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Zoolander: Un descerebrado de moda

Comedia Derek Zoolander (Stiller) ha sido el modelo masculino más cotizado durante los últimos tres años. La noche de la gala que podría suponer su cuarta corona, el galardón se lo lleva un nuevo modelo llamado Hansel (Wilson). Derek queda en entredicho y como un idiota, y decide retirarse. Sin embargo, un prestigioso diseñador le pide que desfile para él. (FILMAFFINITY)
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7
11 de agosto de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zoolander es una parodia del mundo de la moda con altas dosis de exageración y sátira. En ella nos encontramos a un súper modelo, Derek Zoolander (Ben Stiller), que retrata al más descerebrado ejemplar de este gremio. Para la película también se ha creado un mundillo igualmente sin sentido, con unos personajes que cabalgan entre lo necio y lo irreal, en medio de una trama completamente absurda e irracional.

Todos estos ingredientes son más que suficientes para crear una película sin mensaje ni significado, que provoque más rechazo que aplausos y que fácilmente caiga en el olvido con el paso de los días... pues por increíble que parezca, este no es el caso de Zoolander.

Nos encontramos ante una serie de personajes superficiales, más preocupados por romperse una uña que por cualquier otro tipo de problema del mundo real, y en detalles como este es donde reside la gracia de la película. Ben Stiller, además de dirigir esta comedia apropiadamente, consigue interpretar a este arquetipo del mundo de la moda de forma muy oportuna, dotándole de unos gestos y movimientos muy distintos de cualquier personaje anterior en el que haya trabajado. En el otro rincón nos encontramos a un Owen Wilson que actúa como el modelo rival de Zoolander, Hansel, realizando un decente trabajo mas no a la altura de su compañero de reparto. El actor de melena rubia y singular nariz vive un poco encasillado en los mismos gestos y registros. Completan el reparto el polifacético Will Ferrell como el malvado diseñador Mugatu, y múltiples cameos como Lenny Kravitz, Fred Durst (Limp Bizkit), Winona Ryder o Paris Hilton.

Lo más destacable el filme, se centra en la sátira que realiza del mundo de la moda y de los modelos en particular, a los que retrata como seres casi vacíos emocionalmente, incapaces de empatizar con nada que no sea su peinado o su ropa. La crítica hacia las empresas que se aprovechan de las leyes laborales de países tercermundistas, en los que pueden ejercer una explotación de trabajadores sin demasiadas barreras legales también será una constante en el filme.

En definitiva, Zoolander es una comedia bastante apta para pasar un buen rato, repleta de gags humorísticos para todos los públicos y un argumento que a pesar de partir de lo absurdo y desarrollarse plenamente en ello, consigue guiarnos a través de una experiencia cómica original, fresca y divertida.
8
11 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es prácticamente imposible hablar con objetividad de esta película. En general, porque hablar de cine intentando ser objetivo ya es difícil de por sí. Y si se trata de comedias, resulta todavía más complicado ya que no hay nada más subjetivo que el humor. Pero aun teniendo en cuenta todo esto, Zoolander es un espécimen único y tremendamente polarizador. Es una de esas cintas que te encanta o la odias. Y no hay término medio posible.

Y lo mío con ella fue un flechazo.

No me malinterpretéis, ya sé lo mala que es. De verdad, no hace falta que me lo recordéis. Ya sé que, en el fondo, Zoolander no deja de ser una batería de chistes jodidos lanzados uno detrás de otro con mayor o menor fortuna durante hora y media, que la trama no tiene ningún tipo de sentido, que la sátira que plantea se queda a medio gas y la sutileza brilla por su ausencia. Resulta dolorosamente evidente que toda la premisa no es más que una excusa para que Ben Stiller, Owen Wilson, Will Ferrell, Christine Taylor y un desfile interminable de cameos se lo pasen en grande durante el rodaje.

Y aun así...

Por algún extraño motivo, soy absolutamente incapaz de no gozar de cada maldito segundo de este montón de basura. Algo bueno tendrá.

Quizá sea por lo absurdamente bien que dirige Ben Stiller, por la enorme colección de temazos ochenteros repartidos en su banda sonora, todas las frases estúpidamente divertidas escritas en ese guión, esa estética de cómic en acción real en el que todo puede pasar, esos chascarrillos cargados de mala baba sobre la superficialidad del mundo de la moda y el daño que suele provocar, todas esas escenas que provocan carcajadas de pura incredulidad —el momento musical en la gasolinera, Zoolander parando un shuriken, el duelo de moda clandestino con David Bowie de juez— o, en general, todo lo que rodee al personaje de Mugatu.

O quizá sea sólo cosa mía.

Pero resulta curioso como, independientemente de que le haya gustado o no, casi cualquier persona que haya visto esta película la recuerda como si lo hubiera hecho ayer. La consideren una joya infravalorada o la peor bazofia parida por el cine norteamericano, todo el mundo recuerda, como mínimo, alguna frase, algún personaje, alguna escena...

Algo tendrá. O no.

Al igual que ocurrió con otras películas como Anchorman o Wet Hot American Summer —casualmente, estrenadas más o menos durante el mismo periodo de tiempo—, pese a haberse labrado cierto estatus de película de culto y conseguir una secuela tardía, en su momento Zoolander fue absolutamente defenestrada por público y crítica.

No es la primera vez que le pasa algo así a Ben Stiller, que años atrás ya estuvo a punto de cargarse la carrera de Jim Carrey en —la, por otro lado, también interesante e infravalorada— The Cable Guy. Será su manía por arriesgar, será que su marcado estilo personal como director no termina de ser tan accesible para el gran público como cuando se somete bajo las órdenes de directores mucho más convencionales, será su absurda tendencia de rodar las comedias más caras de la historia.

En cualquier caso, lo único que puedo hacer desde aquí es recomendaros que le deis una oportunidad a este pequeño clásico de la mierda. En el peor de los casos se os pasará rápido: es corta, es rápida y va al grano. Pero si conectáis con su sentido del humor marciano, lo más posible es que se convierta en una de vuestras películas favoritas.

Aunque luego no sepáis explicar por qué.

Aunque luego no os atreváis a decirlo en voz alta.

Crítica original: http://www.criticronico.com/2016/02/zoolander.html
5
16 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sentimiento de rechazo es lo que provoca ver el look de sus protagonistas, conocer la trama de la película o simplemente leer el desafortunado título español, algo lógico y comprensible. Pero si uno se atreve a desfilar por esta parodia sobre moda, descubre que su crítica irónica de este singular mundillo tiene cierta gracia, y aunque te esfuerces en evitarlo, es capaz de arrancarte más de una risa, objetivo prioritario que debe cumplir cualquier comedia. Aún así cae en chistes soeces e infantiles que intentan compensar con una comitiva de famosos haciendo breves cameos que permiten disfrutar y divertirse mínimamente de un producto estrafalario y absurdo como pocos.

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8
6 de febrero de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida e hilarante comedia. La mejor parodia sobre el mundo de la moda realizada hasta la fecha. Sucesión de gas tan geniales como absurdos. Una película que claramente va de más a menos, pero aún así resulta brillante.
Eso sí, la mirada acero azul no es para escrupulosos. Los que tengan mal rollo que giren hacia la izquierda.
7
3 de marzo de 2025 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué puedo decir que no se haya dicho de Zoolander? Ben Stiller creó una obra completamente personal y única. Tan personal es que la cinta fue dirigida, producida, escrita y protagonizada por el propio Ben Stiller, es decir, cine de autor puro y duro. El mundo de Zoolander está lleno de personajes y situaciones completamente desquiciadas, desde el propio Derek hasta Mugatu interpretado por Will Ferrell. Mucha gente puede considerar a Zoolander como una simple estúpida comedia del montón, pero esta cinta esconde mucho más allá de sus chistes.

Debajo de esa superficialidad, se esconde una divertida sátira no sólo parodia al mundo de la moda, sino a la cultura de la época y a el comportamiento tan superficial (irónico) que tienen muchas personas famosas. La historia sobre la caída y el auge de Derek Zoolander es una divertidísima comedia llena de momentos muy difíciles de olvidar, como la escena de la mina, la del modelo de muñeca o la de la maqueta. Momentos que han perdurado hasta nuestros días, todo gracias a los memes surgidos en internet. Gracias a estos, la película ha ido ganando popularidad con el paso de los años y muchos seguidores, entre los cuales yo me incluyo.

Es increíble que el señor Stiller se le ocurriera una cinta tan alocada y original como Zoolander, ya que películas como esta a día de hoy ya no se ven, y en una época en el que casi toda la comedia es barata y poco imaginativa, un film como este no vendría mal en estos tiempos. Es una pena que Stiller no haya vuelto a dirigir películas después de fracasar con la secuela de Zoolander. A lo mejor algún día regresará por todo lo alto, pero mientras esperaremos pacientemente rememorando este clásico de la comedia moderna.
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