Hellraiser, puerta al infierno
6.2
13,216
Terror. Fantástico
Frank Cotton, un hombre joven, violento y ambicioso de experiencias personales adquiere una caja china procedente de un bazar oriental y dotada de poderes. Según antiguas leyendas, es una especie de puerta a seres de otra dimensión. Al abrirla, Cotton convoca a estas criaturas procedentes de un infierno fantástico, pero estas selo le inflingirán tormentos hasta acabar con él. Veinte años después, dos nuevos inquilinos se instalan en la ... [+]
28 de junio de 2015
28 de junio de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con los clásicos siempre puede haber la posibilidad de que su leyenda no parezca nada del otro mundo e, incluso, te parezca un timo mayúsculo. Este es uno de esos casos, donde la leyenda de 'mito del género de terror' queda en evidencia (siempre, bajo opinión personal).
La historia de 'Hellraiser (los que traen el infierno)' era atractiva, un hombre que abre una caja y que caerá en las peores torturas que una persona pueda sufrir. Y el personaje de Pinhead ha quedado como uno de los iconos del género; pero hay que decir la verdad, este largometraje es, a grandes rasgos, una tortura mayor que la que sufren los personajes.
La presentación no está mal, tiene misterio y parte de las imágenes grotescas que se esperan ver. A partir de ahí, la obra se difumina. Quedan pinceladas de buen trabajo con los efectos especiales, la música y el rodaje de alguna escena; sin embargo, el terror no está y las imágenes perturbadoras no son para tanto, y cuando una película de terror no causa terror y apenas inquietud, algo grave pasa.
Si que hay que reconocer el buen trabajo de caracterización de los cenobitas, y algún ser que aparece por ahí.
A grandes rasgos, esta película utiliza una fórmula ya vista -y mejor aplicada- como en 'La noche de Halloween', y lo peor de todo es que no aguanta el tipo ni un asalto. Al final quedé en indiferencia, que es lo peor que le puede pasar a una película cuyo objetivo es hacer pasar un mal rato a los espectadores.
Y, por lo que parece, las secuelas son aún peores...
La historia de 'Hellraiser (los que traen el infierno)' era atractiva, un hombre que abre una caja y que caerá en las peores torturas que una persona pueda sufrir. Y el personaje de Pinhead ha quedado como uno de los iconos del género; pero hay que decir la verdad, este largometraje es, a grandes rasgos, una tortura mayor que la que sufren los personajes.
La presentación no está mal, tiene misterio y parte de las imágenes grotescas que se esperan ver. A partir de ahí, la obra se difumina. Quedan pinceladas de buen trabajo con los efectos especiales, la música y el rodaje de alguna escena; sin embargo, el terror no está y las imágenes perturbadoras no son para tanto, y cuando una película de terror no causa terror y apenas inquietud, algo grave pasa.
Si que hay que reconocer el buen trabajo de caracterización de los cenobitas, y algún ser que aparece por ahí.
A grandes rasgos, esta película utiliza una fórmula ya vista -y mejor aplicada- como en 'La noche de Halloween', y lo peor de todo es que no aguanta el tipo ni un asalto. Al final quedé en indiferencia, que es lo peor que le puede pasar a una película cuyo objetivo es hacer pasar un mal rato a los espectadores.
Y, por lo que parece, las secuelas son aún peores...
18 de julio de 2022
18 de julio de 2022
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento no da mucho de sí, lo veo demasiado simple, pierde muy pronto toda la gracia y no engancha demasiado. En realidad lo veo una tontería. Por tanto ni tensión ni miedo ni angustia ni nada, solo un sopor moderado que culmina en aborrecimiento cuando a la hora de metraje el caballero del cartel sale con amenazas y peticiones estrafalarias. Es una película que tendría que haber visto con diez u once años, de ese modo guardaría un recuerdo al menos pasable.
22 de noviembre de 2009
22 de noviembre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante debut el del señor Clive Barker, el escritor más retorcito que conozco. Los cenobitas son lo máximo y el cuento de la caja-cubo tiene pase. Ahora:
Es muy negativo poner escenas prolongadas (como la del inicio) llenas de vísceras y piel desgarrada de forma incoherente y que se haga tanto esperar la explicación de lo que ocurre (el espectador medio se sentiría con ganas de dejar el film a medio camino) sabemos que algo raro ocurre con la cajita pero... cuando aparece el asesino descompuesto no da miedo, bien hecho está pero no más...
Y los cenobitas no tienen protagonismo hasta la siguiente película. Bien, el halo de misterio y eso está bien pero en resumidas cuentas esperaba algo más, sobre todo de Pinhead que ha ganado un montón de popularidad.
Es muy negativo poner escenas prolongadas (como la del inicio) llenas de vísceras y piel desgarrada de forma incoherente y que se haga tanto esperar la explicación de lo que ocurre (el espectador medio se sentiría con ganas de dejar el film a medio camino) sabemos que algo raro ocurre con la cajita pero... cuando aparece el asesino descompuesto no da miedo, bien hecho está pero no más...
Y los cenobitas no tienen protagonismo hasta la siguiente película. Bien, el halo de misterio y eso está bien pero en resumidas cuentas esperaba algo más, sobre todo de Pinhead que ha ganado un montón de popularidad.
26 de abril de 2010
26 de abril de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante un clásico del género de terror, por lo que esta película merece todo mi respeto. Clive Barker logra dotar de intriga y ganas por saber que pasara a parte de las “escenas gore” atrevidas para la época. La estética está muy conseguida y las interpretaciones son bastante buenas. Creo que es digna de ver.
2 de agosto de 2012
2 de agosto de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hellraiser es una película de culto. Terror metafísico, dicen los que saben. Otros hablan de su calidad visual. A mí, personalmente, no me parece gran cosa.
Clive Barker dirige la película y escribe el guion que adapta su propia novela. Se puede decir pues, sin margen de error, que Hellraiser es puro Clive Barker. El famoso escritor inglés, al que Stephen King definió como "el futuro" de la literatura de terror, se pone tras las cámaras, algo que no es nuevo para él. Lo que hace que Hellraiser tenga cierto atractivo es su particular manera de presentarnos a los villanos, para lo que se sirve de un diseño de efectos visuales bastante atractivo (tengamos en cuenta el año en que se hizo la película). Por otra parte, la iluminación es correcta y hay algún que otro plano realmente bueno, pero no se puede negar que tiene cierto regusto a episodio de alguna serie de televisión del estilo de El club de medianoche o Historias de la cripta. Además, Clive Barker entra en una espiral de repeticiones que acaban convirtiendo la película en un producto ligeramente aburrido a pesar de todas las metáforas sadomasoquistas y antisociales que muestra de forma, a mi parecer, demasiado evidente.
El reparto es deplorable. Andrew Robinson y Clare Higgins son, para entendernos, lo contrario de Marlon Brando y Katharine Hepburn. Justo lo contrario. A veces nos encontramos con actores que sobreactúan, con algunos que están como atenazados o con alguno que no entiende del todo a su personaje, pero pocas veces tenemos ante nosotros dos desastres tan grandes como los que protagoniza la pareja principal de Hellraiser. Ambos son practicamente zombis, sin capacidad alguna para expresarse y con la misma cara durante toda la película, sin importar si están gritando, si tienen miedo, si están contentos o si están preocupados. Hay robots de cocina más expresivos, sinceramente. Ashley Laurence es la que levanta el apartado en cierto modo, aunque si consideramos esto como una competición, el hecho de que Laurence destaque se debe a la incomparecencia de sus rivales (compañeros, en este caso).
Resumiendo, que es gerundio: el genuíno estilo visual de Hellraiser y algunas escenas de la película son lo único que salva a Hellraiser de ser un auténtico truño. Sin tener en cuenta que ha envejecido muy mal e intentando verla como la película que fue en su momento, se aprecian detalles interesantes, aunque no sirven para convertirla, ni mucho menos, en una buena película.
Clive Barker dirige la película y escribe el guion que adapta su propia novela. Se puede decir pues, sin margen de error, que Hellraiser es puro Clive Barker. El famoso escritor inglés, al que Stephen King definió como "el futuro" de la literatura de terror, se pone tras las cámaras, algo que no es nuevo para él. Lo que hace que Hellraiser tenga cierto atractivo es su particular manera de presentarnos a los villanos, para lo que se sirve de un diseño de efectos visuales bastante atractivo (tengamos en cuenta el año en que se hizo la película). Por otra parte, la iluminación es correcta y hay algún que otro plano realmente bueno, pero no se puede negar que tiene cierto regusto a episodio de alguna serie de televisión del estilo de El club de medianoche o Historias de la cripta. Además, Clive Barker entra en una espiral de repeticiones que acaban convirtiendo la película en un producto ligeramente aburrido a pesar de todas las metáforas sadomasoquistas y antisociales que muestra de forma, a mi parecer, demasiado evidente.
El reparto es deplorable. Andrew Robinson y Clare Higgins son, para entendernos, lo contrario de Marlon Brando y Katharine Hepburn. Justo lo contrario. A veces nos encontramos con actores que sobreactúan, con algunos que están como atenazados o con alguno que no entiende del todo a su personaje, pero pocas veces tenemos ante nosotros dos desastres tan grandes como los que protagoniza la pareja principal de Hellraiser. Ambos son practicamente zombis, sin capacidad alguna para expresarse y con la misma cara durante toda la película, sin importar si están gritando, si tienen miedo, si están contentos o si están preocupados. Hay robots de cocina más expresivos, sinceramente. Ashley Laurence es la que levanta el apartado en cierto modo, aunque si consideramos esto como una competición, el hecho de que Laurence destaque se debe a la incomparecencia de sus rivales (compañeros, en este caso).
Resumiendo, que es gerundio: el genuíno estilo visual de Hellraiser y algunas escenas de la película son lo único que salva a Hellraiser de ser un auténtico truño. Sin tener en cuenta que ha envejecido muy mal e intentando verla como la película que fue en su momento, se aprecian detalles interesantes, aunque no sirven para convertirla, ni mucho menos, en una buena película.
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