en mano la realidad de su mundo. Cada personaje un mundo, cada ciudad, un universo...
el buen arte ha perdido todo el prestigio. Recuerden a Homero, el gran poeta, que para los griegos era poco menos que un dios. Había un escritor, ya a caballo de los siglos XIX y XX, que decía que una buena novela es aquella que tiene una responsabilidad para con la vida. Que si una novela no conecta de manera inextricable con eso que borbotea ahí fuera, que se siente, pero no se ve, no vale para nada. Henry James hablaba de la novela, pero supongo que estaría de acuerdo, si viviera hoy en día, que para el cine o la ficción en televisión, es más de lo mismo.
Y, señores, señoras, damas, caballeros, en estos días en que consumir cultura es un pasatiempo más, no importa mucho, no demasiado, como todo ahora, nada es demasiado importante, en estos días en los que uno se puede echar a temblar cuando oye el término "cultura" o "artista" lanzado al aire con un chirriante orgullo, desde una institución pública o una tertulia de la televisión, en estos días uno puede perder la fe.
Pues bien, llegan estas series de televisión (y quién creía que la televisión iba a dar algo bueno) llamadas The Sopranos, Mad Men, The Wire... hacen que nos olvidemos del cine y le dan algo de esperanza a un servidor. Vuelve la vida, la tensión entres naturalezas, y se acercan, señores, señoras, damas, caballeros, pueden oler ese aroma a sienes sudadas, rostros difíciles, calamitoso libre albedrío... Pero sobre todo, les digo, que lo que van a oler es respeto. Es responsabilidad. Es no confomarse con un esperpento amanerado, es no conformarse con un retrato maniqueo, ni con una visión superficial. Ahí está nuestro gran mal, o así lo cree el que escribe estas líneas. La superficialidad. Va ser ella lo que va a acabar con nosotros.
No es fácil. Ahondar en cada situación, en cada personaje, no es fácil. Pero no debemos rendirnos. La voluntad y el talento pueden hacerlo. "The Wire" lo ha hecho (otras lo han hecho también). Ergo, es posible.
Y es The Wire que recupera esa voluntad que me recuerda a los Dostoievski y compañía, cuando cortaban bisturí en mano la realidad de su mundo. Cada personaje un mundo, cada ciudad, un universo...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Seguiría aquí en el spoiler durante horas, pero quizás no es lo mejor. No es necesario apuntar personajes como Omar, que es ese negro que siempre sale de entre las sombras de algún callejón para imponer su personalísima moral con sus personalísimos métodos, o como McNulty, ese idealista, perdedor, egoísta, transgresor, alcohólico, y apenas llego si llego a penas. No, no es necesario.
Quizás lo mejor, señores, señoras, damas y caballeros, es que la vean. Sólo eso. Que cada uno descubra lo que tenga que descubrir, y de que algo van a encontrar un servidor está seguro, porque estás obras de arte son así, a ratos te carcomen por dentro, a ratos te hacen reír o llorar, y, cuando no te has dado ni cuenta, te descubren algo que no sabías. Algo que está muy profundo, muy olvidado, pero que es tan de cada uno como la vida misma.
Quizás lo mejor, señores, señoras, damas y caballeros, es que la vean. Sólo eso. Que cada uno descubra lo que tenga que descubrir, y de que algo van a encontrar un servidor está seguro, porque estás obras de arte son así, a ratos te carcomen por dentro, a ratos te hacen reír o llorar, y, cuando no te has dado ni cuenta, te descubren algo que no sabías. Algo que está muy profundo, muy olvidado, pero que es tan de cada uno como la vida misma.
17 de noviembre de 2010
17 de noviembre de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que no esperaba tanto de la serie, pero ya me enganchó desde el primer capítulo. Cuando recuerdo haberla visto me viene la lágrima al ojo, es nostalgia de que haya terminado y saber que no volveré a ver nada igual jamás. No sobra ni una gota de sangre, ni un gramo de cal para Snoop y Chris.
12 de junio de 2011
12 de junio de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil hacer una crítica sobre "the wire", es más bien imposible, no solo por toda la complejidad que tiene, si no también por sus implicaciones en cuanto a "TODO" lo que nos rodea, y si eres americano o mejor aún vives en Baltimore "Ni te cuento".
Llegué a ella a través de su "inflada" nota en FA y después de ver el primer episodio piensas. ¡Pues no es para tanto!, pero si eres un poco más curioso y esperas a ver como se desarrollan los acontecimientos descubres porque está en ese merecidísimo lugar. (se echa de menos el 11 en puntuación).
Acabas conociendo y reconociendo a Bubbles, McNulty, Bunk, Pres, String, Marlo por citar algunos como miembros de tu vida diaria, se hace necesaria cada día tu "dosis" de the wire.
Supongo que ahora que la he acabado experimentaré los rigores de la abstinencia.
No pienso contar nada más ni comentar más, este comentario es simplemente una catarsis necesaria para mi.
¡Es "La serie" que debes ver antes de morir!. el resto están por debajo.
Llegué a ella a través de su "inflada" nota en FA y después de ver el primer episodio piensas. ¡Pues no es para tanto!, pero si eres un poco más curioso y esperas a ver como se desarrollan los acontecimientos descubres porque está en ese merecidísimo lugar. (se echa de menos el 11 en puntuación).
Acabas conociendo y reconociendo a Bubbles, McNulty, Bunk, Pres, String, Marlo por citar algunos como miembros de tu vida diaria, se hace necesaria cada día tu "dosis" de the wire.
Supongo que ahora que la he acabado experimentaré los rigores de la abstinencia.
No pienso contar nada más ni comentar más, este comentario es simplemente una catarsis necesaria para mi.
¡Es "La serie" que debes ver antes de morir!. el resto están por debajo.
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