Mad MenSerie
2007 

Matthew Weiner (Creador), Phil Abraham ...
7.9
34,902
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2007-2015). 7 temporadas. 92 episodios. Aclamada serie dramática que narra los comienzos de una de las más prestigiosas agencias de publicidad de los años sesenta, y centrada en uno de los más misteriosos ejecutivos de la firma, Donald Draper, un hombre con un gran talento. "Mad Men" es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era ... [+]
19 de octubre de 2017
19 de octubre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aparte de lo que ya han dicho todos y con razón sobre vestuario, fotografía, reparto, etc , solo decir que parece un poco superficial al principio, (supongo que intencionadamente), pero poco a poco descubres que conoces tanto a cada personaje que acaban pareciéndote reales. Es la única serie en la que he llorado por algo que le pasa a un personaje que me encantaba y al que le había cogido cariño de verdad. Al final trata temas muy serios pero con humor y belleza. Cuando termina, sientes que te falta algo...
Una maravilla.
El "casi" es por Jhon Hamm, que aunque está más bueno que un "hamm-on" de jabugo, tiene más o menos 3 caras diferentes que va alternando según lo que requiere la escena. Concretamente me cansaba su cara de hámster enfadado.
Una maravilla.
El "casi" es por Jhon Hamm, que aunque está más bueno que un "hamm-on" de jabugo, tiene más o menos 3 caras diferentes que va alternando según lo que requiere la escena. Concretamente me cansaba su cara de hámster enfadado.
16 de febrero de 2018
16 de febrero de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no le doy la máxima nota a Mad Men es porque creo que debería haber acabado una o dos temporadas antes y porque fue un grave error irse desprendiendo del personaje de Betty Draper (luego Francis).
Pero esto no es impedimento para reconocer que Mad Men fue una seriaza. En su ambientación, en su guión, en su descripción de relaciones profesionales y personales, y en la admirable tarea de hacer cercanos y simpáticos a una serie de personajes que no tenían nada de admirable. Los hombres, si lo analizamos fríamente (sobre todo Don y Roger) eran todos o casi todos infieles por naturaleza, insensibles y bastante malintencionados. Las mujeres eran ambiciosas, niñatas o pazguatas. Lo bueno era descubrir después lo que había tras esa fachada: la honradez de Don, el interés de Roger por Joan, la propia fortaleza y dignidad de Joan, el ascenso social y personal de Peggy, lo mucho que aguantó Betty (un personaje muy odiado que a mí siempre me gustó; de hecho, para mí la serie perdió mucho interés cuando dejó de tener tramas con Don). Además, enganchaba cosa mala y tenía buen ritmo. Los actores hicieron un trabajo estupendo, sobre todo Jon Hamm, Elisabeth Moss, January Jones y Vincent Kartheiser, aunque Christina Hendricks también ofreció momentos de mucha brillantez, sobre todo en la relación de Joan con su marido.
Un placer haber acompañado durante años a los empleados de Sterling Cooper.
Pero esto no es impedimento para reconocer que Mad Men fue una seriaza. En su ambientación, en su guión, en su descripción de relaciones profesionales y personales, y en la admirable tarea de hacer cercanos y simpáticos a una serie de personajes que no tenían nada de admirable. Los hombres, si lo analizamos fríamente (sobre todo Don y Roger) eran todos o casi todos infieles por naturaleza, insensibles y bastante malintencionados. Las mujeres eran ambiciosas, niñatas o pazguatas. Lo bueno era descubrir después lo que había tras esa fachada: la honradez de Don, el interés de Roger por Joan, la propia fortaleza y dignidad de Joan, el ascenso social y personal de Peggy, lo mucho que aguantó Betty (un personaje muy odiado que a mí siempre me gustó; de hecho, para mí la serie perdió mucho interés cuando dejó de tener tramas con Don). Además, enganchaba cosa mala y tenía buen ritmo. Los actores hicieron un trabajo estupendo, sobre todo Jon Hamm, Elisabeth Moss, January Jones y Vincent Kartheiser, aunque Christina Hendricks también ofreció momentos de mucha brillantez, sobre todo en la relación de Joan con su marido.
Un placer haber acompañado durante años a los empleados de Sterling Cooper.
7 de abril de 2020
7 de abril de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dar la máxima nota a una película o serie siempre puede parecer exagerado. Piensas "con un 9 basta, ya estoy diciendo que es una maravilla". Para mi, Mad Men es perfecta. No creo que le falte ni le sobre nada para llegar a la excelencia. Conforme se van sucediendo los capítulos y las temporadas, uno se va acomodando en la genialidad y deja de apreciar el lujo que es cada secuencia, cada plano, cada gesto, los decorados, la ropa, los más mínimos detalles, cuidados hasta la extenuación...
Mucha gente me dijo que la abandonó en la 4ª o 5ª temporada por aburrimiento y lentitud. Lo siento, pero no puedo aceptarlo. Es cierto que la serie no ofrece giros inesperados ni finales angustiosos, como para necesitar ver el siguiente capítulo, cual chute de adrenalina. A cambio, nos ofrece un retrato excelso de una sociedad y una época, en un gremio muy particular como son las agencias de publicidad. Y lo hace descubriendo a la perfección todas y cada una de las grietas sociales imaginables, en torno al clasismo, el racismo, la xenofobia, el ansia de poder, el lujo desmesurado, el machismo imperante a todos los niveles, la egolatría, el narcisismo y, sobretodo, la soledad. Detrás de cada uno de los exitosos individuos de Mad Men hay un hombre o una mujer frustrados, inseguros y dependientes (del alcohol, el sexo, el cigarrillo la fama y el dinero). Podríamos analizar a todos y cada uno de esos excelentes personajes, pero el conjunto de características mencionadas anteriormente, se presentan de forma clara en el colosal Donald Draper, un personaje que, a pesar de la multitud de defectos e imperfecciones que puede presentar su personalidad egocéntrica y presuntuosa, es un imán, es atractivo y atrapa al espectador.
En definitiva, solo puedo decir que Mad Men es una obra maestra para ser degustada lentamente y disfrutar el regusto que queda tras ello.
Mucha gente me dijo que la abandonó en la 4ª o 5ª temporada por aburrimiento y lentitud. Lo siento, pero no puedo aceptarlo. Es cierto que la serie no ofrece giros inesperados ni finales angustiosos, como para necesitar ver el siguiente capítulo, cual chute de adrenalina. A cambio, nos ofrece un retrato excelso de una sociedad y una época, en un gremio muy particular como son las agencias de publicidad. Y lo hace descubriendo a la perfección todas y cada una de las grietas sociales imaginables, en torno al clasismo, el racismo, la xenofobia, el ansia de poder, el lujo desmesurado, el machismo imperante a todos los niveles, la egolatría, el narcisismo y, sobretodo, la soledad. Detrás de cada uno de los exitosos individuos de Mad Men hay un hombre o una mujer frustrados, inseguros y dependientes (del alcohol, el sexo, el cigarrillo la fama y el dinero). Podríamos analizar a todos y cada uno de esos excelentes personajes, pero el conjunto de características mencionadas anteriormente, se presentan de forma clara en el colosal Donald Draper, un personaje que, a pesar de la multitud de defectos e imperfecciones que puede presentar su personalidad egocéntrica y presuntuosa, es un imán, es atractivo y atrapa al espectador.
En definitiva, solo puedo decir que Mad Men es una obra maestra para ser degustada lentamente y disfrutar el regusto que queda tras ello.
25 de julio de 2020
25 de julio de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que muchos asociemos una serie con el confinamiento reciente que hemos sufrido. La mía es Mad Men, y por eso le voy a guardar siempre un especial cariño, al permitirme evadirme de la situación con cada capítulo. Meterme en una de esas camisas blancas a estrenar del cajón del despacho, el traje y la corbata, el pelo engominado y a ver como un día más Don Draper se come el mundo... O ese día le toca salir a Dick y el mundo se lo come a él. Inmenso su personaje, icónico. El resto de principales también están a gran altura, mención especial a Roger, que habría sido de Don sin él, y que grandes momentos da a la serie. Y Betty, y Campbell, y Peggy...
Excelente también la puesta en escena, la ambientación de la época. Aunque aquí me llamó la atención, la mujer aún subestimada en el ámbito laboral pero lo liberada (en comparación) que la presentan en el sexual.También me parece excesivo el atractivo con el que caracterizan a Don, liga más que una sueca en el Benidorm de esa época.
Respecto al final y su polémica, a mi me ha gustado, aunque el final de un par de personajes esta cogido con pinzas.
Para acabar diré que es una serie para ver con tiempo, y poder degustar sin prisa esos capítulos en los que "no pasa nada".
Excelente también la puesta en escena, la ambientación de la época. Aunque aquí me llamó la atención, la mujer aún subestimada en el ámbito laboral pero lo liberada (en comparación) que la presentan en el sexual.También me parece excesivo el atractivo con el que caracterizan a Don, liga más que una sueca en el Benidorm de esa época.
Respecto al final y su polémica, a mi me ha gustado, aunque el final de un par de personajes esta cogido con pinzas.
Para acabar diré que es una serie para ver con tiempo, y poder degustar sin prisa esos capítulos en los que "no pasa nada".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final de Peggy y el barbas no se lo traga nadie.
26 de septiembre de 2022
26 de septiembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una maravilla de serie por completo. Absoluto cuidado en todos sus detalles. Hasta la música es elegida en cada capítulo cuidando que corresponda con el año que se representa. Es verdad que parece que se rodó en la época que representa.
La serie nos mete de lleno en la década de los sesenta. Nos mete en las costumbres del día a día en una oficina de una agencia de publicidad , en como se vivía en aquella época y no tenemos, después de ver cada capitulo, la más mínima duda de que así era como vivían los americanos en esa prodigiosa década. Y también nos cuenta lo mal que adaptan los protagonistas ,luego, a los cambios de la convulsa década de los setenta.
El casting es perfecto. Ni uno sólo de los actores desentona. Es más, nos cuesta verlos después, en otras películas, de lo bien que encajan en la serie.
La serie nos mete de lleno en la década de los sesenta. Nos mete en las costumbres del día a día en una oficina de una agencia de publicidad , en como se vivía en aquella época y no tenemos, después de ver cada capitulo, la más mínima duda de que así era como vivían los americanos en esa prodigiosa década. Y también nos cuenta lo mal que adaptan los protagonistas ,luego, a los cambios de la convulsa década de los setenta.
El casting es perfecto. Ni uno sólo de los actores desentona. Es más, nos cuesta verlos después, en otras películas, de lo bien que encajan en la serie.
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