Interesante y divertida película de Ben Stiller sumamente graciosa, creada de lo absurdo. Es una critica muy llamativa al mundo de la moda, que es simplemente materialista.

El argumento es pobre pero suficiente; Desmoralizado por el final de su carrera en el mundo de la moda, Derek termina siendo contratado por un diseñador, que pretende asesinar a un político extranjero.

Grandes dosis de un humor absurdo, Ejemplos: los protagonistas tratan de sacar información de la computadora, en la gasolinera jugando con la nafta, el duelo en la pasarela entre los top model, la vuelta a su hogar de Derek y el rechazo de su padre, etc. Todo eso momentos la hacen una película interesante para ver y entretenerse.

Tiene sus ideas interesantes, pero en el fondo se trata de una comedia alocada y del absurdo que aporta muy poco a la historia del cine. Pero eso sí, tiene algunos gags buenísimos, y Ben Stiller, que hace doblete al ser también director, se encuentra en su salsa, secundado muy bien por la "vieja guardia" cómica hollywoodiense: Wilson, Ferrell, Vince Vaught..
En definitiva, no es gran cosa, pero esta gente siempre cumple su meta: hacer reír.

...porque se ve que el tipo cae en gracia. Lo que probablemente sería calificado como un bodrio infumable de protagonizarlo otro actor es comedia de culto cuando la dirige y protagoniza el artífice de Tropic Thunder. A mi el tipo ni me va ni me viene, ni le encuentro tan desternillante como otra gente ni tampoco niego que pueda tener cierto carisma, especialmente en Noche en el museo y Los padres de ella. La verdad es que aquí sí le encuentro un tanto insoportable porque encarna a un personaje caricaturizado en extremo repitiendo continuamente la misma mueca que termina por hacerse un poco irritante. Supongo que la razón por la que apruebo la película es porque, al igual que Tropic Thunder, la película tiene un poco de ironía y no se basa exclusivamente en la sal gruesa, al menos no todo el tiempo.

Sin embargo en ambas películas me parece que Stiller limita su sarcasmo a ideas puntuales que aparecen en el argumento y luego lo adorna con gags más bien simplones y reiterativos. En este caso es mucho más acuciado que en la parodia de corte bélico. Si realmente quiere ser satírico debería más bien concentrarse en los aspectos punzantes de la trama y dejar las erecciones, los calzoncillos y las risas tontas con su amigote Owen Wilson en un segundo plano. Además no creo que para ser absurdo o reirse del mundo de la moda sea necesario ser grotesco u hortera en la puesta en escena. Hay secuencias que son dignas de Spy Kids 3D en cuanto a su "atractivo" visual.

Por tanto tampoco puedo aplaudir, como algunos, la "falta de pretensiones" de Stiller, pues no estoy seguro de que no las tenga. Espero que algún día esas pretensiones prosperen en un producto que tenga cierta narrativa, personajes y humor. Si quieres hacer una comedia sin narrativa ni personajes es mejor hacer algo al estilo de los hermanos Zucker. En cuanto a lo del humor indudablemente lo hay en Tropic Thunder y aquí también en algunos momentos, pero también veo mucho relleno en ambas. Momentos de acción supuestamente paródica o montajes musicales sin demasiados gags rellenan metraje y también algunas escenas que son más delirantes y extrañas que verdaderamente graciosas.

Un top model en horas bajas es elegido por una mafia de diseñadores para asesinar al primer ministro de Malasia, que ha prometido acabar con la explotación textil.

Ben Stiller dirige y protagoniza esta sátira sobre el fenómeno de la moda, haciendo gala de un humor antes bufo que ácido. El desfile de cameos que adorna el metraje va desde Donald Trump hasta Paris Hilton, de Lenny Kravitz a David Bowie.



"En el centro Derek Zoolander para niños que no saben leer chachi y que también quieren hacer chachi otras cosas, enseñamos que hay algo más en la vida que ser tremenda y rematadamente guapo."

El actor Ben Stiller, protagonista de un buen puñado de comedias, se sitúa en esta ocasión a los dos lados de la cámara para contarnos una hilarante película ambientada en el mundo de la moda.

Derek Zoolander (interpretado por el propio Stiller), un modelo masculino acostumbrado al éxito, se encuentra con un duro oponente, Hansel (Owen Wilson), que le hará bajar a la tierra. Stiller destila risas, pero sobretodo mucha ironía y mala baba al retratar un mundo general dedicado permanentemente a dar una falsa imagen de sí mismos.

El film no está orientado únicamente a los modelos masculinos, sino al mundo de la moda en general. De hecho, el ambientar la película en el mundo de los modelos masculinos no es más que otra parodia del particular universo de la costura. A la hilarante y al mismo tiempo absurda historia, le beneficia sobretodo la buena química entre los dos protagonistas, los cuales en lugar de intentar robarse planos se complementan a la perfección, beneficiando al resultado final del film. Sátira feroz, comedia inteligente son unos ingredientes que hacen de esta película una muy buena comedia.