La rueda de la maravilla
6.2
10,209
Drama
En la Coney Island de la década de los 50, el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco ... [+]
12 de mayo de 2018
12 de mayo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Allen ofrece uno de sus trabajos más amargos, sin atisbo alguno de condescendencia. Siguiendo la senda de la magnífica Café Society, alcanza un sorprendente grado de genialidad escénica digno de analizar. Más allá de su espectacularidad evidente -la estampa abarrotada de la playa de Coney Island-, son los pequeños detalles los que nos descubren una obra compleja y que no merece ser tratada como "película menor".
Como por ejemplo los juegos de cámara e iluminación, con ese foco sobre el personaje Winslet a modo teatro que, de pronto, se desvanece dando paso a la luz natural que descubre su patética realidad: la de cuando no interpreta algo que no es.
Pero si hay algo interesante y recurrente en la filmografía de Allen, son los pequeños mensajes subliminales autobiográficos. Según mi teoría, el film descubre una sucesión de dardos envenenados hacia Mia Farrow a través del personaje de Winslet. A continuación, a modo de curiosidad, en zona spoiler enumero todas las referencias que he creído descubrir -probablemente muchas fruto un esquizofrénico exceso de perspicacia o imaginación por mi parte-.
Posibles referencias autobiográficas de la relación Allen-Farrow en la película:
Como por ejemplo los juegos de cámara e iluminación, con ese foco sobre el personaje Winslet a modo teatro que, de pronto, se desvanece dando paso a la luz natural que descubre su patética realidad: la de cuando no interpreta algo que no es.
Pero si hay algo interesante y recurrente en la filmografía de Allen, son los pequeños mensajes subliminales autobiográficos. Según mi teoría, el film descubre una sucesión de dardos envenenados hacia Mia Farrow a través del personaje de Winslet. A continuación, a modo de curiosidad, en zona spoiler enumero todas las referencias que he creído descubrir -probablemente muchas fruto un esquizofrénico exceso de perspicacia o imaginación por mi parte-.
Posibles referencias autobiográficas de la relación Allen-Farrow en la película:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Allen nos presenta a Ginny y Humpty, un matrimonio vacío, marcado por la mentira e infidelidad.
- Se produce un extraño triángulo con la llegada de Caroline, la hijastra que se convierte en elemento desestabilizador y epicentro de la tragedia.
- Entran en juego los celos de Ginny hacia Caroline por su relación con su padre. En un momento del film, Ginny le dice a Humpty: "la tratas como si fuera tu novia", una frase casi literal a una que aparece en la sentencia de custodia de Farrow.
- ¿Qué podrían tener Ginny y Farrow en común? Como mínimo, ambas fueron actrices. Ginny es dibujada como manipuladora, desquiciada, mentirosa, que reconoce estar siempre interpretando un papel. Afirma haber destrozado la vida de un hombre. Todo ello concuerda con el retrato que hace el propio Allen de Farrow.
- Como Farrow, Ginny tiene un hijo pelirrojo que desarrolla un odio enfermizo hacia su padrastro. Pirómano e insoportable, el niño es uno de los personajes peor parados del film ya que en ningún momento se ofrece al espectador un requicio de empatía hacia él.
- Se produce un extraño triángulo con la llegada de Caroline, la hijastra que se convierte en elemento desestabilizador y epicentro de la tragedia.
- Entran en juego los celos de Ginny hacia Caroline por su relación con su padre. En un momento del film, Ginny le dice a Humpty: "la tratas como si fuera tu novia", una frase casi literal a una que aparece en la sentencia de custodia de Farrow.
- ¿Qué podrían tener Ginny y Farrow en común? Como mínimo, ambas fueron actrices. Ginny es dibujada como manipuladora, desquiciada, mentirosa, que reconoce estar siempre interpretando un papel. Afirma haber destrozado la vida de un hombre. Todo ello concuerda con el retrato que hace el propio Allen de Farrow.
- Como Farrow, Ginny tiene un hijo pelirrojo que desarrolla un odio enfermizo hacia su padrastro. Pirómano e insoportable, el niño es uno de los personajes peor parados del film ya que en ningún momento se ofrece al espectador un requicio de empatía hacia él.
5 de octubre de 2018
5 de octubre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De nuevo Woody Allen fiel a su cita anual vuelve a obsequiarnos con un interesante análisis sobre la infidelidad en una película hermosa y bien interpretada. La historia se ambienta en los años cincuenta y aunque no deja de ser un drama romántico también se incluyen algunos toques cómicos muy propios de su autor así como una intriga mafiosa que le da emoción al conjunto.
Sorprende la presencia en el reparto del veterano James Belushi, bastante fuera de juego desde hace tiempo y que realiza un excelente trabajo. A mi siempre me pareció un gran actor y aunque sus películas no sean obras maestras eran muy disfrutables. Y Justin Timberlake, sin duda el miembro con más talento de NSYNC, que desde hace unos años parece tomarse en serio su carrera como actor.
Sorprende la presencia en el reparto del veterano James Belushi, bastante fuera de juego desde hace tiempo y que realiza un excelente trabajo. A mi siempre me pareció un gran actor y aunque sus películas no sean obras maestras eran muy disfrutables. Y Justin Timberlake, sin duda el miembro con más talento de NSYNC, que desde hace unos años parece tomarse en serio su carrera como actor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final, después del rocambolesco lío que se organiza todo sigue igual. Winslet continúa junto a Belushi porque a pesar de sus diferencias se necesitan el uno al otro.
8 de agosto de 2019
8 de agosto de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La acción se sitúa en un decadente Coney Island, con sus atracciones y playas en los años 50. El argumento es como "El graduado" en versión Woody Allen melodramática, llevada con la habitual maestría del director, cargando las tintas sobre las dos mujeres rivales, ansiosas, caóticas, con poca inteligencia y totalmente irresponsables. Tampoco falta el psicópata de turno. El guion, la ambientación, los planos, el color, todo es genuinamente personal dentro del estilo Alleniano, incluyendo los habituales fondos sonoros de swing, jazz gitano y canción melódica de aquellos años. Kate Winslet está simplemente sensacional, en ocasiones emulando las teatrales actuaciones de Bette Davis en sus papeles de perversa. No faltan algunos guiños a referencias cinematográficas o literarias. La película exige no perderse un fotograma, aunque no es para todo el mundo. Sólo para degustadores incondicionales del cine de autor.
21 de diciembre de 2017
21 de diciembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver una película de Woody Allen siempre es un placer. Y en un tiempo prácticamente dominado la alta tecnología, más aún. Porque el cine de Allen destila eso, puro cine. A veces melancólico, otras reflexivo, contemplativo, divertido o intrigante. Incluso en ocasiones una mezcla de todo, como sucede en su último trabajo hasta la fecha: Wonder Wheel.
Un argumento donde no falta ninguno de los ingredientes necesarios para entender la filmografía de Allen. Porque hay amor, hay sexo y asesinatos. Hay, también, un narrador que se convierte en protagonista de la historia que él mismo está contando. Todo eso mezclado con humor negro, pinceladas de su juventud e infancia al estilo Días de Radio, y quizá lo que falte sea la reflexión teológica y filosófica a la que suele acostumbrarnos.
Esta vez, además, mientras Woody Allen saca lo mejor de todo el elenco de actores y actrices -insisto, de absolutamente todos- vuelve rodearse de Vittorio Storaro, como en Café Society, para regalarnos una imagen espectacular de Coney Island. El veterano director de Fotografía, responsable también de Apocalypse Now o Novecento, logra transportarnos setenta años atrás, a esa playa neoyorquina con el parque de atracciones de fondo, donde parece que el tiempo no ha pasado.
Y detrás de esa poderosa imagen, otra vez las miserias humanas al descubierto. El deseo, el poder, la lujuria y el dinero al servicio del espectáculo. Personajes envueltos en el traje de la melancolía, del perdedor perpetuo, que tan bien dibuja el director de Manhattan y al que cualquier elogio se queda corto. Woddy Allen está de vuelta con una de esas comedias de enredo sencillas, bien contadas y que, definitivamente, son un placer. Como volver a ver juntos en pantalla a los chicos Soprano.
Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
Un argumento donde no falta ninguno de los ingredientes necesarios para entender la filmografía de Allen. Porque hay amor, hay sexo y asesinatos. Hay, también, un narrador que se convierte en protagonista de la historia que él mismo está contando. Todo eso mezclado con humor negro, pinceladas de su juventud e infancia al estilo Días de Radio, y quizá lo que falte sea la reflexión teológica y filosófica a la que suele acostumbrarnos.
Esta vez, además, mientras Woody Allen saca lo mejor de todo el elenco de actores y actrices -insisto, de absolutamente todos- vuelve rodearse de Vittorio Storaro, como en Café Society, para regalarnos una imagen espectacular de Coney Island. El veterano director de Fotografía, responsable también de Apocalypse Now o Novecento, logra transportarnos setenta años atrás, a esa playa neoyorquina con el parque de atracciones de fondo, donde parece que el tiempo no ha pasado.
Y detrás de esa poderosa imagen, otra vez las miserias humanas al descubierto. El deseo, el poder, la lujuria y el dinero al servicio del espectáculo. Personajes envueltos en el traje de la melancolía, del perdedor perpetuo, que tan bien dibuja el director de Manhattan y al que cualquier elogio se queda corto. Woddy Allen está de vuelta con una de esas comedias de enredo sencillas, bien contadas y que, definitivamente, son un placer. Como volver a ver juntos en pantalla a los chicos Soprano.
Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
23 de diciembre de 2017
23 de diciembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woody Allen es de mis directores favoritos de todos los tiempos; creo que es único y que tanto en su época de oro en los 70 como en las últimas décadas ha hecho verdaderos peliculones a excepción de algunas idas de olla y bodrios infumables como Blue Jasmine o El sueño de Cassandra (Por decir dos).
Respecto a sus últimos trabajos, amé Café Society, Irrational Man me pareció muy entretenida y Midnight in Paris me pareció preciosa.
Por lo tanto, esperaba su nueva película como el que más ya que juntaba a uno de mis directores favoritos con uno de mis favoritos directores de fotografía(Vittorio Storaro) y a una de mis actrices favoritas(Kate Winslet)
Después de verla, me ha ocurrido algo que no me había ocurrido nunca, y es que no se que decir, hay cosas que me encantan y otras que odio, por lo cual me encuentro muy contrariado respecto a esta película, no se si me gusta o si no.
Además a esta película le ocurre algo raro desde el minuto 1, algo de lo que tardé 10 minutos en darme cuenta. Y es que, el protagonista(interpretado por Justin Timberlake) es un aspirante a dramaturgo, y narra él la película desde su perspectiva, por ello, las actuaciones son super teatrales y desmesuradas, y la historia nos recuerda a las obras de Shakespeare, tragicomedias en las que los personajes representan su lado más dramático, irracional y oscuro, hay un narrador que rompe la cuarta pared, largos monólogos de personajes en los que cuentan sus aspiraciones y sueños, y el esquema narrativo de la película es calcado al de cualquier obra de teatro de los 50.
Al empezar la película te das cuenta de que es la típica obra de Broadway y de que incluso esta película podría ser la adaptación fílmica de una obra teatral. Y esto, a veces queda muy bien y otras no; es un sentimiento muy agridulce.
La actuación de Kate Winslet es digna de un Oscar, la de Justin Timberlake enamora, Juno Temple esta francamente bien; sin embargo, el marido(interpretado por James Belushi) no me convence nada, te lo pintan como un alcohólico maltratador super agresivo pero a mi el personaje no me da esa sensación. Si, a veces bebe y grita e insulta a Ginny, pero no es su comportamiento de normal ni es tan agresivo como te lo pintan.
La dirección de fotografía es tan sumamente impresionante que cuenta la historia por si misma, cada escena es una obra de arte y los colores te transmiten emociones.
Así como resumen, Wonder Wheel es una obra que no dejará indiferente a nadie y o bien te encanta o bien la odias, es sin duda una película que será recordada por cualquiera que la haya visto, ya sea para bien o para mal.
Respecto a sus últimos trabajos, amé Café Society, Irrational Man me pareció muy entretenida y Midnight in Paris me pareció preciosa.
Por lo tanto, esperaba su nueva película como el que más ya que juntaba a uno de mis directores favoritos con uno de mis favoritos directores de fotografía(Vittorio Storaro) y a una de mis actrices favoritas(Kate Winslet)
Después de verla, me ha ocurrido algo que no me había ocurrido nunca, y es que no se que decir, hay cosas que me encantan y otras que odio, por lo cual me encuentro muy contrariado respecto a esta película, no se si me gusta o si no.
Además a esta película le ocurre algo raro desde el minuto 1, algo de lo que tardé 10 minutos en darme cuenta. Y es que, el protagonista(interpretado por Justin Timberlake) es un aspirante a dramaturgo, y narra él la película desde su perspectiva, por ello, las actuaciones son super teatrales y desmesuradas, y la historia nos recuerda a las obras de Shakespeare, tragicomedias en las que los personajes representan su lado más dramático, irracional y oscuro, hay un narrador que rompe la cuarta pared, largos monólogos de personajes en los que cuentan sus aspiraciones y sueños, y el esquema narrativo de la película es calcado al de cualquier obra de teatro de los 50.
Al empezar la película te das cuenta de que es la típica obra de Broadway y de que incluso esta película podría ser la adaptación fílmica de una obra teatral. Y esto, a veces queda muy bien y otras no; es un sentimiento muy agridulce.
La actuación de Kate Winslet es digna de un Oscar, la de Justin Timberlake enamora, Juno Temple esta francamente bien; sin embargo, el marido(interpretado por James Belushi) no me convence nada, te lo pintan como un alcohólico maltratador super agresivo pero a mi el personaje no me da esa sensación. Si, a veces bebe y grita e insulta a Ginny, pero no es su comportamiento de normal ni es tan agresivo como te lo pintan.
La dirección de fotografía es tan sumamente impresionante que cuenta la historia por si misma, cada escena es una obra de arte y los colores te transmiten emociones.
Así como resumen, Wonder Wheel es una obra que no dejará indiferente a nadie y o bien te encanta o bien la odias, es sin duda una película que será recordada por cualquiera que la haya visto, ya sea para bien o para mal.
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